Al terminar la temporada de invierno mi TL y YouTube se
llenaron de recomendaciones sobre este anime. Lo llamaban una de las sorpresas
del año y en MAL ocupaba el puesto 60, siendo uno de los programas de temporada
mejor calificados. La sinopsis me convenció, pues una historia pseudo Slice for
Life de aventura teniendo de fondo la Antártida parecía cuanto menos
interesante, así pues no tenía motivos para no darle el vistazo.
Siempre he considerado el cómo cada obra necesita tener clara una planeación, saber cuáles son sus
puntos clave y cuánto tiempo necesita pasar de hecho importante 1 ha hecho
importante 2. Escribir sin tener claro el final y que salga bien es una característica
presente en genios, por supuesto, los escritores pueden tener una planeación e
irla cambiando mientras más avanzando, en general la norma es que no hay normas. Sin embargo el tener una planeación
permite hallar huecos, pulir el desarrollo y abordar sus temáticas.
Esto lo sacó a colación porque desde una vez aclaró que este programa no me ha gustado, una completa lástima porque su potencial existe y es sumamente interesante. Pero el no tener visión del tiempo ha traicionado este potencial. Estas son mis razones:
La obra gira alrededor de la amistad (típico tema Slice for
Life) y de la superación (típico tema de Aventura), para ambos temas se
necesita de una noción clara del tiempo. No en vano, las amistades no suelen
asuntos de un día para otro y el logro de la superación necesita de base una
noción clara de sí mismo. Este anime sólo
cuenta con 13 episodios, un espacio sumamente limitado para abordar los dos
temas, tal vez si sólo se hubiese concentrado en uno…
Nuestra protagonista es Mari Tamaki, la obra empieza con
ella y es nuestra ancla alrededor de lo que está sucediendo porque en realidad
el programa gira alrededor de la misión de Shirase Kobuchizawa. Ella es quién
quiere ir a la Antártida para encontrarse con su madre, de ahí en adelante las
otras amigas las irán introduciendo.
La actitud de cada una se basa en ciertos arquetipos, Mari es una típica protagonista, alegre y animada. Shirase es perseverante y soñadora, Hinata es reservada e intrigante, Yuzuki es la nueva e insegura. De forma básica funcionan para la historia aunque no llegan a ser especialmente memorables, así que la obra se esfuerza en darle una dimensión de profundidad a cada una.
Este es un desacierto porque cómo ya me he referido la obra
cuenta con poco tiempo, fusionando estos dos hechos sólo queda una obvia
consecuencia, la artificialidad.
Episodio tras episodio cerca del final tienen THE MOMENT, un instante donde las chicas se vuelven más cercanas,
suele llorar alguna o es una secuencia musicalizada. No tengo nada en contra de
estos instantes, de hecho, en otros animes suelen estar entre mis escenas favoritas,
la diferencia es que ahí funcionaban cómo el clímax del desarrollo, no una
forma de forzarlo.
Que en cada episodio exista algo así y suceda desde el inicio afecta cualquier atisbo de realismo, porque sabemos que la amistad no suele funcionar así de rápido. Las relaciones entre las amigas parecen programas no naturales, echando cualquier tipo de abordaje temático (más adelante nombró otro hecho que lo reafirma).
Y esto no debería ser así porque reafirmo lo interesante de
la sinopsis. El Slice for Life es en sí
mismo un género volátil y adaptable, por lo que unirlo al género de
aventura presta herramientas para mejorar su temática. Existen varios programas
de aventuras donde el tema de la amistad ya se halla presente y se ve reforzado
mientras más pasan juntos (sin ir muy lejos One Piece), esto con las posibilidades
del Slice for Life daban por sentado todos los recursos necesarios. Por otra
parte, el contexto mismo de un viaje a la Antártida es sumamente atrayente, uno
de los lugares más extraños y fascinantes del planeta que no suele ser comúnmente
tratado en el anime.
Respecto al trabajo de la dirección y artística, su
directora es Atsuko Ishizuka. Entre su filmografía
está Sakurasao No Pet Kanojo, hecho que explica su gran manejo de los colores, porque ambas obras tienen una paleta fuerte más nunca se ve excesivamente saturada o incongruente (hecho que también explica porque fue elegida para la película de No Game No Life). No hay ninguna escena que tenga una composición fallida, todas tienen los tonos justos.
está Sakurasao No Pet Kanojo, hecho que explica su gran manejo de los colores, porque ambas obras tienen una paleta fuerte más nunca se ve excesivamente saturada o incongruente (hecho que también explica porque fue elegida para la película de No Game No Life). No hay ninguna escena que tenga una composición fallida, todas tienen los tonos justos.
También es muy hábil para en la creación de estas secuencias, si bien son artificiales a nivel narrativo son competentes analizándolas de forma independiente. La música acompasa más no domina, se enfoca en los movimientos de los personajes en contraste con su fondo logrando que se vea detallado y natural.
La música cumple su cometido, no es tan sobresaliente pero tampoco es aburrida. Su tono está más implicado al típico del Slice for Life que al aventurero, el opening es creativo y captura la que pretendía ser la esencia del programa. El ending con los pingüinos se gana el corazón de cualquiera.
Todo lo anterior me hace lamentar más el que no le diesen al programa una temporada completa, con 24 episodios no dudo que mi reseña se enfocaría a posiblemente el mejor programa del año. Tampoco es culpa entera del guionista, estamos hablando de Jukki Hanada, entre las obras donde ha participado están nada más y nada menos que K-ON, Hibike Euphonium, Steins Gate, Nichijou o las dos primeras películas de Garden of the Sinners. Queda claro como su talento se vio acortado por el tiempo.
Justamente en el penúltimo capítulo tiene los recursos necesarios para lograr la trascendencia, tiene una secuencia que apela a una variedad de momentos
que no dudo me hubiese afectado si llegase a haberlos visto, son recopilaciones
de cosas que han sucedido más no he presenciado. No me han vinculado a esta aventura, la historia de la superación
también se ve afectada porque no abordan de manera apropiada los puntos
decisivos sino que todo se vuelve a reducir a la artificialidad.
Todos los momentos que deberían ser donde cada una de las chicas crece como persona son reducidos porque no comprendo las razones de su actuar, no las he visto como son normalmente sólo las he acompañado en su salto de momento clave a momento clave. De todos los arcos de desarrollo el mejor viene de una secundaria, puedo apreciar la evolución de Megumi porque sabía cómo era ella antes del hecho y pude apreciar en qué sentido ella cambio.
Entiendo porque ha gustado tanto, pero sigo incapaz de
quitarme esta espina. Los momentos se
deben construir no brindar de forma desentonada. Por al menos la parte de
los pingüinos si es top tier Best anime moments.
2 Comentarios
Lo cierto es que ahora no me atrevo a mantener esas palabras, 2 años han pasado desde la reseña y no he repetido el programa desde entonces, en cambio, he leído un buen puñado de críticas positivas que me instan a darle un rewatch (que sin duda en algún momento haré) aunque creería que mi principal queja posiblemente se mantenga.
Es cierto lo que aclaras, sobre como hay una lógica dentro del anime de que tales hechos y cambios pasan, pese a que según lo que leo, es el tiempo que vuelve todo tan comprimido que termina siendo contraproducente.
Pero reitero, debo volver a verlo.
No estoy de acuerdo respecto a la afirmación sobre el gusto, no importa que tan vieja sean mis reseñas, en todas sé que me esforcé en ser lo más objetivo posible, claro, según lo que busco. La objetividad en la crítica se busca pero no se alcanza completamente. No hay visión enteramente objetiva en esto, cada quién se esfuerza en concentrarse en aquellos aspectos que valora.
Sin embargo me alegro que te sirva la reseña, espero salga bien la tuya.