¡EN EL NOMBRE DE LA LUNA! REPORTAJE SAILOR MOON (1992)

En meses pasados, una de las cadenas nacionales comenzó una franja de anime por las mañanas en los fines de semana. La cadena en sí misma no es muy grande, las jugosas licencias actuales están completamente fuera de su liga, adoptaron el enfoque de apelar a los eternos clásicos en Latinoamérica: Dragon Ball, Saint Seiya y Sailor Moon. No tengo datos sobre el rating, más puedo dar testimonio de como todos los sábados (desde su estreno) han sido tendencia.

Y no es misterio, especialmente para el tercero, Sailor Moon ostenta el récord de ser el anime con más doblajes, infiriendo que ha sido el más retransmitido desde su estreno (para la sorpresa de quienes sospechaban por Dragon Ball). No “inventó” el Magical Girl (más adelante profundizaré) pero si se convirtió, y continúa siendo, el ejemplo más famoso. Me aventuro a afirmar que Sailor Moon es el personaje femenino más reconocido de la industria, no sólo por la primera adaptación, su vigencia ha continuado gracias al remake de 2012 (Crystal) que aún tiene material en camino (película para 2021) y la continua reedición del manga.

Con tanto recorrido e impacto fácilmente se espera que sea una de las obras más analizadas desde cada ángulo, y casi lo es, especialmente para las temáticas referentes a la identidad sexual o sobre el empoderamiento femenino. Excepto que no me he encontrado ninguna que aborde o pretenda englobar cada aspecto que conforma la serie enmarcado a lo referente del mensaje principal (en un mismo escrito). Alineado con mi cariño por la misma y el estilo de mis escritos, me he convencido de dedicarle este reportaje. No es una reseña (no encontrarás una nota al final) ni tampoco le calificaría como crítica (no sopeso fundamentalmente cada una de sus partes), le llamaría una introspección sobre cada elemento en general, sin llegar a interiorizar completamente en ninguno, la idea del todo más no la consolidación sobre alguna de sus partes.

He visto la serie completamente una vez, actualmente la estoy repitiendo gracias a la cortesía del canal nacional, no tengo recuerdos de mi infancia ligados (fui de Winx y YuGiOh), y tampoco es de mis “máximas” del género, prefiero Princess Tutu, Madoka Magica, Sakura Card Captor o Ojamajo Doremi. Eso no quita ni disminuye mi respeto y consideración por lo que es, y que me esforzaré en explicar. Sin más, adentrémonos en la epopeya de las guerreras prometidas.

Históricamente se le atribuye a Sally The Witch (1966) como la pionera del género, inspirada en el sitcom americano de Bewitched, su éxito abrió las puertas a obras que tomarían sus elementos más característicos y profundizarían en alguna vertiente, Mahotsukai Chappy (1972) y Majokko Megu-chan (1974) se enfocarían en la amistad femenina y la resolución de problemas de ingeniosas maneras, Minky Momo (1982) y Creamy Mami (1983) incluían la transformación a una versión adulta de las protagonistas, hasta que en 1992, Sailor Moon revitalizaría el género y se convertiría en el emblema por casi dos décadas, hasta Madoka Magica en 2011.

Cabe aclarar que no soy ningún experto en Magical Girl, la anterior es una generalización para efectos prácticos. Recomiendo el siguiente material para informarse apropiadamente, sobre todo, realizo una invitación a ver las series pioneras, usualmente los fanáticos nos pasan de la oleada de nuevos estrenos y no se debería ignorar el pasado, especialmente si eres amante del medio.

Naoko Takeuchi es la escritora del manga, su obra más famosa (y de la que ha estado sobreviviendo hasta la fecha (en cierto modo comparte eso con su esposo)). Con la vocación de mangaka desde que era una niña, varias de las experiencias de su infancia y adolescencia le sirvieron como posteriores referencias, sacerdotisa de un templo o ser miembro del club de manga y astronomía. La idea de Sailor Moon comienza a gestarse durante la serialización de “The Cherry Project”, quería enfrentar a chicas guerreras contra seres espaciales, posteriormente, el editor le aconsejo ponerla en trajes de “marinera” (el tradicional uniforme escolar femenino japonés), trabajo las ideas y las escribió en “Codename: Sailor V”. Su enorme acogida le consiguió una serialización donde serían agregadas las otras 4 heroínas, cambio la protagonista y empezó a publicarla en 1991, convirtiéndose en la obra que ya conocemos, a la vez continuaba la corta serialización de Sailor V, que sería una precuela enfocada en Sailor Venus.

En este reportaje sólo abordaré el anime, tampoco quiero meter las manos al fuego para afirmar inequívocamente los motivos detrás de su popularidad, sólo partimos de que fue un rotundo éxito. Quiero explicar decenas de aspectos en la serie, sin contenerme, por lo tanto, alerta de Spoilers. Una última cosa, utilizaré los nombres en Latino, ambas veces la he visto doblada, lo tengo tan interiorizado que si usará los nombres japoneses alguno en español se me terminará escapando, prefiero mantenerlos a todos dentro de la misma categoría.

La historia es sobre Serena Tsukino, una chica de 13 años que se convierte en Sailor Moon, una heroína planetaria encargada de proteger a la tierra contra las amenazas de las fuerzas del mal. No estará sola, se irán uniendo nuevas amigas que conformarán el grupo de las “Sailor”. Esta es la sinopsis tradicional, y encaja perfectamente con la primera temporada, pero analizando la serie en perspectiva difiero en un aspecto, “es sobre”. Sailor Moon no es únicamente la historia de Serena Tsukino, y contrario a lo que podría ser obvio, tampoco me refiero a sus amigas. Sailor Moon es la historia de Serena Tsukino y su hija, Rini, Sailor Chibi Moon.

Dividida en 5 temporadas: Sailor Moon, R, S, Super S y Stars. Serena es protagonista de la original y Stars, Chibi Moon de Super S, ambas son coprotagonistas en R y S. ¿Por qué esta afirmación? Lo explicaré en el abordaje de las respectivas temporadas.

En principio, la primera temporada iba a ser toda la serie, fue durante el final de la producción que los editores le preguntaron a Takeuchi si podría continuar, a lo que respondió afirmativamente, dejando su cierre abierto a posibilidades a través de futuras secuelas. Eso explica el porqué es tan compacta siendo sólo un “comienzo”, incluyendo introducción, desarrollo y desenlace, y uno demasiado dramático para ser una serie con continuación segura.

Con 46 capítulos, los primeros 7 episodios se centran en Serena, en el capítulo 8 presentan a Amy, en el 10 a Rei, 25 a Lita y en el 33 Mina; entre presentación a presentación se van conociendo la personalidad de cada una conforme se formalizan sus relaciones, cómo se comportan, qué cosas les gusta, de qué formas se puede compenetrar tanto como equipo y amigas. Cuando están recién conocidas son un grupo reunido por causas mayores, es en la convivencia donde construyen auténticos lazos, concretan perspectivas y así, nace la amistad.

Serena es con quien comenzamos y con quien finalizaremos, es la única que tiene un objetivo concreto de donde analizar la fortaleza de su desarrollo, desde el comienzo Luna le asigna una misión “Convertirse en una guerrera”, una vez ocurre la revelación acerca de su verdadera identidad la meta se expande “Convertirse en una líder guerrera”. Y no lo tiene sencillo…

Autodescrita como una chica torpe y llorona, en los primeros episodios le hace justicia a su descripción, tiene complicadas peleas contra los enviados del mal y terminamos coincidiendo con luna sobre cómo no podía haber escogido peor elegida. Sin embargo, conforme al pasar de los capítulos va adquiriendo seguridad y motivación, conocer y afianzar los lazos con sus nuevas compañeras le brindan más motivaciones para luchar (ya dejando de lamentar su destino) hasta que finalmente el rescatar a su mundo, a sus amigas y a su amado son los últimos clavos para ultimar su desarrollo. Eso sí, considero que la primera temporada únicamente cumple con el primer objetivo: “Convertirse en una guerrera”; si bien aprende la lección sobre la importancia de confiar en sus compañeras, las habilidades como líder las irá puliendo con el pasar de las temporadas hasta que en Stars veremos su forma final.

Durante tal crecimiento, ganó nuevas cualidades y afianzo propias, lo que tampoco implica la desaparición de los defectos, en general, sigue desatendiendo a los estudios, es despistada, perezosa, comelona, y por supuesto, torpe y llorona, sin que ninguna termine incapacitando su desempeño como heroína de la justicia. Es el personaje más caracterizado de toda la obra, en el transcurrir de los episodios el cómo enfrenta y formaliza sus ideales, la dejan varios escalones de desarrollo encima de sus compañeras.

Pero ello no implica una mediocre caracterización o interacción en el resto del grupo, al contrario, es de los más compenetrados que he visto del medio. Si juntas en una situación a cualquier combinación, gusta y funciona, no quiero decir que sea una obligatoria característica de los buenos equipos el ser “conmutables” pero si existe es porque hay poderosos lazos en sus integrantes. Las interacciones garantizarían ser únicas gracias al grado de definición en la personalidad de cada una.

Cada integrante tiene características y actitudes diametralmente diferentes de las demás. Al comienzo pueden presentarse como meras actitudes superficiales para definirlas al “completo”, tómese el caso de Amy quién la conocemos como una chica muy inteligente, entonces podrá parecer sólo el arquetipo de “La genio, sólo dedicada a los estudios”, y tiene razón, es muy brillante gracias al esfuerzo que le dedica a los estudios, a excepción del “sólo”, en el pasar del tiempo junto a Serena va desvelando preocupaciones e intereses: La justicia, naturaleza, compras, y hasta tiene cierto enamoramiento. Metas como cirujana o casarse, sin que ninguna impida a la otra, evitando que se defina sólo con un par de características; es lo que habilita el creerla como personaje, por sí misma y dentro del grupo.

Rei es temperamental, correspondiendo a la pasión del planeta rojo, es “lanzada” con sus amores, temores y metas, no demora en responder ante la amenaza de los enemigos, supera los miedos con tal de proteger a quienes quiere, puede ser una líder en otras instancias, y si le dan la oportunidad, hasta cantará encima de un escenario. Su personalidad es el extremo opuesto de Serena, la razón para las constantes peleas, el motivo por el que son mejores amigas.

Lita es una chica alta y muy fuerte físicamente, hábil en los deportes, con vocación de justiciera, e inmensamente enamoradiza, además de tener gusto y habilidad en la cocina. De una vez declaro que es mi Sailor preferida, nada como las mujeres altas. Puede no ser “brillante”, pero siempre contarán con su apoyo, en perseverancia y fuerza.

Por último, Mina es la muchacha más independiente, tiene más experiencias como heroína y en su vida personal, lo que le brinda seguridad en el cómo actuar, eso sí, tampoco califica de hermana mayor o mentora; es exactamente similar a las otras chicas en cuánto a las dudas típicas de la juventud: Cuáles deberían ser las cosas a qué dedicarse o intereses amorosos. Es atlética, chismosa aunque confiable, se emociona fácilmente y obstinada una vez se fija en una idea.

Este variopinto grupo se reunió por el mismo llamado a protección de la tierra, derrotar a los enviados del “Reino Oscuro”, los antagonistas que pretenden encontrar el “Cristal de plata” y así lograr extender su poder hasta la tierra. Tras la revelación sobre las identidades de cada chica, con Serena siendo la reencarnación de la princesa, el deber cobra un matiz como “súbditas” hacia la familia real, aunque está vertiente nunca se antepone a la consideración desde la amistad, en otras palabras, protegerla más que por ser su Reina es por ser su amiga.

A lo largo de las otras temporadas, el grupo de amigas pese a que no cuenta con una demarcada evolución, si tienen cambios, Rei le baja un poco a las reacciones tan temperamentales y es más comprensiva, Amy aprende que también es divertido relacionarse con los demás, Lita enfrenta sus problemas de autoestima y Mina va cerrando las heridas del pasado. En comparación con Serena, ninguna tiene un desarrollo tan demarcado, ni en esta ni en alguna de las próximas temporadas, irán afinando ciertos detalles de personalidad, actitudes y relaciones personales, más no son diametralmente diferentes entre el cómo comienzan y en quién terminan, por eso, no las considero al mismo nivel de protagonismo de Sailor Moon.

El Reino Oscuro está comandado por la Reina Beryl, que actúa en acción para revivir y luego estar bajo el mandato de “Metalia”, una entidad que provee energía maligna. La jerarquía en sí misma es de 3 niveles, como es común en obras del género (apartando a Metalia porque no tiene participación física directa): Beryl > Comandantes > Esbirros. Los Comandantes también son llamados los “4 Reyes Celestiales”: Jadeite, Nephrite, Zoisite y Malachite, cada uno puede invocar (a su manera) un esbirro que será quien enfrentará a las Sailor en combate. La estructura serial se compone de estos enfrentamientos contra entidades individuales.

Poco hay que destacar de los esbirros, son sólo seres antropomórficos, aún si están basados en algún objeto o animal, que atacan a las Sailor, no exhiben inteligencia, meramente ejecutan esa orden y reaccionar acorde al instinto. Cada uno cuenta con habilidades características del entorno de donde surgieron (por ejemplo, un monstruo balón rebotaría), los diseños están directamente vinculados a ese origen y a veces pueden ser bastante ridículos (aunque para los peores extremos debemos esperar un par más de temporadas).

Los reyes celestiales tienen una relación complicada, pese a pertenecer al mismo bando, no dudan en sabotearse o anteponerse unos contra otros con tal de obtener el favor de la reina Beryl o en el caso de Zoycite, el interés de Kunzite. Aunque tienen poco tiempo en comparación a los esbirros, los momentos que les incluyen van demarcando una evolución (para algunos).

El primero en orden de aparición es Jedite, comandante serio y dedicado sólo a la tarea de recuperar el cristal lunar, no tiene desarrollo más allá de una creciente desesperación por acarrear contantes fallos, hasta colmar la paciencia de la reina Beryl. Le condena a vagar eternamente en otra dimensión encerrado en un bloque de hielo.

El enfoque de Nephrite es más personal, tanto en la recolección de energía como en el decidir las formas en cómo se enfrentará a las Sailor. Igual de serio y decidido, la estrategia que adoptó termina afectándole inesperadamente por los sentimientos que empiezan a surgir entre él y a quién elige para acercarse a las Guerreras, Molly. En ese devenir de malentender los motivos detrás de la energía que detectaba, los sentimientos de ella y el mismo, termina siendo superado por esa asimilación de nuevas experiencias, sacrificándose con tal de que Molly pueda vivir.

Aprovechando la mención a Nephrite daré mi postura respecto a este asunto de una vez, la “pedofilia” en Sailor Moon. Serena nunca es mayor de edad en la serie, comienza con 14 años y al terminar tiene 16, en ese transcurso de tiempo sostuvo una relación sentimental con Darien de 18 años, ese suele ser el principal argumento de quienes apelan a la “promoción pedófila”, sin embargo, más allá de esta relación (que nunca es abusiva o forzada), sólo pueden apoyarse en las historias de los personajes secundarios que tampoco son exclusivamente concretas, el mismo Nephrite se sacrifica antes de siquiera contemplar la posibilidad de pensar en una relación, ¿Y en el caso de Molly? Si, efectivamente se enamora de alguien mayor, algo que no es ni mucho menos extraño, y reiterando, nunca pasa de eso, ser un flechazo. A lo largo de la obra volvemos varias veces a este tipo de relaciones y siempre se mantiene en la misma tónica, la mera fantasía tan común del Shoujo.

En el actuar de Nephrite varias veces era burlado por Zoycite y Malachite, los últimos comandantes del Reino Oscuro, que además son amantes, constituyendo otra de sus principales polémicas, una relación abiertamente homosexual. Para evitar inconvenientes, en la mayoría de doblajes, la voz de Zoycite fue femenina, que junto a su aspecto andrógino no se presta a dudar su género.

Si bien ambos tienen lealtad hacia el Reino Oscuro, lo que incluye a la Reina Beryl, en el pasar de enfrentamientos, Zoycite desatiende órdenes directas en favor de sus intereses personales, mientras que Malachite tiene dedicación ciega por la reina. No importaba como se desarrollará, la situación era eventualmente insostenible, aún con dedicación y esfuerzo, Zoycite no pudo lograr su objetivo, muere por la reina Beryl, cayendo en los brazos de Malachite.

Malachite es la conjunción de los otros 4 en cuánto a los adjetivos del desempeño como comandantes del Reino Oscuro, de base era implacable, y el grado de compromiso aumenta por la derrota continua de sus compañeros. Es quien más cerca estuvo de derrotar a las Sailor, hasta que el plan tiene un inesperado resultado y su papel como antesala termina diluyéndose, muere pensando en Zoycite.

La Reina Beryl siempre se mantuvo en la misma línea, aniquilar a las Sailor Moon para los planes de Metalia, lo único nuevo que le conocemos es el interés por Darien, a quién le manipula los recuerdos para tenerlo bajo su merced como “Tuxedo Mask Black”. Irónico que sean sus subordinados quienes terminarán acaparando el recuerdo por sus inesperados compases dramáticos a lo largo de su desarrollo. En conjunto, el Reino Oscuro no tiene una demostración explicita de cada cuál respecto al tema de la obra, más si tiene varios ejemplos, como el amor vigente entre Zoycite y Malachite, Nephrite enfrenado sus nuevos sentimientos y hasta los sentimientos de la Reina Beryl; logrando que como antagonistas no desapunten ni a nivel particular o general.

Los aliados de las Sailor son los guardianes de la Luna y Toxedo Mask. Los guardianes son Luna y Artemis, dos gatos que viven junto a Serena y Mina (respectivamente), cada uno es protagonista de alguna que otra historia, principalmente cumplen como apoyo para la comunicación entre integrantes o ser mentores respecto a una que otra cosa a mejorar. Con el transcurso de las temporadas, si bien son más cercanos y especialmente obvios los sentimientos de Artemis, nunca la relación se llega a concretar más allá de la insinuación de como próximamente estarán juntos. Siempre mantendrán el rol de “cuidadores”, estarán atentos por las guerreras y brindando consejo en el momento adecuado.

Toxedo Mask, el ultra misterioso héroe enmascarado. Desde el primer capítulo hace aparición, con una rosa avisa de su presencia, a veces partiendo cuerdas, otras desenmarañando trampas y hasta rompiendo armas, rematando con un par de frases con la cursilería más intensa que has escuchado, gracias a él, las chicas escapan del aprieto, finalizando con el movimiento final de Serena.

Es curioso como pese a que su identidad es sabida por todos después de la primera temporada, el alias no es olvidado ni cae en desuso, sigue regresando en esos precisos instantes, aunque ya sin todo el trato misterioso por parte de todas las Sailor, eso sí, Serena siempre lo verá con ojos más enamorados que de costumbre (ya lo decía Bigotes, a las mujeres les gusta los hombres con traje).

Detrás del antifaz de Toxedo Mask está Darien, un muchacho de 18 años que estudia en la universidad, en la primera temporada aprende cuál es su verdadera identidad casi a la par de las Sailor, con la particularidad que no hubo ningún mentor para guiarle, fue a punta de sus esfuerzos y deducciones. En esa continua dedicación fue cambiando de quien era a quien es, de los primeros y divertidos malentendidos con Serena va cambiando a ser el atento y cariñoso novio, el valiente soldado Endimión que protege a su futura esposa y a la tierra. En cierta forma, el estado de su relación junto a Serena nunca más cambiaría tanto, aún quedan otras dimensiones que consolidarse, pero se desarrollan junto a la otra princesa.

En la mención al actuar de Toxedo ya se desvela cuál es el transcurrir de la obra respecto a su naturaleza episódica. Generalmente tenemos una “situación cotidiana”, salida de compras, ir juntas a patinar, o sencillamente quedar en una cafetería, aparece el villano que está de alguna manera involucrado con esa actividad, invoca al esbirro, las chicas se encuentran en problemas, aparece Toxedo, manda una rosa, Sailor hace su movimiento. Por supuesto que es una generalización, de hecho, al estar viendo la serie por segunda vez pensaba que dominarían los momentos de “Toxedo al rescate”, en cambio hay más ocasiones en que son las mismas chicas quienes cumplen ese papel y en otras oportunidades, un giro del destino les ayuda. De todas formas, es innegable que hay una formula muy clara, presente no sólo en la primera temporada, sino en toda la serie, depende de cada quien que tanta paciencia le tenga.

Porque las peleas no son barullo de creatividad en nivel narrativo ni visual, cada chica pese a tener un planeta característico, su capacidad de lucha se reduce a meramente un movimiento: Burbujas de Mercurio, Fuego de Marte, Rayo fulminante de Venus, Trueno de Júpiter y Tiara Lunar. Estos movimientos especiales no se mantienen a lo largo de la serie, usualmente al enfrentar a un nuevo enemigo son “buffadas” dándoles un nuevo power up que realmente sólo reemplaza al anterior. Aunque luchan en equipo, pocos son los enfrentamientos donde estén coordinadas o sus poderes tengan apoyo hacia los movimientos de las otras. El único que puede ser utilizado efectivamente como Support son las Burbujas de Mercurio, y todavía así, tiene menos frecuencia de la que cabría esperar.

Los otros 3 poderes son un típico golpe de rayo de poder que solapados uno con otros terminarán haciendo más daño. La Tiara Lunar es sólo el antecedente de la curación lunar y sus consecuentes similares, el fin de la batalla a través de la destrucción del otro o rescatarle en el caso de haber sido transformado. Serena cuenta con la transformación lunar, que le permite convertirse en lo que quiera ser, una habilidad muy útil para investigar y descubrir las cusas detrás de algún problema, una lástima que con el pasar de las temporadas tal poder sea olvidado. Para rematar, las animaciones de secuencias de transformación y poder son las mismas. Comprendo porque para algunos puede llegar ser desgastante, en lo personal, considero la tercera temporada como el punto más grave de aburrimiento en el cómo suceden estos enfrentamientos, más si soy capaz de volver a repetir toda la serie se debe por dos cualidades: Las batallas especiales y la dirección.

Las batallas, en general, no son portentos de la animación, hay varios Sketches de divertidas reacciones, pero al llegar el intercambio físico, la reacción-acción prima, junto a la imagen estática con efectos de acción (las líneas, movimiento de la cámara). Son en los enfrentamientos contra los Comandantes donde más carne se pone al asador, usando lo mejor del presupuesto para momentos puntuales de esos momentos puntuales. ¿Así que, si no es la animación, dónde está el atractivo? Ejem, te responderé con una declaración, considero a Sailor Moon como una de las mejores (solamente porque no he visto todo el anime existente) direcciones visuales de la historia.

La serie no tuvo un director constante a lo largo de toda su producción, de todas formas, quienes fueron seleccionados para el cargo, conservaron y mejoraron las ideas que Junichi Satou implemento en la primera temporada. Así es, el mismismo Satou antes de ganarse su legendaria fama, uno de los directores que más admiro y respeto, en su impresionante repertorio se cuenta a ARIA, Princess Tutu, Kaleido Star, Ojamajo Doremi, Strange Dawn y hasta una temporada de Slayers. Ha dirigido 4 de mis series top 25, y viendo en perspectiva su recorrido, Sailor Moon era muestra temprana de sus cualidades.

La serie no cuenta con una gran animación en términos de fluidez o espectacularidad, el esfuerzo estuvo en que cada encuadre fuera lo más pulido posible y, simplemente, no tiene comparación. Es absurdo como puedo ir casi a cualquier minuto de cualquier capítulo (a excepción de las secuencias de transformación (por su repetición, no por un “desnivel”)) para encontrarme con una conjunción de colores en una relación personaje-entorno que me quita las palabras para describirlas, sin pensarlo demasiado me refería a esta ambientación como “Aesthetic”, y pese haber sido un simple adjetivo que pasaba por mi mente en ese momento, ahora no se me ocurre una mejor descripción.

Utilizada por la corriente Vaporwave, que tomó fuerza al comienzo de la década pasada, es un término lejos de ser formal o consensuado, tal como la música que acompañaba, sirve como conjunción de elementos nostálgicos sin llegar a auténticamente serlos. Ritmo de elevador mezclado con Jingles que no invitan al regreso al pasado porque, en realidad, nunca existió. La Tokyo de Sailor Moon es una ciudad de apariencia cálida pero irreal, o mejor, idealizada visualmente a extremos imposibles, sus noches azules con variedad de luces que forman un cuadro posimpresionista, los atardeceres con el sol en la apuesta plasmando un degrade de naranja, la famosa Torre de Tokyo coronando el horizonte con sus pequeñas y poderosas bombillas.

Ciertamente todas estas cualidades se muestran más y mejor en esos instantes prestados al realismo mágico, los extremos del día, e igual no implica que lugares más cotidianos como la escuela, la cafetería o el templo de la familia de Rei no estén retratados con dedicación. Cada entorno es único y tangible, esas líneas difuminadas tan características en varios segmentos del programa, tiene las necesarias para definir las formas y esencia de esa escena. Una de las mejores técnicas para darle tangencialidad al escenario es el simple contacto de los protagonistas con sus alrededores, tan simple como interactuar con sillas o mesas.

El enfrentamiento acción-reacción no es excepción, cada una de las imágenes estáticas tiene gran detalle y hermosa composición, los diseños de personaje de los enemigos que podrán no ser los mejores son compensados a través del efecto que pueden llegar a tener sus poderes y como contrastan unos con otros, sumado a los preciosos fondos con los que cuentan, en mi caso, es suficiente para repetir la serie a gusto, meramente por apreciar toda la dedicación a cada instante.

Oh, pero no quiero dedicar meramente un solo adjetivo a los fondos, tremenda injusticia sería. Claro que la variada cantidad de tonalidades daban “misticismos” a esas atmósferas, sólo que el trabajo de trazado ya existe y resalta, desde simples callejones con sus casas de lado y lado, hasta admirables entramados llenos de detalle que podemos pasar por alto, más quedan evidentes una vez se decide admirarlos. Y no sólo los entornos citadinos, hay varios episodios que ocurren en medio de la montaña, al lado de lagos, en playas; una considerable porción de entornos naturales, volviendo todavía más robusto al conjunto. Para rematar, sólo me estaba refiriendo a la primera temporada, durante las próximas se mantendría y mejoraría, sobre todo para su segunda, cuarta y quinta temporada, que llegado el momento serán mencionado.

Y eso que falta los demás elementos que componen la imagen, pese a que los trajes de batalla y sus uniformes escolares sean sus vestidos más recordados, la serie tiene una de las mayores particularidades del medio, variar sus ropas capítulo tras capítulo. Durante los tiempos libres las chicas exhiben su guardarropa, cada quien acorde a su personalidad, dando con una gran variedad de estilos y combinaciones.

Por supuesto, el traje de marinera es también una exhibición de creatividad, sólo unos cuántos cambios al uniforme japones para mostrar más pierna sin que tampoco se sintiera únicamente expositivo y voilá, otro emblema de la industria. Los últimos accesorios fueron los elementos mágicos particulares de las Sailor que irían actualizándose temporada tras temporada, como sus gemas, la Tiara lunar o el Báculo lunar.

La convergencia de cada parte es lo que termina construyendo ese atractivo de las batallas, por supuesto, vuelve a estar conferido a la decisión de cada espectador respecto a lo que busque o sienta más interés, personalmente, caigo fascinado ante la capacidad de composición, incluso en los episodios flojos continúa siendo bella. No será el ritmo más creativo o innovador, a la postre, tiene mejor aguante que programas similares con aparente mayores capacidades para aprovechar su factor de “interés”.

Cuando no están combatiendo ni compartiendo entre ellas, pueden estar con sus propios círculos sociales, sean sus otros amigos o familiares, como la ya mencionada Molly, la mejor amiga de Serena antes de conocer a las demás. Protagonista de (a su pesar) varios episodios y quien servía como apoyo en la escuela, trato similar al que recibe su familia, o mejor, cada uno de los secundarios particulares que aparece en la primera temporada, instantes de protagonismo que ayudaban a contextualizar ese entorno, y que desgraciadamente, no decidieron continuar.

Con el paso de temporadas menos tiempo y relevancia tienen, hasta finalmente desaparecer, ciertamente ni siquiera se les brinda un pensamiento de sentido pesar, nosotros también nos habíamos olvidado por lo bien que funcionan las relaciones que van construyendo entre ellas y con el villano de ese determinado momento. Es viéndolo desde la perspectiva que se echa de menos la dedicación a su presencia, no en vano, esas dimensiones también formaban la personalidad de las chicas, son parte de su persona, sobre todo, hubiera servido para el desarrollo de las otras integrantes del equipo.

¿Y qué tal suena Sailor Moon? Los sonidos de la serie son muy característicos, el Foley antecedente a la activación del poder de cada chica, los golpes y momentos más “cartoonish” con su acordada composición. Lo repetitivo (considerando la cantidad de episodios) puede jugar en contra para ciertas personas, no obstante, en los demás genera cercanía e intimidad, es seguir en terreno conocido disfrutando lo comprobado. La música está a cargo del ya fallecido Takanori Arisawa, es su trabajo más representativo (se encargó de las 5 temporadas) con multitud de tracks para una gran cantidad de momentos, como la llegadatarde a la escuela, los tonos de batalla, las esperas y un enorme etcétera (Aquí os comparto este compilatorio).

El Opening es el legendario Moonlight Densetsu, hoy en día sigue apareciendo en las listas de los Openings preferidos entre los japoneses. Es la canción de las 4 primeras temporadas, en Stars es reemplazado por Sailor Star Song, la cuál cumple muy bien la cuota. Durante cada arco hay dos Openings con sus diferentes animaciones, mi preferido es el primero de Sailor Moon S, además de evidentemente el primero de la temporada 1 y el de Stars. Los Endings son diferentes acorde a la temporada, el más recordado (y también mi preferido) es Heart Moving, ese abrazo es todo lo que debe ser.

Retomando, la primera temporada tiene el viaje suficiente, y la verdad es que resulta ser mi temporada preferida, el conocer a cada una y ver cómo se van entrelazando las bases del grupo, es una satisfacción que no se repetiría, no por bajón de calidad sino por el mismo viaje narrativo. Con el detalle de ser la única temporada que funciona por si sola, habrá mejores villanos y conflictos, más no se repetirán todas las emociones y sorpresas de las primeras veces.

La segunda temporada es Sailor Moon R con un total de 43 episodios, divididos en 2 arcos, el de Alan/Anne (47-59) y la llegada de Chibi Moon (60-89). El primero pertenece exclusivamente al anime, y su motivación es más guiada a arreglar los inconvenientes del final de la anterior temporada, ósea, resolver el problema de los recuerdos, regresar a las dinámicas grupales, retomar el ritmo.

Alan y Anne son los antagonistas, una pareja de origen extraterrestre que buscan “energía” para alimentar el árbol que les mantiene vivos. Este arco es meramente un trámite, no pasa nada extraordinario o memorable, eso sí, tampoco es irremediablemente aburrido, con búsquedas de darle algo de justificación tenemos agregados como el caballero de la luna, las “mejoras” en los ataques de las Sailor y hasta un desarrollo alienado a la temática general de la obra, el amor.

En medio de todos esos inconvenientes sobre quién le gusta a quién, se van formalizando las diversas posturas acerca de que es o debería ser el amor, concluyendo en una satisfactoria resolución, nuevamente, no tiene demasiado impacto o recuerdo a la larga, pero que esté dentro de los estándares de la obra es apropiado. Aprovecho la mención para reinvindicar algo muy importante mencionado de forma muy casual, el tema de Sailor Moon es el amor. Podrá parecer evidente, no en vano, Serena quiere a Darien, y pasan mil y una cosas para estar juntos, y si, pero no sólo eso, es algo más, que debe esperar hasta Stars para ser apropiadamente definido.

Ahora sí, el turno para nuestra otra protagonista, Chibiusa cae del cielo para quedarse. Su nombre está compuesto de “Chibi” y “Usa”, “pequeña Usagi”, Usagi es el nombre japonés de Serena, pista directa sobre quién es, aunque demorará un buen tiempo en ser evidente. Y eso que más allá del nombre hay varias señales sobre su verdadero origen, como el aspecto físico y actitudes, siendo una chica testaruda, hiperactiva y valiente, contrastando con una renuencia al contacto social. A través de un hechizo se vincula a la familia como si fuera una prima, aunque a efectos prácticos son cuasi hermanas.

Con la llegada de Chibiusa aparecen nuevos villanos, la familia Black Moon, organizada jerárquicamente por el Príncipe> CrimsonRubeus/Esmeralda > HermanasPersecución/Droidos. El primero en antagonizar es Crimson Rubeus, líder de las Hermanas de la Persecución, igual que el Reino Oscuro están en la búsqueda del cristal de plata. Las Hermanas son (de menor a mayor): Karmesite, Berjerite, Kalaberite y Petzite. Tienen la particularidad de ser la contraparte de las Sailor (a excepción de Serena) en cuánto a sus poderes y un poco de su personalidad. Karmesite tiene poderes de fuego, Berjerite de agua, Kalaberite de oscuridad y Petz de electricidad, siendo respectivamente “copias” de Mars, Mercury, Venus y Jupiter.

El actuar es similar a los Reyes Celestiales, con la excepción que son más asentadas y mejor desarrolladas los dramas entre las integrantes, aún siendo hermanas, todas compiten por ganarse el favor de su líder, Rubeus. Pese a que este sólo se preocupa por cumplir su misión y no duda en manipular los sentimientos de ellas con tal de lograrlo.

La estructura de la primera parte es el enfrentamiento serial contra alguna de las hermanas de la calamidad que buscan el Cristal de Plata a través de capturar pequeños enclaves a lo largo de la ciudad que tendrán incidencia en el Tokyo del futuro. Los sucesos cotidianos se enfocan en ir definiendo a las Sailor, sobre todo, contextualizar a Chibiusa en el siglo XX, tanto por si sola como en relación con las guerreras, en especial, Serena.

La tensa convivencia entre Serena y Chibiusa es algo esperable al considerar la aparición repentina de la segunda, acaparando el rol como consentida de la familia, invadiendo su espacio personal y el gran golpe, ser más mimada por Darien. Varios de los episodios son dedicados a representar estos encontronazos desde ambas partes, porque Serena podrá ser mayor pero ya sabemos que su actitud está en miras de ser adulta, no puede evitar ser celosa.

Durante el transcurso de los episodios los conflictos van acercando una con la otra, Chibi empieza a tener un poco de admiración por Serena gracias al desempeño como la líder de las Sailor, Serena va comprendiendo que al final sólo es una niña, incapaz de sentirse enteramente a gusto en algún lugar y con una aparente gran carga sobre sus hombros. Ambas son más empáticas respecto a la otra, eso sí, ninguna cede sobre a quién debería prestarle cuidado Darien.

El progreso de las Hermanas de la Calamidad se resume en ir perdiendo consecutivamente, entre saboteos, conflictos internos y la misma derrota a manos de las Sailor, el grupo que ya estaba fragmentando se va extremando hasta que una por una “caen”. Está caída es una aparente muerte, en realidad, son “restauradas” gracias al poder del Cristal de Plata. Adoptando forma humana y así dedicarse a una vida de tranquilidad, hasta las rencillas que había entre ellas fueron dejadas de lado, como entre Petzite y Kalaberite. Rubeus es el único que no hallará la tranquilidad, muere solo e irónicamente traicionado.

Las hermanas ahora como humanas, tienen lazos de amor fraternal que les eran inútiles bajo el mandado de Rubeus, alcanzando un destino mejor del que hubieran augurado. El testigo de Black Moon pasa a Esmeralda, una mujer implacable que está enamorada del príncipe Diamante. Decide enfocar toda su dedicación en capturarle la atención al derrotar a las Sailor, más cuenta con una peligrosa contra, los sentimientos del Príncipe Diamante.

El príncipe es el aparente líder de Black Moon. Tiene como objetivo conquistar la tierra para darles un lugar apropiado a sus súbditos (los habitantes de Némesis), si además consideramos sus numerosas actitudes escuchando las opiniones de los otros miembros, como Zafiro, reconocemos que está lejos de ser un tirano (contrario a la Reina Beryl), hasta tiene cierto enamoramiento por Sailor Moon, sin que le llegue a impedir el continuar con su objetivo.

Por eso Esmeralda tiene un gran obstáculo, los sentimientos no le son correspondidos, dividiendo sus acciones en los ataques que le corresponden como líder de la ofensiva, y el evitar que Serena establezca contacto con Diamante, afectando directamente los planes del Príncipe. Y entonces es traicionada (ya puedes ir notando el patrón), convertida en un horroroso monstruo, es destruida por Sailor Moon.

Zafiro y Diamante son los últimos vestigios de la ofensiva Black Moon, el primero es el príncipe segundo, ósea el hermano menor, más desconfiado y a la defensiva, debido a la poca seguridad que le brinda el gran elefante blanco aún no mencionado: “El Gran Sabio”. A lo largo de la temporada le vemos varias y cortas veces, la función parece ser meramente un consejero de la familia real, más sus participaciones, decisiones y una que otra reacción implantan la idea de no que no es quién dice ser.

Ser quien traiciona a Esmeralda y posteriormente asesina a Zafiro lo vuelve evidente, él es auténticamente el antagonista, los demás fueron meros títeres en su telaraña. El Príncipe Diamante se da cuenta demasiado tarde, la redención será el sacrificio por Sailor Moon, lamentando no haber logrado la vida de tranquilidad a la que aspiraba. El golpe definitivo del Sabio será confundir a la pequeña dama, lo que conlleva a la fase final de la temporada.

Pese a que Chibiusa se va acostumbrando a la vida del Siglo XX, los continuos ataques de Black Moon van haciendo mella en su confianza, al fin y al cabo, es tan sólo una niña. Puede que el revelar la auténtica misión le quitará parte de sus ansiedades, más no deshace la necesidad básica de necesitar a sus padres, de ser corroída por la culpa, de sentirse sola, abandonada por su época y familia. Precisamente el área donde le ataca el Gran Sabio, cambiando los recuerdos, la convierte en Black Lady, “Dama Oscura”.

Las Sailor, específicamente Serena, debe enfrentarse a la encarnación mayor y corrompida de Chibiusa, más ya sabiendo los motivos detrás de su viaje, apariencia y objetivo, la empatía que se iba acentuando se convierte en un prospecto de amor maternal, lográndose transformar en la Neo Reina Serenity, junto al apoyo de Endimión (Darien) deshacen la hipnosis y rescatan a Chibiusa. Ya están todas juntas para derrotar al Sabio y rescatar a la tierra.

En el transcurso de este viaje conocimos a una nueva Sailor, Sailor Plutón, encargada de proteger la puerta del tiempo-espacio, una guerrera completamente entregada al deber, severa contra quienes intenten incumplirlo. Lo que cuál no impide que se vuelva cercana a Chibi, quien la considera como su única amiga (durante un tiempo). Mantendría está misma actitud en las posteriores temporadas, solamente apareciendo como un importante apoyo durante las mayores amenazas.

Si ignoramos la primera parte, Sailor Moon R es tan compacta o más que la primera temporada, de nuevo, la razón detrás de mi preferencia por la temporada original es por el estatus de ser la que inicia. Al comparar ambas punto contra punto sobre los 2 ejes de cada temporada, protagonista y antagonista, R está mejor posicionada. La evolución de Chibi quien recupera la confianza en sí misma, hacia sus padres, con todos los sentimientos involucrados, el camino de la madurez en Serena manifestado a través de un temprano amor materno, la familia Black Moon derrotada por la falta de amor y confianza entre ellos. Las temáticas generales y particulares son correctamente abordadas y reflejadas, una trama de traiciones más trabajada y enmarcada bajo los ideales de la temporada, con la correspondiente dirección que se vuelca a reflejar visualmente tal desesperación.

Ikuhara comparte el co-crédito de la dirección, con excepción de la parte final, la serie es visualmente similar a como era la anterior temporada. El cambio sucede en el viaje al corazón de la oscuridad, donde el juego de luces reflejando la corrupción de Chibiusa y las sombras de la incertidumbre dominan la ambientación, sin embargo, habría esperar un par de temporadas para reconocer la forma precursora del que serían sus marcas.

Sailor Moon S tiene 38 episodios, una temporada muy recordada por la aparición de Michiru, Haruka y Hotaru, quienes son emblemáticas en el género, Chibiusa asumiendo el rol protagónico, sin dejar de lado a Serena, quien se enfrentará a sus mayores obstáculos como líder hasta la fecha. Y la temporada que menos me gusta (eh, miren, una opinión impopular mía, pidan un deseo).

Sobre el papel y tomando sólo los puntos más importantes, la considero el mejor arco de Sailor Moon (a escala individual). Los inconvenientes están sobre la ejecución, donde los contras de la obra se acumularon, aunque afortunadamente no volverían a ocurrir a tanta frecuencia. Entiendo porqué razones es tan bien recordada entre una mayoría de fanáticos, pero en mi caso, lo considero como un lamentable lastre que podría haber llegado a ser mucho más.

Porque las bases son muy buenas: Abre con una profecía, menciona un desconocido artefacto “La Copa Lunar”, nuevos adversarios que casi las hubieran derrotado sino fuera por la aparición de 2 misteriosas guerreras, Chibiusa regresa para entrenarse como Sailor, acompañada por una pequeña gatita llamada Diana (hija de cierta pareja), y la llegada de Haruka, la hija del director de una misteriosa escuela.

Haruka es quién relaciona todos los hilos narrativos: El temático en Chibiusa, si la anterior temporada era sobre amor paternal, S abordará el fraternal, y será el punto de convergencia entre el conflicto de las Sailor con las nuevas guerreras, conllevando al dilema de Serena, lograr ser una líder apropiada sin renunciar a sus ideales. 2 ejes completamente involucrados uno con otro, sin embargo, sólo aparece hasta el capítulo 22, poco después de la mitad de temporada.

No obstante, su presencia se encontraba implícita desde antes, la búsqueda de las misteriosas guerreras es tras los talismanes que impedirán la resurrección del “Dios de la Muerte”, el no entablar una alianza con las Sailor se debe a la dedicación dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias con tal de impedirlo. Hay demasiadas lagunas como para acercarse o llegar a un mutuo acuerdo, ni siquiera las Sailor tienen plena consciencia de quién es su enemigo.

Estos encontronazos suceden durante las batallas, la diferencia de poder y la obsesión del enemigo en encontrar a algún corazón puro para dar con los talismanes, termina afectando la seguridad de las Sailor respecto a sus propias habilidades. La primera parte de la temporada se enfoca en ir adquiriendo la fortaleza necesaria para ser capaces de enfrentar el nuevo reto, el resolver los conflictos internos de cada una sea respecto a sus relaciones personales, desconocimiento del futuro o autoestima, con la particularidad que estas situaciones seriales tienen la participación de Haruka o Michiru.

Ambas son presentadas en el capítulo 3, en los próximos episodios conocemos más acerca sobre ellas y la relación que tienen. Haruka es la chica que podría pasar por hombre, con aficiones “masculinas” como la conducción o los deportes, su cabello corto, actitudes serias y decididas se prestan para confundir su género. Michiru es el completo opuesto, definida por la misma Serena como una de las chicas más femeninas que ha conocido, refinada y dedicada a las artes (música y pintura); no es casualidad el extremo de sus personalidades, la misma Naoko ha explicado que fueron diseñadas para que complementarán entre sí, y ahí está la fortaleza de su relación.

La segunda pareja más famosa de la serie y una de las LGTB más emblemáticas, la presentación es muy natural respecto a esto (al menos en la mayoría de doblajes), convirtiéndose en una de las cosas que más cariño le tienen los fanáticos, y no extraña, con tantos momentos donde sencillamente comparten, ya sea paseando en auto en un atardecer u observando alguna pintura. Una cercanía que también incide en su papel como guerreras, las Sailor del sistema Exterior, Sailor Urano y Sailor Neptuno.

Al contrario que las demás Sailor, al actuar como pareja están más compenetradas y vinculadas, realizando planes y estrategias de auténtica coordinación, y considerando que actúan acorde a calculadores actuares, dan las justificaciones para ser calificadas como aliadas incómodas, contrastando con las muy amigables compañeras que son durante las situaciones de la vida cotidiana. Ellas casualmente brindan ayuda necesaria y desinteresada a las Sailor en varios de sus problemas cotidianos.

Y a todas estas ¿A quiénes están enfrentando? Recuerdan aquella misteriosa escuela, resulta que la mayoría de los nuevos enemigos están de alguna manera relacionados, y el director pese a parecer una persona amable/tranquila, es el líder del nuevo grupo de villanos: Los Cazadores de la Muerte. La nueva jerarquía es Tomoe > Kaonolite > Brujas 5 > Esbirros, eso sí, pese a que Kaonolite es la superior de las Brujas, sólo lo es teóricamente, de hecho, deberemos esperar 13 capítulos hasta la primera aparición de una Bruja, Eudial, las demás (en orden de aparición) son Mimete, Tellu, Villu, Cyprine y Ptilol (gemelas, a efectos prácticos son una sola).

No hay un intricado desarrollo de sus actitudes, de hecho, comparado a las 2 temporadas previas poco tiene que ser resaltado, lo único serían las creativas maneras en cómo se sabotean entre ellas, aún considerando los resultados fatales. El planteamiento es el mismo de temporadas pasadas, la “principal” intenta conseguir los talismanes, es derrotada y la próxima recoge el testigo. Lo único atractivo son las particulares aficiones de cada bruja, donde tenemos inventora, femme fatale, botánica, genio cibernético, y las gemelas peleando como una sola.

Sin embargo, hay un interesante factor entre esos villanos, el enigmático carácter del profesor Tomoe y su hija Hotaru. El director en relaciones públicas es muy querido, con estudiantes o extraños, hasta con el trato tan tranquilo y considerado con la bruja que está liderando la ofensiva, más en el cuartel, lejos de las miradas, es obsesivo hacia sus proyectos, ansioso y leal a una extraña voz, la que luego conoceríamos como Mistress 9, un extraterrestre que habita dentro de Hotaru.

Germatoid se llama el ser que está dentro del cuerpo de Tomoe, su objetivo es revivir a Faraón 99, una entidad que proviene de otro sistema solar, cuyo objetivo es la conquista del mundo. A excepción de unas ligeras variaciones es exactamente el mismo modus operandi que tenía la Reina Beryl. Tampoco ninguno está al mismo nivel de complejidad o interés que la familia Black Moon, lo único a rescatar es el trágico destino de Tomoe, quien debe sacrificar un futuro con tal de asegurar el devenir para su hija, afortunadamente, aún con obstáculos, va recuperando la vida que merece.

No son “decepcionantes”, si están un paso más abajo que los demás villanos, tanto de quienes les precedieron como los que le sucedieron, y de todas formas cumplen con su objetivo, la amenaza general y serial, con Hotaru siendo el factor de mayor interés.

Retomemos, Hotaru no aparece hasta el episodio 22, previamente su existencia estaba dicha no literalmente, sino simbólica. Las Sailor del Sistema Solar Exterior están en búsqueda de evitar que despierte “El que traerá destrucción”, para ello necesitaban los talismanes que también buscaban Los Cazadores, no obstante, al perderlos y quedar bajo el poder de Serena como La Copa Lunar, quedan a la deriva y desconfianza, y entonces, aparece Hotaru.

Sailor Plut explica quién es la que está detrás de esa oscura profecía, nada más ni menos que la última Sailor Scout, Sailor Saturno, la Sailor de la Destrucción. Durante el transcurso desde que aparece Hotaru y esa revelación, Chibiusa que ha regresado para entrenarse como Sailor, ha desarrollado una cercana relación, es su amiga, la primera exclusivamente suya, sin conocerla por medio de un tercero, una mera casualidad, y que le recuerda a sí misma en experiencias pasadas. Si bien las Sailor del Sistema Solar Exterior quieren neutralizar la amenaza, ella no dejará que suceda, el amor fraternal que siente se impondrá.

Y respecto al como Hotaru se siente consigo misma, está contrariada, su padre no es aquel que recuerda, ella no está cómoda con sus actitudes, es enfermiza, solitaria, y quiere vivir nuevas experiencias, Rini se presenta como la primera persona que le brinda una mano. Además, la filantropía de Serena no lo permitiría, aquí es cuando entra su papel como lideresa.

Hasta ese momento el avance de Serena como líder de las Sailor se dio durante el enfrentamiento del Reino Oscuro, donde asumía las vidas de sus compañeras y volcó toda la confianza en derrotar a Beryl, ahora debe conciliar entre dos posturas extremas en favor de una desconocida que inevitablemente representa una amenaza, pero ella es así, es inevitable que pudiera ser algo más.

Llega el asalto final, van directamente a la sede enemiga, las importantes batallas contra los últimos integrantes enemigos, Mistress y Faraón 99 representando una imparable amenaza. Hotaru ha ido adquiriendo más confianza y resolución en los últimos días, en especial, el cariño por su amiga Rini le da la voluntad necesaria para no vacilar con sacrificarse si garantiza un futuro, más Serena, juntando toda la evolución a lo largo de toda la temporada, convertida en Super Sailor Moon, la rescata, una acción que termina de conciliar ambos bandos, las Sailor del Sistema Solar Exterior ya han presenciado su actitud completamente pacifista y tranquila, al ver ese acto de partir por el otro, sólo pueden desarmar sus defensas de no conectar innecesariamente con el otro bando. La han aceptado como su lideresa.

Por supuesto, Rini tuvo un papel determinante en esta victoria. Si no hubiese sido por su disposición de arriesgarse en primera línea, no hubiera afectado a todas las Sailor o a Hotaru. Es el resultado de una evolución a ser más segura y creer en sus acciones. Después de la tormenta, regresa Serena con un bebe en brazos, han superado la amenaza.

En puntos narrativos lo bordan completamente: Presentación y unión de la Sailor del Sistema Solar Exterior, evolución de Chibiusa (en seguridad y voluntad) y de Sailor Moon (como líder) todo en una historia con uno que otro inesperado giro en la trama protagónica. ¿Dónde está el problema? Desde la primera temporada la serie tiene más capítulos de los que debería, la justificación eran que abordaban inconvenientes cotidianos de las protagonistas, donde formalizaban su relación o se desarrollaban (cosa que sí ocurría), más en la tercera temporada les juega en contra. Recordemos que es hasta el capítulo 22 que aparece Hikaru, poco después de la mitad, anteriormente sólo se dedicaron a formalizar a Sailor Saturn y Uranus, si reuniera los momentos significativos formarían un compendio de 8 episodios.

Hay más de un capítulo intrascendente que entorpece el ritmo de la trama con más suspenso hasta ese momento, y en los que ocurre algo, tampoco aplican necesariamente a la mejor estructura. La aparición de los villanos se vuelve similar a los peores ejemplos del género, “de repente”, quitando atención e importancia al conflicto central para luego tener una resolución rápida, incapaz de mantener la emoción construida hasta ese instante.

Una vez pasados el capítulo 22 el ritmo se recupera un poco, más siguen siendo 16 episodios donde se alarga innecesariamente, las relaciones se establecen pronto, delatando que tampoco era tan necesario repetir lo evidente. No he visto Sailor Moon Crystal (y no tengo planes) más tengo entendido que es una versión más compacta y mejor trabajada, lo que me parece una idea correcta (nuevamente, no la he visto y tal estructura tiene sus propios inconvenientes).

A esta temporada me refería con “el diseño más bajo de villanos”, las Brujas en sí misma tienen un buen aspecto, pero los esbirros son apurados y perezosos conceptos, pocos llegarán a ser medianamente recordables, meramente debían rellenar esos 5 minutos de batalla. Y considerando el hastío que en sí mismo representaban los combates por cumplir factura, resultaban en un cumulo que entorpece la experiencia de S, de muy buenas ideas y desarrollos, cuyo camino no le era justo. Hasta puede que no se necesite un remake, bastaría con un “Sailor Moon S Kai” para que esté a la altura de sus temporadas hermanas.

Afortunadamente, como si de una gráfica de Gauss inversa se tratará, la cuarta temporada lograría sortear exitosamente tales fallas básicas para volver a encauzar la obra. Es el turno de Sailor Moon Super S. Con 39 episodios está vez completamente dirigida bajo el mandato de Ikuhara (tenedlo en cuenta), no suele ser tan comentada, tampoco la próxima temporada (más allá de su característica notable) y es una lástima, porque ya van uniendo los puntos, el mensaje de Sailor Moon termina de formalizarse.

Un Pegaso aparece en los sueños, hay un circo en medio de la ciudad, 3 seres antropomorfos que responden a nombres de animales, la oscuridad crece, aunque aparecen circenses de lado y lado. De alguna forma, el hogar de las risas no podría ser más oscuro.

La serie comienza con el sueño de Chibiusa, un Pegaso adolorido le pido ayuda, la declaración de intenciones no podía ser más evidente, llego su momento, debe responder a la llamada de ser la protagonista. No hay más sorpresas que este cambio de status, Rini sigue su entrenamiento como Sailor cuando le destinan esta responsabilidad, ahora deberá encontrar la causa.

Los villanos provienen de la misteriosa carpa que aparece en medio de la ciudad, responden al título del “Dead Moon Circus”, vemos cientos de “artistas” dentro de la carpa, pero sólo 3 combaten activamente para conseguir el espejo, el llamado “Trío de las Amazonas”, le responden a Zirconia, que a su vez está bajo la dirección de la Reina Neherenia. Su objetivo es buscar (nuevamente) el Cristal de Plata y así conquistar la tierra, en el transcurso el Pegaso interrumpe varias veces sus planes, lo que le convierte en objetivo de los antagonistas.

El “Trío del Amazonas” está compuesto por Ojo de Tigre, Ojo de Halcón y Ojo de Pez. El que sean tan pocos, juega a su favor, son mi grupo antagónico preferido de toda la serie. Tienen características demarcadas que definen la forma en el cómo se comportan, respectivamente consiguen a sus victimas a través de su seducción, inteligencia o puro encanto. Son divertidos, tanto a nivel individual como relación grupal, por fin no intentan sabotearse entre sí, teniendo una armonía similar a los mejores momentos de las Hermanas de la Desesperación, ocasionalmente hasta actúan en grupo, pese a la costumbre de presumir su poder no se ahogan en las ambiciones y en el fondo, hasta se preocupan entre ellos.

Los 3 son muy guapos a su manera, como la reencarnación antropomórfica de los animales que representan (Ojo de Pez Best Trap (Astolfo quien te conoce)). Sus poderes no son definidos, como atacar con un látigo, fuego por medio de antorchas o ataques de agua, en sí, actúan conforme a la naturaleza que les precedió.

Después de fracasar consecutivamente en la misión de encontrar el Cristal de Plata o hallar al Pegaso entrando en los sueños de las personas, se sienten más y más presionados hasta que el descubrir su condición de no ser seres humanos fue el detonante para cambiar su apoyo de bando. Después de verse acorralados, con Serena siendo fuertemente herida, Ojo de Pez recordando lo amable que fue con ella, Ojo de Tigre y Halcón rememorando experiencias similares, deciden sacrificarse para reparar el espejo de los sueños. La inesperada recompensa será la acogida eterna en el Mundo de la Ilusión.

Con caracterización, desarrollo y vinculación temática alterna, donde su experiencia se centra en encontrar que es lo verdaderamente humano, concluyendo nuevamente con el amor, aquel que les dio redención eterna. Pocos puntos, todos perfectamente descritos y que por eso les considero el grupo más entrañable, hasta recuerdo muy bien la habilidad de Ikuhara en capturar la tristeza de Ojo de Pez en la escena sobre la revelación de su origen. Más sólo nos acompañan por 21 episodios, durante los 18 restantes el deber corresponderá al “El Cuarteto de las Amazonas”.

Conformado por Cere Cere, Para Para, Jun Jun y Ves Ves, son similares al trío en cuánto a ser compañeristas, si bien podrán hacerse burlas o bromas entre ellas, mantienen la perspectiva de unidad y cooperación llegado el momento apropiado. También tienen un poder característico sean flores, malabarismo, acróbata y domadora de animales (en ese orden), mantienen el mismo objetivo que el anterior grupo antagónico, y su actuar diario es dedicado a tal. Carecen de una marcada evolución, de hecho, son mayormente las mismas a cuándo inician a como terminan, sólo unas niñas (puesto que tienen edades similares a Rini) que quieren divertirse.

Llegado el momento crítico ayudan a Chibiusa, traicionando a Zirconia y cortando completamente su lazo con el Circo. Debilitada intenta buscar ayuda en su superior, la Reina Neherenia, quien no tiene la más mínima consideración por cualquier de sus subalternos. Muere ignorada, dejando a las Sailor cara a cara con la verdadera enemiga.

Paralelamente tenemos la evolución de la relación entre Chibiusa y el Pegaso que ve en los sueños, en un principio únicamente se pueden encontrar en los pasajes oníricos, luego por medio de un dispositivo de comunicación deja de ser requisito el encuentro “mágico”. Su nuevo amigo llena ese vacío de la despedida de Hikaru, se emociona al hablar junto a él, a la vez quiere responder a los llamados de auxilio que esté constantemente le recuerda, siendo motivación principal en su entrenamiento como una Sailor, de alguna manera, siente una conexión más íntima, destinada.

¿Recuerdan el amor? Nunca se les olvide, amor, Sailor Moon es sobre amor. En la segunda temporada ChibiUsa se reconcilió con el amor paternal, en la tercera supera sus límites por amor fraternal y en la cuarta, no teme enfrentarse a una poderosa enemiga por el amor más especial, un amor conyugal para estar con el ser que sólo ve simbólicamente y que, aun así, siente haberlo conocido eternamente. No es casualidad la elección del Pegaso, toda la obra le debe su identidad a la Mitología Griega, en ese momento particular corresponde a la ejemplificación de la pureza en la pequeña princesa, a una fascinación por aquella apariencia tan poderosa y frágil.

Helios, es la identidad detrás del equino, se encarga de proteger la dimensión de “La Ilusión” vigilando al cristal dorado, sin embargo, en un ataque de Neherenia sólo puede escapar su conciencia que cobra la forma zoomórfica y se protege dentro de los sueños de la Pequeña Princesa. Únicamente quiere la ayuda de Rini, no involucrarla completamente, con el tiempo le adquiere cariño y se preocupa por su integridad en las diversas misiones en las que participa. Cuando se encuentran por primera vez ambos en forma humana, resulta evidente que están enamorados. Sailor Chibi Moon no dudará en corresponder su llamada de auxilio con tal de que sea libre. Aparte de sus conversaciones con la pequeña dama, cumple la responsabilidad de darle mejoras al equipo, ósea, los típicos buffos de las Sailor Scout se dan gracias a sus “bendiciones”. Concretando al equipo de las “Super Sailor Scout”, sobre todo, para Serena y Chibiusa.

Irónicamente, en contraste a lo poco complejos de sus subordinados y en comparación con los anteriores villanos principales, de típicos planes para conquistar la tierra por el mero placer de poseerla o destruirla, Neherenia se desmarca, desde el hecho que tiene un auténtico trasfondo. Nunca conoció el amor pese (o precisamente debido) a su belleza física, y para evitar perder tal cualidad, se obsesiona con el objetivo de adquirir el Cristal Dorado, que le conservará eternamente sus dotes. Habitando entre espejos, estaba concentrada al cómo se ejecutarían las acciones, esperando al instante donde su cárcel ya no podría mantenerla aislada.

En la batalla final rápidamente se nota el miedo que impulso a Neherenia en su malvado plan, Sailor empatiza con ella después de haber visto sus recuerdos, con Helios rescatado, sólo falta convencer a la Reina de arrepentirse y entregarse, más no sucede ninguno de los casos, viéndose acorralada, realiza una acción de venganza que termina infructuoso para sus objetivos y ella se dedica a vagar eternamente, en el lugar donde su belleza se conservará.

Con Helios rescatado, la Reina derrotada, esperaríamos que por fin Chibi podrá convertir en una realidad su amorosa fantasía, más este tiene que seguir prestando su deber. Pese a que la despedida sucede en medio de lágrimas, ella dejo de ser la misma miedosa niña que vino buscando ayuda, ahora es una Sailor Scout que enfrentará a las fuerzas malignas para proteger aquellos a quienes quiere. Y sus padres le dicen con una sonrisa, lo volverás a ver.

La cuarta temporada es hermosamente concisa, ni siquiera tengo que echarle en cara los diseños de personaje o la redundancia en las ejecuciones en plano visual. La temática de circo engloba hasta los esbirros de menor nivel e Ikuhara ya daba pistas de su estilo tan teatral. Cada enfrentamiento es un performance, sus planos estáticos imitan al espectáculo desde el escenario, donde juega con luces y presentaciones para darle toda la atmósfera, creciendo cada vez más y mejor mientras se acercaban a la carpa del centro de la ciudad, enfrentados contra los nuevos villanos en los extraños entornos. Junto con la primera temporada tiene mis batallas preferidas, son vistosas y creativas.

Chibiusa se despide al comienzo de Stars, Super S marca el final de las aventuras que veremos sobre la querida coprotagonista de toda la obra, su evolución y desarrollo conllevaron todas las vertientes temáticas que previamente he enlistado. Serena se sentirá más sola, han pasado muchas juntas, ambas han crecido a la par, pero el último obstáculo le pertenece a la líder, estamos a puertas del final, del mayor obstáculo que han enfrentado y deberá demostrar la determinación en la creencia de sus ideales hasta las últimas consecuencias.

Sailor Moon Stars, la quinta y última temporada, con 34 episodios es la de menor duración de todas las temporadas, en comparación con la original tiene ¾ del total emitido, y todavía se siente más corta si consideramos que similar a la 2T, tiene un arco de “introducción”, que ocupa 6 episodios, dejando un total de 28 capítulos para la trama principal.

Ese primer arco es una solución a un problema de adaptación que sucedió en la temporada anterior, en el manga la reina Neherenia fue completamente derrotada, mientras que, en la adaptación, como mencione, la encerraban nuevamente en un hechizo. Durante los 6 capítulos ocurre su corta, aunque muy intensa venganza, una inesperada sorpresa lo emocionante que resulta tanto por lo que desarrolla y cómo se cuenta. En especial, la afectación directa sobre Darien, que dejará una marca sobre el “verdadero” arco.

Después de superar las esperadas peleas para llegar hasta donde se encontraba Neherenia, todas reunieron sus fuerzas y la derrotaron completamente, más no implicó su total aniquilación, le es brindada otra oportunidad para cumplir el gran anhelo que por fin reconoció, la necesidad de un poco de compañía, un verdadero amigo que la quisiera por quién es y no sólo por cómo luce. Terminaría en una nota optimista este corto preludio, si no fuera por una malévola risa que resuena, avisando sobre la amenaza.

Stars arranca con otro duro golpe para Serena, Darien se va a estudiar a Estados Unidos, por si la ausencia de Chibiusa no fuera suficiente ahora será su amado quien la dejará sola, por primera vez desde que se desconocían en la primera temporada. Podrá estar con sus amigas más sigue sintiendo la soledad y eso tendrá incidencia directa a lo largo de los próximos episodios. Para las demás, la novedad es la aparición de un grupo de Idols masculinos que son el fenómeno entre las chicas (BTS quien te conoce), los “Three Lights”. Y de remate, aparecen nuevos y poderosos enemigos que hubiesen incluso derrotado a Serena si no fuera por la aparición de 3 misteriosas Sailor, tal como fueron las Sailor del Sistemas Escolar (en su momento) pero las desconocidas son más implacables en el enfrentamiento contra el nuevo enemigo, que antes era un inocente. Tal como se prevé después de haber pasado tanto tiempo junto a Serena, sabemos que no lo tolerará.

Oh y la última novedad, Darien tiene competencia, un muchacho algo simpático, altanero, lanzado y un poco atento, llamado Seiya, quién también es el vocalista principal de Three Lights. Sus otros 2 compañeros son Yaten y Taiki. Yaten es el “callado” del grupo, bastante reservado en cuánto a celebrar en compañía algún evento o socialización, compensándolo con sus afiladas críticas, teniendo más de un roce con las Sailor. Mientras que Taiki es el favorito de las chicas que prefieren a los tipos intelectuales, hasta Amy no pudo escapar de sus encantos, con la particularidad de ser quienes cree completamente en la racionalidad y análisis científico, lo que terminará generando conflictos con la misma Amy.

En sí puede identificarse esos 2 emparejamientos, más ninguno pasa de ser amistad o amor platónico, las otras Sailor también están aficionadas al grupo, pero desde la posición como admiradoras, sobre todo para Lita o Mina. Con la llegada a la escuela de Three Light, los primeros episodios se centran en la convivencia entre ambos bandos, como se van conociendo y asentando sus relaciones. Al poco tiempo de la aparición de las nuevas aliadas y de los chicos, se va revelando que ambas entidades son, en realidad, la misma. De hecho, esta fue de las razones por las que fue controlada la emisión de la temporada a nivel internacional, directamente la quinta no fue doblada en inglés y otro puñado de idiomas (aunque si en español, bien ahí México), porque supuestamente era alegoría de travestismo o personajes trans. Muros del pasado que poco a poco se van tumbando, aunque es buen punto de partida para una importante cuestión, si considerar o no a los Three Lights como personajes trans.

En realidad, es implícito que originalmente son de género femenino, al llegar a la tierra con el fin de cumplir su objetivo utilizan una transformación para ser chicos. Por lo tanto, el cambio es total, no son chicas “disfrazadas” de hombres, durante ese lapso de tiempo son hombres. Cuando alguna está en cierto género es meramente por conveniencia, como ser mujer para utilizar sus poderes como Sailor o ser hombre para éxitos de su objetivo, no añoran el otro género, ni se identifican más allá del instante con alguno, son plenas con quien son durante ese momento.

Por lo que no las considero como ninguna clase de personajes trans, porque cuando se identifican corresponden al género que son durante ese momento. Serían ambigénero, o un término similar, no soy experto en el tema sólo quería dar mi apreciación, en especial porque no son pocas donde leía a quienes lo toman como un símbolo donde la transformación revelaba su auténtico ser o similares, apreciaciones que entiendo las razones por las que lo consideran más no las comparto, veo el acto meramente por conveniencia y no sirviendo a alguna razón temática trascendental.

Seiya sería el ejemplo máximo, nunca está confundido sobre que se ha enamorado de Serena, no como hombre o mujer, sino su persona. Y además la trama nunca toca estos puntos, casi se podría decir que todas las Sailor sencillamente lo aceptaron por lo que es.

Durante la convivencia aprendemos sobre Three Lights en sus facetas profesionales y personales, donde la máscara de idols se va resquebrajando mientras más conocemos acerca de quienes son, como el saber que tienen una meta por la cual esforzarse y que es la razón para su incursión en la música. Al parecer están buscando a una chica, la elegida detrás de las líricas de sus canciones.

Así mismo las personalidades o primeras perspectivas de cada uno se van suavizando, o mejor, adquiriendo más volumen y facetas: pese a las ácidas palabras de Yaten hay un lado amable y caritativo, sobre todo hacia la pequeña Luna; Taiki se deja convencer de Amy sobre el valor de confiar en los sueños y no dejar perder la esperanza; Y Seiya demuestra que su interés por Serena es genuino, y aunque está no ceda en su cariño por Darien (agravado con el particular de que no ha vuelto a conectarse con ella) si se ha convertido en un importante apoyo. Y entonces son revelados los secretos.

Las Sailor del Sistema Exterior tienen un papel más activo en esta temporada, durante las afrentas con las misteriosas Starlight (que pese a comportarse extremadamente similar a como ellas fueron) no dudan en actuar de forma brusca y cerrada, con tal de “proteger” a la Princesa. Y afuera de está, tienen múltiples roces con “Three Lights”, Haruka no se lleva bien con Seiya, a quién inmediatamente le identifica sus intenciones, y Michiru no hace migas con la fuerte personalidad de Yaten. Una vez cada bando reconoce las verdaderas identidades del otro, los extremos sólo empeoran, Seiya y Serena están en el centro de la disputa, la fuerte relación que les costó construir a través varias barreras de confianza, se amenaza de punta a punta.

Las Sailor del Sistema Exterior tratan directamente como enemigos a los Starlights, las otras Sailor tampoco están seguras de si ayudarles, la misma reticencia de las nuevas Sailor no aligera la tensión, en ese bando, pese a ser Seiya el “líder”, ni Yaten o Taiki ven con buenos ojos el que siga comunicándose con Serena. La trama fue cubierta con un denso velo de fricción, que sólo la inocencia de una niña sería capaz de cambiar.

Desde unos capítulos atrás, aparece una nueva chibi en la familia Usagi, Serena sospecha que podría ser otra descendiente suya, más lo callada y extraña en cómo se comporta no confirma nada, sólo se dedica a proteger un pequeño recipiente. Hasta que Serena se encuentra en problemas, a punto de pasar a una dimensión desconocida, es salvada por Chibi quien revela ser la princesa Kakyu, la chica que estaban buscando las Three Lights.

Marcando el comienzo de la fase donde se van deshilando todos los secretos: La identidad de las Starlights es que son unas Sailor que pertenecen a un planeta ya devastado por el enemigo, la princesa logró escapar, pero quedo debilitada, teniendo que transformarse para ocultarse e ir recuperando su energía. Three Lights quería encontrarla para reconstruir su planeta, el gran obstáculo es derrotar a Sailor Galaxia.

Ella es la enemiga de esta temporada, y podemos decir dada la escala de sus acciones, que es la antagonista principal de toda la obra, líder de una organización de 3 niveles: Galaxia > Animamates > Esbirros. Las Animamates son 4 Sailor que tienen exactamente la misma función que sus similares de temporadas pasadas, un puesto de avanzada que controlan a los monstruos de menor nivel, están en búsqueda de las “Semillas Estelares”, están dentro de cada persona más sólo unos cuántos tienen las “Verdaderas Semillas Estelares”. Como tapadera crearon la “Televisora Vía Láctea”, medio perfecto para acercarse a las celebridades (quienes deberían tener más facilidad se ser los que cuentan con las semillas estelares verdaderas).

Iron Mouse, Aluminum Siren, Lead Crow y Tin Nyanko, con respectivamente ese orden de aparición, su comportamiento como comandantes es similar a las que fueran las Brujas de la Desesperación, con saboteos y “cada una por su cuenta”, con dos excepciones: Siren y Crow tienen una enemistad más “amistosa”, y sólo la muerte de Crow es culpa de una interferencia (Nyanko), las otras fallecen a las manos de Sailor Galaxia, que las castiga por su “incompetencia”.

Sailor Galaxia es más desconsiderada con sus subordinados, porque si bien villanos previos tampoco dudaban en deshacerse de quienes les seguían si así les parecía, hay una importante excepción. “Les seguían”, eran sus soldados que confiaban en el deber a la causa, no este caso, tal como revela el infortunio de Nyanko, las Animamates se encuentran bajo un hechizo que “manipula” su consciencia. No están por decisión sino por obligación, volviendo todavía más lamentable la tragedia que se cierne sobre su destino. Galaxia no tiene consideración por la vida.

En cuánto a cada una, no hay ninguna que tenga características o particularidades que no hubiéramos visto en ocasiones pasadas, cumplen el objetivo detrás de su concepto, representar el secuestro de almas en favor del egoísmo de una sola entidad. Galaxia quiere las semillas estelares para gobernar toda la galaxia, así no sea reina de nadie, sólo por mero poder.

La indiferencia también estaba implícita en el cómo las Starlights luchaban contra el enemigo, sin llegar a considerar la vida que llevaba hasta ese momento, extrapolando, ese es el emblema de la inconexión entre los ideales de Serena y la realidad, la indiferencia: Indiferencia de no considerar al inocente, la indiferencia entre ambos bandos por entender al contrario, la aparente indiferencia de Darien que aún no contesta sus llamadas, la indiferencia que es incapaz de demostrar cuándo Seiya le hace una propuesta con todo su corazón y que marca el comienzo del último tramo.

La batalla final es el esquema al que ya deberíamos estar acostumbrados, donde todas están reunidas, atacando hombro a hombro a la amenaza, con sus desesperanzas, cayendo una a una, con el agravante de las Starlights también participando, también derrotadas. Hasta que sólo queda Serena, quien pierde su Semilla Estelar, y entonces, aparece nuevamente la princesa Kakyu para brindarle la última oportunidad.

Sailor Moon se niega a atacar, a destruir a Galaxia, de la cuál se entera fue la protectora de toda la galaxia, quiere salvarla a ella y a la galaxia, y no está dispuesta a ceder, después de penetrar sus capas de consciencia y llegar a la entidad original, saber que quien está siendo implacable no es la misma personalidad, sino el CAOS que la consume después de haber liberado a la Vía Láctea. Finalmente llega al “núcleo”, la rescata y termina el acto, posteriormente son revividos los compañeros caídos en combate, entre ellos Darien quien había sido víctima desde el comienzo.

No vale la pena desentrañar minuto a minuto porque el valor se encuentra en el significado general: Sailor Galaxia es una entidad tan benevolente como la misma serena, pero años y años de cargar al CAOS termino marchitando su amor por él deber y quienes eran el objetivo de este, despojada del amor siembra el terror por toda la galaxia, y Serena que toda la temporada ha estado enfrentando un mundo carente de amor aún le quedan energías para revertirlo. El mismo título del episodio lo indica “¡El amor de Usagi! Se ilumina la Galaxia bajo la luz de la luna”.

Mencionaba a comienzos de este largo tratado, el amor de Serena no es sólo por Darien, o por sus amigas, si en la primera temporada no quería enfrentarse a sus enemigos no era meramente cobardía, de serlo a lo largo de las temporadas hubiera terminado siendo una insensible, no, su objetivo siempre, y sin importar el enemigo, era rescatar a todo el que pudiera. Pese a que Galaxia ha destruido al mundo que tanto quería, no cede en aquello que cree, en el amor. Serena ama a la vida.

Llegamos al sentido final de la obra, el objetivo detrás de toda su construcción, la convergencia del abordaje de todas las temporadas, a través de Chibi Moon quedaron explicitas las vertientes e importancia de las demostraciones más conocidas: El Paternal, Fraternal y Conyugal. El largo viaje de Serena lleva consigo la gran pintura, el de la vida, un amor incondicional, inagotable e imparable. Sólo su consideración podía derrotar al CAOS materializado, rescatar a la guardiana del Universo y resucitar a sus amigas de la muerte.

Por eso considero más valioso escribir acerca de las últimas temporadas, o al menos, el cómo deberían ser más mencionadas, la dedicación global en construcción del mundo, arco tras arco, la visión de Takeuchi para capturar con tanta elegancia y solidez ese rayo de luz de esperanza y afecto. Como el amor de Serena logro sobreponerse ante la mayor amenaza conocida, además de no ser una amor vacío y complaciente, sino que confía en el otro, en la armonía, en la convivencia, como ella misma aclara, cree en los corazones de cada ser viviente.

Y por supuesto, como Chibi Moon también vivó a través de su aprendizaje como niña los tipos de amores más característicos de la humanidad. Además de los múltiples desarrollos de varios antagonistas: el Reino Oscuro, la familia Black Moon, las Hermanas de la Desesperación, el Trío de las Amazonas y las Starlights, siendo encapsuladas por esta visión, Amor. Los desarrollos individuales de cada Sailor, con todos sus tropiezos y aciertos, más de uno guiados bajo el amor. Sailor Moon es un canto al amor, un canto de amor a la vida.

En el final las Sailor están listas para ir a casa, las Starlight también, Seiya sólo le dice a Darien que cuide a Serena. Cada quién regresa a su hogar. La obra cierra con un beso con Darien y Serena después de que vuelven a declarar su inmenso amor.

En Stars el director es diferente, a cargo de Takuya Igarashi, quien se volvería famoso por Soul Eater, Ouran Koukou Host Club y Bungo Stray Dogs. Una persona que iría adquiriendo su titulo de versatilidad con el paso de los años. Considero acertada la decisión de dejarle a cargo, la temporada debía contar con un balance de épica y humanidad, que logro equilibrar apropiadamente, sobre todo, las dimensiones más humanas a través de las dudas, rechazos, alegrías y triunfos. Está a la altura de las temporadas previas.

No tengo la intención de ver Sailor Moon Crystal porque pese a ser en teoría una versión correcta en cuánto a pulir los errores de la primera adaptación, el que sea tan comprimida también es una contra. No es misterio que la vinculación va de la mano con el tiempo, tantos episodios terminan formando un lazo (pese a que hay varios que podrían haber sido cortados) y Crystal no le apuesta a esa conexión, sólo a la narrativa pura. No obstante, he leído a varios quienes están satisfechos con la nueva versión, lo dejo a opinión de cada observador.

Ha habido errores e igual estoy satisfecho, tengo decenas de postales de capítulos concretos grabados en mi memoria, un valor de asociación irrepetible, ver nuevamente la obra me va recordando todos sus encantos. Aún siendo como fue, o precisamente por eso, le considero una experiencia única: Los valores de producción simples pero encandiladores, las melodías repitiéndose en mi subconsciente, sus elementos son tan claros encajan tan bien para dar con una historia incombustible, universal, para todas las épocas y todas las personas. De mensaje aparentemente simple y alcance universal, el amor a todos los seres.

Que así sea

¡EN EL NOMBRE DE LA LUNA!



6 Comentarios

  1. Buenas,

    Otra vez te felicito por poner tanto esfuerzo en tus escritos, más con una serie tan extensa como Sailor Moon. De hecho, yo solo he visto la primera temporada y parte de la segunda porque cada vez soy más alérgico a las series largas. La verdad es que a pesar de que de Sailor Moon ya ha hablado todo el mundo (desde académicos hasta fans) siempre se puede comentar algo más al respecto. Este año he visto y leído a PBZ, Mistral Chronicles y hasta he comprobado un libro sobre magical girl que hablaba en un capítulo de Sailor Moon y cada uno ha aportado algo de la obra.

    Saludos

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    1. Exactamente como mencionas, en la consultas previas me encontré con una buena cantidad de textos muy interesantes sobre múltiples aspectos de Sailor Moon, el ser tan famosa le ha servido para seguir hablando de ella casi 30 años después.

      Saludos y gracias por leer.

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  2. Tremenda introspección de la serie!! Me han dado ganas de ver Stars nuevamente.

    No se cuanto tiempo te lleve escribir tus artículos pero siempre vale la pena esperar por ellos mi estimado.

    Saludos y gracias por el gran trabajo!

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  3. Impresionante artículo. Te felicito. Solo mencionar algo respecto al lastre que comentas en S, y es que sin este relleno Hotaru perdería mucho. Sí, hay mucho enemigo intrascendente, pero para los que amamos el personaje esos caps donde la trama apenas avanza y todo se enfoca en Hotaru son un tesoro. En Crystal su desarrollo es muy menor en comparación. Y sé que dijiste que no te interesa verla, pero en Crystal podrás ver a Saturn como no se vio en el anime original. Ahora, si no eres muy fan del personaje, no te perderá mucho. Un salu2.

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    1. Viéndolo de esa manera, tienes razón. Cumplen con esa exploración de Hotaru, ya fuera intencional o no.

      Oh listo, gracias por lo de Crystal, lo tendré en cuenta.

      Gracias por leer!

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