RESEÑA JOJOS BIZARRE ADVENTURES PART II: BATTLE TENDENCY



A todos les gusta Battle Tendency. Aunque la primera parte fuera muy buena podía sentirse pesada o un poco lenta debido a su tono serio y protagonista recto. Luego llega un muchacho que actúa como el típico creído joven adolescente, que junto a un italiano se enfrentan a dioses mayas, acompañados de un DILF, una MILF y un nazi, súmale a que suena alguna versión de Bloody Stream o música exótica en una batalla llena de los más adictivos colores.

En la primera reseña ya mencionaba el arriesgado movimiento de Araki en matar a su protagonista, algo necesario para la gran historia que quería contar pero que no dejaba de ser una peligrosa apuesta. Afortunadamente le salió completamente bien la jugada, todo gracias a su planeación de una estructura dividida en partes, cada una totalmente diferente.

El “totalmente diferente” aplica al contexto donde se desarrolla la historia, la estructura y tonos, los personajes, en cambio no al tramado temático principal, de hecho, las 6 primeras partes se dividen clara y sólidamente en 2, la primera mitad es la valía de la humanidad frente a los dioses, la segunda mitad es la reivindicación de la humanidad contra sus propios demonios. Por lo tanto, Battle Tendency no inventa, reinventa.
Los nuevos escenarios son Estados Unidos, México y la zona central Europea, un completo cambio respecto a la Inglaterra industrial. Ahora en pleno 1938 con la amenaza nazi sobre el mundo, en amaneceres de la segunda guerra mundial, un grupo de investigación despierta un poder que no serán capaces de controlar, y que peor aún, amenaza el futuro de la humanidad.

La estructura es la típica para cualquier conflicto tipo hombre vs amenaza: Encuentro inicial, entrenamiento y enfrentamiento final. El encuentro inicial abarca desde el comienzo de la historia hasta el compromiso con Wammu, una introducción considerablemente extensa que cumple con todo lo que debería.

Primero conocemos al nuevo protagonista. Las primeras impresiones de Joseph le ubican como alguien diametralmente opuesto a Jonathan. Impulsivo, bromista, irascible o aventurero, parece estar lejos de la caballerosidad de su abuelo, a excepción de la misma obstinación por el deber y la responsabilidad, además de una poderosa voluntad que no contempla la rendición.
Aprendemos más sobre la personalidad de Joseph a través de su batalla contra Santana, conocemos a personajes que tendrán un papel crucial a futuro como Stroheim, se reconoce como amenaza principal a los hombres de piedra. En conjunto, asienta las bases e indica de qué formas se podría o resolverán los conflictos.

El entrenamiento es la sección que nos quedó debiendo Phantom Blood, un tiempo dedicado únicamente a notar los avances y esfuerzos del protagonista para comprenderse y mejorarse. Dura lo necesario para cubrir la cuota de comprensión sobre la fuerza de Joseph junto a la exhibición de nuevos detalles que nos permite entender más acerca del Hamon.

Finalmente, el enfrentamiento final se da en escalas, con enfrentamientos previos, pérdidas, revelaciones y hasta un “este es el auténtico enemigo”. Tampoco es como si la estructura de Phantom Blood fuese rompedora, de hecho, son mayormente similares, la diferencia es como los personajes y tonos de aquella, le permitían verla de tragedia victoriana, aquí no ocurre este englobe respecto a un estilo. No obstante, si cuenta con los personajes necesarios para dar a relucir lo mejor de cada sección.
Conforme vamos conociendo a Joseph, más y más nos va agradando, lleva a su cuesta todo el tono, capaz de esforzarse al máximo en cada batalla mientras responde con ingeniosas burlas a las amenazas de los adversarios. Cualesquiera de sus intervenciones son disfrutables y memorables, permite que el ritmo nunca se estanque, mantenga constantemente la atención y expectativa del espectador.

Cesar Zeppeli es uno de los “JojoBros” más memorables de la saga, al comienzo mantiene una postura reservada y despectiva a Joseph, con el tiempo mientras van compartiendo experiencias crece una admiración mutua, su personalidad permite servir de ancla frente al actuar del protagonista. También tiene carácter noble, motivado por un arraigado sentimiento de deber. Pese a no contar con tanto tiempo en pantalla le resulta suficiente para cautivar al público y forjar una asentada marca en el abordaje temático.

Y es que resulta admirable esa característica tan notable de Araki (desde la anterior parte) que además se ve conservada y potenciada con el avanzar de la historia. Le basta con unas cuantas escenas para ya habernos vendido completamente a un personaje. Los diseños, las frases con las palabras precisas, el grado de interacción necesario, formas y certeras maneras para darlos por sólidos y funcionales.
Tampoco es como si fuera una característica de la saga la presencia de personajes complejos, por el contrario, son simples e inmediatamente identificables y recordables. El mismo Stroheim es un perfecto ejemplo, un soldado nazi que comienza como adversario secundario, va cambiando hasta ser un querido aliado a punta de pequeñas charlas, participaciones y pura personalidad.

Lisa Lisa es la maestra de Joseph, una poderosa mujer que domina el Hamon, elegante y letal. Su rol es otra imponente ancla, ya sea por su papel de guía y ser la conexión con los secretos del Hamon, o el estar involucrada directamente con el motor del enfrentamiento final, e inclusive es una conexión más palpable con la anterior parte. Por todo lo que representa y es, ocupa un considerable monto de la atención.

Así mismo, debido a la intrínseca naturaleza como secuela directa es la primera vez que podemos ver la evolución de personajes anteriores, aún si sólo es aplicable a Erina y Speedwagon, no deja de ser satisfactorio el conocer que fue de ellos tras los sucesos de la anterior parte. Pese a que no cuenten con su previa importancia (acorde al lema de pasar la antorcha a las nuevas generaciones) tienen una participación necesaria para calificarla de sustancial.
Corrijo mi error, no sólo ellos regresaron, tenemos de vuelta a Straits. En la reseña previa ya le mencionaba como un personaje introducido a prisas y con impacto intrascendental para esa parte. En Battle Tendency sólo sirve como introducción hacia hechos más importantes. Sirve hacia la trama, pero palidece frente al variopinto grupo de personajes, incluidos los antagonistas.

Tenemos un cuarteto enemigo: Santana, Eisidi, Wamuu y Kars. Desde su más irrefutable naturaleza ya se diferencian de los protagonistas, son de una especie anterior a los humanos, representantes de una “humanidad” pérdida, se les llama “hombres del pilar”.

Superiores en absolutamente todo, fuerza, astucia, control de las energías, dioses para los antiguos humanos. Una representación temática villanesca más evidente que DIO, pero igual de amenazadora e intimidante. Santana es la conexión al peligro trío principal, con Kars a la cabeza. Aparte de su inmensa cantidad de fuerza física y espiritual, tienen poderosas y extrañas habilidades físicas.
Joseph y Cesar deberán contar con su esfuerzo y dedicación para ser capaces de superar tan alto desafío. Es evidente la validez de mi temprana afirmación, reinvención no invención. Las mismas demostraciones acerca del trabajo y valor de la humanidad a través de la lucha, la batalla, el logro de haber sido nosotros quienes lo han alcanzado.

La principal novedad está en las nuevas formas que son capaces de adoptar el Hamon, en la sección previa poco vimos más aparte del reforzar o manipular algún elemento. Ahora esa transformación del elemento se ve potenciada, o el asumir formas más abstractas como burbujas; de igual forma los enemigos tienen sus extravagantes habilidades sean tornados, sangre hervida o espadas. En acorde, las batallas se han refinado, descifrar al enemigo e idear una estrategia acorde se vuelve una constante desde esta parte (no en vano, ya empiezan a notarse las primeras señales detrás de los Stands).

Con tan poderosas habilidades el ingenio es quien marca la diferencia, presente en ambos lados de la batalla, que sumado al orgullo y esfuerzo, son quienes terminarán de inclinar la balanza. También hay una herencia directa de responsabilidades y devoción, justamente, de otro Zeppeli.
La primera vez que vi la muerte de Caesar no me la creí, daba por seguro que en cualquier momento regresaría debido a “excusa”. Cuando tal revelación ya la daba por incoherente debido a la demora de los tiempos, fue ahí finalmente acepte el hecho. Viéndole pensaba que sólo era otro personaje y más concretamente, sólo el “aliado”, sin embargo, después de muerto, se puede vislumbrar la auténtica tragedia de su historia, el último de todo un clan, quien hereda la voluntad del padre porque es su deber consigo mismo y con él, y que frente a la rabia de la derrota e impotencia del fracaso es capaz de mantenerse cuerdo para obrar a favor del futuro.

Caesar es el representante temático por excelencia de esta parte, no es como si Joseph careciera lo necesario, al contrario, asume la responsabilidad confiada por su amigo, manteniendo un compromiso implacable, nunca dio brazo a torcer. Sólo que la figura de Zeppeli es tan eclipsante que resulta difícil no tenerle una genuina admiración.

Tanto Jonathan como Joseph podían haberse visto cegados por la venganza, sin embargo, en el desarrollo de ambas partes se da constancia que el motor de su lucha no serán las ansias de cobrar la retribución por mano propia, sino el responsabilizarse por los problemas que les competen, asumir el deber impuesto por el destino. En ese sentido, Joseph (y en general la descendencia Joestar) no se diferencia de su patriarca, siempre asumiendo las consecuencias que acarrean sus actos.
Kars no contaba con la obstinación humana, que puede superar todo tipo de rencores con tal de llegar al bien común, ni con la terquedad del hombre, de no aceptar la aparentemente obvia derrota, en resumen, en menospreciar a la humanidad.

Otra de las particularidades es la perspectiva como cierre considerándole como secuela directa, con una corta descripción de que fue de las vidas de los personajes de la anterior y presente parte, una sentida despedida y melancólico tono para dar con un cierre más conciso y emotivo. Una aventura corta pero inolvidable.

El manga de Battle Tendency es reconocido por la mejora de Araki en el dibujo, se nota las lecciones aprendidas de Phantom Blood. Sigue con la majestuosidad de cuerpos musculosos, ahora muchísimo más desatado gracias a la existencia de los Hombres del Pilar. Grandes, poderosos, intimidantes y con una gran cantidad de poses, con obvias reminiscencias mesoamericanas. Jopseh ni Caesar se quedan atrás, no tan voluminosos a nivel físico, pero envidiables en comparativa humana, también la guapa e imponente Lisa Lisa.
El diseño de personajes es de Takako Shimizu, también encargado de Phantom Blood. En ambas partes aplico el mismo enfoque, capturar esa aura del manga sin darle demasiados detalles, de lo contrario sería imposible animar. Hizo un buen trabajo, aun no siendo los semidioses tallados en mármol romanos, el resto de producción se encargaría de sacarle el mayor provecho.

En la primera parte me faltó mencionar que está primera temporada tiene doble acreditación de dirección, el ya hablado Naokatsu Tsuda y Kenichi Suzuki. No he visto la mayoría de obras donde cada quien está acreditado como director por lo que no puedo hacerme una idea u opinión sobre su estilo visual y así dictar quien se responsabilizó de cada parte, me referiré a ambos como si fuesen la misma persona, algo no tan inválido considerando el grado de acoplamiento alcanzado.

Battle Tendecy recibe el mismo método de expresión visual que Phantom Blood. Beneficiado por la mayor bizarridad capaz de facilitarle nuevos medios de demostración, traduciéndose en algo más espectacular y exagerado durante los momentos clave. Sin olvidarnos de las paletas de colores capaces de agregarle una capa más de epicidad a cada batalla.
Gran capacidad de decisión para distinguir cuándo deben exhibir el músculo técnico para encandilar a la audiencia, el momento de pasar de imagen estática a animación hecha y derecha, reconocer cuál es la paleta de colores apropiada y hasta decidir como el montaje se apoyará en la música. Un trabajo que aún estaría un escalón debajo de la refinación absoluta, pese a que no deja de ser innegablemente sólido.

Y hablando de música, ya es hora de escribir sobre una de las mejores bandas sonoras de la década. La saga afortunadamente cuenta con un excelente repertorio de canciones, adecuado no sólo por el hecho de servir a la obra y todo eso, va acorde al gran sentido musical que tiene nuestro Dios Araki. ¿No piensan que sería injusto que la adaptación de su playlist tuviera irónicamente una olvidable música? David Production sabe que sería una profanación, no escatima en conseguir los mejores compositores.

Nadie más que el mismo Taku Iwasaki podría lograr una música tan memorable, en Phantom Blood teníamos tracks serios, de suspenso, victorianos (confió en que sea un adjetivo válido (entienden a qué me refiero)). Ahora en esta aventura mundial se codean tonos mesoamericanos, alemanes, italianos, estadounidenses, mezclados entre sí como se le viene en gana. Escucharlos por separado genera casi la misma emoción que durante la serie.
El ya legendario YAYAYAYA, la mezcla de la conexión entre Joseph y Jonathan, la despedida natal a Caesar, la propaganda Stroheim junto a un montón de tracks imprescindibles. Igualmente es inolvidable "Bloody Stream" usualmente en las primeras posiciones sobre los tops de OPs de la saga, y tiene todos los méritos para merecerlo. Roundabout continua siendo el Ending, igual de magnífico que en Phantom Blood. Otro todopoderoso conjunto, que le da a la obra el punto final necesario para una inquebrantable identidad.

A todos les gusta Battle Tendency. No innovará en nada, pero todo lo hace bien y con tanta dedicación, esmero, cuidado, que poco queda para replicarle. Por sí misma es inolvidable y en conjunto es crucial, tal vez se echa en falta más de riesgo y ansías de innovar, sin embargo, antes de cambiarse a sí misma necesita unos cuántos golpes más en la forja, le falta poco para ser material de la más alta calidad. Algo así como una cruzada épica en una tierra más allá de las estrellas.
Un poco de Yare Yare Daze.

8/10

3 Comentarios

Peengler ha dicho que…
Hola!
mientras leía siempre me decía "aquí todos son puro músculos" ajajaja ya no se en que pensar ._.! aunque admito que tiene sus partes interesantes como lo nazi, voy a ver el primer capitulo si me llama la atención entonces lo veré completo :)
Jubei Kibagami ha dicho que…
Durante un tiempo había pensado en hacer una reseña de la segunda parte porque me gustan mucho los personajes principales y varios de sus enfrentamientos con los Hombres del Pilar, pero ya me has ahorrado el trabajo con esta estupenda reseña. Me quedo con lo de Battle Tendency reinventa, pero no inventa porque ese es su mérito.

Un saludo
Napo Jefferson ha dicho que…
Gracias por leer!
Estoy esperando tu texto de Stardust Crusaders, me interesa saber cuáles son tus pensamientos acerca de esta parte, especialmente porque es mi preferida después de la VII y considerando que probablemente mi reseña de la misma la comenzaré a finales de abril.

Estaré expectante.