Reseñar Gunbuster no es reseñar una serie de Ovas perdidas
en el tiempo, es adentrarnos en una de las
obras más trascendentales en la historia del medio, es identificar el
nacimiento del estudio que lo cambiaría todo, es reconocer técnicas narrativas
y visuales que hasta hoy siguen teniendo vigencia. Tampoco el valor de
Gunbuster se reduce sólo a su importancia histórica, la obra cuenta con las
suficientes características para considerarla excelente. Gunbuster es un
monumento admirado por su gigantez, imponencia, irrepetibilidad y
atemporalidad, fruto de ser homenaje del pasado para ser un regalo hacia el
futuro.
En 1983 la industria
del anime empezó un proceso de transición hacia una nueva etapa, aunque los
estudios y los Otakus no lo sabían, bueno, auténticamente nadie lo sabía. Ni
siquiera los espectadores reunidos en Osaka por motivos del Nihon SF Taikai,
una convención anual de ciencia ficción, que miraban absortos el vídeo con el
que abría la convención estaban si quiera cerca de dimensionar el momento
histórico del que hacían parte. Miraban el nacimiento de Gainax.
Gainax es el estudio
más importante de la etapa 1990-2010 de la industria por dos razones, su
origen y sus obras. Toei Animation nace de Japan Animated Films inspirado por
el éxito de Disney en Occidente, originalmente Pierrot es una compañía que
manejaba la gestión de derechos de autor, A1 Pictures es un estudio creado bajo
la dirección de Sony, Sunrise se especializaba en el género Mecha porque podían
aumentar sus ganancias con mercadotecnia como juguetes.
El equipo de Gainax estaba inicialmente conformado por Hideaki Anno, Yoshiyuki Sadamoto, Hiroyuki
Yamaga, Takami Akai, Toshio Okada, Yasuhiro Takeda y Shinji Higuchi. Todos
estudiantes, aficionados a la ciencia ficción y a la animación, ninguno con
planes ambiciosos o empresariales, reitero, sólo aficionados con la intención de rendir un homenaje a las historias
que tanto les apasionaba. Esa es la esencia detrás de Daicon IV, y por lo
tanto, de Gainax.
Gainax representa al
estudio de los fanáticos, originado en intenciones puras de homenajear,
terminaron enseñándole a la industria. El cambio llegó por las numerosas nuevas
ideas que lograron tener impacto en los espectadores, dirigiendo a un proceso
de transformación en el resto de los estudios. Esa es la segunda razón, sus
obras son pocas pero son inmensamente significativas, empezando por Daicon IV,
continuadas por Gunbuster, Nadia, Neon Genesis Evangelion, FLCL, Tengen Toppa
Gurren Laggan e incluso Panty & Stocking.
Justamente es esa primera obra, Daicon IV, lo que observaban
los atónitos espectadores en ese recinto en Osaka en 1983. 12 Animadores
aficionados en una época donde producir anime era más complicado que en la
actualidad, lograron ingeniárselas para lograr que en 7 minutos contar una
historia llena de tantas referencias que hacen palidecer a Ready Player One,
con movimiento fluido capaz de pasar como trabajo de los mejores estudios de la
época, para mostrar a una chica en traje de conejo enfrentada, interactuando,
compartiendo espacio con los iconos culturales más importantes de la última
década. Todo guiado por el impulso de
que podían y querían hacerlo.
El estudio fue fundado formalmente gracia a la inmensa
acogida de este cortometraje, sus primeros trabajos serían unas cuantas ovas
tratando de mantenerse a flote. Finalmente a inicios de 1988 empiezan la
producción de su siguiente “gran” obra, Top Worenae Gunbuster.
El género mecha es el
más importante del anime, es la representación internacional con más
prominencia de la animación japonesa. Si examinamos la historia del género a
través de sus mayores exponentes también se está realizando un recorrido sobre
la evolución de la industria. Mazinger Z y la franquicia de Gundam son
inmensamente populares en los 80, por lo que es lógica la decisión de Gainax de
ubicar a Gunbuster dentro del género, y además pueden utilizar numerosos
programas como inspiración, especialmente en el aspecto visual.
La trama nos sitúa en 2023, la humanidad se enfrenta a una
raza espacial de seres alienígena cuya única intención (superficialmente) es
exterminar el planeta. Para asegurar la existencia se está entrenando una
fuerza de élite capaz de enfrentárseles. La protagonista es Takaya Noriko, una
estudiante de pilotaje, hija del almirante derrotado en el primer encuentro con
los alienígenas, su objetivo es seguir los pasos de su padre para vengarle a la
vez que le rendirá homenaje.
Uno de los inconvenientes que podría esperarse de una serie
OVA con tan sólo 6 capítulos es sin duda que existe una importante falta de
tiempo, da aviso de una historia comprimida y poco desarrollada. Es un
prejuicio bastante esperable y yo mismo la calificaba así tras el primer
episodio. Sólo cuando la obra termina se puede apreciar que ese inconveniente
es resuelto a través de su temática, el
inconmensurable paso y efecto del tiempo sobre las vidas humanas.
El inicio ocurre a toda velocidad, introduce personajes,
mundo y formas. Durante el segundo capítulo es cuando se empieza a a evidenciar
el daño que ejerce el tiempo sobre sus personajes. Las consecuencias de una
misión para identificar un cuerpo espacial extraño, distancia a las dos protagonistas del resto de sus compañeros en el
plano temporal. Para unas sólo ha pasado unos instantes desde que se
vieron, para las otras han sido 6 meses. El tiempo va dejando de ser una medida
que sus personajes sean capaces de dimensionar, porque este tiempo es cósmico e
infinito, instantes equiparables a años.
Tras cada capítulo se
evidencia más la fuerza destructiva del tiempo en las relaciones de las
protagonistas. Cuando Noriko regresa a la tierra han pasado 10 años desde
su partida, pero para ella sólo ha sido 1 año. Ella misma cae en cuenta de cómo
el reloj no se ha ralentizado al observar a su vieja amiga Kimiko siendo ahora
una madre de una chica de 3 años. Está quedándose sola y ahora es responsable
de gente a la que quería proteger pero que inevitablemente se van convirtiendo
en desconocidos.
La otra chica principal es Kazumi Amano, al inicio su
personaje es utilizado como el típico estereotipo de la chica talentosa y
hermosa de la escuela. Cobra profundidad cuando es afectada por la temática, el
enamoramiento con el entrenador es el motivo de inseguridad e incertidumbre al
afrontar una misión que podría ocupar el tiempo que podrían pasar juntos,
revelando facetas de debilidad, duda y especialmente miedo. El entrenador
Koichiro Ota es en sí mismo otro reflejo del tiempo, sus planes siempre son a
futuro para vengarse del pasado, vive el
tiempo tal como el resto de los humanos pero sabe que su verdadero alcance es
inabarcable.
Gracias a la temática el
primer capítulo adquiere un nuevo matiz, no es sólo una introducción, es un
recuerdo. Si realizamos un repaso de nuestras vidas podemos formar un
esquema que va desde punto A hasta punto B sólo deteniéndose en ciertas cosas,
las que sean necesarias para entender lo que se está explicando, este mismo
principio es el que aplica al inicio. Sólo pasa de hecho con importancia hacia
hecho con importancia para que no hagamos la idea de lo que está pasando, no
cómo evolución orgánica de personajes.
En esta encrucijada de la humanidad enfrentada a lo
desconocido también participan otros valores, tal como el amor presente en los
enamoramientos que viven las dos chicas protagonistas, la necesidad de mantener
la unidad encarnado en Jung, el espíritu juvenil manteniéndose vigente en las
reuniones entre chicas, la superación y
valentía de todas, especialmente de Noriko.
Igualmente el programa se mantiene sombrío por las diversas
implicaciones de los villanos y el tiempo. El universo ha decidido que la
humanidad es un virus que ha de ser erradicado, no visto como un marcado
antagonismo sino como la derrota de un pequeño insecto, el hombre para sobrevivir ha de sacrificar el entorno que le dio la
vida.
Los pilotos son héroes sufriendo la mayor de las
consecuencias, la soledad de la compañía.
Porque el tiempo cobra un valor tan alto que resulta inconcebible en el
entendimiento del ser humano, Noriko y Amano al derrotar al enemigo vagan en la
deriva temporal durante 12 mil años. Nada que recuerden será igual, son anacrónicas,
unas Ooparts vivientes, vestigios de una lucha que resultó muy cara. Lo que
queda en la tierra será una sombra de la humanidad que recordaban, están
aliviadas de regresar a casa, pero esa casa ya nos le dará la añoranza de un
hogar.
El ambiente tan sombrío de Gunbuster sería nuevamente aplicado de diversas formas en futuros
trabajos, como Evangelion o TTGL. Para este último también sería notorio el
alcance épico y colosal de los enemigos evidenciado a través de tamaños
mientras que en Gunbuster serían utilizadas cifras, ejércitos que sólo se
pueden contar en millares.
Lo anterior en el plano narrativo, así que ¿Cómo fue
trasladado a nivel visual?
Cómo programa del género Mecha deben labrarse una identidad a través del diseño de las máquinas.
Usualmente los robots se representaban como unas grandes y toscas armas
pilotadas, el equipo mantiene la idea, sólo le dan un pequeño cambio que eventualmente
llevaría al diseño de los EVAS. Esto fue el aspecto interino del robot.
Es sumamente curioso importante el movimiento final para
salvar la humanidad sea extraer el motor del pecho del robot, Noriko
analógicamente hace esto con su corazón. Las entrañas del robot son una
multitud de cables entelarañados, que vista desde la distancia casi le da un
aura viviente. Un monstruoso enredo de
circuitos capaz de dar la apariencia de estar vivo.
Agregado a la enorme capacidad destructiva que tiene el
Gunbuster, capaz de aniquilar a cientos de millones de naves enemigas o su
superlativa envergadura, que palidece al resto del ejército terrestre. El
detalle final es la invención casi accidental de una de las características
visuales más reconocibles de Gainax, Gainastance
también conocida como la pose Gainax.
Una posición bastante común que Gainax volvió suya al
asignarle la simbología de la
resistencia del individuo representando a la humanidad frente a cualquier
peligro. Luego se volvería un recurrente en sus futuros trabajos, aún hoy
son varias las series que le imitan, como Darling in the Franxx.
Pero no sólo Mechas y Gainastance es el sello de identidad
que logró Gunbuster, aún falta lo más importante (para los verdaderos
entendidos del tema (como yo)) el Gainaxing.
El Fanservice (el relacionado a lo sexual) existe desde el inicio del
manga/anime, uno de los mejores ejemplos es Cute Honey o varios trabajos de Go
Nagai, la importancia de Gainax está en
el perfeccionamiento de la animación de pechos.
Eso se refiere a que ¿acaso los pechos fueron animados con
físicas realistas? Por el contrario, sus
movimientos fueron exagerados, remarcando con fuerza cualquier acción que
les involucrase. Entre las técnicas para lograrlo es común el animar los dos
pechos por separado, consiguiendo un mejor efecto. Noriko así se convirtió en
un icono femenino de los 90, tal como Misty May años después. No obstante, esto
no quiere decir que las haya reducido a ser un mero gancho de carne.
(Este es un enlace de un archivo audiovisual muy interesante sobre los efectos del Gainaxing)
Como ya he expuesto en la parte narrativa, Noriko está
firmemente involucrada con las temáticas del tiempo, amor y valentía. El
Gainaxing sólo le da una faceta visual de atractiva, picardía juvenil e imán
visual. Además ninguna de las escenas donde está aplicado adquiere un carácter
plenamente sexual, de hecho, en la última
ocasión llega a ser hasta épico dado el carácter donde es utilizado.
Más aún, su personaje ha adquirido trascendencia narrativas
en futuros protagonistas de Mechas. Al punto de que le considero junto a Amuro
Ray el constructo de quienes serán los pilotos protagonista del género. Es
evidente su marca en Shinji, Yoko Littner, Kallen Stadfeld etc.
El diseño de los personajes es sobresaliente porque no sólo
logran que adquieran un carácter visual individual, también van evolucionando
tras el paso del tiempo, principalmente notorio en Kimiko o Amano (además las
medidas favorecían al Gainaxing). Mientras que el diseño de los enemigos es
justo lo que deberían representar unos seres espaciales ajenos a la humanidad, visiblemente monstruosos, con características
extrañas lejanas de cualquier rastro de lo común, no inspiran ningún tipo de
familiaridad o empatía.
Las batallas son sencillamente épicas, millares vs robots
gigantes, secuencias que puntualizan la grandeza de lo que se está viendo
utilizando planos generales que mientras más amplios mejor. Claro que esta
genialidad no pertenece sólo a la batalla final, está presente desde el primer
enfrentamiento en el primer capítulo. Una dirección tan brillante que no se
reduce sólo a la magnificencia bélica, también le brinda espacio al contraste de distintos tiempos en composiciones que
enfrentan a los personajes separado por la madurez.
Enormes secuencias como la ya nombrada acerca del final,
donde se mezclan la fuerza de la valentía, contra el espacio y la infinitud. La
forma de lograr que la Gainastance adquiriera la fuerza para superar las
limitaciones de pertenecer sólo a su obra. Mi única contra es el episodio final carente de color,
podría utilizar una comparativa simbólica con el fin del universo para
explicarlo más resulta evidente que el estudio estaba quedándose sin
presupuesto, el final a color sólo podrá existir en la memoria.
Memoria que también recordará la fuerza de una obra que ha dejado una marca en su tiempo y que ha
escapado a sólo pertenecer a esa época, que hoy en día sigue siendo
imitada, referenciada, estudiada, tratando de ser repetida.
Gunbuster fue un moderado éxito que le abriría la puerta a
Gainax a otras producciones como Nadia, hasta que en 1995 decidieron regresar
al género Mecha, está vez el proyecto estaría encabeza por Hideaki Anno, que
por entonces estaba bastante deprimido y decidió plasmar esos sentimientos en su
nueva obra. Ya el resto es historia.
9/10
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