En meses pasados, una de las cadenas nacionales comenzó una franja de
anime por las mañanas en los fines de semana. La cadena en sí misma no es muy
grande, las jugosas licencias actuales están completamente fuera de su liga,
adoptaron el enfoque de apelar a los eternos clásicos en Latinoamérica: Dragon
Ball, Saint Seiya y Sailor Moon. No tengo datos sobre el rating, más puedo dar
testimonio de como todos los sábados (desde su estreno) han sido tendencia.
Y no es misterio, especialmente para el tercero, Sailor Moon ostenta el
récord de ser el anime con más doblajes, infiriendo que ha sido el más
retransmitido desde su estreno (para la sorpresa de quienes sospechaban por
Dragon Ball). No “inventó” el Magical Girl (más adelante profundizaré) pero si
se convirtió, y continúa siendo, el ejemplo más famoso. Me aventuro a afirmar
que Sailor Moon es el personaje femenino más reconocido de la industria, no sólo por
la primera adaptación, su vigencia ha continuado gracias al remake de 2012
(Crystal) que aún tiene material en camino (película para 2021) y la continua
reedición del manga.
Con tanto recorrido e impacto fácilmente se espera que sea una de las
obras más analizadas desde cada ángulo, y casi lo es, especialmente para las
temáticas referentes a la identidad sexual o sobre el empoderamiento femenino.
Excepto que no me he encontrado ninguna que aborde o pretenda englobar cada
aspecto que conforma la serie enmarcado a lo referente del mensaje principal
(en un mismo escrito). Alineado con mi cariño por la misma y el estilo de mis
escritos, me he convencido de dedicarle este reportaje. No es una reseña (no
encontrarás una nota al final) ni tampoco le calificaría como crítica (no
sopeso fundamentalmente cada una de sus partes), le llamaría una introspección
sobre cada elemento en general, sin llegar a interiorizar completamente en
ninguno, la idea del todo más no la consolidación sobre alguna de sus partes.
He visto la serie completamente una vez, actualmente la estoy repitiendo
gracias a la cortesía del canal nacional, no tengo recuerdos de mi infancia
ligados (fui de Winx y YuGiOh), y tampoco es de mis “máximas” del género, prefiero
Princess Tutu, Madoka Magica, Sakura Card Captor o Ojamajo Doremi. Eso no quita
ni disminuye mi respeto y consideración por lo que es, y que me esforzaré en
explicar. Sin más, adentrémonos en la epopeya de las guerreras prometidas.
Históricamente se le atribuye a Sally The Witch (1966) como la pionera
del género, inspirada en el sitcom americano de Bewitched, su éxito abrió las
puertas a obras que tomarían sus elementos más característicos y profundizarían
en alguna vertiente, Mahotsukai Chappy (1972) y Majokko Megu-chan (1974) se
enfocarían en la amistad femenina y la resolución de problemas de ingeniosas
maneras, Minky Momo (1982) y Creamy Mami (1983) incluían la transformación a
una versión adulta de las protagonistas, hasta que en 1992, Sailor Moon
revitalizaría el género y se convertiría en el emblema por casi dos décadas,
hasta Madoka Magica en 2011.
Cabe aclarar que no soy ningún experto en Magical Girl, la anterior es
una generalización para efectos prácticos. Recomiendo el siguiente material
para informarse apropiadamente, sobre todo, realizo una invitación a ver las
series pioneras, usualmente los fanáticos nos pasan de la oleada de nuevos
estrenos y no se debería ignorar el pasado, especialmente si eres amante del
medio.
Naoko Takeuchi es la escritora del manga, su obra más famosa (y de la
que ha estado sobreviviendo hasta la fecha (en cierto modo comparte eso con su
esposo)). Con la vocación de mangaka desde que era una niña, varias de las
experiencias de su infancia y adolescencia le sirvieron como posteriores
referencias, sacerdotisa de un templo o ser miembro del club de manga y
astronomía. La idea de Sailor Moon comienza a gestarse durante la serialización
de “The Cherry Project”, quería enfrentar a chicas guerreras contra seres
espaciales, posteriormente, el editor le aconsejo ponerla en trajes de
“marinera” (el tradicional uniforme escolar femenino japonés), trabajo las
ideas y las escribió en “Codename: Sailor V”. Su enorme acogida le consiguió
una serialización donde serían agregadas las otras 4 heroínas, cambio la
protagonista y empezó a publicarla en 1991, convirtiéndose en la obra que ya
conocemos, a la vez continuaba la corta serialización de Sailor V, que sería una
precuela enfocada en Sailor Venus.
En este reportaje sólo abordaré el anime, tampoco quiero meter las manos
al fuego para afirmar inequívocamente los motivos detrás de su popularidad,
sólo partimos de que fue un rotundo éxito. Quiero explicar decenas de aspectos
en la serie, sin contenerme, por lo tanto, alerta de Spoilers. Una última cosa,
utilizaré los nombres en Latino, ambas veces la he visto doblada, lo tengo tan
interiorizado que si usará los nombres japoneses alguno en español se me
terminará escapando, prefiero mantenerlos a todos dentro de la misma categoría.
La historia es sobre Serena Tsukino, una chica de 13 años que se
convierte en Sailor Moon, una heroína planetaria encargada de proteger a la
tierra contra las amenazas de las fuerzas del mal. No estará sola, se irán
uniendo nuevas amigas que conformarán el grupo de las “Sailor”. Esta es la
sinopsis tradicional, y encaja perfectamente con la primera temporada, pero analizando
la serie en perspectiva difiero en un aspecto, “es sobre”. Sailor Moon no es
únicamente la historia de Serena Tsukino, y contrario a lo que podría ser obvio,
tampoco me refiero a sus amigas. Sailor Moon es la historia de Serena Tsukino y
su hija, Rini, Sailor Chibi Moon.
Dividida en 5 temporadas: Sailor Moon, R, S, Super S y Stars. Serena es
protagonista de la original y Stars, Chibi Moon de Super S, ambas son
coprotagonistas en R y S. ¿Por qué esta afirmación? Lo explicaré en el abordaje
de las respectivas temporadas.
En principio, la primera temporada iba a ser toda la serie, fue durante
el final de la producción que los editores le preguntaron a Takeuchi si podría
continuar, a lo que respondió afirmativamente, dejando su cierre abierto a
posibilidades a través de futuras secuelas. Eso explica el porqué es tan
compacta siendo sólo un “comienzo”, incluyendo introducción, desarrollo y desenlace, y uno
demasiado dramático para ser una serie con continuación segura.
Con 46 capítulos, los primeros 7 episodios se centran en Serena, en el
capítulo 8 presentan a Amy, en el 10 a Rei, 25 a Lita y en el 33 Mina; entre presentación
a presentación se van conociendo la personalidad de cada una conforme se
formalizan sus relaciones, cómo se comportan, qué cosas les gusta, de qué
formas se puede compenetrar tanto como equipo y amigas. Cuando están recién
conocidas son un grupo reunido por causas mayores, es en la convivencia donde
construyen auténticos lazos, concretan perspectivas y así, nace la amistad.
Serena es con quien comenzamos y con quien finalizaremos, es la única
que tiene un objetivo concreto de donde analizar la fortaleza de su desarrollo,
desde el comienzo Luna le asigna una misión “Convertirse en una guerrera”, una
vez ocurre la revelación acerca de su verdadera identidad la meta se expande
“Convertirse en una líder guerrera”. Y no lo tiene sencillo…
Autodescrita como una chica torpe y llorona, en los primeros episodios
le hace justicia a su descripción, tiene complicadas peleas contra los enviados
del mal y terminamos coincidiendo con luna sobre cómo no podía haber escogido
peor elegida. Sin embargo, conforme al pasar de los capítulos va adquiriendo
seguridad y motivación, conocer y afianzar los lazos con sus nuevas compañeras
le brindan más motivaciones para luchar (ya dejando de lamentar su destino)
hasta que finalmente el rescatar a su mundo, a sus amigas y a su amado son los
últimos clavos para ultimar su desarrollo. Eso sí, considero que la primera
temporada únicamente cumple con el primer objetivo: “Convertirse en una
guerrera”; si bien aprende la lección sobre la importancia de confiar en sus compañeras,
las habilidades como líder las irá puliendo con el pasar de las temporadas
hasta que en Stars veremos su forma final.
Durante tal crecimiento, ganó nuevas cualidades y afianzo propias, lo
que tampoco implica la desaparición de los defectos, en general, sigue
desatendiendo a los estudios, es despistada, perezosa, comelona, y por supuesto,
torpe y llorona, sin que ninguna termine incapacitando su desempeño como
heroína de la justicia. Es el personaje más caracterizado de toda la obra, en
el transcurrir de los episodios el cómo enfrenta y formaliza sus ideales, la
dejan varios escalones de desarrollo encima de sus compañeras.
Pero ello no implica una mediocre caracterización o interacción en el
resto del grupo, al contrario, es de los más compenetrados que he visto del
medio. Si juntas en una situación a cualquier combinación, gusta y funciona, no
quiero decir que sea una obligatoria característica de los buenos equipos el
ser “conmutables” pero si existe es porque hay poderosos lazos en sus
integrantes. Las interacciones garantizarían ser únicas gracias al grado de
definición en la personalidad de cada una.
Cada integrante tiene características y actitudes diametralmente
diferentes de las demás. Al comienzo pueden presentarse como meras actitudes
superficiales para definirlas al “completo”, tómese el caso de Amy quién la
conocemos como una chica muy inteligente, entonces podrá parecer sólo el
arquetipo de “La genio, sólo dedicada a los estudios”, y tiene razón, es muy
brillante gracias al esfuerzo que le dedica a los estudios, a excepción del
“sólo”, en el pasar del tiempo junto a Serena va desvelando preocupaciones e
intereses: La justicia, naturaleza, compras, y hasta tiene cierto
enamoramiento. Metas como cirujana o casarse, sin que ninguna impida a la otra,
evitando que se defina sólo con un par de características; es lo que habilita
el creerla como personaje, por sí misma y dentro del grupo.
Rei es temperamental, correspondiendo a la pasión del planeta rojo, es
“lanzada” con sus amores, temores y metas, no demora en responder ante la
amenaza de los enemigos, supera los miedos con tal de proteger a quienes
quiere, puede ser una líder en otras instancias, y si le dan la oportunidad,
hasta cantará encima de un escenario. Su personalidad es el extremo opuesto de
Serena, la razón para las constantes peleas, el motivo por el que son mejores
amigas.
Lita es una chica alta y muy fuerte físicamente, hábil en los deportes,
con vocación de justiciera, e inmensamente enamoradiza, además de tener gusto y
habilidad en la cocina. De una vez declaro que es mi Sailor preferida, nada
como las mujeres altas. Puede no ser “brillante”, pero siempre contarán con su
apoyo, en perseverancia y fuerza.
Por último, Mina es la muchacha más independiente, tiene más
experiencias como heroína y en su vida personal, lo que le brinda seguridad en
el cómo actuar, eso sí, tampoco califica de hermana mayor o mentora; es
exactamente similar a las otras chicas en cuánto a las dudas típicas de la
juventud: Cuáles deberían ser las cosas a qué dedicarse o intereses amorosos. Es
atlética, chismosa aunque confiable, se emociona fácilmente y obstinada una vez
se fija en una idea.
Este variopinto grupo se reunió por el mismo llamado a protección de la
tierra, derrotar a los enviados del “Reino Oscuro”, los antagonistas que
pretenden encontrar el “Cristal de plata” y así lograr extender su poder hasta
la tierra. Tras la revelación sobre las identidades de cada chica, con Serena siendo
la reencarnación de la princesa, el deber cobra un matiz como “súbditas” hacia
la familia real, aunque está vertiente nunca se antepone a la consideración
desde la amistad, en otras palabras, protegerla más que por ser su Reina es por
ser su amiga.
A lo largo de las otras temporadas, el grupo de amigas pese a que no
cuenta con una demarcada evolución, si tienen cambios, Rei le baja un poco a
las reacciones tan temperamentales y es más comprensiva, Amy aprende que
también es divertido relacionarse con los demás, Lita enfrenta sus problemas de
autoestima y Mina va cerrando las heridas del pasado. En comparación con
Serena, ninguna tiene un desarrollo tan demarcado, ni en esta ni en alguna de
las próximas temporadas, irán afinando ciertos detalles de personalidad,
actitudes y relaciones personales, más no son diametralmente diferentes entre
el cómo comienzan y en quién terminan, por eso, no las considero al mismo nivel
de protagonismo de Sailor Moon.
El Reino Oscuro está comandado por la Reina Beryl, que actúa en acción
para revivir y luego estar bajo el mandato de “Metalia”, una entidad que provee
energía maligna. La jerarquía en sí misma es de 3 niveles, como es común en
obras del género (apartando a Metalia porque no tiene participación física
directa): Beryl > Comandantes > Esbirros. Los Comandantes también son
llamados los “4 Reyes Celestiales”: Jadeite, Nephrite, Zoisite y Malachite,
cada uno puede invocar (a su manera) un esbirro que será quien enfrentará a las
Sailor en combate. La estructura serial se compone de estos enfrentamientos
contra entidades individuales.
Poco hay que destacar de los esbirros, son sólo seres antropomórficos,
aún si están basados en algún objeto o animal, que atacan a las Sailor, no
exhiben inteligencia, meramente ejecutan esa orden y reaccionar acorde al instinto. Cada uno cuenta con habilidades características del entorno de donde surgieron
(por ejemplo, un monstruo balón rebotaría), los diseños están directamente
vinculados a ese origen y a veces pueden ser bastante ridículos (aunque para los
peores extremos debemos esperar un par más de temporadas).
Los reyes celestiales tienen una relación complicada, pese a pertenecer al
mismo bando, no dudan en sabotearse o anteponerse unos contra otros con tal de
obtener el favor de la reina Beryl o en el caso de Zoycite, el interés de
Kunzite. Aunque tienen poco tiempo en comparación a los esbirros, los momentos
que les incluyen van demarcando una evolución (para algunos).
El primero en orden de aparición es Jedite, comandante serio y dedicado
sólo a la tarea de recuperar el cristal lunar, no tiene desarrollo más allá de
una creciente desesperación por acarrear contantes fallos, hasta colmar la
paciencia de la reina Beryl. Le condena a vagar eternamente en otra dimensión
encerrado en un bloque de hielo.
El enfoque de Nephrite es más personal, tanto en la recolección de
energía como en el decidir las formas en cómo se enfrentará a las Sailor. Igual
de serio y decidido, la estrategia que adoptó termina afectándole
inesperadamente por los sentimientos que empiezan a surgir entre él y a quién
elige para acercarse a las Guerreras, Molly. En ese devenir de malentender los
motivos detrás de la energía que detectaba, los sentimientos de ella y el
mismo, termina siendo superado por esa asimilación de nuevas experiencias,
sacrificándose con tal de que Molly pueda vivir.
Aprovechando la mención a Nephrite daré mi postura respecto a este
asunto de una vez, la “pedofilia” en Sailor Moon. Serena nunca es mayor de edad
en la serie, comienza con 14 años y al terminar tiene 16, en ese transcurso de
tiempo sostuvo una relación sentimental con Darien de 18 años, ese suele ser el
principal argumento de quienes apelan a la “promoción pedófila”, sin embargo,
más allá de esta relación (que nunca es abusiva o forzada), sólo pueden
apoyarse en las historias de los personajes secundarios que tampoco son exclusivamente
concretas, el mismo Nephrite se sacrifica antes de siquiera contemplar la
posibilidad de pensar en una relación, ¿Y en el caso de Molly? Si,
efectivamente se enamora de alguien mayor, algo que no es ni mucho menos
extraño, y reiterando, nunca pasa de eso, ser un flechazo. A lo largo de la
obra volvemos varias veces a este tipo de relaciones y siempre se mantiene en
la misma tónica, la mera fantasía tan común del Shoujo.
En el actuar de Nephrite varias veces era burlado por Zoycite y Malachite,
los últimos comandantes del Reino Oscuro, que además son amantes, constituyendo
otra de sus principales polémicas, una relación abiertamente homosexual. Para
evitar inconvenientes, en la mayoría de doblajes, la voz de Zoycite fue
femenina, que junto a su aspecto andrógino no se presta a dudar su género.
Si bien ambos tienen lealtad hacia el Reino Oscuro, lo que incluye a la
Reina Beryl, en el pasar de enfrentamientos, Zoycite desatiende órdenes
directas en favor de sus intereses personales, mientras que Malachite tiene
dedicación ciega por la reina. No importaba como se desarrollará, la situación
era eventualmente insostenible, aún con dedicación y esfuerzo, Zoycite no pudo
lograr su objetivo, muere por la reina Beryl, cayendo en los brazos de
Malachite.
Malachite es la conjunción de los otros 4 en cuánto a los adjetivos del
desempeño como comandantes del Reino Oscuro, de base era implacable, y el grado
de compromiso aumenta por la derrota continua de sus compañeros. Es quien más
cerca estuvo de derrotar a las Sailor, hasta que el plan tiene un inesperado
resultado y su papel como antesala termina diluyéndose, muere pensando en
Zoycite.
La Reina Beryl siempre se mantuvo en la misma línea, aniquilar a las
Sailor Moon para los planes de Metalia, lo único nuevo que le conocemos es el
interés por Darien, a quién le manipula los recuerdos para tenerlo bajo su
merced como “Tuxedo Mask Black”. Irónico que sean sus subordinados quienes
terminarán acaparando el recuerdo por sus inesperados compases dramáticos a lo
largo de su desarrollo. En conjunto, el Reino Oscuro no tiene una demostración
explicita de cada cuál respecto al tema de la obra, más si tiene varios
ejemplos, como el amor vigente entre Zoycite y Malachite, Nephrite enfrenado
sus nuevos sentimientos y hasta los sentimientos de la Reina Beryl; logrando
que como antagonistas no desapunten ni a nivel particular o general.
Los aliados de las Sailor son los guardianes de la Luna y Toxedo Mask.
Los guardianes son Luna y Artemis, dos gatos que viven junto a Serena y Mina
(respectivamente), cada uno es protagonista de alguna que otra historia,
principalmente cumplen como apoyo para la comunicación entre integrantes o ser
mentores respecto a una que otra cosa a mejorar. Con el transcurso de las
temporadas, si bien son más cercanos y especialmente obvios los sentimientos de
Artemis, nunca la relación se llega a concretar más allá de la insinuación de
como próximamente estarán juntos. Siempre mantendrán el rol de “cuidadores”,
estarán atentos por las guerreras y brindando consejo en el momento adecuado.
Toxedo Mask, el ultra misterioso héroe enmascarado. Desde el primer
capítulo hace aparición, con una rosa avisa de su presencia, a veces partiendo
cuerdas, otras desenmarañando trampas y hasta rompiendo armas, rematando con un
par de frases con la cursilería más intensa que has escuchado, gracias a él, las
chicas escapan del aprieto, finalizando con el movimiento final de Serena.
Es curioso como pese a que su identidad es sabida por todos después de
la primera temporada, el alias no es olvidado ni cae en desuso, sigue
regresando en esos precisos instantes, aunque ya sin todo el trato misterioso
por parte de todas las Sailor, eso sí, Serena siempre lo verá con ojos más
enamorados que de costumbre (ya lo decía Bigotes, a las mujeres les gusta los
hombres con traje).
Detrás del antifaz de Toxedo Mask está Darien, un muchacho de 18 años que estudia en la universidad, en la primera temporada aprende cuál es su verdadera identidad casi a la par de las Sailor, con la particularidad que no hubo ningún mentor para guiarle, fue a punta de sus esfuerzos y deducciones. En esa continua dedicación fue cambiando de quien era a quien es, de los primeros y divertidos malentendidos con Serena va cambiando a ser el atento y cariñoso novio, el valiente soldado Endimión que protege a su futura esposa y a la tierra. En cierta forma, el estado de su relación junto a Serena nunca más cambiaría tanto, aún quedan otras dimensiones que consolidarse, pero se desarrollan junto a la otra princesa.
En la mención al actuar de Toxedo ya se desvela cuál es el transcurrir
de la obra respecto a su naturaleza episódica. Generalmente tenemos una
“situación cotidiana”, salida de compras, ir juntas a patinar, o sencillamente
quedar en una cafetería, aparece el villano que está de alguna manera
involucrado con esa actividad, invoca al esbirro, las chicas se encuentran en
problemas, aparece Toxedo, manda una rosa, Sailor hace su movimiento. Por
supuesto que es una generalización, de hecho, al estar viendo la serie por
segunda vez pensaba que dominarían los momentos de “Toxedo al rescate”, en
cambio hay más ocasiones en que son las mismas chicas quienes cumplen ese papel
y en otras oportunidades, un giro del destino les ayuda. De todas formas, es
innegable que hay una formula muy clara, presente no sólo en la primera
temporada, sino en toda la serie, depende de cada quien que tanta paciencia le
tenga.
Porque las peleas no son barullo de creatividad en nivel narrativo ni
visual, cada chica pese a tener un planeta característico, su capacidad de
lucha se reduce a meramente un movimiento: Burbujas de Mercurio, Fuego de
Marte, Rayo fulminante de Venus, Trueno de Júpiter y Tiara Lunar. Estos
movimientos especiales no se mantienen a lo largo de la serie, usualmente al
enfrentar a un nuevo enemigo son “buffadas” dándoles un nuevo power up que
realmente sólo reemplaza al anterior. Aunque luchan en equipo, pocos son los
enfrentamientos donde estén coordinadas o sus poderes tengan apoyo hacia los
movimientos de las otras. El único que puede ser utilizado efectivamente como
Support son las Burbujas de Mercurio, y todavía así, tiene menos frecuencia de
la que cabría esperar.
Los otros 3 poderes son un típico golpe de rayo de poder que solapados
uno con otros terminarán haciendo más daño. La Tiara Lunar es sólo el
antecedente de la curación lunar y sus consecuentes similares, el fin de la
batalla a través de la destrucción del otro o rescatarle en el caso de haber
sido transformado. Serena cuenta con la transformación lunar, que le permite
convertirse en lo que quiera ser, una habilidad muy útil para investigar y
descubrir las cusas detrás de algún problema, una lástima que con el pasar de
las temporadas tal poder sea olvidado. Para rematar, las animaciones de
secuencias de transformación y poder son las mismas. Comprendo porque para
algunos puede llegar ser desgastante, en lo personal, considero la tercera
temporada como el punto más grave de aburrimiento en el cómo suceden estos
enfrentamientos, más si soy capaz de volver a repetir toda la serie se debe por
dos cualidades: Las batallas especiales y la dirección.
Las batallas, en general, no son portentos de la animación, hay varios
Sketches de divertidas reacciones, pero al llegar el intercambio físico, la
reacción-acción prima, junto a la imagen estática con efectos de acción (las
líneas, movimiento de la cámara). Son en los enfrentamientos contra los Comandantes
donde más carne se pone al asador, usando lo mejor del presupuesto para
momentos puntuales de esos momentos puntuales. ¿Así que, si no es la animación,
dónde está el atractivo? Ejem, te responderé con una declaración, considero a
Sailor Moon como una de las mejores (solamente porque no he visto todo el anime
existente) direcciones visuales de la historia.
La serie no tuvo un director constante a lo largo de toda su producción,
de todas formas, quienes fueron seleccionados para el cargo, conservaron y
mejoraron las ideas que Junichi Satou implemento en la primera temporada. Así
es, el mismismo Satou antes de ganarse su legendaria fama, uno de los
directores que más admiro y respeto, en su impresionante repertorio se cuenta a
ARIA, Princess Tutu, Kaleido Star, Ojamajo Doremi, Strange Dawn y hasta una
temporada de Slayers. Ha dirigido 4 de mis series top 25, y viendo en
perspectiva su recorrido, Sailor Moon era muestra temprana de sus cualidades.
La serie no cuenta con una gran animación en términos de fluidez o
espectacularidad, el esfuerzo estuvo en que cada encuadre fuera lo más pulido
posible y, simplemente, no tiene comparación. Es absurdo como puedo ir casi a
cualquier minuto de cualquier capítulo (a excepción de las secuencias de
transformación (por su repetición, no por un “desnivel”)) para encontrarme con
una conjunción de colores en una relación personaje-entorno que me quita las
palabras para describirlas, sin pensarlo demasiado me refería a esta
ambientación como “Aesthetic”, y pese haber sido un simple adjetivo que pasaba
por mi mente en ese momento, ahora no se me ocurre una mejor descripción.
Utilizada por la corriente Vaporwave, que tomó fuerza al comienzo de la
década pasada, es un término lejos de ser formal o consensuado, tal como la
música que acompañaba, sirve como conjunción de elementos nostálgicos sin
llegar a auténticamente serlos. Ritmo de elevador mezclado con Jingles que no
invitan al regreso al pasado porque, en realidad, nunca existió. La Tokyo de
Sailor Moon es una ciudad de apariencia cálida pero irreal, o mejor, idealizada
visualmente a extremos imposibles, sus noches azules con variedad de luces que
forman un cuadro posimpresionista, los atardeceres con el sol en la apuesta plasmando
un degrade de naranja, la famosa Torre de Tokyo coronando el horizonte con sus
pequeñas y poderosas bombillas.
Ciertamente todas estas cualidades se muestran más y mejor en esos
instantes prestados al realismo mágico, los extremos del día, e igual no
implica que lugares más cotidianos como la escuela, la cafetería o el templo de
la familia de Rei no estén retratados con dedicación. Cada entorno es único y
tangible, esas líneas difuminadas tan características en varios segmentos del
programa, tiene las necesarias para definir las formas y esencia de esa escena.
Una de las mejores técnicas para darle tangencialidad al escenario es el simple
contacto de los protagonistas con sus alrededores, tan simple como interactuar
con sillas o mesas.
El enfrentamiento acción-reacción no es excepción, cada una de las
imágenes estáticas tiene gran detalle y hermosa composición, los diseños de
personaje de los enemigos que podrán no ser los mejores son compensados a
través del efecto que pueden llegar a tener sus poderes y como contrastan unos
con otros, sumado a los preciosos fondos con los que cuentan, en mi caso, es
suficiente para repetir la serie a gusto, meramente por apreciar toda la
dedicación a cada instante.
Oh, pero no quiero dedicar meramente un solo adjetivo a los fondos,
tremenda injusticia sería. Claro que la variada cantidad de tonalidades daban “misticismos”
a esas atmósferas, sólo que el trabajo de trazado ya existe y resalta, desde
simples callejones con sus casas de lado y lado, hasta admirables entramados
llenos de detalle que podemos pasar por alto, más quedan evidentes una vez se
decide admirarlos. Y no sólo los entornos citadinos, hay varios episodios que
ocurren en medio de la montaña, al lado de lagos, en playas; una considerable
porción de entornos naturales, volviendo todavía más robusto al conjunto. Para
rematar, sólo me estaba refiriendo a la primera temporada, durante las próximas
se mantendría y mejoraría, sobre todo para su segunda, cuarta y quinta
temporada, que llegado el momento serán mencionado.
Y eso que falta los demás elementos que componen la imagen, pese a que
los trajes de batalla y sus uniformes escolares sean sus vestidos más
recordados, la serie tiene una de las mayores particularidades del medio,
variar sus ropas capítulo tras capítulo. Durante los tiempos libres las chicas
exhiben su guardarropa, cada quien acorde a su personalidad, dando con una gran
variedad de estilos y combinaciones.
Por supuesto, el traje de marinera es también una exhibición de
creatividad, sólo unos cuántos cambios al uniforme japones para mostrar más
pierna sin que tampoco se sintiera únicamente expositivo y voilá, otro emblema
de la industria. Los últimos accesorios fueron los elementos mágicos
particulares de las Sailor que irían actualizándose temporada tras temporada,
como sus gemas, la Tiara lunar o el Báculo lunar.
La convergencia de cada parte es lo que termina construyendo ese
atractivo de las batallas, por supuesto, vuelve a estar conferido a la decisión
de cada espectador respecto a lo que busque o sienta más interés,
personalmente, caigo fascinado ante la capacidad de composición, incluso en los
episodios flojos continúa siendo bella. No será el ritmo más creativo o
innovador, a la postre, tiene mejor aguante que programas similares con aparente
mayores capacidades para aprovechar su factor de “interés”.
Cuando no están combatiendo ni compartiendo entre ellas, pueden estar
con sus propios círculos sociales, sean sus otros amigos o familiares, como la
ya mencionada Molly, la mejor amiga de Serena antes de conocer a las demás.
Protagonista de (a su pesar) varios episodios y quien servía como apoyo en la
escuela, trato similar al que recibe su familia, o mejor, cada uno de los
secundarios particulares que aparece en la primera temporada, instantes de
protagonismo que ayudaban a contextualizar ese entorno, y que desgraciadamente,
no decidieron continuar.
Con el paso de temporadas menos tiempo y relevancia tienen, hasta
finalmente desaparecer, ciertamente ni siquiera se les brinda un pensamiento de
sentido pesar, nosotros también nos habíamos olvidado por lo bien que funcionan
las relaciones que van construyendo entre ellas y con el villano de ese
determinado momento. Es viéndolo desde la perspectiva que se echa de menos la
dedicación a su presencia, no en vano, esas dimensiones también formaban la
personalidad de las chicas, son parte de su persona, sobre todo, hubiera
servido para el desarrollo de las otras integrantes del equipo.
¿Y qué tal suena Sailor Moon? Los sonidos de la serie son muy
característicos, el Foley antecedente a la activación del poder de cada chica,
los golpes y momentos más “cartoonish” con su acordada composición. Lo repetitivo
(considerando la cantidad de episodios) puede jugar en contra para ciertas
personas, no obstante, en los demás genera cercanía e intimidad, es seguir en
terreno conocido disfrutando lo comprobado. La música está a cargo del ya fallecido
Takanori Arisawa, es su trabajo más representativo (se encargó de las 5
temporadas) con multitud de tracks para una gran cantidad de momentos, como la llegadatarde a la escuela, los tonos de batalla, las esperas y un enorme etcétera (Aquí
os comparto este compilatorio).
El Opening es el legendario Moonlight Densetsu, hoy en día sigue
apareciendo en las listas de los Openings preferidos entre los japoneses. Es la
canción de las 4 primeras temporadas, en Stars es reemplazado por Sailor Star
Song, la cuál cumple muy bien la cuota. Durante cada arco hay dos Openings con
sus diferentes animaciones, mi preferido es el primero de Sailor Moon S, además
de evidentemente el primero de la temporada 1 y el de Stars. Los Endings son
diferentes acorde a la temporada, el más recordado (y también mi preferido) es Heart Moving, ese abrazo es todo lo que debe ser.
Retomando, la primera temporada tiene el viaje suficiente, y la verdad
es que resulta ser mi temporada preferida, el conocer a cada una y ver cómo se
van entrelazando las bases del grupo, es una satisfacción que no se repetiría,
no por bajón de calidad sino por el mismo viaje narrativo. Con el detalle de
ser la única temporada que funciona por si sola, habrá mejores villanos y
conflictos, más no se repetirán todas las emociones y sorpresas de las primeras
veces.
La segunda temporada es Sailor Moon R con un total de 43 episodios,
divididos en 2 arcos, el de Alan/Anne (47-59) y la llegada de Chibi Moon
(60-89). El primero pertenece exclusivamente al anime, y su motivación es más
guiada a arreglar los inconvenientes del final de la anterior temporada, ósea,
resolver el problema de los recuerdos, regresar a las dinámicas grupales,
retomar el ritmo.
Alan y Anne son los antagonistas, una pareja de origen extraterrestre
que buscan “energía” para alimentar el árbol que les mantiene vivos. Este arco
es meramente un trámite, no pasa nada extraordinario o memorable, eso sí,
tampoco es irremediablemente aburrido, con búsquedas de darle algo de
justificación tenemos agregados como el caballero de la luna, las “mejoras” en
los ataques de las Sailor y hasta un desarrollo alienado a la temática general
de la obra, el amor.
En medio de todos esos inconvenientes sobre quién le gusta a quién, se
van formalizando las diversas posturas acerca de que es o debería ser el amor,
concluyendo en una satisfactoria resolución, nuevamente, no tiene demasiado
impacto o recuerdo a la larga, pero que esté dentro de los estándares de la
obra es apropiado. Aprovecho la mención para reinvindicar algo muy importante
mencionado de forma muy casual, el tema de Sailor Moon es el amor. Podrá parecer
evidente, no en vano, Serena quiere a Darien, y pasan mil y una cosas para
estar juntos, y si, pero no sólo eso, es algo más, que debe esperar hasta Stars
para ser apropiadamente definido.
Ahora sí, el turno para nuestra otra protagonista, Chibiusa cae del
cielo para quedarse. Su nombre está compuesto de “Chibi” y “Usa”, “pequeña
Usagi”, Usagi es el nombre japonés de Serena, pista directa sobre quién es,
aunque demorará un buen tiempo en ser evidente. Y eso que más allá del nombre hay
varias señales sobre su verdadero origen, como el aspecto físico y actitudes,
siendo una chica testaruda, hiperactiva y valiente, contrastando con una
renuencia al contacto social. A través de un hechizo se vincula a la familia
como si fuera una prima, aunque a efectos prácticos son cuasi hermanas.
Con la llegada de Chibiusa aparecen nuevos villanos, la familia Black
Moon, organizada jerárquicamente por el Príncipe> CrimsonRubeus/Esmeralda >
HermanasPersecución/Droidos. El primero en antagonizar es Crimson Rubeus, líder
de las Hermanas de la Persecución, igual que el Reino Oscuro están en la
búsqueda del cristal de plata. Las Hermanas son (de menor a mayor): Karmesite,
Berjerite, Kalaberite y Petzite. Tienen la particularidad de ser la contraparte
de las Sailor (a excepción de Serena) en cuánto a sus poderes y un poco de su
personalidad. Karmesite tiene poderes de fuego, Berjerite de agua, Kalaberite
de oscuridad y Petz de electricidad, siendo respectivamente “copias” de Mars,
Mercury, Venus y Jupiter.
El actuar es similar a los Reyes Celestiales, con la excepción que son más asentadas y mejor desarrolladas los dramas entre las integrantes, aún siendo hermanas, todas compiten por ganarse el favor de su líder, Rubeus. Pese a que este sólo se preocupa por cumplir su misión y no duda en manipular los sentimientos de ellas con tal de lograrlo.
La estructura de la primera parte es el enfrentamiento serial contra
alguna de las hermanas de la calamidad que buscan el Cristal de Plata a través
de capturar pequeños enclaves a lo largo de la ciudad que tendrán incidencia en
el Tokyo del futuro. Los sucesos cotidianos se enfocan en ir definiendo a las
Sailor, sobre todo, contextualizar a Chibiusa en el siglo XX, tanto por si sola
como en relación con las guerreras, en especial, Serena.
La tensa convivencia entre Serena y Chibiusa es algo esperable al
considerar la aparición repentina de la segunda, acaparando el rol como
consentida de la familia, invadiendo su espacio personal y el gran golpe, ser
más mimada por Darien. Varios de los episodios son dedicados a representar
estos encontronazos desde ambas partes, porque Serena podrá ser mayor pero ya
sabemos que su actitud está en miras de ser adulta, no puede evitar ser celosa.
Durante el transcurso de los episodios los conflictos van acercando una
con la otra, Chibi empieza a tener un poco de admiración por Serena gracias al
desempeño como la líder de las Sailor, Serena va comprendiendo que al final
sólo es una niña, incapaz de sentirse enteramente a gusto en algún lugar y con
una aparente gran carga sobre sus hombros. Ambas son más empáticas respecto a
la otra, eso sí, ninguna cede sobre a quién debería prestarle cuidado Darien.
El progreso de las Hermanas de la Calamidad se resume en ir perdiendo
consecutivamente, entre saboteos, conflictos internos y la misma derrota a
manos de las Sailor, el grupo que ya estaba fragmentando se va extremando hasta
que una por una “caen”. Está caída es una aparente muerte, en realidad, son
“restauradas” gracias al poder del Cristal de Plata. Adoptando forma humana y
así dedicarse a una vida de tranquilidad, hasta las rencillas que había entre
ellas fueron dejadas de lado, como entre Petzite y Kalaberite. Rubeus es el
único que no hallará la tranquilidad, muere solo e irónicamente traicionado.
Las hermanas ahora como humanas, tienen lazos de amor fraternal que les
eran inútiles bajo el mandado de Rubeus, alcanzando un destino mejor del que
hubieran augurado. El testigo de Black Moon pasa a Esmeralda, una mujer
implacable que está enamorada del príncipe Diamante. Decide enfocar toda su
dedicación en capturarle la atención al derrotar a las Sailor, más cuenta con
una peligrosa contra, los sentimientos del Príncipe Diamante.
El príncipe es el aparente líder de Black Moon. Tiene como objetivo
conquistar la tierra para darles un lugar apropiado a sus súbditos (los
habitantes de Némesis), si además consideramos sus numerosas actitudes
escuchando las opiniones de los otros miembros, como Zafiro, reconocemos que
está lejos de ser un tirano (contrario a la Reina Beryl), hasta tiene cierto
enamoramiento por Sailor Moon, sin que le llegue a impedir el continuar con su
objetivo.
Por eso Esmeralda tiene un gran obstáculo, los sentimientos no le son
correspondidos, dividiendo sus acciones en los ataques que le corresponden como
líder de la ofensiva, y el evitar que Serena establezca contacto con Diamante,
afectando directamente los planes del Príncipe. Y entonces es traicionada (ya
puedes ir notando el patrón), convertida en un horroroso monstruo, es destruida
por Sailor Moon.
Zafiro y Diamante son los últimos vestigios de la ofensiva Black Moon,
el primero es el príncipe segundo, ósea el hermano menor, más desconfiado y a
la defensiva, debido a la poca seguridad que le brinda el gran elefante blanco
aún no mencionado: “El Gran Sabio”. A lo largo de la temporada le vemos varias
y cortas veces, la función parece ser meramente un consejero de la familia
real, más sus participaciones, decisiones y una que otra reacción implantan la
idea de no que no es quién dice ser.
Ser quien traiciona a Esmeralda y posteriormente asesina a Zafiro lo
vuelve evidente, él es auténticamente el antagonista, los demás fueron meros
títeres en su telaraña. El Príncipe Diamante se da cuenta demasiado tarde, la
redención será el sacrificio por Sailor Moon, lamentando no haber logrado la
vida de tranquilidad a la que aspiraba. El golpe definitivo del Sabio será
confundir a la pequeña dama, lo que conlleva a la fase final de la temporada.
Pese a que Chibiusa se va acostumbrando a la vida del Siglo XX, los
continuos ataques de Black Moon van haciendo mella en su confianza, al fin y al
cabo, es tan sólo una niña. Puede que el revelar la auténtica misión le quitará
parte de sus ansiedades, más no deshace la necesidad básica de necesitar a sus
padres, de ser corroída por la culpa, de sentirse sola, abandonada por su época
y familia. Precisamente el área donde le ataca el Gran Sabio, cambiando los
recuerdos, la convierte en Black Lady, “Dama Oscura”.
Las Sailor, específicamente Serena, debe enfrentarse a la encarnación
mayor y corrompida de Chibiusa, más ya sabiendo los motivos detrás de su viaje,
apariencia y objetivo, la empatía que se iba acentuando se convierte en un
prospecto de amor maternal, lográndose transformar en la Neo Reina Serenity, junto
al apoyo de Endimión (Darien) deshacen la hipnosis y rescatan a Chibiusa. Ya
están todas juntas para derrotar al Sabio y rescatar a la tierra.
En el transcurso de este viaje conocimos a una nueva Sailor, Sailor
Plutón, encargada de proteger la puerta del tiempo-espacio, una guerrera
completamente entregada al deber, severa contra quienes intenten incumplirlo.
Lo que cuál no impide que se vuelva cercana a Chibi, quien la considera como su
única amiga (durante un tiempo). Mantendría está misma actitud en las
posteriores temporadas, solamente apareciendo como un importante apoyo durante
las mayores amenazas.
Si ignoramos la primera parte, Sailor Moon R es tan compacta o más que
la primera temporada, de nuevo, la razón detrás de mi preferencia por la
temporada original es por el estatus de ser la que inicia. Al comparar ambas
punto contra punto sobre los 2 ejes de cada temporada, protagonista y
antagonista, R está mejor posicionada. La evolución de Chibi quien recupera la
confianza en sí misma, hacia sus padres, con todos los sentimientos
involucrados, el camino de la madurez en Serena manifestado a través de un temprano amor
materno, la familia Black Moon derrotada por la falta de amor y confianza entre
ellos. Las temáticas generales y particulares son correctamente abordadas y
reflejadas, una trama de traiciones más trabajada y enmarcada bajo los ideales
de la temporada, con la correspondiente dirección que se vuelca a reflejar visualmente
tal desesperación.
Ikuhara comparte el co-crédito de la dirección, con excepción de la
parte final, la serie es visualmente similar a como era la anterior temporada. El
cambio sucede en el viaje al corazón de la oscuridad, donde el juego de luces
reflejando la corrupción de Chibiusa y las sombras de la incertidumbre dominan
la ambientación, sin embargo, habría esperar un par de temporadas para
reconocer la forma precursora del que serían sus marcas.
Sailor Moon S tiene 38 episodios, una temporada muy recordada por la
aparición de Michiru, Haruka y Hotaru, quienes son emblemáticas en el género,
Chibiusa asumiendo el rol protagónico, sin dejar de lado a Serena, quien se
enfrentará a sus mayores obstáculos como líder hasta la fecha. Y la temporada
que menos me gusta (eh, miren, una opinión impopular mía, pidan un deseo).
Sobre el papel y tomando sólo los puntos más importantes, la considero
el mejor arco de Sailor Moon (a escala individual). Los inconvenientes están
sobre la ejecución, donde los contras de la obra se acumularon, aunque
afortunadamente no volverían a ocurrir a tanta frecuencia. Entiendo porqué
razones es tan bien recordada entre una mayoría de fanáticos, pero en mi caso,
lo considero como un lamentable lastre que podría haber llegado a ser mucho
más.
Porque las bases son muy buenas: Abre con una profecía, menciona un
desconocido artefacto “La Copa Lunar”, nuevos adversarios que casi las hubieran
derrotado sino fuera por la aparición de 2 misteriosas guerreras, Chibiusa
regresa para entrenarse como Sailor, acompañada por una pequeña gatita llamada Diana
(hija de cierta pareja), y la llegada de Haruka, la hija del director de una
misteriosa escuela.
Haruka es quién relaciona todos los hilos narrativos: El temático en
Chibiusa, si la anterior temporada era sobre amor paternal, S abordará el
fraternal, y será el punto de convergencia entre el conflicto de las Sailor con
las nuevas guerreras, conllevando al dilema de Serena, lograr ser una líder
apropiada sin renunciar a sus ideales. 2 ejes completamente involucrados uno
con otro, sin embargo, sólo aparece hasta el capítulo 22, poco después de la
mitad de temporada.
No obstante, su presencia se encontraba implícita desde antes, la
búsqueda de las misteriosas guerreras es tras los talismanes que impedirán la
resurrección del “Dios de la Muerte”, el no entablar una alianza con las Sailor
se debe a la dedicación dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias con tal
de impedirlo. Hay demasiadas lagunas como para acercarse o llegar a un mutuo
acuerdo, ni siquiera las Sailor tienen plena consciencia de quién es su enemigo.
Estos encontronazos suceden durante las batallas, la diferencia de poder
y la obsesión del enemigo en encontrar a algún corazón puro para dar con los
talismanes, termina afectando la seguridad de las Sailor respecto a sus propias
habilidades. La primera parte de la temporada se enfoca en ir adquiriendo la fortaleza
necesaria para ser capaces de enfrentar el nuevo reto, el resolver los
conflictos internos de cada una sea respecto a sus relaciones personales,
desconocimiento del futuro o autoestima, con la particularidad que estas
situaciones seriales tienen la participación de Haruka o Michiru.
Ambas son presentadas en el capítulo 3, en los próximos episodios conocemos
más acerca sobre ellas y la relación que tienen. Haruka es la chica que podría
pasar por hombre, con aficiones “masculinas” como la conducción o los deportes,
su cabello corto, actitudes serias y decididas se prestan para confundir su
género. Michiru es el completo opuesto, definida por la misma Serena como una
de las chicas más femeninas que ha conocido, refinada y dedicada a las artes
(música y pintura); no es casualidad el extremo de sus personalidades, la misma
Naoko ha explicado que fueron diseñadas para que complementarán entre sí, y
ahí está la fortaleza de su relación.
La segunda pareja más famosa de la serie y una de las LGTB más
emblemáticas, la presentación es muy natural respecto a esto (al menos en la
mayoría de doblajes), convirtiéndose en una de las cosas que más cariño le
tienen los fanáticos, y no extraña, con tantos momentos donde sencillamente
comparten, ya sea paseando en auto en un atardecer u observando alguna pintura.
Una cercanía que también incide en su papel como guerreras, las Sailor del
sistema Exterior, Sailor Urano y Sailor Neptuno.
Al contrario que las demás Sailor, al actuar como pareja están más
compenetradas y vinculadas, realizando planes y estrategias de auténtica
coordinación, y considerando que actúan acorde a calculadores actuares, dan las
justificaciones para ser calificadas como aliadas incómodas, contrastando con
las muy amigables compañeras que son durante las situaciones de la vida
cotidiana. Ellas casualmente brindan ayuda necesaria y desinteresada a las
Sailor en varios de sus problemas cotidianos.
Y a todas estas ¿A quiénes están enfrentando? Recuerdan aquella
misteriosa escuela, resulta que la mayoría de los nuevos enemigos están de
alguna manera relacionados, y el director pese a parecer una persona amable/tranquila,
es el líder del nuevo grupo de villanos: Los Cazadores de la Muerte. La nueva
jerarquía es Tomoe > Kaonolite > Brujas 5 > Esbirros, eso sí, pese a
que Kaonolite es la superior de las Brujas, sólo lo es teóricamente, de hecho,
deberemos esperar 13 capítulos hasta la primera aparición de una Bruja, Eudial,
las demás (en orden de aparición) son Mimete, Tellu, Villu, Cyprine y Ptilol
(gemelas, a efectos prácticos son una sola).
No hay un intricado desarrollo de sus actitudes, de hecho, comparado a
las 2 temporadas previas poco tiene que ser resaltado, lo único serían las creativas
maneras en cómo se sabotean entre ellas, aún considerando los resultados
fatales. El planteamiento es el mismo de temporadas pasadas, la “principal”
intenta conseguir los talismanes, es derrotada y la próxima recoge el testigo.
Lo único atractivo son las particulares aficiones de cada bruja, donde tenemos
inventora, femme fatale, botánica, genio cibernético, y las gemelas peleando como
una sola.
Sin embargo, hay un interesante factor entre esos villanos, el
enigmático carácter del profesor Tomoe y su hija Hotaru. El director en
relaciones públicas es muy querido, con estudiantes o extraños, hasta con el
trato tan tranquilo y considerado con la bruja que está liderando la ofensiva,
más en el cuartel, lejos de las miradas, es obsesivo hacia sus proyectos,
ansioso y leal a una extraña voz, la que luego conoceríamos como Mistress 9, un
extraterrestre que habita dentro de Hotaru.
Germatoid se llama el ser que está dentro del cuerpo de Tomoe, su
objetivo es revivir a Faraón 99, una entidad que proviene de otro sistema
solar, cuyo objetivo es la conquista del mundo. A excepción de unas ligeras
variaciones es exactamente el mismo modus operandi que tenía la Reina Beryl.
Tampoco ninguno está al mismo nivel de complejidad o interés que la familia
Black Moon, lo único a rescatar es el trágico destino de Tomoe, quien debe
sacrificar un futuro con tal de asegurar el devenir para su hija,
afortunadamente, aún con obstáculos, va recuperando la vida que merece.
No son “decepcionantes”, si están un paso más abajo que los demás
villanos, tanto de quienes les precedieron como los que le sucedieron, y de
todas formas cumplen con su objetivo, la amenaza general y serial, con Hotaru
siendo el factor de mayor interés.
Retomemos, Hotaru no aparece hasta el episodio 22, previamente su
existencia estaba dicha no literalmente, sino simbólica. Las Sailor del Sistema
Solar Exterior están en búsqueda de evitar que despierte “El que traerá
destrucción”, para ello necesitaban los talismanes que también buscaban Los
Cazadores, no obstante, al perderlos y quedar bajo el poder de Serena como La
Copa Lunar, quedan a la deriva y desconfianza, y entonces, aparece Hotaru.
Sailor Plut explica quién es la que está detrás de esa oscura profecía,
nada más ni menos que la última Sailor Scout, Sailor Saturno, la Sailor de la
Destrucción. Durante el transcurso desde que aparece Hotaru y esa revelación,
Chibiusa que ha regresado para entrenarse como Sailor, ha desarrollado una
cercana relación, es su amiga, la primera exclusivamente suya, sin conocerla
por medio de un tercero, una mera casualidad, y que le recuerda a sí misma en
experiencias pasadas. Si bien las Sailor del Sistema Solar Exterior quieren
neutralizar la amenaza, ella no dejará que suceda, el amor fraternal que siente
se impondrá.
Y respecto al como Hotaru se siente consigo misma, está contrariada, su
padre no es aquel que recuerda, ella no está cómoda con sus actitudes, es
enfermiza, solitaria, y quiere vivir nuevas experiencias, Rini se presenta como
la primera persona que le brinda una mano. Además, la filantropía de Serena no
lo permitiría, aquí es cuando entra su papel como lideresa.
Hasta ese momento el avance de Serena como líder de las Sailor se dio
durante el enfrentamiento del Reino Oscuro, donde asumía las vidas de sus
compañeras y volcó toda la confianza en derrotar a Beryl, ahora debe conciliar
entre dos posturas extremas en favor de una desconocida que inevitablemente
representa una amenaza, pero ella es así, es inevitable que pudiera ser algo
más.
Llega el asalto final, van directamente a la sede enemiga, las
importantes batallas contra los últimos integrantes enemigos, Mistress y Faraón
99 representando una imparable amenaza. Hotaru ha ido adquiriendo más confianza
y resolución en los últimos días, en especial, el cariño por su amiga Rini le
da la voluntad necesaria para no vacilar con sacrificarse si garantiza un
futuro, más Serena, juntando toda la evolución a lo largo de toda la temporada,
convertida en Super Sailor Moon, la rescata, una acción que termina de conciliar
ambos bandos, las Sailor del Sistema Solar Exterior ya han presenciado su
actitud completamente pacifista y tranquila, al ver ese acto de partir por el
otro, sólo pueden desarmar sus defensas de no conectar innecesariamente con el
otro bando. La han aceptado como su lideresa.
Por supuesto, Rini tuvo un papel determinante en esta victoria. Si no
hubiese sido por su disposición de arriesgarse en primera línea, no hubiera
afectado a todas las Sailor o a Hotaru. Es el resultado de una evolución a ser
más segura y creer en sus acciones. Después de la tormenta, regresa Serena con
un bebe en brazos, han superado la amenaza.
En puntos narrativos lo bordan completamente: Presentación y unión de la
Sailor del Sistema Solar Exterior, evolución de Chibiusa (en seguridad y
voluntad) y de Sailor Moon (como líder) todo en una historia con uno que otro
inesperado giro en la trama protagónica. ¿Dónde está el problema? Desde la
primera temporada la serie tiene más capítulos de los que debería, la
justificación eran que abordaban inconvenientes cotidianos de las
protagonistas, donde formalizaban su relación o se desarrollaban (cosa que sí
ocurría), más en la tercera temporada les juega en contra. Recordemos que es
hasta el capítulo 22 que aparece Hikaru, poco después de la mitad,
anteriormente sólo se dedicaron a formalizar a Sailor Saturn y Uranus, si reuniera los momentos significativos formarían un compendio de 8 episodios.
Hay más de un capítulo intrascendente que entorpece el ritmo de la trama
con más suspenso hasta ese momento, y en los que ocurre algo, tampoco aplican
necesariamente a la mejor estructura. La aparición de los villanos se vuelve
similar a los peores ejemplos del género, “de repente”, quitando atención e
importancia al conflicto central para luego tener una resolución rápida,
incapaz de mantener la emoción construida hasta ese instante.
Una vez pasados el capítulo 22 el ritmo se recupera un poco, más siguen
siendo 16 episodios donde se alarga innecesariamente, las relaciones se
establecen pronto, delatando que tampoco era tan necesario repetir lo evidente.
No he visto Sailor Moon Crystal (y no tengo planes) más tengo entendido que es
una versión más compacta y mejor trabajada, lo que me parece una idea correcta
(nuevamente, no la he visto y tal estructura tiene sus propios inconvenientes).
A esta temporada me refería con “el diseño más bajo de villanos”, las
Brujas en sí misma tienen un buen aspecto, pero los esbirros son apurados y perezosos
conceptos, pocos llegarán a ser medianamente recordables, meramente debían
rellenar esos 5 minutos de batalla. Y considerando el hastío que en sí mismo
representaban los combates por cumplir factura, resultaban en un cumulo que
entorpece la experiencia de S, de muy buenas ideas y desarrollos, cuyo camino
no le era justo. Hasta puede que no se necesite un remake, bastaría con un
“Sailor Moon S Kai” para que esté a la altura de sus temporadas hermanas.
Afortunadamente, como si de una gráfica de Gauss inversa se tratará, la
cuarta temporada lograría sortear exitosamente tales fallas básicas para volver
a encauzar la obra. Es el turno de Sailor Moon Super S. Con 39 episodios está
vez completamente dirigida bajo el mandato de Ikuhara (tenedlo en cuenta), no
suele ser tan comentada, tampoco la próxima temporada (más allá de su
característica notable) y es una lástima, porque ya van uniendo los puntos, el
mensaje de Sailor Moon termina de formalizarse.
Un Pegaso aparece en los sueños, hay un circo en medio de la ciudad, 3
seres antropomorfos que responden a nombres de animales, la oscuridad crece,
aunque aparecen circenses de lado y lado. De alguna forma, el hogar de las
risas no podría ser más oscuro.
La serie comienza con el sueño de Chibiusa, un Pegaso adolorido le pido
ayuda, la declaración de intenciones no podía ser más evidente, llego su
momento, debe responder a la llamada de ser la protagonista. No hay más
sorpresas que este cambio de status, Rini sigue su entrenamiento como Sailor
cuando le destinan esta responsabilidad, ahora deberá encontrar la causa.
Los villanos provienen de la misteriosa carpa que aparece en medio de la
ciudad, responden al título del “Dead Moon Circus”, vemos cientos de “artistas”
dentro de la carpa, pero sólo 3 combaten activamente para conseguir el espejo, el
llamado “Trío de las Amazonas”, le responden a Zirconia, que a su vez está bajo
la dirección de la Reina Neherenia. Su objetivo es buscar (nuevamente) el
Cristal de Plata y así conquistar la tierra, en el transcurso el Pegaso
interrumpe varias veces sus planes, lo que le convierte en objetivo de los
antagonistas.
El “Trío del Amazonas” está compuesto por Ojo de Tigre, Ojo de Halcón y
Ojo de Pez. El que sean tan pocos, juega a su favor, son mi grupo antagónico
preferido de toda la serie. Tienen características demarcadas que definen la
forma en el cómo se comportan, respectivamente consiguen a sus victimas a
través de su seducción, inteligencia o puro encanto. Son divertidos, tanto a
nivel individual como relación grupal, por fin no intentan sabotearse entre sí,
teniendo una armonía similar a los mejores momentos de las Hermanas de la
Desesperación, ocasionalmente hasta actúan en grupo, pese a la costumbre de
presumir su poder no se ahogan en las ambiciones y en el fondo, hasta se
preocupan entre ellos.
Los 3 son muy guapos a su manera, como la reencarnación antropomórfica
de los animales que representan (Ojo de Pez Best Trap (Astolfo quien te
conoce)). Sus poderes no son definidos, como atacar con un látigo, fuego por medio
de antorchas o ataques de agua, en sí, actúan conforme a la naturaleza que les
precedió.
Después de fracasar consecutivamente en la misión de encontrar el
Cristal de Plata o hallar al Pegaso entrando en los sueños de las personas, se
sienten más y más presionados hasta que el descubrir su condición de no ser
seres humanos fue el detonante para cambiar su apoyo de bando. Después de verse
acorralados, con Serena siendo fuertemente herida, Ojo de Pez recordando lo
amable que fue con ella, Ojo de Tigre y Halcón rememorando experiencias
similares, deciden sacrificarse para reparar el espejo de los sueños. La
inesperada recompensa será la acogida eterna en el Mundo de la Ilusión.
Con caracterización, desarrollo y vinculación temática alterna, donde su
experiencia se centra en encontrar que es lo verdaderamente humano, concluyendo
nuevamente con el amor, aquel que les dio redención eterna. Pocos puntos, todos
perfectamente descritos y que por eso les considero el grupo más entrañable,
hasta recuerdo muy bien la habilidad de Ikuhara en capturar la tristeza de Ojo
de Pez en la escena sobre la revelación de su origen. Más sólo nos acompañan
por 21 episodios, durante los 18 restantes el deber corresponderá al “El
Cuarteto de las Amazonas”.
Conformado por Cere Cere, Para Para, Jun Jun y Ves Ves, son similares al
trío en cuánto a ser compañeristas, si bien podrán hacerse burlas o bromas
entre ellas, mantienen la perspectiva de unidad y cooperación llegado el
momento apropiado. También tienen un poder característico sean flores,
malabarismo, acróbata y domadora de animales (en ese orden), mantienen el mismo
objetivo que el anterior grupo antagónico, y su actuar diario es dedicado a
tal. Carecen de una marcada evolución, de hecho, son mayormente las mismas a
cuándo inician a como terminan, sólo unas niñas (puesto que tienen edades
similares a Rini) que quieren divertirse.
Llegado el momento crítico ayudan a Chibiusa, traicionando a Zirconia y
cortando completamente su lazo con el Circo. Debilitada intenta buscar ayuda en
su superior, la Reina Neherenia, quien no tiene la más mínima consideración por
cualquier de sus subalternos. Muere ignorada, dejando a las Sailor cara a cara
con la verdadera enemiga.
Paralelamente tenemos la evolución de la relación entre Chibiusa y el
Pegaso que ve en los sueños, en un principio únicamente se pueden encontrar en
los pasajes oníricos, luego por medio de un dispositivo de comunicación deja de
ser requisito el encuentro “mágico”. Su nuevo amigo llena ese vacío de la
despedida de Hikaru, se emociona al hablar junto a él, a la vez quiere
responder a los llamados de auxilio que esté constantemente le recuerda, siendo
motivación principal en su entrenamiento como una Sailor, de alguna manera,
siente una conexión más íntima, destinada.
¿Recuerdan el amor? Nunca se les olvide, amor, Sailor Moon es sobre
amor. En la segunda temporada ChibiUsa se reconcilió con el amor paternal, en
la tercera supera sus límites por amor fraternal y en la cuarta, no teme
enfrentarse a una poderosa enemiga por el amor más especial, un amor conyugal para
estar con el ser que sólo ve simbólicamente y que, aun así, siente haberlo
conocido eternamente. No es casualidad la elección del Pegaso, toda la obra le
debe su identidad a la Mitología Griega, en ese momento particular corresponde
a la ejemplificación de la pureza en la pequeña princesa, a una fascinación por
aquella apariencia tan poderosa y frágil.
Helios, es la identidad detrás del equino, se encarga de proteger la
dimensión de “La Ilusión” vigilando al cristal dorado, sin embargo, en un
ataque de Neherenia sólo puede escapar su conciencia que cobra la forma
zoomórfica y se protege dentro de los sueños de la Pequeña Princesa. Únicamente
quiere la ayuda de Rini, no involucrarla completamente, con el tiempo le
adquiere cariño y se preocupa por su integridad en las diversas misiones en las
que participa. Cuando se encuentran por primera vez ambos en forma humana,
resulta evidente que están enamorados. Sailor Chibi Moon no dudará en
corresponder su llamada de auxilio con tal de que sea libre. Aparte de sus
conversaciones con la pequeña dama, cumple la responsabilidad de darle mejoras
al equipo, ósea, los típicos buffos de las Sailor Scout se dan gracias a sus
“bendiciones”. Concretando al equipo de las “Super Sailor Scout”, sobre todo, para
Serena y Chibiusa.
Irónicamente, en contraste a lo poco complejos de sus subordinados y en
comparación con los anteriores villanos principales, de típicos planes para
conquistar la tierra por el mero placer de poseerla o destruirla, Neherenia se
desmarca, desde el hecho que tiene un auténtico trasfondo. Nunca conoció el
amor pese (o precisamente debido) a su belleza física, y para evitar perder tal
cualidad, se obsesiona con el objetivo de adquirir el Cristal Dorado, que le conservará
eternamente sus dotes. Habitando entre espejos, estaba concentrada al cómo se
ejecutarían las acciones, esperando al instante donde su cárcel ya no podría
mantenerla aislada.
En la batalla final rápidamente se nota el miedo que impulso a Neherenia
en su malvado plan, Sailor empatiza con ella después de haber visto sus
recuerdos, con Helios rescatado, sólo falta convencer a la Reina de
arrepentirse y entregarse, más no sucede ninguno de los casos, viéndose
acorralada, realiza una acción de venganza que termina infructuoso para sus
objetivos y ella se dedica a vagar eternamente, en el lugar donde su belleza se
conservará.
Con Helios rescatado, la Reina derrotada, esperaríamos que por fin Chibi
podrá convertir en una realidad su amorosa fantasía, más este tiene que seguir
prestando su deber. Pese a que la despedida sucede en medio de lágrimas, ella
dejo de ser la misma miedosa niña que vino buscando ayuda, ahora es una Sailor
Scout que enfrentará a las fuerzas malignas para proteger aquellos a quienes
quiere. Y sus padres le dicen con una sonrisa, lo volverás a ver.
La cuarta temporada es hermosamente concisa, ni siquiera tengo que
echarle en cara los diseños de personaje o la redundancia en las ejecuciones en
plano visual. La temática de circo engloba hasta los esbirros de menor nivel e
Ikuhara ya daba pistas de su estilo tan teatral. Cada enfrentamiento es un
performance, sus planos estáticos imitan al espectáculo desde el escenario,
donde juega con luces y presentaciones para darle toda la atmósfera, creciendo
cada vez más y mejor mientras se acercaban a la carpa del centro de la ciudad,
enfrentados contra los nuevos villanos en los extraños entornos. Junto con la
primera temporada tiene mis batallas preferidas, son vistosas y creativas.
Chibiusa se despide al comienzo de Stars, Super S marca el final de las
aventuras que veremos sobre la querida coprotagonista de toda la obra, su
evolución y desarrollo conllevaron todas las vertientes temáticas que
previamente he enlistado. Serena se sentirá más sola, han pasado muchas juntas,
ambas han crecido a la par, pero el último obstáculo le pertenece a la líder,
estamos a puertas del final, del mayor obstáculo que han enfrentado y deberá demostrar
la determinación en la creencia de sus ideales hasta las últimas consecuencias.
Sailor Moon Stars, la quinta y última temporada, con 34 episodios es la
de menor duración de todas las temporadas, en comparación con la original tiene
¾ del total emitido, y todavía se siente más corta si consideramos que similar
a la 2T, tiene un arco de “introducción”, que ocupa 6 episodios, dejando un
total de 28 capítulos para la trama principal.
Ese primer arco es una solución a un problema de adaptación que sucedió
en la temporada anterior, en el manga la reina Neherenia fue completamente
derrotada, mientras que, en la adaptación, como mencione, la encerraban
nuevamente en un hechizo. Durante los 6 capítulos ocurre su corta, aunque muy
intensa venganza, una inesperada sorpresa lo emocionante que resulta tanto por
lo que desarrolla y cómo se cuenta. En especial, la afectación directa sobre
Darien, que dejará una marca sobre el “verdadero” arco.
Después de superar las esperadas peleas para llegar hasta donde se encontraba
Neherenia, todas reunieron sus fuerzas y la derrotaron completamente, más no
implicó su total aniquilación, le es brindada otra oportunidad para cumplir el
gran anhelo que por fin reconoció, la necesidad de un poco de compañía, un
verdadero amigo que la quisiera por quién es y no sólo por cómo luce. Terminaría
en una nota optimista este corto preludio, si no fuera por una malévola risa
que resuena, avisando sobre la amenaza.
Stars arranca con otro duro golpe para Serena, Darien se va a estudiar a
Estados Unidos, por si la ausencia de Chibiusa no fuera suficiente ahora será
su amado quien la dejará sola, por primera vez desde que se desconocían en la
primera temporada. Podrá estar con sus amigas más sigue sintiendo la soledad y
eso tendrá incidencia directa a lo largo de los próximos episodios. Para las
demás, la novedad es la aparición de un grupo de Idols masculinos que son el
fenómeno entre las chicas (BTS quien te conoce), los “Three Lights”. Y de
remate, aparecen nuevos y poderosos enemigos que hubiesen incluso derrotado a
Serena si no fuera por la aparición de 3 misteriosas Sailor, tal como fueron
las Sailor del Sistemas Escolar (en su momento) pero las desconocidas son más
implacables en el enfrentamiento contra el nuevo enemigo, que antes era un
inocente. Tal como se prevé después de haber pasado tanto tiempo junto a
Serena, sabemos que no lo tolerará.
Oh y la última novedad, Darien tiene competencia, un muchacho algo
simpático, altanero, lanzado y un poco atento, llamado Seiya, quién también es
el vocalista principal de Three Lights. Sus otros 2 compañeros son Yaten y
Taiki. Yaten es el “callado” del grupo, bastante reservado en cuánto a celebrar
en compañía algún evento o socialización, compensándolo con sus afiladas
críticas, teniendo más de un roce con las Sailor. Mientras que Taiki es el
favorito de las chicas que prefieren a los tipos intelectuales, hasta Amy no
pudo escapar de sus encantos, con la particularidad de ser quienes cree
completamente en la racionalidad y análisis científico, lo que terminará
generando conflictos con la misma Amy.
En sí puede identificarse esos 2 emparejamientos, más ninguno pasa de
ser amistad o amor platónico, las otras Sailor también están aficionadas al
grupo, pero desde la posición como admiradoras, sobre todo para Lita o Mina. Con
la llegada a la escuela de Three Light, los primeros episodios se centran en la
convivencia entre ambos bandos, como se van conociendo y asentando sus
relaciones. Al poco tiempo de la aparición de las nuevas aliadas y de los
chicos, se va revelando que ambas entidades son, en realidad, la misma. De
hecho, esta fue de las razones por las que fue controlada la emisión de la
temporada a nivel internacional, directamente la quinta no fue doblada en inglés
y otro puñado de idiomas (aunque si en español, bien ahí México), porque
supuestamente era alegoría de travestismo o personajes trans. Muros del pasado
que poco a poco se van tumbando, aunque es buen punto de partida para una
importante cuestión, si considerar o no a los Three Lights como personajes
trans.
En realidad, es implícito que originalmente son de género femenino, al
llegar a la tierra con el fin de cumplir su objetivo utilizan una
transformación para ser chicos. Por lo tanto, el cambio es total, no son chicas
“disfrazadas” de hombres, durante ese lapso de tiempo son hombres. Cuando
alguna está en cierto género es meramente por conveniencia, como ser mujer para
utilizar sus poderes como Sailor o ser hombre para éxitos de su objetivo, no
añoran el otro género, ni se identifican más allá del instante con alguno, son
plenas con quien son durante ese momento.
Por lo que no las considero como ninguna clase de personajes trans,
porque cuando se identifican corresponden al género que son durante ese momento.
Serían ambigénero, o un término similar, no soy experto en el tema sólo quería
dar mi apreciación, en especial porque no son pocas donde leía a quienes lo
toman como un símbolo donde la transformación revelaba su auténtico ser o
similares, apreciaciones que entiendo las razones por las que lo consideran más
no las comparto, veo el acto meramente por conveniencia y no sirviendo a alguna
razón temática trascendental.
Seiya sería el ejemplo máximo, nunca está confundido sobre que se ha
enamorado de Serena, no como hombre o mujer, sino su persona. Y además la trama
nunca toca estos puntos, casi se podría decir que todas las Sailor
sencillamente lo aceptaron por lo que es.
Durante la convivencia aprendemos sobre Three Lights en sus facetas
profesionales y personales, donde la máscara de idols se va resquebrajando
mientras más conocemos acerca de quienes son, como el saber que tienen una meta
por la cual esforzarse y que es la razón para su incursión en la música. Al
parecer están buscando a una chica, la elegida detrás de las líricas de sus
canciones.
Así mismo las personalidades o primeras perspectivas de cada uno se van
suavizando, o mejor, adquiriendo más volumen y facetas: pese a las ácidas
palabras de Yaten hay un lado amable y caritativo, sobre todo hacia la pequeña
Luna; Taiki se deja convencer de Amy sobre el valor de confiar en los sueños y no
dejar perder la esperanza; Y Seiya demuestra que su interés por Serena es
genuino, y aunque está no ceda en su cariño por Darien (agravado con el
particular de que no ha vuelto a conectarse con ella) si se ha convertido en un
importante apoyo. Y entonces son revelados los secretos.
Las Sailor del Sistema Exterior tienen un papel más activo en esta temporada, durante las afrentas con las misteriosas Starlight (que pese a comportarse extremadamente similar a como ellas fueron) no dudan en actuar de forma brusca y cerrada, con tal de “proteger” a la Princesa. Y afuera de está, tienen múltiples roces con “Three Lights”, Haruka no se lleva bien con Seiya, a quién inmediatamente le identifica sus intenciones, y Michiru no hace migas con la fuerte personalidad de Yaten. Una vez cada bando reconoce las verdaderas identidades del otro, los extremos sólo empeoran, Seiya y Serena están en el centro de la disputa, la fuerte relación que les costó construir a través varias barreras de confianza, se amenaza de punta a punta.
Las Sailor del Sistema Exterior tratan directamente como enemigos a los
Starlights, las otras Sailor tampoco están seguras de si ayudarles, la misma
reticencia de las nuevas Sailor no aligera la tensión, en ese bando, pese a ser
Seiya el “líder”, ni Yaten o Taiki ven con buenos ojos el que siga
comunicándose con Serena. La trama fue cubierta con un denso velo de fricción,
que sólo la inocencia de una niña sería capaz de cambiar.
Desde unos capítulos atrás, aparece una nueva chibi en la familia Usagi,
Serena sospecha que podría ser otra descendiente suya, más lo callada y extraña
en cómo se comporta no confirma nada, sólo se dedica a proteger un pequeño
recipiente. Hasta que Serena se encuentra en problemas, a punto de pasar a una
dimensión desconocida, es salvada por Chibi quien revela ser la princesa Kakyu,
la chica que estaban buscando las Three Lights.
Marcando el comienzo de la fase donde se van deshilando todos los
secretos: La identidad de las Starlights es que son unas Sailor que pertenecen
a un planeta ya devastado por el enemigo, la princesa logró escapar, pero quedo
debilitada, teniendo que transformarse para ocultarse e ir recuperando su
energía. Three Lights quería encontrarla para reconstruir su planeta, el gran
obstáculo es derrotar a Sailor Galaxia.
Ella es la enemiga de esta temporada, y podemos decir dada la escala de
sus acciones, que es la antagonista principal de toda la obra, líder de una
organización de 3 niveles: Galaxia > Animamates > Esbirros. Las
Animamates son 4 Sailor que tienen exactamente la misma función que sus
similares de temporadas pasadas, un puesto de avanzada que controlan a los
monstruos de menor nivel, están en búsqueda de las “Semillas Estelares”, están
dentro de cada persona más sólo unos cuántos tienen las “Verdaderas Semillas
Estelares”. Como tapadera crearon la “Televisora Vía Láctea”, medio perfecto
para acercarse a las celebridades (quienes deberían tener más facilidad se ser
los que cuentan con las semillas estelares verdaderas).
Iron Mouse, Aluminum Siren, Lead Crow y Tin Nyanko, con respectivamente
ese orden de aparición, su comportamiento como comandantes es similar a las que
fueran las Brujas de la Desesperación, con saboteos y “cada una por su cuenta”,
con dos excepciones: Siren y Crow tienen una enemistad más “amistosa”, y sólo
la muerte de Crow es culpa de una interferencia (Nyanko), las otras fallecen a
las manos de Sailor Galaxia, que las castiga por su “incompetencia”.
Sailor Galaxia es más desconsiderada con sus subordinados, porque si
bien villanos previos tampoco dudaban en deshacerse de quienes les seguían si
así les parecía, hay una importante excepción. “Les seguían”, eran sus soldados
que confiaban en el deber a la causa, no este caso, tal como revela el
infortunio de Nyanko, las Animamates se encuentran bajo un hechizo que
“manipula” su consciencia. No están por decisión sino por obligación, volviendo
todavía más lamentable la tragedia que se cierne sobre su destino. Galaxia no
tiene consideración por la vida.
En cuánto a cada una, no hay ninguna que tenga características o
particularidades que no hubiéramos visto en ocasiones pasadas, cumplen el
objetivo detrás de su concepto, representar el secuestro de almas en favor del
egoísmo de una sola entidad. Galaxia quiere las semillas estelares para
gobernar toda la galaxia, así no sea reina de nadie, sólo por mero poder.
La indiferencia también estaba implícita en el cómo las Starlights
luchaban contra el enemigo, sin llegar a considerar la vida que llevaba hasta
ese momento, extrapolando, ese es el emblema de la inconexión entre los ideales
de Serena y la realidad, la indiferencia: Indiferencia de no considerar al
inocente, la indiferencia entre ambos bandos por entender al contrario, la
aparente indiferencia de Darien que aún no contesta sus llamadas, la indiferencia
que es incapaz de demostrar cuándo Seiya le hace una propuesta con todo su
corazón y que marca el comienzo del último tramo.
La batalla final es el esquema al que ya deberíamos estar acostumbrados,
donde todas están reunidas, atacando hombro a hombro a la amenaza, con sus
desesperanzas, cayendo una a una, con el agravante de las Starlights también
participando, también derrotadas. Hasta que sólo queda Serena, quien pierde su
Semilla Estelar, y entonces, aparece nuevamente la princesa Kakyu para brindarle
la última oportunidad.
Sailor Moon se niega a atacar, a destruir a Galaxia, de la cuál se
entera fue la protectora de toda la galaxia, quiere salvarla a ella y a la
galaxia, y no está dispuesta a ceder, después de penetrar sus capas de
consciencia y llegar a la entidad original, saber que quien está siendo
implacable no es la misma personalidad, sino el CAOS que la consume después de
haber liberado a la Vía Láctea. Finalmente llega al “núcleo”, la rescata y
termina el acto, posteriormente son revividos los compañeros caídos en combate,
entre ellos Darien quien había sido víctima desde el comienzo.
No vale la pena desentrañar minuto a minuto porque el valor se encuentra
en el significado general: Sailor Galaxia es una entidad tan benevolente como
la misma serena, pero años y años de cargar al CAOS termino marchitando su amor
por él deber y quienes eran el objetivo de este, despojada del amor siembra el
terror por toda la galaxia, y Serena que toda la temporada ha estado
enfrentando un mundo carente de amor aún le quedan energías para revertirlo. El
mismo título del episodio lo indica “¡El amor de Usagi! Se ilumina la Galaxia
bajo la luz de la luna”.
Mencionaba a comienzos de este largo tratado, el amor de Serena no es
sólo por Darien, o por sus amigas, si en la primera temporada no quería
enfrentarse a sus enemigos no era meramente cobardía, de serlo a lo largo de
las temporadas hubiera terminado siendo una insensible, no, su objetivo siempre,
y sin importar el enemigo, era rescatar a todo el que pudiera. Pese a que
Galaxia ha destruido al mundo que tanto quería, no cede en aquello que cree, en
el amor. Serena ama a la vida.
Llegamos al sentido final de la obra, el objetivo detrás de toda su
construcción, la convergencia del abordaje de todas las temporadas, a través de
Chibi Moon quedaron explicitas las vertientes e importancia de las
demostraciones más conocidas: El Paternal, Fraternal y Conyugal. El largo viaje
de Serena lleva consigo la gran pintura, el de la vida, un amor incondicional,
inagotable e imparable. Sólo su consideración podía derrotar al CAOS
materializado, rescatar a la guardiana del Universo y resucitar a sus amigas de
la muerte.
Por eso considero más valioso escribir acerca de las últimas temporadas,
o al menos, el cómo deberían ser más mencionadas, la dedicación global en
construcción del mundo, arco tras arco, la visión de Takeuchi para capturar con
tanta elegancia y solidez ese rayo de luz de esperanza y afecto. Como el amor
de Serena logro sobreponerse ante la mayor amenaza conocida, además de no ser
una amor vacío y complaciente, sino que confía en el otro, en la armonía, en la
convivencia, como ella misma aclara, cree en los corazones de cada ser
viviente.
Y por supuesto, como Chibi Moon también vivó a través de su aprendizaje
como niña los tipos de amores más característicos de la humanidad. Además de
los múltiples desarrollos de varios antagonistas: el Reino Oscuro, la familia
Black Moon, las Hermanas de la Desesperación, el Trío de las Amazonas y las
Starlights, siendo encapsuladas por esta visión, Amor. Los desarrollos
individuales de cada Sailor, con todos sus tropiezos y aciertos, más de uno
guiados bajo el amor. Sailor Moon es un canto al amor, un canto de amor a la
vida.
En el final las Sailor están listas para ir a casa, las Starlight
también, Seiya sólo le dice a Darien que cuide a Serena. Cada quién regresa a
su hogar. La obra cierra con un beso con Darien y Serena después de que vuelven
a declarar su inmenso amor.
En Stars el director es diferente, a cargo de Takuya Igarashi, quien se volvería famoso por Soul Eater, Ouran Koukou Host Club y Bungo Stray Dogs. Una persona
que iría adquiriendo su titulo de versatilidad con el paso de los años.
Considero acertada la decisión de dejarle a cargo, la temporada debía contar
con un balance de épica y humanidad, que logro equilibrar apropiadamente, sobre
todo, las dimensiones más humanas a través de las dudas, rechazos, alegrías y
triunfos. Está a la altura de las temporadas previas.
No tengo la intención de ver Sailor Moon Crystal porque pese a ser en
teoría una versión correcta en cuánto a pulir los errores de la primera
adaptación, el que sea tan comprimida también es una contra. No es misterio que
la vinculación va de la mano con el tiempo, tantos episodios terminan formando
un lazo (pese a que hay varios que podrían haber sido cortados) y Crystal no le
apuesta a esa conexión, sólo a la narrativa pura. No obstante, he leído a
varios quienes están satisfechos con la nueva versión, lo dejo a opinión de
cada observador.
Ha habido errores e igual estoy satisfecho, tengo decenas de postales de
capítulos concretos grabados en mi memoria, un valor de asociación irrepetible,
ver nuevamente la obra me va recordando todos sus encantos. Aún siendo como
fue, o precisamente por eso, le considero una experiencia única: Los valores de
producción simples pero encandiladores, las melodías repitiéndose en mi
subconsciente, sus elementos son tan claros encajan tan bien para dar con una
historia incombustible, universal, para todas las épocas y todas las personas.
De mensaje aparentemente simple y alcance universal, el amor a todos los seres.
Que así sea
6 Comentarios
Otra vez te felicito por poner tanto esfuerzo en tus escritos, más con una serie tan extensa como Sailor Moon. De hecho, yo solo he visto la primera temporada y parte de la segunda porque cada vez soy más alérgico a las series largas. La verdad es que a pesar de que de Sailor Moon ya ha hablado todo el mundo (desde académicos hasta fans) siempre se puede comentar algo más al respecto. Este año he visto y leído a PBZ, Mistral Chronicles y hasta he comprobado un libro sobre magical girl que hablaba en un capítulo de Sailor Moon y cada uno ha aportado algo de la obra.
Saludos
Saludos y gracias por leer.
No se cuanto tiempo te lleve escribir tus artículos pero siempre vale la pena esperar por ellos mi estimado.
Saludos y gracias por el gran trabajo!
Oh listo, gracias por lo de Crystal, lo tendré en cuenta.
Gracias por leer!