El Eurodisco fue la vertiente de la música disco estadounidense en el viejo continente. Como gran aporte tuvo la introducción de elementos electrónicos (sintetizadores, batería electrónica, caja de ritmo) que a la larga terminarían influenciando a esa música disco estadounidense. Si bien los subgéneros se contaban por decenas, un par destacó sobre el resto: Space Disco, Italo Disco. Este último, como es evidente, se desarrolla en Italia, tomando influencia del mismo Space, Electropop, Post Disco y sobre todo, Pop Italiano; teniendo un gran éxito en la península durante los años 80. Su fama llegaría a los demás países por los artistas que vacacionaban en el mediterráneo, especialmente los británicos cuyas próximas canciones se alejaban del Euro Disco y rememoraba al Italo Disco sin ser exactamente lo mismo, a tal compendio se le denominó Eurobeat.
Para Japón toda la música electrónica que llegaba de Europa era Eurobeat, y parcialmente estaban en lo correcto, puesto que la mayoría provenía de Italia o Inglaterra. Extremadamente popular en discotecas, se convierte en la música nocturna de la ciudad. Y sólo hubiese sido únicamente un recuerdo de una época dónde el país estaba hambriento de contenido occidental sino fuera por algo que, sin proponérselo, inmortalizara al Eurobeat en el internet, es decir, para siempre. De la llanta de un Toyota AE86 de velocidades imposibles en una bajada repleta de curvas.
Initial D no es sólo el anime del Eurobeat, es el anime del
automovilismo en su dimensión de carreras callejeras, ni siquiera está
discutido. Con 81 episodios y 4 Ovas
emitidos en seis “Stages”, 3 películas
recopilatorias/remake y 3 Ovas (también recopilatorias) a lo largo de 1998
- 2016 y hasta adaptación Japonesa Live
Action en el 2005, tuvo una larga trayectoria que le aseguró presencia en
la industria aun cuándo dejará de estar.
Y no implica que el reconocimiento sea únicamente por existir, la enorme popularidad del anime en Japón, le catapultó a varios países (con su respectivo doblaje), consiguiendo un considerable grupo de fanáticos, quienes lograron que siguiera presente a través de memes, referencias y el eurobeat, llegando a formar parte de la “cultura popular”. Initial D vivirá para siempre en su música y autos. Lo anterior no indica que estemos ante una obra vacía en el fondo, precisamente para haber logrado tal fama debía existir un algo, y ese algo es la historia de Takumi Fujiwara.
Shuuichi Shigeno (2015). Fotografía tomada por Gazoo |
El mangaka es Shuuichi Shigeno, oriundo de la prefectura de Niigata (vecina de Gunma), Initial D comenzó publicación en 1995, para entonces Shigeno tenía 37 años, una edad considerada de “veterano”. Previamente había trabajado en Baribari Densetsu, un manga de motociclismo publicado entre 1983 - 1991, que tuvo un par de Ovas a cargo de Perriot en el 86, y es considerado como un pionero de ese subgénero, según cuenta, gracias a las ventas de Bari Bari se compró un auto, eligiendo el Toyota AE86 por su precio, buen aspecto y una costumbre familiar de sólo conducir Toyota. Lo usó únicamente para actividades cotidianas durante un par de años, hasta que su agente le sugirió una idea.
Después de Bari Bari escribió varias historias cortas, ninguna con éxito y prácticamente perdidas en la historia (actualmente sólo está acreditado como artista y guionista en Takane no Hana (2014) y Sailor Ace (2015)). El agente sabía de la afición de Shigeno por el automovilismo así que le propone desarrollar una historia en ese contexto, decidió intentarlo, total estaba tan desesperado que consideraba renunciar al oficio, así nació Initial D, el éxito y consagración de su carrera.
Si bien el coche protagonista de Initial D es el Toyota AE86, que Shigeno solía conducir a diario en las montañas de Gunma, y a veces a altas velocidades en medio de la noche, Takumi no es una proyección suya, sino de alguien quién se convertiría en el asesor técnico del manga y del anime, el legendario “Rey del Drift”.
El “Drifting” es el otro elemento central de Initial D, una técnica de conducción que consiste en “sobrevirar”, también conocida como “derrape”. Si bien es conocida desde los años 50 en las competencias de Fórmula 1 en Europa , alcanzaría refinamiento y posterior establecimiento como técnica, y hasta subcategoría de competencia, en Japón durante los 70s. Entre los primeros nombres reconocidos está Kunimitsu Takashi, que por el espectáculo que generaban sus técnicas, se amasó un fiel grupo de aficionados, entre ellos se encontraba Keiichi Tsuchiya, el futuro “Dorifuto Kingu”.
Keiichi Tsuchiya con su AE86 |
Para entonces Keiichi rondaba la edad de los 20, natal de la prefectura de Nagano (otra vecina de Gunma) estuvo fascinado por el automovilismo desde niño, durante su juventud tendría la responsabilidad de realizar las entregas del negocio familiar, etapa que aprovecharía para practicar constantemente el derrape en medio de las montañas. Años después entra en la escena competitiva donde ese derrape se convertiría en su marca característica, junto al coche que utilizará para los campeonatos, un Toyota Trueno AE86, un Hachi Roku.
Si bien es una mera coincidencia que tanto Keiichi como
Shigeno compartieran el mismo auto, no es así para Takumi. Tsuchiya era un
héroe para los jóvenes japoneses entusiastas del automovilismo, dada su
juventud, el vistoso de sus técnicas y venir de “ninguna parte”, creaban la
narrativa de una estrella creciente que encontraría ese culto definitivo con
Pluspy, una película directamente distribuida en DVD. En el vídeo, Keiichi
derrapaba en curvas montañosas, que debido a ser carreteras públicas, resultó
en la prohibición de la distribución del filme y le costó una suspensión
profesional, no importó, el efecto era imparable, la fiebre del “drift” arreció
Japón, y Shuuichi estaba en medio de esa euforia.
Pese a que nunca fue confirmado por Shigeno, la creencia popular es considerar a Keiichi como la inspiración directa para Takumi, especialmente notable en 4 aspectos mencionados previamente: El Toyota AE86, la narrativa Underdog, el derrape y la localización donde se desarrolla la historia, la prefectura de Gunma. El famoso monte Akina, cuna de la leyenda del Hachi Roku, es el estratovolcán inactivo de Haruna, y no sólo eso, varias de las localizaciones como son Usui, Akagi y Myogi pertenecen a la prefectura, también lo son la gasolinera, el local de Tofu o el parque con los emblemáticos bote-patos. Un compendio de lugares que le fueron muy conocidos tanto a Shuuichi como Tsuchiya.
Y aún nos falta el último AE86 ¿El dueño? Shinchiro Miki, seiyuu de Takumi y no únicamente de él, para quién no lo conozca, si hubiera que realizar un top de los Seiyuus más importantes en la historia, no tendría validez si no le incluyen entre los primeros 5 puestos. Aparte de su prolífica carrera, fue cantante y conductor profesional, por supuesto, el auto es una réplica del Hachi Roku de Initial D. Claro, el Toyota llega después del éxito del anime, más no demerita el hecho de que, las personas conformantes del núcleo de la obra, compartan el mismo auto, uno que, se convertiría en un ícono cultural japonés, todavía revendiéndose a cada vez más altos precios.
Del extenso tiempo de emisión (18 años) con ovas, películas y recapitulaciones, inferimos que estamos ante un largo trayecto de estudios, directores y equipos. Únicamente considerando a los estudios involucrados en los Stage tenemos:
· First Stage: Gallop, Studio Comet.· Third Stage: Deen.
· Fourth Stage: A.C.G.T.
· Fifth/Final Stage: SynergySP.
(También tengan presente a Felix Film, al final sabrán la razón).
Shin Misawa (First Stage), Shinchi Masaki (Second/Third Stage), Tsuneo Tominaga (Fourth Stage) o Mitsuo Hashimoto (Fifth/Final Stage) son los directores acreditados, cada cuál con una producción y equipo particulares, un ejemplo es SynergySP que anima los Stage más ambiciosos en términos narrativos y espectaculares, siendo una obra atípica a su parrillada compuesta de animes infantiles para fines de semana ¿Cómo habrá sido el ida y vuelta de la licencia en el transcurso de los años? Esa información sólo será conocida para productores, únicamente podemos deducir la existencia de un esfuerzo por conseguir que Initial D no se atascará en un eterno limbo.
Por supuesto que existieron cambios en la transición entre estudios y el tiempo de producción, lo más evidente corresponde al acabado de los automóviles; contrastar el aspecto del AE86 entre el primer y último Stage es un perfecto ejemplo del avance en técnicas CGI/3D en menos de 20 años, especialmente considerando que ni al comienzo o final fueron producidos por estudios ni personal experto en el campo o que siquiera contarán las mejores herramientas para tales. La fluidez de la animación es una natural escalada de movimiento de, nuevamente, el avance de las tecnología para conseguir mejores resultados con presupuesto similares, hasta musicalmente existe consistencia en la eterna presencia del Eurobeat (más adelante me extenderé) y una banda de J Rock.
El cambio más extraño e incomprensible, hasta cierto punto, es el diseño de los personajes, porque más allá de la evolución mencionada de lo posible para un animador, es sencillamente lo diferente de varios personajes entre Stages: La Second tiene caras más achatadas, en las últimas se vuelcan al realismo inspirado por el manga que también tiene la First e incluso es recurrente broma como Ryosuke tiene diferente color de pelo en cada Stage. No me fue molesto porque, una vez se conecta con la temporada, poco importa cómo se veía en las anteriores, más si me resulta curioso el saber que les llevó a tomar tal enfoque.
El “conecta con la temporada” no es gratuito, porque puede
parecer como si cada cuál tuviera ritmos y formas particulares, en realidad, es
referido a cuál será el hilo narrativo principal de la específica ¿Superar a
cierto equipo, piloto, desafío? Porque en las formas de presentación, sin
importar cuál fuera el director del Stage, todos conservaron el estilo
implantado por Shin Misawa en el First Stage (sin embargo, quiero destacar a la
película, es decir, el Third Stage, la considero la mejor dirigida por su
manejo de la dimensión narrativa a falta de lo espectacular).
El First Stage es la síntesis de lo que serían las consecutivas, es decir, quienes no conecten con su primera temporada, lo más probable es que tampoco entren en la propuesta de sus próximas, en cambio, aquellos fascinados por la embriagante emoción desde el First les aseguro que no se cansarán en lo inminente, y podría parecer extraño ante un simple cuestionamiento. Si la obra es esencialmente carreras de autos, habría de desgastarse rápidamente ante la repetición, Shin dió con la solución en el First Stage, ensalzar la narrativa a través de una dirección consistente.
Las carreras de autos es la unidad fundamental de su estructura, el tiempo entre carreras es dedicado al desarrollo de sus tramas particulares, varias servirán como valores agregados para conseguir todavía más emoción durante la próxima carrera, conllevando a que el interés se sostiene es en la competencia. Las carreras (especialmente en el formato de serie) tienen la atadura de no permitirse una escalada progresiva del ritmo, y por ende, emoción (a excepción de una recta final). Tienen que durar lo suficiente para transcurrir en un par de episodios, sin cansar o abrumar al espectador; por supuesto, desde el manga se soluciona tal dilema.
Es un tira y afloja entre excitar y respirar, manteniendo el equilibrio hasta que se pueda desbordar en lo primero, para lograrlo Shigeno utiliza diferentes puntos de vista: Takumi, el rival, sus compañeros, los compañeros del rival y a veces utilizando los pequeños aportes de quienes estén completamente ajenos a la competencia (generalmente el padre de Takumi o el jefe de la gasolinera). Las intervenciones sólo son un par de frases que tendrán como objetivo explicar tecnicismos de movimientos, predicciones de factibles sucesos o meramente comentar lo que esté sucediendo, más cumplen el cometido de ser esos pequeños momentos de pausa antes de regresar a los competidores.
Y en los competidores no se centran únicamente en el desempeño, hay comentarios de cada particular, siendo el análisis de sí mismos o del contrincante, lo que han hecho y que realizarán a continuación, en muy contadas ocasiones también se utiliza el Flashback, que brinda algo de contexto a su situación personal. El mangaka a través de la superposición de esas perspectivas, mantiene ese armonía entre expectativas y sucesos. La adaptación tenía en el manejo del tiempo, su ventaja y desafío.
No era utilizar únicamente como montaje el maquetado del manga, sino enriquecerlo a través de las herramientas cinematográficas, como fueron utilizar más ángulos, activo uso de transiciones, posicionamiento de la imagen, el rápido cambio de ritmo en los momentos clave de la carrera, o precisamente distorsionar ese tiempo a través de la cámara lenta para darle todavía más fuerza al remate consecuente.
Esa expansión de lo presentado en el manga aún si fuese meramente para agregar duración, seguiría siendo el factor necesario para dotar de la fuerza visual y narrativa a cada carrera, el ir y venir entre participantes y espectadores. Habiendo un cambio de ritmo sin que seamos plenamente conscientes de que ha ocurrido, porque nos estamos dejando llevar por lo que está sucediendo.
Los momentos entre carreras que son las mencionadas tramas particulares, cuentan con una dirección más tradicional en comparación, presentándose como Slice of Life, eso sí, de ser un momento clave, utilizará sus mejores recursos para despertar la emoción en el espectador (y luego herirle).
Los próximos Stage mantuvieron este esquema del ritmo, aplicando sus respectivos “más” y “menos” en las escenas de carreras (especialmente en el último par de Stage) o durante las secuencias de “espera” (Third/Fourth Stage). Por eso consideraré que, esencialmente, la dirección fue la misma durante toda la emisión. Reconociendo a grandes rasgos las implicaciones de producción y como fue presentada su historia, podemos concentrarnos en, precisamente, su historia.
Takumi es un Underdog, en toda regla y representación, ni siquiera es aficionado al automovilismo cuándo comienza la obra. Conocido por nadie en los circuitos de batallas callejeras, tiene un debut sorprendente seguido de una escalada meteórica, superando cada desafío que parecía previamente imposible. La típica introducción de manual de su arquetipo y podrían esperar que dada la popularidad y vigencia de la obra esto cambiase a futuro, no será el caso, Takumi no es un personaje complejo, multidimensional ni excepcional en general o entre los mismos Underdog… lo cuál es perfecto para la serie.
Tal como el protagonista, Initial D no es compleja, es honesta en lo mostrado, es decir, lo que ves es exactamente lo que ocurre, y en ese contexto, una historia dónde el protagonista viene de ninguna parte, nadie le supera y parece destinado a llegar a lo más alto, y de remate, por el que podemos empatizar, es una gran base para captar el interés del espectador quien está naturalmente predispuesto en apoyar al Underdog. La clave se encuentra en el “empatizar”, en los detalles en cómo se construye el contexto.
Aparte de las características del “ascendente protagonista en las carreras callejeras”, Takumi es un muchacho cualquiera, va a la escuela, realiza encargos para su familia y trabaja en la gasolinera local. Es completamente promedio en aspecto físico, inteligencia o carisma, de hecho, es un poco solitario, lo cuál no implica que carezca de amigos, cuenta con su inseparable compañero, Itsuki y un senpai tanto del trabajo y escuela, Iketani. En el transcurso de la obra irá conociendo otros personajes con quienes también se volvería cercano, especialmente un par que luego mencionaré.
De una vez quiero declarar un pequeño disgusto mío: Pese a que Takumi logra superar cada desafío sin importar que tan imposible parezca, aún así al llegar el próximo enfrentamiento ¡Sus amigos no creerán que logrará superarlo! Al menos deberían de tener un poco más de fe en su amigo, es lo mínimo.
En el First Stage son presentadas las dos dimensiones
temáticas fundamentales en el desarrollo de Takumi, la amorosa y el sentido de
la vida. Ninguna es presentada como si fueran algún objetivo, sencillamente son
algo que termina sucediendo en el proceso de seguir creciendo en las relaciones
que intenta formar y el pasatiempo que ha descubierto. Si bien el segundo es
más importante para las intenciones de la historia (además de que el primero es
prácticamente irrelevante en la segunda mitad), varias de mis escenas
preferidas pertenecientes al desarrollo de Takumi están relacionadas con su
aspecto amoroso por la naturalidad de los comportamientos implicados y
demostrados, en como Takumi aún en su estado taciturno aprecia a su novia, es
sincero, no le gustan las mentiras, siente dolor y de todas formas, no guarda
odio a aquellos que le han lastimado.
La ambición es la temática inherente a cualquier Spokon, el compromiso de ser el mejor. Takumi empieza en desventaja porque pese a tener talento, carece de interés, no tiene ambición, por lo tanto, la segunda temática del First Stage tiene que resolver tal inconexión. Deciden que la mejor manera de conseguirlo es a través del discernir cuál debería ser el camino que adoptará Fujiwara una vez se gradúe de la secundaria. Por supuesto, la resolución de los puntos principales no pertenece únicamente a la primera temporada, hasta es válido afirmar que la historia de Initial D es precisamente esa, la conciliación de Takumi con su vocación.
Porque su búsqueda no tiene exactamente una meta discernible como en el Spokon tradicional, no puede “convertirse” en el mejor conductor de Japón aún si le asignan una representación más aterrizada durante la segunda parte. La prueba está en que una vez finalizada la obra, la historia de Takumi Fujiwara hasta ahora empieza.
Para la conciliación tuvieron que transcurrir varias fases como son el interés, pérdida, victoria, dedicación, esfuerzo y conexión, no exactamente en ese orden y varias repetidas durante diferentes momentos, porque precisamente de la constancia de emociones se forma una personalidad retadora. Para la mitad de la obra, Takumi quién era alguien completamente ajeno del submundo automovilístico, se ha convertido en una de las promesas para cualquier que haya escuchado del Hachi Roku de Akina. Lo logró no sólo por su talento inconscientemente cultivado, es porque se ha decidido, quiere seguir superando las metas que se le presenten, carrera a carrera.
Cada personaje principal tiene ese par de dimensiones temáticas de Takumi, no desarrolladas al mismo tiempo más si cada particular durante algún momento, sin embargo, pocos son los personajes que tendrán una evolución destacable y únicamente uno tendrá constancia, en los demás, la situación únicamente será abordada en los momentos entre carreras, como son las historias amorosas de Itsuki, Iketani o Ryousuke. De los cuáles y aún con lo triste de las anécdotas, tanto Itsuki e Iketani carecen de ese desarrollo, porque no hay punto de contraste para confirmar si aprendieron o cambiaron a partir de su experiencia.
Y en lo concerniente a la ambición automovilística que tenían y de la que se enorgullecían antes de la arrolladora presencia de Takumi, es una lástima que posterior a los primeros episodios donde los utilizan como contrapunto para destacar constantemente la enorme habilidad de Fujiwara, esa temple se desploma poco a poco, aceptando que simplemente están por detrás y sólo pueden resignarse a ver (¡Y aún así no apoyar!) a su compañero. De vez en cuándo tomarán el volante, como la perseverancia de Itsuki de al menos ser capaz de competir un poco como tanto ha querido, más desde cierto punto, el nivel es tan alto que sencillamente, son desechados.
Los rivales de Takumi tienen una gran variedad de
caracterizaciones, entre jóvenes promesas, veteranos, chicas, algunos con
copiloto, quienes respetan a la carrera como un duelo honorable, los que
utilizan cualquier truco a su disposición, quienes son “uno” con su vehículo u
otros que le ven como una herramienta
cualquiera, de alto conocimiento mecánico, estratégicos, decididos; en la
segunda parte varios tendrán la recurrencia suficiente para que podamos notar
un cambio en su personalidad previo y posterior a enfrentarse en la carrera
contra Takumi. Que sea sencillo el recordarlos una vez finalizada la serie, es
la mejor muestra de cómo si hubo esfuerzo de Shigeno en caracterizarlos.
Porque además esas características son acentuadas en las condiciones particulares de cada carrera, no todas son competencias de únicamente bajada, el terreno es el que determina las reglas, como carreras de resistencia, circuitos y desafíos autoimpuestos, con las condiciones propias del entorno, desniveles, rectas, curvas, bajadas o subidas que deberán ser aprovechadas con las mejores habilidades de los participantes. Detalles explicados a través de los comentarios casuales de los espectadores que justamente existen para que no nos perdamos del que está sucediendo y porqué.
La característica de la segunda parte de la obra es que los rivales más importantes del First Stage se convertirán en sus compañeros más cercanos, los hermanos Takahashi Ryousuke y Takahashi Keisuke. Su papel en la primera temporada era ser la cima de todo lo que era capaz de lograr el talento con el mejor vehículo posible, Keisuke es el instinto, Ryousuke es planificación y aún así ambos en reñidas carreras perdieron contra Takumi, lo cuál terminó conllevando a eventos en la Second y Third Stage. Después de su derrota, Ryousuke se retira para dedicarse a un proyecto soñado, “Project D” que es la conquista de Gunma como prefectura sobre el resto, la historia deja de desarrollarse en las zonas montañosas del Oeste, ahora serán los visitantes. Sus filas son sólo un par de conductores, Takumi especialista en las bajadas y Keisuke para las subidas.
La secuencia de sucesos en el desarrollo de la historia es tal como en la primera parte, es decir, centrada en las carreras principales con el tiempo entre ellas para las otras situaciones más cotidianas, en las batallas son enfrentados los protagonistas a los conductores expertos en su territorio a los que terminarán superando a través del entendimiento del terreno, el rival y en superarse a sí mismos. La novedad que tendremos es la línea narrativa de Keisuke quién previamente había mencionado como el otro personaje al que también podemos afirmar que tiene un desarrollo.
No es el hilo romántico porque tan sólo dura un par de episodios y no se retoma después, es referida a su actitud frente a la ambición, la decisión de ser el mejor. Posterior a la derrota con Fujiwara se replantea cuál debe ser la forma en que logre superarse, reencontrarse para fijarse en un objetivo. A través de la competencia, convivencia y la guía de su hermano mayor, reconoce que el único modo de hacer historia es siendo fiel a sí mismo, de ahí que se le haya dedicado únicamente a la subida.
Es una conciliación con más tangentes a través de 3 temporadas, lo importante es el reconocimiento de lo esencial en la evolución de su personaje, que nunca tuvo una revancha contra Fujiwara, más es capaz de verlo como un igual en el momento final. Por parte de Takumi, sucede esencialmente lo mismo sólo que está vez en una escala de caso profesional, resolviendo las dudas en cuanto a su estilo de conducción, relación con los autos y la búsqueda de trascendencia, las cuáles literalmente se explican en la obra por lo que no vale la pena redundar en sus lecciones.
Nuevamente, Initial D no es una obra compleja y el análisis que he brindado ha explicado las razones para afirmarlo, y sobre todo, señalar el porque no es un traspiés que sea así, tal como explica Animal Spec en su propio texto de Initial D en tan sólo una frase: “Initial D es la perfecta mezcla de una serie que, aún tratando principalmente de derrapar por puertos de montaña, evoca juventud en conjunto al Eurobeat, sus letras, y más importante: su ritmo”. Ritmo, ese es el motor de Inital D.
La ya explicada dirección para una historia estructuralmente sólida en su funcionalidad aderezada por el aspecto inicial de la reseña, el Eurobeat. No hay explicación (al menos escrita) para saber cuáles fueron las razones para haber seleccionado ese género musical, sólo sabemos que así ha sido y menos mal que así fue. Puede que fuera por ser la música de la noche, juventud y riesgo en un tiempo dónde buscaban destacar en un mundo de una época cambiante. Cuesta imaginar a Initial D con otra música, el resultado serían los remakes de la primera temporada que se decantaron por J Rock y terminó disgustando a los fanáticos.
Avex Trax es la compañía encargada de licenciar el Eurobeat europeo y publicarlo por medio de álbumes recopilación durante los 90 que serían recogidos por la serie, vueltos a vender como Soundtrack oficial y logrando más de 700 mil unidades vendidas, que 10 años después empezarían a ser resubidas en Youtube con algunas teniendo más de 150 millones de visitas. Hay una larga compilación de cuáles fueron las canciones seleccionadas en su largo recorrido, mencionando a las más famosas: Deja vú, Gas Gas Gas, Running in the 90s, Night of Fire, Killing my Love y mi personalmente preferida, Space Boy.
El cómo fuera utilizado era la clave y es otro aspecto que
cada director logró conseguir de la forma precisa, dada la disponibilidad son
contadísimas las canciones repetidas, logrando que cada particular fuera
asociada a ese momento en especial volviéndolas todavía más icónicas para el
espectador. Además de cómo son integradas en la carrera en el momento
apropiado, el “aspecto final y
definitivo” a toda la construcción que se ha ido mencionando, la
culminación de lo que es y engloba la escena.
Y no debemos omitir en la música a sus Opening y Endings de J Rock a cargo de varias bandas, sobre todo m.o.v.e, encargada del ED1 de FS, ED2 de la FS, ambos ending en la Final Stage y todos los Opening, especialmente quiero destacar a “Around the World”(Opening de la primera temporada) por su carácter icónico. Se nota cómo tuvieron una relación continua y positiva en el transcurrir de todo el desarrollo, especialmente soy admirador de sus videos poco comunes en el medio que, en cualquier otro caso, hubieran sido únicamente planos de carros y corredores y que, en cambio, obtuvimos videoclips que exhiben la esencia de la estética japonesa de los 2000.
En el aspecto más intrínsecamente sonoro hubo una fidelidad constante por los estudios en captar los sonidos exactos, es decir, neumáticos, motores, los diferentes terrenos, colisiones, varios de la biblioteca de fidelidad que terminaron construyendo serían posteriormente utilizados por otras series. El esfuerzo existente para haber conseguido afinar este aspecto es la mejor muestra de respeto posible para la dedicación de Shigeno en el acabado técnico de los vehículos.
No he leído el manga así que desconozco de primera mano que tanto fue adaptado, así que referenciando a este hilo de Reddit podemos afirmar que lo importante sí es esencialmente lo presentado en el anime, es decir, el anime cubre completamente el manga, eso sí, con las concesiones de personajes secundarios, la mayoría de batallas de Keisuke durante la segunda parte y la duración de las batallas en sí mismas. Una forma de comprobarlo es realizar un cálculo aproximado, dónde usualmente 12 episodios cubren 32 capítulos de manga, la duración de Initial D es de 92 capítulos (he dividido la película en duración por episodios y sumado a la cifra total que ya cubre las Ovas) dando un aproximado de 245 capítulos de manga lejanos a la duración real de 724. Si quisiera una opinión más elaborada habría de leer la obra lo cuál, por ahora, no está incluido entre mis futuros planes, de realizarlo un día, actualizaré este párrafo.
Eso sí, no es la última vez que escucharíamos del rugir del motor por parte de Shigeno, en 2017 comenzó la publicación de MF Ghost, secuela de Initial D dónde un Takumi en sus cuarenta años se convierte en el tutor de Kanata, el nuevo aspirante a ser el mejor conductor de Japón, en una escena ya no dominada por los vehículos a combustión sino por los eléctricos. Con una confirmada próxima adaptación animada a cargo de Felix Film y que se estrenará en el transcurso de este año. La producción del manga se ha detenido provisionalmente por la salud del mangaka, 65 años no es para precisamente seguir dibujando a nivel profesional.
Suceda lo que suceda con MF Ghost, Shigeno ya ha logrado trascender a la historia, Initial D es importante, icónica y única, una de esas series que no se repetirán porque pertenecen a la época precisa en el momento adecuado. En la simpleza de la historia se esconde la fuerza de una proeza, la exhibición de un espectáculo y la música de un recuerdo; el armonioso derrape de los neumáticos será el eterno ritmo del silencio en las montañas de Gunma.
2 Comentarios
Un saludo
Gracias por compartir y que espero deje su comentario una vez leído.
Saludos Jubei