En la primera escena unos objetos caen como si fueran meteoritos sobre
la tierra, el narrador nos va relatando que uno de ellos desvió su curso y cayó
en una ciudad poblada, concretamente en Roma, esta omnisciente voz reaparece hasta
después de los créditos, durante el tradicional avance del próximo episodio, al
cual le impregna un enfoque más emocionante, vivido, como si fuera un
anuncio de la próxima gran batalla en una liga de lucha.
Que es precisamente lo que es Figther G Gundam, o por lo menos, lo que
se esfuerza en parecer ser. En el segundo episodio conocemos el rostro de
nuestro narrador (nunca le dan nombre, en la comunidad lo llaman “Stalker”), un
tipo vestido de traje rojo y con parche en el ojo izquierdo, nos explica cuáles
es el estado actual del mundo, y termina con la que sería su frase icónica
“¡Ready! ¡¡GO!!” y en el acto se quita
el parche, revelando que es falso ¿Y por qué hacerlo? Por la esencia misma de
esta obra y que dirigirá la mayoría de las decisiones, por puro espectáculo,
eso sí, no cualquier espectáculo, hay matices que deberán ser abordadas llegado
su momento y lugar.
Mientras más avanzo en este proyecto de ver Gundam acorde a su orden de
estreno, reafirmo que fue la decisión correcta (aunque está es apenas la cuarta
reseña de la franquicia, demorará un buen tiempo) porque de esa manera
entiendo, un poquito más allá de las apariencias, la existencia de cada
entrega. Recordemos que el fracaso de Victory acusado por su temática
excesivamente oscura fue la gota que colmó la paciencia de Bandai y Sunrise, el
proyecto que estaba siendo desarrollado a la par (Polcarino Gundam) fue
cancelado sin titubeos, las nuevas series cambiarían completamente de eje,
habían tenido suficiente de militares, guerras y conflictos, era momento de artes
marciales (para este caso).
Figther G Gundam, W Gundam (que luego estrenaría como Wing Gundam) y X
Gundam (que luego se llamaría After X Gundam) sería el movimiento de Sunrise para
captar la atención de las nuevas generaciones. El éxito que tuviera G tendría
peso en el desarrollo y evolución de los otros 2. Por eso Bandai no se contuvo
con sólo intenciones, metieron mano hasta al fondo en, al menos, la conceptualización.
De hecho, es crédito de este gigante oscuro el cambio de enfoque, personajes conceptualmente
estereotípicos y el mero hecho de considerar a la tierra como un ring de lucha
(no simbólico, literalmente es un ring de lucha).
Si bien Sunrise ya tenía la intención de apartar a Tomino, tampoco es
como si él hubiera opuesto resistencia, recordemos que durante la producción de
Victory atravesaba por una depresión, además el concepto de la nueva serie le
resultaba ridículo, como director no volvería hasta Turn A Gundam. Para las
series entrantes serían asignados jóvenes promesas en Sunrise, por orden de
mención, Imagawa Yasuhiro, Masashi Ikeda y Shinji Takamatsu. Las ovas de 8th MS
Team, son un caso particular que será extendido una vez llegue su reseña.
Esta apertura de ejes es por lo que le considero como el fin de la
segunda fase Gundam, así es, les recuerdo que, al comienzo, la intención de
este proyecto, era brindar mi modelo estructural sobre el que referirse a la
franquicia. Así pues, la primera fase es el UC puro y duro, desde la serie
original hasta Chars CounterAttack, la segunda fase engloba al par de Ovas
(Stardust Memories y War in the Pocket), F91 y Victory, siendo una época caracterizada
por las primeras exploraciones de más historias aparte de las contadas por
Tomino, y el fallido intento de comenzar dos compendios seriales generales.
Figther G Gundam puede considerarse como el final de la segunda fase o el
comienzo de la tercera (pienso brindarle estatuto fijo una vez siga viendo las
consecuentes), lo que me es evidente, es su carácter divisorio, no sólo
en Gundam sino en la industria, porque significó la renovación de una
franquicia tan reconocida en favor de los nuevos tiempos, pasando del “Real
Robot” a “Super Robot”. Así, la siguiente fase la consideraríamos la plena expansión
con nuevos universos, enfoques e ideas.
Y G Gundam no podría haber sido un mejor representante para abrir esta
nueva etapa, en sus facetas más extremas, tanto para bien como mal. Tomino al
menos quería que el director fuera seleccionado por él, eligió a uno de sus
mejores discípulos, Imagawa Yasuhiro. No obstante, este al principio se negaba,
los cambios de Bandai, la pérdida de la visión en lo que consideraba Gundam y
la cancelación del proyecto en el que estaba inmiscuido eran malas bases para
una conciliación. Más el amor universal masculino empezó a tender puentes,
Imagawa fue cediendo después de ver los bocetos sobre los nuevos diseños de los
mechas, que junto al desafío de si estaría a la altura de complacer a un
público base extremadamente tradicional a la par de atraer una nueva oleada de
fanáticos, le dio sentido a lección de Tomino, sobre que no debía conformarse
en copiar y sólo copiar, sino en brindar su visión.
Vaya que lo hizo, de hecho, recuerdo que en esas largas guías sobre
“como ver Gundam” Figther G está aparte, solitario en alguna esquina, total,
tiene su propia línea temporal que no ha sido vuelta a utilizar y la mitología
Gundam es inaplicable. Si, el esfuerzo que dedique en textos previos para conceptualizar
los tópicos tan comunes de la franquicia son reemplazados de par a par, bueno,
no todos, hay puntos centrales que tomaron nuevos significados muy
interesantes.
De esta forma, la que hubiera sido otra caótica producción llego a un
estado al menos cooperativo, donde guionistas y productores podían hacer
acuerdos concretos de las intenciones que tenían con la obra. Durante el
momento de emisión o de visión de cualquiera, puede que no parezca así (no los
culpo, sentí lo mismo en mi visionado), más el pasar del tiempo le ha ido
brindando su lugar, tanto dentro de la historia, como en la saga o en los
involucrados, el mismo Imagawa ha declarado “No tiene sentido compararlo con
otros Gundam, este es MI Gundam, del que estoy orgulloso”.
Y es que desde el comienzo la estructura que teníamos como prejuicio de
típica de “Gundam” tiene un revés en el mismo protagonista, Domon Kasshu, de 20
años, representará a Japón en un torneo mundial llamado “Batalla Gundam”, una
solución acordada por todas las naciones para controlar la tierra sin necesidad
de una guerra mundial tradicional, en consideración del mismo planeta que está
destruido en su mayor parte, consecuencias de los conflictos previos. La cadencia
es cada 4 años, cada país selecciona un representante, se enfrentarán entre
ellos hasta que comience la fase final, donde los Gundam sobrevivientes estarán
unos contra otros en una típica estructura de torneo.
Las implicaciones de lo anterior inciden directamente en cada aspecto
del programa, Imagawa tiene razón, la comparación es inútil, es un Gundam
completamente diferente. La nueva guerra está idealmente planteada como una
pelea entre dos robots, ósea, que el diseño de los mismos debe girar alrededor
de ese acercamiento, no son diseñados para enfrentarse contra decenas en medio
del espacio, sino contra otro similar sobre la tierra, los pilotos deben estar
entrenados para ser soldados especializados en la lucha “cuerpo a cuerpo”, correspondiendo
a la elección de las artes marciales como eje central, así, cada integrante
debe destacar en un estilo único y refinado para ser capaz de derrotar a sus
adversarios igualmente entrenados, además de tener sobre sus hombros la carga
de ser el orgullo en sus naciones.
Sin embargo, Domon Kasshu no sólo es la esperanza japonesa, es más, ni
le interesa ser el objeto de esa adoración, su alistamiento y búsqueda es otra,
desde el primer episodio muestra una desgastada foto a cada país que va, sólo
se ve un hombre, alguien que parece ser el sujeto de su venganza ¡Alto ahí!
¿Acaso no nos dijiste que no habría mitología Gundam? Bien observado, tienes
razón, es temáticamente lo mismo visto varias veces, que si Amuro, Kamille o
Uso empezando a pilotar por venganza, más no los junto en el mismo arquetipo
porque al contrario de todos los mencionados, cuyos finales sólo eran
enemistades profundas, una nueva resolución aparece en Fighter G.
En el primer episodio Domon tiene un enfrentamiento, contra Michelo
Chariot, líder de la mafia italiana, piloto del “Neros Gundam” (oh si,
advertencia, prepárense para los nombres más rimbombantes que puedan
imaginarse), en el transcurso de esa pelea queda evidente el nivel de
entrenamiento de Domon, está altamente capacitado, en el pasar de los capítulos
conocemos que su estilo proviene de su mentor “Master Asia”, ex campeón de la
Batalla Gundam, miembro de la “Alianza Shuffle” (pequeño grupo de “elegidos”
que protegen la humanidad) y quién maneja un estilo de lucha que combina
Karate, Kendo y Shorinji Kempo.
Michelo tampoco ha llegado de casualidad, exhibe su fuerza en la batalla
contra Domon, pero este aún tiene un último as, después de acorralarlo activa
un movimiento final el “Shining Finger”, lo dirige a la cabeza del adversario
para explotarla (inmoviliza al piloto enemigo, pero no peligra su vida), habiendo
ganado la batalla, sale dramáticamente del Gundam y se dirige al atardecer, no
sin antes recibir un regalo como gesto de agradecimiento por un habitante y de
ser acompañado por una chica que dice ser su compañera, se llama Rain.
Hay varias implicaciones en el primer episodio que serían posteriormente
confirmadas o aceptadas; primero el estado actual de la Tierra. La Roma que
conocemos es un recuerdo, después de varias guerras, la ciudad está mayormente destruida,
uno de los personajes secundarios nos devela cuál es la opinión generaliza de
la población respecto a la Batalla Gundam, augurio de destrucción en guerras
que sólo les dejan pérdidas, donde pilotos egoístas se enfrentan en nombres
de superiores con aires de grandeza, y es que, en sí, la mera idea es
extravagante.
Un control terrestre total por la victoria en un torneo de artes
marciales cuyos ganadores ni siquiera viven en la Tierra, están en colonias
espaciales, protegidos de la desgracia. El planeta es una mera contradicción,
objeto de adoración para quienes quieren poseerlo, pero cuyos habitantes
aspiran a escapar, alcanzar la cómoda vida en las colonias. En los siguientes
episodios más ciudades de diferentes países iremos conociendo, y notaremos que
el panorama es similar en una gran parte, edificios caídos, cicatrices bélicas
en una topología transformada, escenarios que no encajan con nuestros conocimientos.
Eso no quiere decir que los entornos naturales no existan, hay entornos
completamente vírgenes, donde bosques y animales han proliferado.
La opinión pública también depende del lugar donde se esté, mientras los italianos y japoneses están desgastados
por el conflicto, los estadounidenses y hongkoneses celebran y se emocionan, no
extraña de los primeros (hasta los estereotipos pueden tener algo de verdad)
mientras que los habitantes de Neo Honk Kong son los habitantes del lugar
anfitrión de la fase final, tal como si fuera un mundial, se comportan de
público excitable. El estatus de ser locales es porque son el actual país
campeón vigente.
Entonces notamos como una de los temas principales de las entregas
previas ha sido conservado, el debate político y social sobre la Tierra,
mientras que el pacifismo fue apartado, o mejor aún, reemplazado. Mientras que
en las anteriores entregas la violencia y belicismo era cuestionado por los
pilotos (potenciado con el horror que debían presenciar) ahora no existe ese
grado de extrema cuestionabilidad, en, al menos, las peleas particulares, debido
a que hay un honor consigo mismo y con el escenario. Domon no le interesa darle
la victoria a su país, pero tiene su orgullo y honor como guerrero, un respeto
al oponente, a la lucha en sí misma, y por eso no duda en brindar siempre su
mayor esfuerzo.
Varios adversarios también tienen esa apreciación respecto a sus artes
marciales mientras que otros sólo quieren la gloria en la Batalla Gundam sea
por el medio que sea. Afortunadamente para quienes estábamos ya un poco
desgastados del debate moral entre adultos y jóvenes sobre la forma en cómo se
ejecutaban las cosas, ya no deberemos seguir siendo bombardeados con las
mismas premisas, aquí los pilotos aceptan las bases que implican una lucha
¿Y en medios generales? Ya depende de particulares y obviamente sólo viene de
villanos, eso sí, no teman, tendrán su genocidio marca de la casa.
Por lo tanto, la batalla, el enfrentamiento de pares iguales, será el
enfoque principal, de ahí la existencia de ese extraño movimiento de Domon, el
“Shining Finger”. Las artes marciales como centro también involucraban la
aparición de esos golpes más llamativos de lo normal, “los movimientos
finales” tan comunes del Shonen tradicional, donde se grita el nombre del
poder acompañado de efectos visuales, y esa es la parte de aceptación. Nunca te
explicarán un razonamiento pretendidamente científico (como los Newtype) es
mitología pura y dura, recuerden, espectáculo.
Y tampoco considero necesaria una explicación pretendidamente correcta,
capaz resulta ser más engorrosa que beneficiosa. Si el contexto es de artes
marciales, entonces también implica la aparición de conceptos familiares como
el “Ki”, el concepto Chino sobre el flujo de energía vital, esto no es
explicado dentro del programa, sólo es una suposición mía. Lo que quiero
señalar es que existe un compromiso del espectador si decide continuar
después del primer episodio, los movimientos especiales, exagerados y ultimadores,
serán presencia constante en la obra, el cuestionarlos me resulta incoherente
(no en vano, es la base), señalamientos muy diferentes son la cadencia o el uso
que se les asigna.
Las artes marciales son encuentros de contacto y cercanía, para que
tales características se mantuvieran debajo de centímetros de acero, el
pilotaje y la interpretación de sujeto-piloto toma un vuelco de las “formas
tradicionales” de la franquicia. Para pilotar utilizan un traje especial que
les da control físico sobre el mismo a través de sus movimientos, es decir, lo
que hagan ellos lo realizará el robot, así no se pierde el sentido del
entrenamiento físico o los estilos particulares, y para priorizar tales
sensaciones, el mecha se convierte en un alter ego del piloto, contrario
a ser máquinas intercambiables si así lo requerían las circunstancias, ahora
son modelos asignados exactamente a cada cual, en las batallas hasta pueden ser
visualmente reemplazados por su conductor, siendo comunes las representaciones
donde no se ve la cabeza del Gundam sino la del piloto.
Es un cambio en el planteamiento visual que conceptualmente beneficia
los devenires sucedidos a lo largo de la batalla, le dan más fuerza a ese
movimiento especifico, al monólogo que ha pronunciado o el poder detrás de
un golpe. El espectáculo tendrá más elementos para vincular al espectador,
aspirando a captar toda la atención en esas batallas, con 2 adversarios con sus
propios sentimientos y metas, dándolo todo en una pelea de intercambio en las
que habrá movimientos finales, golpes clave y entremezcla del piloto y su
robot.
Sin embargo, la complejidad narrativa de los adversarios comprendida en
el nivel de anhelo y desempeño no tiene el tiempo de desarrollo para
construcciones complejas o memorables, sólo el espacio que le precede, y puede
entenderse, es sólo el enemigo serial que será dispensando y olvidado una
vez finalice, sino fuera porque está descripción puede extenderse hacia los
demás personajes.
A comparación de los pilotos predecesores, no hubo intención de
conceptualizar a Domon como alguien tridimensional por sus contradicciones, es
exactamente lo que parecer ser en sus primeros episodios: Valiente,
perseverante, justo, incansable y obstinado que también implica soledad,
testarudez y obsesión. Su camino se construirá sobre el cambiar esa obsesión
destructiva en férrea dedicación a favor de la justicia, además de ir
desvelando la comprensión que tiene sobre sus sentimientos, área en la que sí
es completamente ciego.
Su desarrollo es simple, sin que implique que sea “menos” comparado a
los antecesores, sencillamente decidieron que, para favorecer el planteamiento
y desarrollo general, hay mayor beneficio en alguien fuertemente caracterizado,
que por su grandilocuencia favorecería el espectáculo de las batallas, que en
su obstinación mantuviera el interés sobre lo que quiere lograr, la testarudez
para no enrevesarse en claroscuros. Por eso, es hasta la fecha de ese anime, uno
de los mejores protagonistas de la saga, sencillamente representa un papel,
y lo cumple fenomenalmente.
Los otros ejes principales de la obra son Rain, Master Asia, la Alianza
Shuffle y Kyoji. Imagino que con la primera varios pueden asociarla
sencillamente con ser el interés romántico del protagonista, en los anteriores
Gundam la representación femenina competente es reducida, afortunadamente, Rain
pertenece al selecto grupo. Con la misma edad de Domon, es designada para
ser su compañera, la técnica que se encargará del mantenimiento del Shining
Gundam, también es una brillante doctora, su asignación al puesto corresponde
superficialmente a la cercanía con el piloto, puesto que mantuvieron una
amistas cuando eran niños, sin embargo, hay razones más directas,
correspondiente a planificaciones secretas...
No es un personaje pasivo que espera direcciones a ser cumplidas, o que
acepta sin rechistar cualquier destino impuesto, su desarrollo es igual de
sustancioso que el de Domon (es decir, simple pero efectivo) teniendo de
eje la búsqueda por encontrar el papel que ha de cumplir, cuál es su objetivo
en la lucha. Con varias actitudes e historia detrás de su personaje (hasta un
amor en el pasado), tiene suficiente personalidad y presencia en la narración
para que no sea sólo un “interés amoroso”.
En su rol de equipo es un apoyo técnico crucial, y en su dimensión como
compañera, se convierte en la confidente (hasta donde puede serlo considerando
la persona tan solitaria que es) de sus preocupaciones, una acción que también
corresponde al interés que tiene por él. En numerosas misiones también asume
roles más cercanos a ser otrora soldada, finalmente, en la segunda fase cobraría
todavía más importancia activa y narrativa.
Master Asia, otro personaje que es pura personalidad, conocido
meramente a través de los recuerdos de Domon, se le nota como alguien fielmente
comprometido con todo aquello que considera correcto, hasta que tiene acto de
aparición, volcando toda la atención hacia él, y no es por poco, la energía,
seguridad y autoestima que desprenden le hacen merecedor de cualquier halago, un
ejemplo potenciado de los tradicionales maestros de artes marciales del Shonen.
No quiero implicar que carezca más capas de interés, de hecho, poco después de
su aparición la figura representada cambia de matiz, la explicación me la
guardo para la zona de Spoilers.
Los miembros de la Alianza Shuffle son los primeros adversarios de
Domon, fueron presentados durante los primeros episodios donde ya fuera por fuerza
o circunstancias inesperadas, sus batallas terminaban en empate. Acorde a su
orgullo como guerreros, esto les motiva en seguir entrenando y mejorando,
convirtiendo a Kasshu, para cada uno, en una figura a la que respetar y
agradecer.
Luego son seleccionados para heredar la marca que les señala como
pertenecientes a la alianza, y cuyo significado son dejados al aire, es decir,
no hay motivo especial por el que, por ejemplo, Domon tenga la marca del rey de
corazones. No tiene incidencia alguna en su vida o desempeño durante la batalla,
sencillamente parecen haber sido escogidos porque quedan bien o por una
caracterización simbólica que luego fue olvidada.
Sus integrantes son, por orden de aparición, Chibodee Crocket, Sai
Saici, George de Sand y Argo Gulskii, un estadounidense, chino, francés y ruso (respectivamente),
señalamiento importante porque recordemos que sigue siendo una lucha de bandos
nacionales por el control planetario y debido a que tales caracterizaciones
terminaron siendo cruciales en la conformación básica de su personalidad.
Chibodee es un casanova que le encanta ser la celebridad de su patria, no se
contiene en la exhibición de su poderío y hasta va acompañado de 4 hermosas
chicas que son su equipo, Sai es la última esperanza de un grupo de guerreros
Xiaolin, más tampoco quiere asumir tal responsabilidad o mejor, está falto de
motivación para la misma, George es un caballero al servicio de la princesa, elegante
y galán, con unos modales impecables hasta para la lucha, en cambio, Argo
cumple una condena, como medio para su liberación está combatiendo en el nombre
de su país, siendo monitoreado constantemente con tal de que no se retracte o
escape.
En un principio, resulta inevitable pensar que es un traspiés la
simplificación de las características sobre su complejidad, el elenco apenas
puede generar interés para varios, más tampoco quiero acusarlos de acartonados,
o demasiado básicos como para merecer ser recordados, su presentación es
superficial pero en el transcurrir de episodios las capas de interés son
agregadas una sobre otra, los prejuicios o características atribuidas a su
nacionalidad no se irán pero ganarán cierta justificación narrativa,
además no gratuita, notablemente planificada (al menos hasta cierto punto).
El objeto de la venganza de Domon es su hermano mayor, Kyoji, el aparentemente
es el piloto del “Devil Gundam” un ultra poderoso Mecha desarrollado en secreto
por su padre. No sólo escapo con el robot, su madre fue asesinada en el suceso,
y el padre fue condenado a reclusión criogénica hasta que no sea completamente
esclarecido lo sucedido. El Devil Gundam cayó a la tierra, desde entonces ha
estado desaparecido, por eso Kasshu no desaprovecha la oferta de dirigirse al
planeta, mientras va combatiendo, puede ir buscando pistas de donde podría
estar su hermano.
Lo anterior es la generalidad sobre el estado de la obra durante la
primera parte, así es, hay 2 secciones fuertemente diferenciadas, la parte de
todos contra todos y el torneo de quienes pasaron la primera sección, además de
que la primera parte también puede ser dividida en otras 2 secciones, antes y
después de Shinjuku. El comienzo es utilizado para la presentación de
personajes, introducción narrativa y contextual, y debería ser la asignación de
un ritmo, no obstante, he ahí uno de los traspiés de la obra.
Ya mencionaba que los enemigos seriales no son exhibidores de actitudes
polifacéticas, por eso, desconozco cuál fue el impulso para volcar toda la
atención hacia los mismos. Los primeros capítulos de presentación son
completamente dedicados al conflicto entre los personajes, las razones detrás
de su pelea, motivaciones del pasado o las causas que lo atañen respecto a
otros, en el caso de la Alianza, comprendo su inclusión porque a partir de la
misma seguirán formando los rasgos en personalidad, no obstante, no entiendo la
necesidad detrás de aquellos quienes sólo aparecen durante ese momento y lugar.
Con tan poco espacio se supone que debería priorizarse la impresión que
deberían lograr en Domon o en el espectador a través de ser mera
caracterización, una cuya expresión final ha de ser la lucha, no digo
que este “mal” el esforzarse porque sean algo más, sin embargo, debería ser
correspondido por la emoción generada en el encuentro, varias veces lo
mencionan en la obra “hablar con los puños”. Las primeras peleas no encuentran
el ritmo apropiado, e incluso, a veces ni hay, son rápidas en duración,
demasiado estructuradas para permitirse sorprender una vez se comprenden,
visualmente tienen los colores y efectos, más la dirección no corresponde,
quedando en planos concatenados con poca gracias. Y estas incluyen a las de la
Alianza.
No miento, mientras lo veía, temía que ese fuera el destino de toda la
obra, algo que se presentaba como una exhibición marcial de luchas para ser una
desabrida presentación de las mismas, y entonces, llega Shinjuku.
El reencuentro del Maestro y su Estudiante, metafóricamente también fue la
unión entre las pretensiones que quería lograr el equipo de producción y lo que
estaban haciendo, es decir, es cierto que después de ello aún tendríamos
unos cuántos episodios más al margen que los demás, la diferencia es que serán
cada vez menos y en la segunda parte no estarían, ósea que fue un exitoso
cambio de ritmo. A partir de este punto quiero ahondar en distintos giros de la
obra, los cuáles son, gran parte del atractivo viaje de la misma, si no
estás interesado, salta 3 párrafos, donde abordaremos la segunda parte de la
obra.
El villano principal es Kyoji, más una vez se revela que el Master Asia
también le juró lealtad al Devil Gundam, las tornas cambian, será su maestro a
quién deberá enfrentarse, dando un significativo impulso al interés, porque ese
contrario si lo conocemos o por lo menos, creíamos conocerlo, no es una figura
abstracta como el que fue un potencial culpable, sino que supimos de primera
mano que alguien tan poderoso y eventualmente peligroso, está a su servicio.
La serie cobra otro ritmo más apremiante, Domon ahora es traicionado por
segunda vez y por una figura equivalente a un segundo padre, debe viajar,
mejorar, buscar y entrenar. El siguiente punto de enfoque son los
encuentros en Guyana, a donde se dirigió después de su encuentro con Schwarz
Bruder, piloto que presenta a Alemania, y que parece extrañamente interesado en
que Domon supere sus límites. Un embate exótico que es antesala de la segunda
parte de la obra.
Un suceso completamente decisorio entre parte y parte: La resurrección
del Devil Gundam, el crecimiento de Domon como piloto después de superar los
embates de sus sentimientos, la aparición del God Gundam que sería el usado
durante la próxima parte de la Batalla, en el torneo de los sobrevivientes. Lo
cierto es que no hay demasiado por excavar dentro de lo que conformo el
desarrollo del mismo, es decir, viendo la serie es evidente como ocurre está
transformación en su personaje, donde aparta los matices más infantiles de su
obsesión, reenfocándolo con una poderosa decisión de dar lo mejor en el reto
venidero.
La segunda parte es la versión ideal de lo que quería ser Figther G
Gundam, aquella decepción que
tenía con los primeros episodios no podía estar más lejana, si bien se pierde
el factor sorpresa de hacia dónde viajaría y que tipo de escenario encontraría
allí, es compensado con el planteamiento visual que mantuvieron desde Shinjuku
refinado todavía más. Son las escaramuzas que tanto merecía la obra, de las
peleas entre dos inesperados, en escenarios que podían cambiar según los
caprichos del señor Wong, sirviendo de conclusión para las intrigas que se
plantearán como introducción.
Debían evolucionar la trama principal y personajes secundarios, para el
primero seguiremos teniendo pequeñas revelaciones en puntos concretos, eso sí,
la mayoría ocurre durante el tramo final de la misma, del resto se mantiene en
pausa debido a la condición que es impuesta a Domon por su maestro, no podrán
enfrentarse hasta la Fase Final, deberá triunfar en cada una de sus batallas
si quiere ganarse el derecho de enfrentarle.
Así que ese lapso de tiempo es utilizado para la comprensión de Domon
acerca de su nuevo Mecha, el desarrollo de su relación con Rain y el
crecimiento personal de los demás integrantes de la Alianza Shuffle. En el
primero, dependía del desempeño “físico” de Domon, el compendio del
control de sus sentimientos, fuerza y obsesión, para así “desbloquear” el
verdadero poder. El repertorio de habilidades especiales ha aumentado, varios a
raíz de diversos contactos con su maestro y otros son el similar con el que
contaba antes pero ahora con el “God Gundam” precediéndolo, unos cuántos tienen
un carácter ultimador, implicando mayor variedad en el cómo se desarrolla,
ideal para las nuevas batallas que, correspondiendo a la elección de sólo los
supervivientes, son más variadas, impredecibles y difíciles.
Durante ese lapso de tiempo, la visión que tiene Rain acerca de sí misma
va cuestionándose, preguntándose si lo que le ha sido encomendado es todo lo
que es capaz de lograr, o puede participar de formas más activas. No es un
camino sencillo, pero ya demostraciones previas de su iniciativa (como la intervención
en Guyana) indicaban la posibilidad de ese destino. Más la difícil
comprensión de sus propios sentimientos no permiten que sea tan sincera como
quisiera, es durante la última sección donde su propia convicción le
permiten tomar difíciles resoluciones que luego serían puestas a prueba siendo la
punta de lanza hacia el tramo temático final.
Y los personajes secundarios tan estereotipados tienen sus propios
enfrentamientos que son utilizados como vías temáticas para abordar el pasado
de cada uno, cuáles fueron las convicciones que les trajeron hasta la pelea,
que pretenden lograr, las dudas de cada uno referente al nivel en el que se
encuentran. Por eso, al final considero que, si al principio es muy válido
calificarlos de ser una sarta de estereotipos, no es lo mismo en cómo son al
final, porque no son sencillamente apoyos, la obra hace hincapié en como cada
cual primero corresponderá a su llamada individual de aquello que aspiran
lograr y luego si se entregarán a la causa planetaria ¿Egoísta? Sin duda, pero
precisamente considerando que son soldados orgullosos de llevar la esperanza de
su país, el que piensen primero en sí mismos, válida esa carga que les fue
asignada. No son unas meras ideas de comportamiento, son personajes guiados
hacia un objetivo individual y grupal, volviendo sus intervenciones en
momentos clave, auténtica.
Para abordar las resoluciones de las temáticas principales (honor,
ecología, amor) deberé desentrañar los hilos del último tramo, si no quieres
spoilers te invito a saltar los próximos 12 párrafos.
El honor de la obra es algo que debería ser implícito en cada soldado, presente
en aquellos quienes tienen respeto por todo lo que involucra un conflicto (en
las condiciones consideradas respetables dentro de la obra) quienes se burlan
o desatienden estas peticiones son tratados de villanos, o estorbos. Por
ejemplo, el equipo encargado Allenby que la forzaba ignorando sus convicciones
o Wong Yun sólo queriendo revivir al Devil Gundam para sus fines. En los
desarrollos de cada secundario el honor es el centro de sus metas y razones
para luchar, sean Argo y la liberación de sus compañeros, la vida que busca
representar Chibodee en su patria y para sus compañeras, Sai Saici rindiendo
homenaje a quienes le han criado, o George de Sand para defender su valor y el
de la princesa a quien sirve.
En cambio, el camino de Domon no tiene su honor en juego, es el de Kyoji
el que será revindicado. Se van desvelando los últimos detalles sobre cómo
fueron los sucesos en el despertar del Devil Gundam, donde su hermano mayor
sólo es otro inocente envuelto en la tragedia. Y he aquí la nueva resolución de
la venganza Gundam, no hay lucha a muerte, ni señalar culpas, es caer en cuenta
de cómo la obsesión no dejaba ver el panorama general, y en últimas, verdadero,
de aquello que pasó. Una agradecible resolución que para la espiral de odio.
También tenemos una reivindicación del Master Asia, o mejor, una
comprensión de cuáles fueron las razones de sus acciones, encarado por Domon
quién llega gracias a las valerosas intervenciones de sus compañeros, tienen un
enfrentamiento en una tensa batalla. Cabe recalcar que la condición de su mentor
no es la mejor, varias veces le hemos visto ya desgastado durante los episodios
anteriores, y su carácter como “villano final” tampoco es igual de evidente
como si aparentaba ser Kyoji, debido a esos mismos sucesos donde debían
coordinar acciones por el bien de cada uno, delatando el grado de cercanía que alguna
vez tuvieron.
Y la razón detrás de todo, es tan simple, coherente e inesperada que me
resulto inmensamente satisfactoria. El estado de la tierra y el abuso a la que
había sido sometida tras las múltiples batallas a lo largo de los años fueron
temas sonados al comienzo, más apartados una vez se concentraron en la
narrativa, pero que ahora cobran resolución a través de la figura del
maestro. Quien más que ser un enemigo de la humanidad es un aliado de la
tierra, necesita una renovación, el daño que ha sufrido es demasiado para ser
resuelto en poco tiempo y con acciones medianamente comprometidas.
Como solución es igual de radical que varios planes vistos durante las
obras previas, el punto de divergencia es de quién parte esa intencionalidad,
no quiere conquistarla ni someterla, sino ayudar a que se recupere, pese a que
el costo será total. Ni el mismo Domon es capaz de culparle en el lecho de su
muerte, es una revelación de su maestro el que se da cuenta del error. La
temática ecológica en la franquicia está presente desde Z, donde la defensa
partía desde los héroes, es la primera vez que un antagonista la tiene como
motivación. Otra novedad de Figther G.
Pese a venir desde un antagonista, el mensaje está ahí, hay que alcanzar
una resolución de conflictos que no deba afectar ese espacio que nos brinda
nuestro planeta. Es una resolución optimista y conmovedora que despide por
todo lo alto a un personaje tan magnético como Master Asia. Y ese hubiera
sido el final, si no fuera por la aparición del último villano, que nos llevará
a la temática central.
De lo que más carece la obra es de un villano principal a la altura de las caracterizaciones
temáticas de los demás personajes del elenco, es decir, Kyoji fue poco más
de una sombra, Wong sólo se comportaba con un déspota caprichoso (eso sí,
utiliza una capa lo cual hace que al menos luzca bien), Master Asia bien podría
haber sido el principal y hubiera quedado satisfecho, más debían incluir una
mente maestra, el comandante Ulube Ishikawa, cuyo único mérito es eso, quien
está detrás de los hechos, ni siquiera el plan de cómo utilizar al máximo el
poder del Devil Gundam es de su autoría.
Sin embargo, eso es lo que termina de enlazar el amor como el tema
global, puesto que el secuestro de Rain, fuerza a Domon a finalizar su
indecisión y perseguir aquello en lo que si confía. Es un encuentro de
obstinaciones, entre quien está atrapada en sus sentimientos entre lo que
quiere y lo que cree que espera que haga, y el protagonista con una obstinación
reenfocada en continuar. Cabe aclarar que sí, es una resolución de pura
cursilería, rescatar a la chica en apuros, no obstante, no hay
justificación para centrar todo el personaje de Rain alrededor de esa característica
¡Episodios atrás luchaba mano a mano junto a Domon!
Sucede la batalla final con toda la magnificencia que puedas imaginar, secundarios que allanan el camino, carrera contrarreloj abriéndose paso por obstáculos de toda índole hasta finalmente estar frente al eje del problema, y liberar a Rain a través de la confesión de sus sentimientos. Puede parecer una solución chapucera, más no es el caso, considerando como la serie ha recalcado una y otra vez la poca comprensión de Domon con sus sentimientos, el comprenderlos y decirlo es el último esfuerzo que necesitaba su desarrollo como personaje.
Y en general ¿De verdad importa la lógica en ese momento particular?
Recuerden, espectáculo, no se me ocurre mejor cierre para una obra que al final
se vuelca en el amor, que cerrar todas las dudas a través de una explosión
de sentimientos y compresión, y no sólo es entre la pareja protagónica,
afuera, el amor planetario de la humanidad a unido naciones a luchar hombro a
hombro contra una amenaza universal. Un escenario que parecía ajeno en la
franquicia. Es una solución lógica dentro de las condiciones del programa.
Eso sí, también correspondía a que Imagawa no tenía experiencia con las
historias de amor, decidió ir por lo “seguro” y lo afortunado de los clichés es
que en el momento apropiado no se necesita de nada más. La serie había
estructurado su mensaje sobre la tierra, la redención del honor, ahora con el
amor agregaron unidad planetaria y una sólida relación entre los protagonistas,
la última pieza para completar el panorama, de toque final, decidió que el
movimiento final sería “¡ERUPTING GOD FINGER SEKI HA LOVE LOVE TENKYOKEN!”
los productores de Sunrise protestaron por la inclusión del “Love Love”, más el
director no cedió ni un poco, su inclusión le resultaba clave como conclusión
de todo su trabajo, y tiene razón.
En el espectáculo de vaivenes de Figther G Gundam, el sencillamente recalcar
al amor como lo que dio solución a un conflicto es lo que debía ser la obra,
y el tiempo lo reafirmo, se convirtió en una de las escenas más referenciadas
de la franquicia en la industria. Nuestra última toma será Domon llevando a
Rain en brazos encima de un corcel (que también es un Gundam) seguido de todos
los demás pilotos representantes de cada nación dirigiéndose a la tierra
mientras el señor Kasshu habla de cómo el futuro está en buenas manos, será
dirigida por una generación de valientes ¿Cómo no puede estar satisfecho de
semejante fachería?
Por supuesto, a lo largo del desarrollo ocurren varias concesiones que
dependerá del espectador decir hasta dónde llega su límite en la escala de
“vale, esto es demasiado” el espectáculo de la obra si bien tradujo en cosas
espectacularmente estúpidas hay otras sencillamente ridículas. Ya
mencionaba antes que, efectivamente, no es metáfora ni simbolismo, hay un Gundam
caballo cuyo piloto es un caballo que tiene un traje de piloto, pero para
caballos. Genuinamente no veo la necesidad para ello, y es sólo el último
ejemplo de una larga línea de situaciones parecidas, hay momias o zombis, unas
con explicación más o menos científica, y para otras es un acto de fe. Pese a
que la obra tiene un claro elemento fantástico con la existencia de las Super
Formas, tampoco lo considero un justificante para llegar a tales extremos y más
cuándo son episodios menores a la media.
Y ello con sólo lo evidente, confieso que tengo poca habilidad para
encontrar huecos de guión, usualmente me dejo llevar por el ritmo de la obra,
alguien que esté más versado, o cuánto menos experimentado, no tendrá problemas
en encontrar múltiples problemas de lógica o continuidad. Hay Deus Ex
Machinas y Power Ups usados a conveniencia en múltiples situaciones (en
esencia, el último golpe es uno de estos) pero volvemos al enfoque del
espectáculo y la coherencia dentro de un mundo propuesto, donde acorde al cómo
quieren contar algo, hay una dedicación en encontrar las formas que lo vuelvan
posible.
La serie no se contradice en lo importante, Domon no abandona su honor, Rain no se vuelve
indiferente, los secundarios no olvidan sus objetivos o el Maestro Asia no
actúa en favor de aquello que considera incorrecto. Si hay más de una
resolución que hubiera sido mejor pulir en vez de utilizar un movimiento de
nombre pomposo, pero a efectos de lo que considero importante, todo está lo
suficientemente hilado para considerarlo coherente.
En cambio, si hablamos de ridículos, sería pecado no referirnos al
diseño de los Gundam, al principio me refería a como debían ser pensados para
la lucha entre 2 soldados, que tradujo en sus movimientos y no tanto en su
aspecto. Aquí si no hay puntos medios para referirnos a estereotipos, los
han tomado por completo y los exhiben con orgullo. Para España tenemos al
Gundam Matador, que es un toro, desde Dinamarca tenemos al Gundam Sirena,
Holanda con su poderoso molino, digo, Gundam Nether, o claro, el Tequila
Gundam, que tiene sombrero y cactus, representante de (han adivinado) México.
Durante la reseña de Victory me refería a como han tomado un camino
más zoomórfico en los diseños para varios Gundam, Fighter G no desaprovecha
la oportunidad y los extiende al completo: Caballos, peces o aves. Pero si es
respecto a que tan emblemáticos o bien logrados son, sólo me atrevo a mencionar
a 3: Shining Gundam, God Gundam y Devil Gundam. Claro, recordaré el Gundam Zeus
porque su diseño es un auriga, más no me deja mayor impresión que esa, hasta
los diseños de los Gundam aliados no entrarían en fervor de un fanático. En
conjunto, son pintorescos y apropiados para las ideas propuestas, pero no
quedarán como icónicos en una franquicia de tanta competencia (o al menos, eso
es lo que siento y he observado de resúmenes).
Con mejor suerte contaron los personajes, de diseños lo suficientemente
extravagantes como simples como para ser recordados, y fue gracias a los
prejuicios que lograron tales conceptualizaciones. Y eso sí, tendrán la
oportunidad de verlos con ropa apretada cuándo están en modo de batalla
(para hacerlo justo, hasta Rain recibió tal trato).
Y, sobre todo, en una primera parte tan “mundial”, dependían de las
referencias para la representación de cada país, las fotografías no eran
fuentes suficientes porque no mostraban el diario vivir de sus pobladores, así
que se basaron más en películas de toda índole: italianas, británicas,
estadounidenses que pasarán en tales lugares. Sin contar que tenemos a Shinjuku
como ciudad de aspecto post apocalíptico, la tupida selva de Guyana, el
escenario vivo de Hong Kong y la ideación en cómo debería lucir el espacio. Es
hasta la fecha, de lejos, el Gundam con mejor planteamiento visual en cuánto
a contexto e inclusión.
Imagawa cumplió en su labor como director, tener una visión, considerar
todas las guías que le fueran posibles y elegir aquellas que encajarán con lo
que creía, es cierto, no es perfecto, pero en esa artesanía, hay compromiso
y creencia en su Gundam. Algo que se nota y siente a lo largo de la misma,
como si hubo un equipo detrás de la misma, que confiaba en aquello que estaban
creando. Hasta varios diseños de Gundam rivales fueron elegidos a concurso por
la editorial, es una composición de varios, bajo la dirección de uno. Fuera en
como supo administrar el talento animador de su equipo (dato curioso, buena
parte de lo que sería Gainax trabajó en Gundam) en las peleas precisas, elegir
los planos apropiados para ultimar la tensión y consagrarse brindando escenas
que sencillamente son geniales.
Más que sería de tanto despliegue sin su sonido, en cuánto a las
explosiones, contacto, roces, todo lo que involucra la pelea, sigue
manteniendo el sello de calidad que es Gundam. De Seiyus los aplausos los
merece Tomozaku Seki, la representación de Domon tiene esa fuerza y energía que
exigía el personaje (con razón termino siendo el rey de los héroes unos cuántos
años después), así mismo Yousuke Akimoto como Master Asia, Hideyuki Hori como
Schwartz con esa misma seguridad y exigencia. Y en los demás secundarios se
componen de experimentados, o novatos que encontrarían un impulso papeles que
se les volverían característicos.
La música es del legendario Kouhei Tanaka, en su haber se encuentra One Piece, Gunbuster, Hyouka, y un extenso etc. Figther G sin duda merece estar entre las primeras si ha de hacerse una lista sobre su obra, los tracks depersonaje, situación general, de batalla, o el tema para sencillamente acompañar, es un conjunto sólido, explosivo, capaz de darle un último impulso a todo aquello que está sucediendo.
Los Opening son “Flying in the Sky” y “Trust you Forever”, ninguno
excepcional, la mayor parte de las animaciones del segundo son variaciones del
primero, para los ending tenemos a “Umi Yori mo Fukaku” y “Kimi no Naka no Eien” cuyas animaciones son similares (sólo un loop), prefiero el segundo por
la última imagen y tono melancólico.
No son pocos los detractores de Figther G Gundam, en la construcción de
esta larga reseña leí varias opiniones, sólo que en mayoría se concentraban
sobre aquellos hechos irrelevantes a mi parecer, sobre lógicas que el
espectador quiere ver respetadas sin considerar la historia que están contando.
Puedo entender la desilusión de los fanáticos del UC puro y duro, más de ahí a
ser traspiés o despropósito, ni de cerca. En el tiempo de emisión también fue
polémica y seguramente con el paso del tiempo lo seguirá siendo, pero para
aquellos que se dirijan sin ideas germinadas y sean capaces de sentarse a
disfrutar, sin duda alguna, podrán alzar los dedos en un chasquido junto a su
grito de GOD GUNDAM.
2 Comentarios
Hasta donde vi la serie es exactamente lo que cuentas: un derroche de espectáculo y estilo protagonizada por un personaje carismático y atractivo para el espectador. Es una lata tener que ver tantas críticas hacia la verosimilitud de la obra cuando el tono más hiperbólico y adrenalínico es una justificación suficiente. En fin, como siempre quiero felicitarte por un trabajo tan formidable y minucioso.
PD: Probablemente publique una reseña de las OVAs 08th MS en un par de meses. Espero que te guste tanto como a mí tus publicaciones.
Saludos
Seguramente cuándo publiques esa reseña estaré viendo o terminando Gundam Wing así que con seguridad aún no habré visto esas OVAS. Estaré expectante, he leído muy buenos comentarios sobre la misma.
Saludos y Gracias por leer!