RESEÑA MOBILE SUIT GUNDAM F91


La segunda película de la franquicia Gundam, Mobile Suit Gundam F91, es concebida como una celebración por la primera década desde la serie original. Sería el comienzo de una nueva saga desarrollada 30 años después del final de Char´s Counterattack. Implicando nuevos personajes y escenarios, con Tomino dispuesto a abandonar su mitología en favor de centrarse en más temáticas, como la familia, y por supuesto, toda la disposición y entendimiento de Sunrise para lograr una exitosa producción, darles lo que fuese necesario con tal de lograr el comienzo de otra edad dorada.

Bueno, ese era el plan.

Pese al debate alrededor de Char´s Counterattack, sobre si cumplió como final de la primera “parte”, o la cuestionable mitad inicial de ZZ, la mayoría de fanáticos puede estar plenamente de acuerdo en que F91 es el primer gran lastre de la franquicia.

Escribir sobre la historia de Gundam es escribir sobre Tomino y Sunrise, una relación de 4 décadas con períodos felices, de separación, coqueteos e insultos, siguiendo la lógica de nuestro universo seguramente un día cada quien se dará cuenta de que son el uno para el otro, no podrán soportarlo y correrán a abrazarse. Mientras llega tal epifanía, cada quien ha tomado su propio rumbo (Sunrise con nuevos universos y Tomino sin haber dirigido ningún Gundam desde 2014), enviándose indirectas de vez en cuando.
F91 fue causa de una de sus peores disputas, Sunrise originalmente se comprometió a una serie completa, de 50 episodios. Los guiones de los primeros 13 estaban escritos cuando la producción se detuvo, se desconoce la causa concreta del arrepentimiento de la decisión, ahora sería una película que cubriría toda la primera parte de la serie, porque continuaba en pie la visión de convertirlo en el comienzo de una nueva saga.

Evidentemente la cáscara se encontraba en hasta donde debería llegar este “inicio”, de por sí la producción ya estaba resultando caótica, como los habituales colaboradores de Tomino teniendo discrepancias con este, ahora debía sumarle el reescribir y reestructurar la historia de tal forma que quien viese la película tuviera la intención de continuarla en la futura serie.

Como ya se ha mencionado, la historia se desarrolla 30 años después de los sucesos de Char´s Counterattack, significando que han pasado 44 años desde la obra original. Es el año 123 del Universal Century, ya no queda rastro de Titans, Zeon ni Axis, lo que si hay es una reformada federación terrestre y la familia monárquica espacial Ronah, reminiscente a la mejor gloria de Zeon. Nuestro protagonista es Seabook Arno, que por la crueldad y necesidad del “instante”, termina convirtiéndose en el piloto de un nuevo modelo Gundam (F91), naturalmente talentoso, se une a la Federación Terrestre para recuperar a su amada, aparentemente secuestrada, Cecily Fairchild.
El papel de la familia en los anteriores Gundam ha sido anecdótica, utilizada para la venganza del protagonista (MSG Z), antagonista (MSG) o la excusa para cumplir su deber como piloto (MSG ZZ). F91 se desvincula utilizando a un dúo protagónico fuertemente vinculado con sus lazos familiares.

Tomino no mentía cuando se refería a una intención de explorar nuevas vertientes temáticas, eso sí, abordándolos a través de los medios con los que se siente seguro. Arno comparte el espíritu de vocación y deber que sus padres. Cecily ha de enfrentarlos para asegurarse de cuál es su papel en el conflicto. En cuánto planificación y bases, ambos personajes están lo suficientemente cubiertos como para reconocer un potencial, sólo faltaba la personalidad.

No hay absolutamente nada que destaque a Arno de cualquier anterior protagonista: No teme arriesgarse con tal de proteger/recuperar todo aquello que le importa, es naturalmente talentoso en el manejo de Mechas o no estar a favor de la guerra pero reconocer que sólo ganando es la única forma de terminarla. Y ya está. Los anteriores protagonistas tenían algún nivel de caracterización por la interacción con sus compañeros o pequeños comportamientos que se pudieran clasificar como propios, respecto a lo primero, sus participaciones más interesantes ocurren en los primeros 20 minutos, en el resto del metraje sólo hay el intercambio necesario a excepción de una situación. Y referente a lo segundo, pese a durar 2 horas y contar con algo muy valioso (que retomaré más adelante), poco tiempo se da a sus personajes para que sólo sean.
La “excepción” es la resolución de su temática familiar. Con el padre mantiene una buena relación donde se infiere admiración mutua y poco vemos más allá de eso, la madre es quien lleva lo primordial de la vertiente. Les abandona de niños con tal de lograr completar la construcción del F91, ellos crecieron con sentimientos entremezclados, no saben si o no perdonarla. La esperada conclusión del dilema se da en una sola escena, con su hermana (que hubiera sido una muchísimo mejor protagonista) llevando la voz dominante y cuya consecuencia es prácticamente invisible, no regresando a este punto en todo lo que queda del largometraje.

Ahora las esperanzas están puestas en Cecily, que al menos está sobradamente más involucrado con las dinámicas familiares. Heredera de la familia Rohan, debe decidir si asumirá el cargo o continuará con su vida cotidiana. El planteamiento de su personaje es muy interesante, Tomino converge la importancia de la familia con el deber, consigo mismo y los demás, en un solo actuar, que sumando a otros puntos de vista le da todavía más profundidad. Es una lástima que a donde llegan todos los hilos ya fuera de por sí, algo inútil.

La franquicia tiene una gran variedad de personajes, unidimensionales, bidemensionales, tridimensionales, memorables, incomprensibles, coherentes e incoherentes. La mayor dificultad radica en diferenciar si tal personaje es incoherente o “humano”. Este es uno de los más recurrentes debates en la comunidad, de un bando quienes analizan y corresponden a la más fina lógica existente, y otros que defienden la existencia de los “errores” en actuares o razonamientos. Pertenezco al segundo bando aunque eso sí, considero a mi juicio aún muy lejano del óptimo.
La anterior aclaración va acorde a que las anteriores entregas tienen un nutrido grupo de personajes rápidamente clasificables como incoherentes, que si se examinan más de cerca tienen chance de cambiar su estatus a “humanos”. Y aún así, Cecily no pertenece a este selecto grupo.

Nunca en las 2 horas de metraje, estamos cerca de comprender (así sea superficialmente) quién es Cecily, no a nivel de proceso mental, es difícil definirla o darle algún adjetivo característico. Algo que podría ser comprensible después de la primera media hora porque se ve forzada a endurecer su personalidad, sin embargo, en esos 30 minutos hemos visto destellos de actitudes, pero no la válida existencia de estas. Sólo presunciones de quién podría llegar a ser.

Que si una valiente muchacha, o una chica superada por las circunstancias, seria o pretendidamente fuerte, un popurrí de contradicciones que podrían escudarse en una referencia a una “dimensionalidad” y “humanidad”. Si no fuera porque estas cosas le “suceden”, no “pasan”. En principio porque carecemos de auténticas escenas previas con las que comparar sus cambios, luego porque el “endurecimiento de la personalidad” en realidad parece a todo efecto la misma personalidad, y ni en su tramo final podemos hacernos alguna idea de quién es.
Aún más grave es el valor de la representación simbólica de sus acciones para el abordaje temático, siendo nuevamente tomadas por otros y no ella, en últimas no tuvo ningún momento que le perteneciese. Ambos focos temáticos plenamente neutralizados, ninguno llevando a alguna parte.

Los secundarios son mayormente accesorios visuales, sobre todo los antagonistas. Los miembros de la resistencia terrestre tienen un poquito más de chance en quedarse en nuestra memoria porque cuentan con un mayor tiempo que permitió darnos unas ideas de cuáles son las relaciones junto a su grado de cercanía, es innegable como son mayormente introducciones a actuares que serían posteriormente plenamente desarrollados.

En cambio entre quienes conforman a los “Croosbone Vanguard” es tan poca la interacción que inhabilita cualquier tipo de esperada emoción o expectativa que pudieran haber generado los múltiples giros de la historia. De por sí no son brillantes, sólo serían funcionales y al menos darían otra razón para continuar viendo, no obstante, al no contar auténtico material sobre el cuál construir sólo pueden calificarse como desperdiciados. Sobre todo una traición guiada por una mezcolanza de amor y ambición digna de MSG Z, que pasan con más pena que gloria.
Tipos malos ya vistos en los nobles de Zeon, que tal vez podrían haber sido más memorables como el antagonista principal que exhibe ciertas interesantes características, pero se convierten en víctimas de la reestructuración y cortes de tiempo, eso sí, no por ende se perdona la errada priorización de Tomino sobre cuáles hilos narrativos debía mantener.

Pese a que es medio siglo después del mundo al que estábamos acostumbrados, poco o nada ha cambiado en términos de avances científicos (sin ponerme muy quisquilloso, pero basta pensar en las diferencias entre 1970 y 2020), con el mismo conflicto con diferentes protagonistas (bien podría calificarse como una metáfora, aunque posiblemente sólo sea por obra y gracia de Tomino) y ningún escenario aspira a ser medianamente destacable.
Bueno, pero ¿Hay algo que destaque en algo a este Gundam de los demás? Recuerdo estar en Twitter cuando vi un gif sobre la muerte de una mujer a causa del golpe de un carrasquillo de bala de un mecha (que justamente es una escena de F91), y en general es un buen referente para extrapolar o definir a la dirección de toda la serie.

Toda la película no escatima ningún recurso en enfocarse en todo el impacto colateral de los conflictos bélicos sobre los civiles: Casas incendiadas, explosiones, personas corriendo despavoridas de las gigantescas armas. Sin duda esto es lo que más valor tiene del metraje, siempre es muy interesante y válido que Gundam nos recuerde la crueldad e insensatez de los conflictos, el no romantizar ni disminuir a cifras las muertes. No obstante, en F91 no pasa de eso.
Previamente ya se ha visto la crueldad de la guerra, desde la primerísima serie y sobre todo en Z, repleta de varias de las acciones más despiadadas de la franquicia, que aun así no sólo eran meramente presentadas, cambiaba en algo a los personajes, se reflexionaba sobre los efectos, se obraba en la memoria, en honra al recuerdo. En F91 podría decirse que Arno se motiva por la destrucción de la infraestructura de su tierra natal, más no deja de ser secundario comparado al secuestro de su amada.

Ciertamente es valioso el valor de F91 en no disminuir ni amortizar las catastróficas consecuencias de los “daños colaterales”, sin embargo, para su identidad no le basta sólo basarse en eso. Respecto a la mitología Gundam, tenemos al piloto “elegido”, una mujer necesitada por ambos bandos con dos hombres antagonizados. Un conflicto sin peso por la poca definición de las 3 partes, especialmente que la sugerida antagonización es a todas luces una presentación que se aferraba a contar con una futura profundización.

El montaje es de los mejores ejemplos sobre las prisas de la reestructuración, sabiendo que contaba con poco tiempo para mostrar lo más y mejor que pudiera, de alguna forma Tomino termina optando por priorizar la destrucción y el sentir de la guerra en vez del ritmo, coherencia y desarrollo de los personajes. La estructura es irregular, transiciones poco comprensibles de un tono a otro, un sube y baja que poco favorece al entendimiento de una historia ya enredada. Si hasta la banda sonora se ve afectada, imágenes de destrucción con música optimista y viceversa. De alguna forma todas las malas elecciones fueron tomadas una tras otra.
Por supuesto que hay una excepción, en línea con la OVA de Stardust Memories, Sunrise se redimió en el presupuesto. La película es la primera del estudio en utilizar materiales para la gran pantalla, significando que fue pensada para la exhibición de un gran espacio, por eso la cantidad de detalle, amplitud, variada paleta de colores, y se nota. Si piensas verla te recomiendo buscar la opción con más resolución que encuentres, vale visualmente la pena.

Los Mechas han estado aumentado de tamaño desde la serie original, la intención de Tomino fue disminuirlos pero por discrepancias con su diseñador mecánico, y nuevamente, por Sunrise, la disminución no fue tan significativa. Y tampoco está especialmente en el recuerdo de los fanáticos los modelos de la película.
F91 nace de buenas intenciones, fueron las atropelladas circunstancias de su más temprano desarrollo que afectaron tales prospectos. Quien la vea en busca de escenas bélicas típicas de la saga no saldrá decepcionado, lo mismo a los interesados en lo visualmente impactante, sólo decepcionará a los que buscan una obra digna de ser hija de la franquicia, o una historia competente y atrayente, alguna vuelta de tuerca a las temáticas ya abordadas o una coherencia en esas espectaculares imágenes que estás viendo. Lamentablemente pertenezco a los segundos.

F91 es una tragedia, más allá de narrativa o figurativa,  es sólo otra malversada buena intención, una típica tragedia de producción.

3/10

2 Comentarios

  1. Estaba esperando la continuación de la entrada anterior, aunque llevo pocos avances en ver Gundam jaja. Lo que si es que curiosamente estaba bastante interesado en F91, dado que, estoy jugando Super Robot Wars V y justo vi este modelo, aunque leyendo tu entrada e investigando acabo de descubrir que los personajes son de la secuela en manga que tuvo esta película Mobile Suit Crossbone Gundam. Sobre la reseña, me ha gustado bastante has explicado muy bien todo el contexto que rodeo a este producto y porque de algunas decisiones o el resultado final, una lástima la lucha de egos entre creativos y productores/empresas, pero supongo que tiende a ser inevitable, especialmente en una industria tan tradicional como la japonesa.

    Un gran saludo!

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    1. Justamente Crossbone era esa idea que Tomino tenía con el futuro de la serie y que finalmente sólo pudo hacerlo en manga. Lamentablemente Gundam ha tenido problemas de producción desde la primera serie, y F91 era sólo fue antesala de peores disputas.

      Gracias por leer!

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