RESEÑA FAIRY TAIL: FINAL SERIES

 


Hace casi un año publicaba la reseña de la segunda temporada de Fairy Tail, así que en general, la publicación fue con un plazo más o menos similar de entrega a entrega, y gracias a que fueron 3 años, es notable hasta mi evolución en la escritura. Logrando que en últimas cumpliera ese cometido pensado en aquel lejano 2019, utilizar a un “Shonen largo” como fuente de contenido, a la par de explorar mi capacidad para evaluarlo con el paso del tiempo, y similar como ocurrió con la entrega de la sexta temporada de Natsume hace unos meses, el tono será de despedida, sin embargo, todavía me queda una reseña, sobre el par de películas, me extenderé sobre ello hacia el final.

Por el momento ocupémonos del hecho, porque así es, nos encontramos en la última temporada de Fairy Tail, con 51 episodios (ósea la mitad de la anterior temporada) para una duración total de 328 episodios, a su vez siendo el Shonen más largo que he visto (hasta que algún día sea superado por Naruto). ¿Ha valido la pena? ¿Ha tenido significado el viaje?

Para responder a ambas preguntas, una advertencia; en las anteriores temporadas tuve una política de no spoilers, sin embargo, en este cierre no me comprometo a lo mismo, no quiero tener restricciones. Tampoco es como si fuera a desentrañar tramo a tramo cada situación de la última fase, haré mención de hechos puntuales y si tuvo implicaciones. Ya dispuesto el escenario, abramos el telón a la última aventura.

Y la parte de “última” no es gratuita, por el contrario, es ideal, la tercera temporada tiene 2 arcos en su haber, “Avatar” y “Álvarez”, el único objetivo del primero es retomar hilos sueltos de Tártaros para alistar las bases de su próxima etapa, así que, a efectos reales, el único arco es la última fase de la obra, sobre el imperio de Álvarez, aunque sería más preciso denominarlo los “Spriggan 12” o “La invasión de Zeref”.

Como tal, es el segundo arco más extenso de la serie, por detrás de Eclipse (si incluimos a los Juegos Mágicos) de 76 episodios, mientras que Álvarez cuenta con 44. Para considerar/evaluar la consistencia del desarrollo y estructura de su historia debemos recordar de que trataba Fairy Tail.

Los 2 principales antagonistas son Zeref y Acnología, cada quién tuvo unas cuántas apariciones en las temporadas previas, las del emperador negro siendo más frecuentes según pasaran los episodios, hasta que se convirtió en causa y motivo de varios arcos, eso sí, sin tener una participación directa. Mientras que Acnología fue más esquivo, pero generaba mayores efectos, entre ellos, el salto temporal de los 7 años. La derrota de ambos constituye el cierre “literal” de la aventura, puesto que es el fin de sus mayores adversarios. Y efectivamente, cada uno está muy presente en la batalla final.

Y referente a nivel temático, no hay necesidad de siquiera preguntárselo, basta recordar, de hecho, lo escribí claramente en la reseña de su primera temporada, así que, teniendo la vanidad de citarme: “desde la primera parte (20 capítulos) se profesan las principales: el poder del amor, la amistad y la unidad”. No cabe la sorpresa en reconocer como tal afirmación no ha cambiado, sino que se ha reafirmado, siendo la lección principal en varias de las conclusiones de sus hilos principales, infiriendo en la principal observación no sólo de Álvarez, de toda la obra, el ¿Para qué?

Las lecciones del programa estaban de sobra entendidas en sus primeros episodios, entonces se desentiende el por qué ha continuado, sí, faltaban las derrotas de aquellos 2 adversarios ya mencionados, más la lección que cada quién aprendería antes de desvanecerse serían esas enseñanzas de la primera veintena de episodios, todavía así, podría haberse justificado si el programa se hubiese enfocado sobre ellos viéndolos como “protagonistas”, sirviendo como un testimonio sobre el camino que recorren acerca del cómo crecen moralmente hasta ser similares a los héroes, y tal como lo mencione, no es así, se mantuvieron mayormente inactivos hasta esos últimos 50 episodios. Que es menos tiempo del que podría parecer en otras circunstancias, pero esto es Fairiy Tail, el tiempo que no se desperdicia, es distribuido en varios hilos activos narrativamente.

Y en las anteriores reseñas señalé y seguí señalando que nunca fue un espectáculo visual, así que tampoco es en honra a la “emoción”, entonces sólo podemos aferrarnos al desarrollo de los personajes y eh, de hecho, tenemos algunos cambios, en 3 personajes secundarios recurrentes. La obra se hubiese favorecido de profundizar el “arco de corrupción” sobre sus protagonistas más allá de los 4 episodios que le brindaron, de haberlo hecho, hubiéramos tenido una justificación, aunque fuera apresurada y de última hora, más seguiría siendo una justificación. No fue el caso.

Entonces tenemos 3 personajes secundarios (Kagura, Wendy y Gajeel) que tuvieron un cambio, así que ¿Necesitaban de 328 episodios para lograrlo? Evidentemente sabrás como ninguno fue presentado en el primer episodio así que no es la cifra completa, de hecho, Kagura es la última en ser presentada, en el episodio 155, así que tan sólo “estuvo” por casi 200 episodios. Ya entienden cuál es mi punto, no necesitaba tanto tiempo, es decir, a dónde fue tanto tiempo.

Si, hubo desarrollos de personajes en arcos pasados, y los mencione en su momento, de hecho, por eso mismo no he mencionado a Gray, porque no tuvo evolución en esta temporada, sencillamente recordó una lección que ya había aprendido. Lo mismo para Natsu. Todavía así, le queda una baza, dejar de considerar las implicaciones individuales y verlo como un único conjunto, es decir, una historia sobre la fortaleza del gremio para superar cualquier desafío.

Y tiene sentido, de hecho, la fuerza de la unión de magos fue el factor decisivo en la victoria… cosa que ya habíamos visto cuándo se enfrentaron a Phantom Lord. Fairy Tail es una serie cíclica, con humo en el medio, prometen algo que nunca termina pasando, es decir, un auténtico cambio. No hay casi nada debajo de la neblina, sólo hechos que ya habíamos visto, no una, sino decenas de veces. Si desde la primera reseña ya me refería al mensaje como desgastante y cansino, ni siquiera vale la pena asignarle algún adjetivo al cómo me siento ahora.

Porque no, Álvarez no destaca en nada, así que felicidades a Tártaros por ser el mejor arco de Fairy Tail, pese a que finalmente terminó sirviendo de poco: ¿El gremio disuelto? No temas, dale unos cuántos capítulos y ya lo tendrás reunido ¿Natsu demonio? Unas escenas de corrupción, Lucy exhibiendo un poder que no tenía y resuelto ¿Los dragones? Oh, te refieres al poder de Natsu que utiliza una vez en Álvarez, por cierto, no se preocupen, Acuario está por ahí esperando a Lucy. Y aun así le daré el primer puesto porque al menos tiene el mejor arranque de toda la serie (aunque se puede argumentar que está a la par de los primeros porque eran más sólidos a nivel temático, pero ¿Acaso importa?)

Álvarez tiene a los nuevos villanos “más poderosos” que serán derrotados, y ya está. Le reconoceré el esfuerzo para darles trascendencia a través de las victorias que iban generando en su avance contra la sede del gremio, más de nuevo, de qué sirve si cuándo llega el momento, no logran corresponder a la figura que les ha sido impuesta. Y con el capaz de haber alcanzado tal trascendencia (August) decide sacrificarse por alguna razón.

Todavía peor si consideramos cómo varios estaban vinculados a respectivos magos del gremio, así que debían servirles de empujón a algún desarrollo, más en la mayoría de casos es para rectificar actitudes que ya tienen, como en el caso de Erza dándonos un trasfondo que no necesitaba, o para Gray confirmando unos sentimientos que al final siguen sin ser confirmados. Serán fuertes en unos episodios y al siguiente perderán por alguna razón, nuevo poder, personaje inesperado, alianza, lo que tú quieras. El último clavo es por primera vez casi todos tenían diseños atractivos: Una mujer guerrera, un ángel, dos bustonas magas, un mago anciano, un asesino, un general, un soldado arábigo o un monstruo sin forma ¡Y hasta sus evoluciones seguían siendo buenas! Una lástima, incluso algunos directamente contradicen el cómo luce, un asesino con actitudes estúpidas y el general siendo un ingenuo.

Estructuralmente es igual que los previos, puede esconderse un poco debajo de una apariencia estratégica, que desde cierto punto deja de importar y muestra su verdadera figura, las peleas de siempre en diferentes lugares.

Respecto a nuestros protagonistas, el cambio de 1 año sirvió para que cada quién mejorará de forma independientes, y con “cada quién” me refiero a nuestro trío principal: Gray, Natsu y Lucy. Eso sí, en cada caso terminaría siendo importante para la trama, aunque sólo para Lucy significó un cambio respecto al cómo luchaba, los otros 2 tienen su momento de justificación en unos minutos de una pelea. Otros miembros del gremio también tendrán su discurso de rectificación que precede a algún nuevo poder, habilidad o nueva dedicación para superar el obstáculo, es decir, nada correspondiendo a algún hecho en concreto.

Los cambios que ocurrieron son claros por sí mismos, sobre todo me gusta Gajeel, quién termino convirtiéndose mi personaje masculino favorito de Fairy Tail, ciertamente su contacto con Levi al principio poco me convencía, más a la larga termino siendo la mejor pareja de la serie (tampoco es como si el reconocimiento significará demasiado). Y respecto a los otros 2, el camino de Wendy era el paso final hacia su madurez como maga, mientras que Kagura fue un desarrollo sobre el perdón, y uno bastante bien llevado comparándolo a los otros elementos temáticos secundarios de la obra.

El gigantesco espectro que implica a los demás miembros termina únicamente sirviendo cuándo han de unir juntos sus manos para cumplir el plan de Lucy (el cuán no cuestionaré, me es acorde al espíritu de la obra). Y eso es todo, aquí han terminado los más de 300 episodios, en un plan ya visto, con cambios que ya pasaron, uno que otro hecho destacable a costillas del que era un planteamiento capaz de ser por los menos, diferenciable. En resumen, otro arco cualquiera.

El dragón de dragones, Acnología, un villano recurrente dentro de la obra, presente desde el episodio 122, representaba el último vestigio de una época pérdida, siendo un vengador despiadado. El alcance de su poder fue tal que provocó la ruptura de la trama en Tenrou. Ese mismo ser imposible de derrotar, hasta por el mismo Zeref, encuentra su final a manos de Natsu.

No es el cómo (en serio, a este punto ya es algo fútil) sino qué, concretamente lo que debería representar su camino, vale, tenemos la historia de redención, la venganza es inútil, no todos los dragones, y eso es todo. Como si la tercera temporada hubiese sido pensaba para definir su totalidad y a particularidad de cada momento a través de la misma observación: “Una construcción para llegar a términos ya conocidos a través de vías ya exploradas, y conociendo el largo camino, conmoción y acciones, para llegar hasta el mismo punto, es inevitable que no sea decepcionante”. ¿Su batalla es la mejor de la serie? Puede competir, y el sólo mero hecho que lo haga implica que tampoco correspondió ni siquiera como el momento cumbre. Los 2 mayores dragones de la existencia y aún así, su escaramuza es promedio a nivel visual.

Zeref me gusta, lo declaré así en la reseña de la primera temporada, y todavía lo mantengo, el cómo un villano del Shonen que bebe de todos los clichés del género sin hacer esfuerzo de innovación, sea callado y poco activo, era un atractivo muy interesante. Al final tiene sus momentos de locura, justificables si consideramos el hecho de haber vivido tanto tiempo, no tanto para la su segunda forma de poder, tan fea como las típicas de antagonistas en arcos pasados.

De objetivo narcisista y egocéntrico hasta el final, despeja cualquier apreciación de quien le pueda llamar antihéroe o algo similar, es el antagonista y punto. Con un poder tan descomunal que sólo puede ser derrotado por la excusa argumental de turno sobre Natsu, así que el interés no radica en esa transformación, o lo superficialmente cerca que estuvo de lograr su objetivo, sino el cómo se relacionó contra su opuesto: Mavis.

Mavis/Zeref es uno de los ejes de la obra, intuido desde los últimos arcos de la anterior temporada y que la precuela “Zero” terminaba de cimentar en observaciones puntuales. Visualmente son luz y oscuridad, los poderes mágicos también parecían radicalmente diferentes, lo que llevaba a sospechar el cómo sus objetivos serían igualmente diametralmente contrarios, lo cual es cierto en parte, mientras que el mago oscuro busca reiniciar el mundo, la fundadora del gremio protege su existencia. Eso sí, son actitudes, más no temáticas.

No representa el mal o algo concreto, si acaso sobre haberse rendido y caer en la desesperación (aplicable a la mayoría de antagonistas), y Mavis tampoco la impulsa una visión, sólo defiende aquello que quiere. El que carezcan de una temática directa no es en sí malo, es más, ni siquiera es requisito, sólo hubiera sido otro detalle capaz en dotarle algún sentido a todo este viaje. Son acción/reacción, que sencillamente es incapaz de corresponder a lo que venía siendo o parecía llegaría a ser.

Por lo menos la relación entre los 2 fue otra demostración de la temática acerca del amor y la conexión, en el acto de perdón juntos y ascender a la par. Me es un final apropiado para Zeref, nunca se convirtió en un completo desquiciado, al punto que a veces me pregunto si de haberse descontrolado un poco, la serie hubiera mejorado. Terrenos de diversificaciones profundas fuera del alcance de la reseña, así que dejémoslo en ese punto (por lo menos tengo entendido que la situación cambia en Edens Zero).

Y en lo referente a Natsu, no entiendo la necesidad de dar tantas vueltas en un conflicto que no tuvo hasta en un par de capítulos, supongo que debían dotarle de alguna manera protagonismo y justificar lo necesario sobre cualquier cosa faltante en la batalla final. Porque por sí sólo no implica nada, es sólo otro paso extra. Irónicamente el arco de Álvarez, dura más y menos de lo que debería, por un lado, se extiende en lo innecesario, mientras aquello que pudo haberlo hecho brillar es olvidado o reducido.

Que decir de todos los otros elementos que venían componiendo a la historia, en una batalla final tradicional, la relación respecto al mundo sigue siendo casi la misma, las estructuras sociales son intrascendentes (como la temprana derrota del consejo mágico en favor de nada), los miembros de otros gremios pueden tener sus 2 minutos de fama que no implican un cambio sobre quienes eran antes, los detalles de arcos pasados son olvidados a favor, si es que en el mismo gremio la unidad pese a ser unidad, vive únicamente de un momento de “todos juntos”. Es decir, el arco final, no tiene nada de ser la clausura o cierre, es meramente un trámite.

Y ninguna otra mejor demostración que un timeskip final, está vez después de un año de la batalla para señalar que tanto ha cambiado, y así es, poco ha cambiado, sólo hay algunos Shippeos o cambios aparentemente determinantes, pero que al sopesarlos parecen siempre haber estado ahí o fueron resueltos unos cuántos arcos atrás. Un mundo que si bien tampoco estático, no está lejos de serlo. Nuevamente, una decepción si contrastamos con lo que componía la reseña de su primera temporada y fueron reducidos a ser un cameo en un montaje rápido (en el mejor de los casos).

Aparte de los diseños mencionados y la batalla de Acnología vs Cazadragones, no hay otra mejoría a nivel visual, ciertamente hay más instantes en algunas batallas capaces de superar la media, que de todas formas no son constantes y sólo son pequeños destellos de genialidad en el mismo empaquetado de siempre. Afortunadamente la música no desmejora ni un poco, puede que a está altura varios estarán cansados, más en mi caso directamente la incluyo en mis OST preferidas, la fuerza y energía que desprende cada tema es sin duda, una de las razones de su vigencia tras el paso de los años.

E importante destacar el cómo la serie por fin cuenta con un OP capaz de considerarse bueno, “Down by Law” tiene transiciones atractivas, es un adelanto sobre lo que acontecerá en el arco, hasta la canción encaja; por fin, después de 24 intentos, lo han logrado. Mientras que ningún ED cumplió la cuota, chibi en presentaciones perezosas, lejos de lo cómicas o tiernas cómo fueron durante su primera temporada.

Está claro que no extrañaré Fairy Tail. Si he de dar explicación sobre su éxito afirmó que está en los personajes protagónicos “buenos”, es decir los aliados del gremio y fuera de este, porque si bien sus desarrollos y grados de profundidad fueron lo mencionado, en lo básico funcionan, la simpleza de las acciones es lo que permite avanzar fluidamente la historia y entretener al espectador. El problema es la intención de brindarles algún desarrollo que luego no tuvieron. A lo mejor si el camino hubiera sido otro, el programa también, pero es volver a suponer fuera de lo necesario.

Habrá reseña sobre el par de películas y al menos sé que tiene una mejor animación comparado a la serie normal, y de plus, está Lucy bailando como exótica, así que por lo menos unos minutos valdrán la pena. Desconozco cuándo estará así que estad atentos. Y referente al futuro, terminaré Raven y si considero vale la pena el comentario, le haré una reseña, también Edens Zero. Las razones pese a mi hastío con Fairy Tail es que reconozco como Mashima juntando los elementos correctos sería más que capaz de escribir una historia decente (además de admirarle en cierto modo, dibuja y juega casi todo el día, sin enfermarse, es una máquina).

Volviendo a citarme “No ha sido lo que esperaba, ni el programa ni la reseña”, una buena cita que es inaplicable a la actualidad, después de la S1 tenía mis expectativas más controladas y, de todas formas, obtenía todavía menos de lo esperado. Sigo sin odiarlo, o detestarlo, sólo puedo recordarlo y mirar con cierta dejadez, el tiempo ha pasado, más nada ha cambiado. Y puede que ese sea el mensaje, más de ser el caso ¿A dónde fue tanto tiempo?

3/7



2 Comentarios

Jubei Kibagami ha dicho que…
Buenas, leer tus reseñas de Fairy Tail es una experiencia distinta respecto a las demás. Es como cuando reseñé Angel Beats en otro blog. Hay una clara animosidad por parte del autor al ser una obra tan decepcionante. En este caso y entre otras muchas cosas por ser repetitiva en sus mensajes y esquema. Uno aborda la escritura sin muchas ganas y sin poder ocultar cierto desagrado. Igualmente disfrute la lectura. Espero que el próximo nekketsu sobre el que trabajes sea una mejor experiencia.

Saludos
Napo Jefferson ha dicho que…
Saludos

Si, puede notarse esa inclinación de mi actitud especialmente cuándo son pocas las reseñas negativas, aunque me alegra que haya sido disfrutable.

Gracias por las intenciones, por el momento las próximas reseñas serán sobre cosas que me gustan (pese a que una de ellas también fue decepcionante a su modo) pero después viene un artículo al que le tengo ganas, aunque me costará algún tiempo.

Gracias por leer!