RESEÑA YURAGI-SOU NO YUUNA-SAN


De los animes que más esperaba este año, aunque no sigo el manga si estaba consciente de la expectativa entre los fanáticos del género por esta adaptación. No en vano se le referían como un Harem bastante atípico y de lo más completos actualmente en publicación, usualmente le llaman To Love Ru 2.0 y (como es sabido) soy bastante fanático de esa obra, así que tenía bastante claro que debía darle la oportunidad. Lastimosamente no ha sido el programa que esperaba.

Esta reseña cuenta con spoilers.

Todo aquel que considere que el género Harem/Ecchi sólo consiste en exponer a Waifus con poca 
ropa en situaciones candentes debería considerar ver Hentai. Siempre he defendido cómo el género se vale del Fanservice como principal atractivo en intentar contar un algo, es cierto que este algo no es necesariamente complejo, profundo o siquiera innovador, sin embargo, debe existir para que el Fanservice gane importancia argumental y no consista en una secuencia de escenas que rozan lo sexual siendo interrumpidas por historia.

Las mejores obras del género siguen este principio y las peores lo ignoran completamente. La primera temporada de To Love Ru es acerca de los sentimientos y Highschool DxD aborda el cambio, aunque existen excepciones como Monster Musume (lo aclararé en su respectiva reseña). Yuragi-sou no Yuuna-san cuenta con 12 episodios y sólo en el último se empieza a tratar su temática, una que si no fuese por el capítulo final hubiera pasado desapercibida.


Y es muy curioso que el tema sea así de imperceptible cuando la obra es impulsada por este, el arrepentimiento. Yuuna sigue en la tierra porque no se ha superado su arrepentimiento, Kogarashi quiere que logre descansar en paz así que decide ayudarla. Se supone que la trama giraría en cómo Fuyuzora se esfuerza en encontrar cuál es la causa que la mantiene fijada en la tierra, aquí empiezan los problemas.

Sólo dos veces vimos el esfuerzo de Kogarashi, el resto sólo son situaciones típicas con las demás chicas. Y una de las veces es el capítulo final, que justamente es el mejor episodio porque roza el nivel que podría alcanzar la obra. El método de averiguar cuáles son los arrepentimientos de otros espíritus funciona como técnica serial a la vez que sirve de espejo a la propia historia de Yuuna. Por si fuera poco permite una relación de los personajes secundarios con la temática principal.


El espectador no es quien para decirle al autor como debería hacer su obra, puede expresar sus opiniones pero acapararla como si fuese suya es bastante diferente. Sólo quiero opinar acerca de la oportunidad pérdida de crear una serie que funcionará tal como el capítulo 12, enmarcada dentro de las formas del género; sin duda sí que hubiera sido interesante.

Claro, lo anterior no quiere decir que las ya nombradas “situaciones típicas con el resto de chicas” les falte atractivo, aunque si es así. Yuragi sufre de dos problemas: falta de innovación en las situaciones y carencia de personalidad entre las secundarias. Estos dos inconvenientes son fatales para un género fuertemente basado en la química de sus personajes.

Empecemos por lo más básico, ni siquiera debería ser una obra Harem. Para que lo fuera cada chica debería estar relacionada de una u otra forma con la temática principal y ser lo suficientemente interesantes para luchar el puesto como Best Girl. Sólo Yuuna cumple tales requerimientos y de hecho, considero que ella cumpliría sobradamente las expectativas si fuera el único personaje femenino de importancia.


El resto sólo son descripciones vagas de estereotipos típicos, Yaya es la chica gato porque se necesita de una, Chisaki es la new girl, Nakai y Koyuzu cumplen con la cuota de lolis, Oboro sólo interés sexual en el protagonista y Nonko es la Oneesan. Me resulta especialmente decepcionante la “falsa Tsundere” Sagiri, sólo cumple con lo que se espera que haga, carece de razones detrás de ello y no existe ningún rastro de carisma.

Tampoco se salva el protagonista, Kogarashi puede carecer de interés en formar un Harem o no ser excesivamente tímido en las situaciones donde termina involucrado pero no quiere decir que sea único o especial. Apartando sus habilidades y su motivo de ayudar a Yuuna queda sin ninguna característica que le ensalce, para notar lo aburrido que resulta basta con compararle con Hyodo Issei de Highschool DxD, quitando sus poderes y deseos de formar un Harem queda un chico enfrentado a nuevos sentimientos y viejos temores.

La única por quién puedo sentir una verdadera empatía es con Yuuna. Sus actitudes me son divertidas, su trasfondo tiene potencial y cómo se relaciona hacia el resto es refrescante. Respecto a la falta de innovación basta con ver las evoluciones tan típicas de las chicas, como el caso de Yaya que sólo le basto un pescado para tener un interés por él. Hecho extrapolable al resto de la serie, pese a tener un contexto lleno de fantasía y mitología, la utilizan para volver a casos típicos carentes del mínimo cambio en el enfoque.


Ahora adentrándonos a la parte visual, como suele ser típico unos diseños son mejores que otros. La diferencia es que son pocos los “mejores”. Yuuna y Chisaki son las ganadoras porque pese a sus grandes medidas siguen siendo creíbles, atractivas y (en el caso de la primera) hasta tierna, las demás sólo tratan de emular al manga sin terminar de captar las ventajas del medio audiovisual. Nonko es la más afectada, no han logrado captar correctamente la esencia de su diseño (un caso parecido bien hecho es Quetzalcóatl en Kobayashi).

Las fallas del diseño permiten que el género siga cargando con la vieja estigmatización sobre cómo se necesita de ganchos de carne para asegurar el éxito, una afirmación a medias y que simplifica la importancia del diseño junto al trasfondo narrativo.


Compensan esto con una animación fluida en las partes prioritarias, las expresiones faciales son variadas y entretenidas (supongo que gracias al manga), las peleas son de alto nivel para lo que suele ser común dentro del género y se logra captar (especialmente al inicio) bastante del carácter mágico/mitológico. De lo que si estoy bastante arrepentido es mi incapacidad en analizar las escenas Fanservice, he visto el programa con una censura digna de los rayos de sol de una enana blanca así que no tengo ninguna forma de brindar un análisis más concreto (hasta encontrar las escenas sin censura).

Lo que sí puedo afirmar de manera superficial es que tampoco existen nuevos ángulos para captar las escenas. Desde los puntos de vista dentro de las piernas, de vista en picada, de espalda, de censura frontal, todas formas comunes y desgastadas en cómo tratarlas. Tampoco me resulta fastidioso o desgastante más si un poco atenuante.


La música cumple sus propósitos más básicos y no hay ningún track que me resulte especialmente atractivo, misma situación respecto a su Opening, en cambio el ending se logra colar entre mis favoritos del año. Gran parte se lo debemos al doki doki intensifies y al precioso dibujo de Chiaki y Yuuna.


En conclusión, este es un programa que ni siquiera debería pertenecer al género. Su potencial reside en puntos muy específicos tratados en pocas ocasiones, del resto se valen de las formas típicas y sólo resulta como una obra que pertenece al montón.

No se merece la comparación con To Love Ru, porque si bien aquel programa perdió el rumbo en sus últimas temporadas por al menos al inicio se esforzaban en contar algo, desarrollar personajes atractivos y bien diversos entre sí. En cambio Yuragi-sou no Yuuna-san se sumergirá en los albores de la historia, sumergida en su arrepentimiento de faltar atrevimiento al proponer.
MN: 3/7

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