RESEÑA NANATSU NO TAIZAI TERCERA TEMPORADA

Ser reseñador occidental tiene varias desventajas, no son pocas las veces en que la mayoría ha pensado en tremendos reportajes o crónicas que desgraciadamente, sólo podrán ser posibles escribirlas estando sobre el terreno. Desentrañar cuál es la auténtica historia detrás de la producción de Nanatsu no Taizai es un tema tan atractivo que seguramente, con el tiempo, alguien lo terminará escribiendo. Obviamente no seré yo, por lo tanto, pido al lector no esperar en esta reseña una difamación contra Deen, me referiré a ello pero sólo lo necesario, no en vano, seguramente quienes más sufrieron fueron los animadores.

Como mencione al comienzo de la reseña de las 2 anteriores temporadas, Nanatsu había logrado hacerse un lugar entre los Shonen más famosos de la actualidad. Aunque la segunda temporada le considero un traspié, seguía manteniendo la tremenda base: Tener un ritmo cuidado, de revelaciones a su tiempo y dedicar esfuerzo a construir un auténtico mundo, se aceleraron las cosas pero en miras de presentar todos los elementos necesarios para ya dedicarse plenamente a la historia. Y luego llega la tercera temporada.

No entiendo cómo pasa lo que pasa, estructurada con dos mitades, la primera siendo un conjunto de flashbacks y la segunda una historia todavía más acelerada apoyada en lo mostrado durante la primera mitad. Acarrea varios inconvenientes que abordaré de a uno.

El flashback es un recurso peligroso, el cómo se utiliza puede cambiar completamente una historia, es capaz de potenciarla para dirigirla a un emocionante clímax o enterrarla en su incompetencia. Creía que Nanatsu tenía claro como el misterio era de sus fortalezas, hasta que el autor finalmente no supo cómo abordar aquello rumoreado desde el comienzo, la famosa antigua guerra entre todos los clanes. Necesitaba de esos elementos y revelaciones para avanzar, por lo que decide usar el flashback para deshacerse con un plumazo de todos los inconvenientes.

El problema no es utilizarlo sino la poca conexión que implica, si bien los involucrados acarrean cierto peligro a nivel narrativo, auténticamente sabemos que su seguridad está garantizada de antemano, el factor decisivo deberá ser aquello que nos muestra. Hay giros e inesperadas revelaciones sobre personajes que acabamos de conocer, realizadas sin nada de atractivo, suspenso u emoción, las mayores bombas de información sin haber preparado auténticamente el terreno, dejando que su peso caiga sin impacto. Todavía peor es utilizarlo para resolver otros problemas más allá del lore, como las relaciones entre personajes, no darles un empujón sino juntarlos porque ya estaba demorando.

Y todavía nos queda otro flashback, siendo más gratuito porque sucede por obra y gracia. Es carente de interés y pocos momentos de validación tiene en el resto de la temporada, su adquirida dimensionalidad espera ser ratificada.

Teniendo dos flashback donde el único objetivo era destripar sin encanto los secretos que tanto había estado esperando el fanático, con sugerencias a ideas temáticas cíclicas aún no cuajadas, siendo, momentáneamente, destellos de pereza en diseño de personajes, continuando con el momento más esperado, volcarnos completamente en la auténtica historia.

La famosa nueva guerra santa está densamente arraigada a los hechos de la última, razones y personajes involucrados. Lamentablemente varios son los que hemos conocido durante los flashbacks, de hecho, los que previamente habíamos conocido en el transcurso de las 2 anteriores temporadas tiene participaciones menores como si no supiera donde ponerlos, otra consecuencia de crear un mundo poblado sin saber para qué utilizarlo, los nuevos ocupan las primeras filas y no podría darnos más igual, les hemos conocido hace poco, si viven o no, lo que hagan o infieran poco importa.

Pero esta renegación no sólo pertenece a los secundarios, los sucesos con los principales giran alrededor del dúo protagónico que también cuenta con su propia esperada revelación y desembocan en los actos esperados, cada uno incoherente y conveniente. Agregándole más trasfondos realizados con prisas, poca dedicación para dotar trascendencia al conflicto principal y comprendemos como hasta los fanáticos más acérrimos ya carecían de expectativa.

Los personajes se han desdibujado de aquellas impresiones iniciales, ciertamente se les ha ido explorando para dotarle de más versatilidad a sus carcazas, ello no es extrínseco a la conservación de aquel afecto que sentíamos. De los 7 ninguno me es rescatable, sus arcos narrativos han sido desviados constantemente, su mera existencia vale como halago.

Y los villanos también se vieron afectados, si carecía con urgencia de alguien antagónico para representar una auténtica amenaza está claro que las nuevas caricaturas a quien se les asignó el rol de obstáculos, no van a ser capaces de llenar los zapatos. Sean los nuevos o antiguos, ninguno impregna nada en la atención ni memoria. El mundo tan poblado, ha quedado, de repente, vacío.

Las temáticas principales de redención y amistad no serían la excepción a quedarse rezagadas. La segunda no conviene ser tratada a causa de lo que está aconteciendo (si tiene un momento para volver a primera línea será en una próxima temporada), la redención no ha alcanzado puerto en ninguno, por el contrario, se les ha perdonado y dado la auto validación para que ellos mismos no tuvieran que haber crecido para alcanzar ese punto.

¿Y las que tenían los otros personajes? ¿Diane y King con el sentido del deber? ¿La identidad de Gowther? Claro, alcanzaron su lugar, sin que ninguno se haya esforzado, créditos para el mágico flashback. Las nuevas temáticas de Elizabeth y Meliodas corresponden al amor o destino, que no me adentraré porque otros ya lo están haciendo muy decentemente, basta con decir como son contraproducentes a los mensajes que intentan transmitir.

Sistema de poderes ya en ridículo, sigue sin morirse nadie de interés porque es algo que el programa no quiere aceptar, con líneas secundarias que no llevan a ninguna parte. En cambio se estorban mutuamente mientras se solapan en búsqueda de atención.

En este punto es irreconocible aquel programa que había halagado en la anterior reseña, de inconvenientes pero con fortalezas, este engendro de sólo errores es un fantasma que ya no puedo apreciar. Todo lo que hacía bien fue destrozado completa y sistemáticamente. Antes de que se me olvide, la película es intrascendente, exhibe todo lo que hace mal la serie y casi fue una advertencia de lo que vendría siendo esta temporada. A lo mejor A1 ya nos advertía del futuro oscuro que se avecinaba.

Ya que estamos mencionando a A1 es momento del gran elefante blanco. Nadie sabe cómo fue que terminó en Studio Deen, se rumorea una inconformidad de A1 con la exigua taquilla de la película llevando a los productores a decidir trasladarla a otro estudio, siendo Deen el seleccionado.

El estudio no determina tajantemente la calidad de una obra, esta es una industria grande, cada estudio maneja varias producciones por temporada, Deen tenía a Nanatsu y Chuubyou Gekihatsu. Quién sabe cómo termino de manejarse la producción, sólo podemos decir con toda seguridad que fue acelerada y sobre el tiempo a más no poder. Casi podríamos considerar milagroso el que haya logrado transmitirse completamente.

Desde el primer capítulo ya había poco detalle, personajes acartonados, y hasta los movimientos de la boca (siquiera abrirla) estaban omitidos, todo fue escalando y finalmente toco techo en mitad de temporada. Un descalabro ya calificable como histórico, así que dejémoslo en este punto.

Usualmente el director del anime de temporada encargado de adaptaciones no tiene tanto control, sólo puede esforzarse en hacer lo mejor con los elementos que contará a su disposición. Alguien tan experimentado como Susumu Nishizawa se esforzó, la serie está bien planteada a nivel visual, el problema de haber sacado algo decente y a la altura de las expectativas a partir del material que disponía es un logro que dudo alguien hubiera sido capaz de alcanzar.

Obviamente Susumu no supero lo imposible, seguramente si llegará a rehacerse con el mismo storyboard sería otro cantar. Más no puede hablarse sobre supuestos, lo hecho, hecho está. Ninguno de los 2 OPs y EDs es memorable y en vez de la ilusión de movimiento hubiera preferido pura imagen del manga con alguna canción, al mejor estilo de Fairy Tail (caímos al punto que lo estoy utilizando de manera positiva).

El diseño de los nuevos personajes no es recordable, en absoluto, con el pasar de los capítulos los fondos se vuelven más desdibujados y carentes de identidad. Si hay algo de la producción que deba ser exaltado y celebrado es el encargado de la paleta de colores, necesita un aumento, es quién logro que la experiencia no alcanzará niveles infrahumanos. También el equipo de sonido y Kohta Yamamoto en la música, dando la nota sin importar lo desolador de sus alrededores.

La tercera temporada de Nanatsu ha sido una de las caídas más brutales que recuerdo haber visto, no se le debe echar la culpa sólo a la animación, sólo era el último clavo al ataúd. La película ya sólo era una perezosa excusa en búsqueda de taquilla fácil, el desvinculamiento de A1 fue advertencia (ese estudio podrá ser varias cosas pero si ven una oportunidad no dudará en tomarla) y la caída en el material fuente dieron forma a la caja pandora.

Pero esto sigue siendo una industria, si algo da dinero se le dará la atención que merece. La cuarta temporada ha sido anunciada, y no veo forma de salvar algo que ha sido roto a este nivel. La esencia de los pecados se encontraba en su misterio e interacción, no queda de eso, no queda nada, podrá tener la mejor animación de la historia pero es que ahí no radicaba su atractivo, nunca fue sólo espectáculo, es más nunca fue un buen espectáculo. Nos quedábamos para saber qué pasaría, estar junto al avanzar del grupo. Ya no quiero esas respuestas a aquellas preguntas, me bajo de la cruzada, con ninguna intención de reseñar las próximas temporadas.

Cayó víctima de sus pecados.

2/7