Primero que todo: ¡Feliz año! Espero el 2021 resulte infinitamente mejor que el duro bisiesto del que acabamos de pasar, así que mis mejores deseos para los lectores, espero “verlos” a lo largo del año.
Correspondiendo a mi tradición que cumple su tercer aniversario, he aquí
el texto simplemente dedicado a recomendar, sin embargo, esta vez tiene 2
particularidades: Primero quiero anunciarles el fin de mi relación como
colaborador del sitio “miotaku.com”. La universidad y amplitud de mis textos
consumen una cantidad de tiempo que vuelve inviable el contribuir en 2 páginas
al mismo tiempo. De ahora en adelante, me dedicaré completamente al blog.
“Vale si, ¿Pero ¿qué pasa con el wordpress?”
“SI”
(Tengo un artículo en preparación, en algún momento llegará).
Y segundo, en una ironía universal donde estuve en mi hogar muchísimo
más que durante años pasados, vi menos anime en comparación de esos mismos años
pasados. Al parecer el saber que estamos en casa, para mis maestros indica que
estamos dispuestos 24/7 a específicamente su materia, súmale 8 materias, que
tuve como 15 días de vacaciones en todo el año, y ahí está la receta para la
bajada en series vistas. Pero algo se pudo ver y he aquí la cuota de
recomendaciones, sin embargo, el que no haya tenido tanto tiempo infiere algo…
Actualmente apenas he comenzado la temporada de verano (intentando terminar
Rental Kanojo) así que carece de sentido el “series de 2020 que podrías no
haber visto” porque básicamente me estaría refiriendo a sólo 2 temporadas, por
lo tanto, cambiaré el enfoque.
Animes que VI durante 2020 y que quiero recomendar, son las únicas
condiciones, sin ataduras del año en que fueron emitidas, si son o no famosas,
joyas escondidas o nombradas por básicamente todos, sólo quiero recomendar
(aunque no les niego que si priorice buscar las no tan mencionadas).
Desgraciadamente 2020 no fue nada de lo que esperábamos que fuera. Leyendo
mis recomendaciones de hace 1 año notó el tono tan esperanzador que tenía cuándo
miraba los próximos estrenos. La temporada de invierno transcurría normalmente,
únicamente los de FunAnimation quedaron ridículos después de la administración
de Reviewers, ósea nada extraño; los demás seguíamos con MAPPA, Yuasa, Maple y
los encontronazos de Misaka. Entonces llego el Marzo Negro, Marzo de 2020, un
mes que parecía no terminar, que también nos afectó.
La seguridad se desplomó, ya varios animes anunciaron sus atrasos, en
abril y mayo había un francotirador con la orden en mano “Si, continua” o “Aplazado”
¿Qué hubiera pasado sin Kaguya o Bakarina para acobijarnos? Posibilidades que
mejor no contemplar, y varios de los que seguían en pie de lucha se mantenían
en la cuerda floja de si tendrían o no calidad. Parecía que en Verano todo se
calmaría, si no fuera porque la sencilla adaptación de un inofensivo manga
levantaría tormentas de arena que hacía tiempo no veía. Todo por unos pechos,
bueno, así comenzó Troya ¿No?
Afortunadamente nuestro Otoño ha sabido mantenerse, para alegría mía Jujutsu
Kaisen (soy fan del manga) tuvo el mimo de MAPPA y el apoyo del público,
Higurashi hace maniobras al mejor estilo de Ryukishio, Akudama Drive supo
corresponderle a quienes le dieron la oportunidad. Y lo anterior es sólo un
suspiro, a gran escala cuánto no paso:
Yuasa estuvo en el cielo y el infierno, el anime por Streaming tiene cada
vez con más terreno, el motor Isekai sigue en plena marcha, el final de
Yesterday puso de cabeza a sus seguidores, Fruits Basket está en forma, se fue
Shokugeki con más pena que gloria, más adaptaciones de Gachas, nuevas entregas
de viejos animes (Kingdom, Tsugumomo), China poco a poco acercándose, Kami no
Tou se convierte en la transición sobre las colaboraciones abiertamente
occidentales, nadie soportó a Kazuya y si la vemos es por Chizuru, se nos fue
Oregairu, Deca Dence sorprendió, Fire Force sigue viviendo en su indefinido
estado de calidad/mediocridad, se terminó el “mejor arco” de SAO y anunciaron
más SAO, ReZero S2 es la secuela que no falló, Haikiyuu va a lo suyo, regreso
Love Live más gay que nunca, Ufotable hizo un grandísimo año con 2 sólo películas,
por cierto, Kimetsu y Kimetsu y Kimetsu y Kimetsu.
¿Qué pasará en 2021? Ni idea, ya ni me atrevo a decir que se nos acerca
algo bueno, sólo espero que sea al menos este mejor que 2020. Y lo parece, regresará
KyoAni, MAPPA debe demostrar que el título de Madhouse no le queda pequeño,
tienen un manga muy esperado entre manos y el final del anime más mediático en
la actualidad. Por fin termina Evangelion, su expectativa se la deberá más que
a la historia, es por el hecho de acabar, BnHA ahora si entra en su supuesto
mejor arco, Sony administrará Crunchyroll, a saber si habrá o no la famosa “censura”.
Más Beastars, Iruma Kun, Emma, Rimuru, ReZero, Naofumi, Koutarou, Bakarina,
Hataraku y Yuru Camp (lo único que importa), adaptaciones esperadas de
Hiromiya, Mushoku Tensei, Kaifuku Jutsushi, Nagatoro, Shaman King, Edens Zero,
86 o Uzumaki. Y quien sabe cuánto no estaré nombrando.
Sólo cruzar los dedos y esperar lo mejor.
Choujin Densetsu Urotsukidojui (1989)
Comenzamos fuerte. Una de las mejores críticas que he leído es está introspectiva
(titulada Apocalipsis Porno) sobre la gran joya hentai de finales de los 80.
Alargada hasta una quinta parte de las que he visto hasta la tercera, meramente
por la pereza de buscar entre foros alguna versión decente, pero tengo la
intención, con el tiempo llegarán. E igual no creo que se comparen a la magnificencia
de la original.
Lo que hace a la primera tan única no es sólo las violaciones con
tentáculos, o más bien, si lo es con todo lo que implican y significan.
Recordada como una de las obras más violentas que existen, no es meramente un
despliegue gráfico, hay una construcción de mundo acojonante, siendo casi
creíble. Por si solas las temáticas no llevan a grandes reflexiones, sino por
ser la conjunción de ideas que ya venían en Ovas previas y que abrió las
puertas a consecutivas más oscuras (como Genocyber en 1994). Hasta la incluiría
dentro de las “Coming Age” que tanto caracterizaron a la corriente
cinematográfica occidental durante los 90.
Y si no te interesan las implicaciones narrativas, no temas, tienes al inmenso
planteamiento visual, Hideki Takayama (que lamentablemente sólo tendría este
trabajo como muestra de su genialidad) supo tomar la identidad del manga y
extrapolarla con furia. Ultra violencia, sexo forzado con seres innombrables,
en una ciudad de tonalidades infernales, desmembraciones en toda su gloria, un
tono desesperanzador y ominoso, tentáculos hasta donde alcanza la vista, un coctel
peligroso y adictivo. He visto Ovas similares de la época y que van hasta
comienzos del 2000, por intentar replicar esa fascinación, y pese a haber
encontrado una que otra algo destacable, lo que logró Urotsukidojui me es
irrepetible.
Entonces si quieres ver una de las obras más violentas, polémicas e
importantes en la historia de este medio, completamente recomendada (eso sí,
tienes que fijarte en que versión ver, hay un montón).
Higurashi no Naru Koro ni (2006)
Más gore, más Napo versión Edge. La sorpresa sobre un futuro “remake” me
tomó de sorpresa, decidí adelantar una intención que llevaba tiempo aparcada,
repetir nuevamente Higurashi, verla desde el comienzo e incluyendo todas las
Ovas. La vi hace un par de años y me había gustado, más esa vez no había visto
las Ovas, por lo que está vez tendría un valor agregado, al menos varios pares
de razones.
Ahora puedo apreciarla por lo que es, una de las experiencias más únicas
que existe en el medio, si vas sin saber absolutamente nada pasarás un momento
inigualable, el desconocimiento, unir puntos, hasta poco a poco entender de qué
auténticamente trata. Porque esa es la que considero su mayor y mejor cualidad,
la estructura; las ideas temáticas ayudan a darle dirección, más es esa
estructura a través de un personaje sencillamente genial, la que le da robustez
y eternidad a ese canto de las luciérnagas.
Tengo entendido que la adaptación es un poco Rusheada, más tampoco tengo
interés en leer las Novelas Visuales, prefiero sumergirme (de una vez) en
Umineko. Espero muy emocionado que traerá su nueva temporada, a lo mejor
después de eso si podré idearme algún texto, por el momento, sólo puedo repetir
ese grandísimo Opening, una, y otra, y otra, y otra, y otra
Maria Sama ga Miteru (2004)
Les confieso que soy fanático de los dramones de comienzos de los 2000,
sea cual sea el ambiente, me muestras drama adolescente con la dirección tan
guiada hacia el escenario de hace 2 décadas y me tendrás al borde del asiento. Y
mejor si incluye a una escuela católica, donde las estudiantes mayores serán
idealizadas por sus queridas Kouhais, provocando roces por celos, halagos
callados y secretos mal guardados.
Con 4 temporadas, la relación protagónica avanza con paso de tortuga,
mientras en el camino quienes les rodean van estrechando los lazos a su manera.
Si gustas de las series que toman todo el tiempo del mundo para llegar a un
simple roce de manos, sin duda alguna es lo tuyo.
Nami yo Kiitekure (2020)
Les avisaba que no necesariamente había un lazo temporal activo, también
puede incluir a los animes del año pasado. Una de las grandes sorpresas de la
temporada de primavera, de las que no he escuchado a casi nadie comentar o
mencionar, y no entiendo porqué no, todos sus personajes son geniales, sobre
todo su explosiva protagonista, es la encarnación del adjetivo
“multidimensional” bien aplicado.
En un contexto tan interesante e inexplorado como es la radio, tocándome
una fibra sensible (porque es directamente sobre una de mis aficiones
preferidas) es un anime dedicado a explorarlo yendo un paso más allá de lo
evidente, con una dirección que merienda al absurdo de según que momentos con
lo intimista que puede llegar a ser.
Drama, comedia, emoción, contemplación, exaltación y tranquilidad. Lo
que debería ser toda buena emisora. He quedado tan encantado que intente leer
el manga, si bien el dibujo es una hermosura, lo que llegaba a hacer el anime
en la escala visual y sonora es inmejorable. Lástima que sea uno de esas obras
condenadas a jamás tener una segunda temporada.
Niea Under 7 (2000)
Este anime lo volveré a nombrar en algo que estoy preparando y que
estará listo en algo así como 2030. Enterrado por las arenas del tiempo, tuve
que escarbar por unos cuántos foros para encontrarlo, vaya sorpresa cuando me
encontré que estaba doblado al español, y en un muy buen trabajo. Similar a
Haibane Renmei en su estilo visual y temático, pero referente a lo segundo,
guiado mucho más a la nostalgia que inspira.
En un pequeño pueblo japonés la protagonista está a punto de despedir a
su infancia, tanto los nuevos obstáculos como el futuro mismo de ese poblado la
obligan a avanzar. Una de las obras que mejor he visto respecto a reflejar ese
estado de nostalgia, porque pese a lo extranjero del poblado, junto a sus
particularidades propias de la trama, es una sensación universal, de sus
calles, habitaciones, amaneceres y atardeceres, de saber que todo está
avanzando demasiado rápido y es imposible detenerlo.
Ojamajo Doremi (1999)
Este año di comienzo a mi intención de ver otra de las franquicias de
Magical Girl más importantes del medio, las pequeñas brujitas por excelencia. Y
al finalizarla entró inmediatamente en mi top 25 de series favoritas de todos
los tiempos (aunque tal listado necesita urgentemente una actualización). Es la
exhibición de una verdad algo evidente pero no nombrada a conveniencia, la cohesión
de los programas infantiles.
Los programas dirigidos a los niños usualmente son tachados de simples y
básicos, pasando de cualquier análisis que se les quiera realizar, craso error.
En Doremi se exhibe una complejidad de narrativa admirable, no de giros de
guión o choques de ideales, sino algo tan básico y enrevesado como es el
crecimiento personal, el esforzarse diariamente tras una meta y descubrir en el
camino quien soy como persona. Su último episodio es directamente un masterclass
de como hacer convergencia de aprendizajes, de reunir todos los hilos trabajados
en un poderoso mismo punto.
Por si fuera poco, cada episodio tiene su mensaje particular claro,
evidentemente porque es para niños, que por eso mismo no se presta a confusiones
ni malinterpretaciones, a través de divertidas y variopintas situaciones se dan
importantes moralejas. Además, el estilo visual no ha envejecido ni un poco, sus
tonos pasteles son ideales en su calidez. Me encuentro emocionado de seguir
viendo a lo largo del año sus siguientes temporadas.
RahXephon (2002)
Es difícil definirla, no había visto un programa tan ambiguo desde que
termine Texhnolyze hace un par de años. Más la sensación que me queda es buena,
de saber que en serio están contando algo, sus símbolos van a alguna parte,
meramente aún no he profundizado lo suficiente para captarlo.
Tengo la intención de verla completamente otra vez, y si la recomiendo
es por el interés que me ha fascinado en, por lo menos, escala visual. Sus Mechas
tan únicos en medio de esos entornos místicos. Es un compendio único, y para
quienes sólo conocen las excentricidades de Evangelion, creo que encontrarán
agradable perderse por medio de nuevos parajes.
Sangatsu no Lion (2016)
No quería pasar de la oportunidad de dedicarle meramente unos cuántos párrafos
al anime que me marco durante el año pasado, pese a que he estado pensando en
algún artículo para rendirle homenaje ninguna idea me ha terminado de
convencer, así que, por el momento, esto es lo mejor que le puedo brindar.
Más que sólo haberme gustado 3Gatsu, directamente se ha convertido en el quinto
anime al que le brindo el honor de pertenecer al “pool”, un compendio donde
cualquiera de esos puede asumir con seguridad el título de mi anime preferido. Tanto
para nombrarle y nada que reprocharle, su visión artística es incomparable,
Shaft llevó a un nuevo nivel su técnica, es precioso, desde los momentos más
sombríos hasta sus instantes más amables, cada uno es imponente en términos
visuales.
Y la dirección, madre mía, la mejor de la década. La primera temporada ya tiene secuencias para no cerrar la boca, la segunda sólo lo potencia todo todavía más, es absurdo tanto nivel. Todo en una historia tan llenadora, de crecimiento, de auténticos personajes, que no teme tocar puntos muy duros de la sociedad sin perder su gesto amable, el sentido tacto. Es que no cuál adjetivo me falta, pienso en sus escenas y viene el nudo a mi garganta. Fue justo lo que necesitaba y a lo que regresaré constantemente.
Con ello doy concluida esta nueva entrega de recomendaciones, espero
alguno te haya llamado la atención. Siéntete libre de recomendar si así lo
quieres, ya sea para mi o cualquiera que esté leyendo y haya quedado con ganas
de más.
4 Comentarios
Buena lista y me alegra que también hayas caído ante Sangatsu {literalmente el anime que me convirtió al slice of life}
Saludos y vamos por un buen año!
Por un buen año!
Me apunto Choujin Densetsu Urotsukidojui, que suena a la clase de hentai degenerado que acaba siendo una historia interesante. En este rollo te recomiendo A Kite (1998), que la vi con amigos esperando una especie de Euphoria 2.0 o algo muy degenerado pero acabó siendo una OVA muy interesante y super bien animada que incluso la llegaron a remasterizar hace pocos años.
Excelente entrada, recemos para que este año sea mejor y que salga al fin 3.0+1.0 🙏
Ah si, A Kite le tengo aprecio, hace un par de años que no la veo, no me vendría mal repetirla... también en la misma línea está Mezzo Forte (2000), que es el del mismo director.
Por un buen año, y gracias por leer!