RESEÑA MOBILE SUIT GUNDAM WING

 

Es el 6 de marzo del 2000, en Estados Unidos una multitud de jóvenes sintonizaban Cartoon Network en el bloque de Toonami, sección de series de acción, y predominaba el anime. Ese día sería el estreno de un nuevo programa que llevaban un tiempo promocionando, ese día se emitiría por primera vez en televisión un Gundam. Ese día, se haría historia.

No recuerdo si lo he mencionado en algún momento, pero mi trayectoria como fanático de anime comienza más bien tarde, de infancia sólo recuerdo una obsesión con Yu Gi Oh, haber visto el arco de Majin Boo de Dragon Ball y unas cuántas películas de Pokémon. ¿Gundam? Eso no podría haberme sido más desconocido. No obstante, ese fue mi particular, en cambio Wing fue la introducción a la saga de una considerable parte de sus aficionados anglo e hispanoparlantes. No es para menos, el que todavía sea el único Gundam doblado al español o las particulares circunstancias de su estreno en Estados Unidos, ya son reflejo de un caso cuánto menos, afortunado, y es así, el programa fue exageradamente popular, primero en su franja horaria día tras día. Es decir, si existe un fandom occidental de Gundam la mayoría se debe a Wing.

En ese aspecto al Cesar lo que es del Cesar, es decir ¿Qué quejas podría tener Sunrise o Bandai? La planificación para los proyectos G, W y X, dieron fruto en por al menos 2, pese a que tuvieron altibajos, terminaron siendo lo suficientemente estables a largo plazo, es decir la nueva fase que comenzó con Figther G si cumplió con la revitalización de la franquicia en nivel comercial, en lo referente a argumental depende mayormente del caso, por una parte hubieron historias que salieron de la norma (Figther G) y otras que continuaron siendo Gundam hasta la raíz, a dónde pertenece Wing, desgraciadamente más para mal que bien.

Primero retrocedamos, es 1994, casi paralela a la producción de Fighter G Gundam, el proyecto W, ahora rebautizado Wing, arranca motores, a cargo está el director Masashi Ikeda, quién sólo tenía acreditado en su carrera a Yoroiden Samurai Troopers (primeros 19 episodios, 1988). Saber cómo termino involucrado en algo de tanto calibre sin casi experiencia de director es una sorpresa en sí misma y desgraciadamente no hay registros del porqué sucedió, lo que sabemos fueron sus intenciones de evitar la recepción tibia/fría que tenía Figther G en su comienzo, sin tampoco querer devolverse del todo. Ikeda describe la historia como una fusión del Gundam Original, Z y G.

La inclusión de 5 protagonistas es una evolución del planteamiento de Figther G Gundam, sería tan novedoso para la franquicia que lo volveríamos a ver aplicado en un par más de ocasiones, otro aporte de Ikeda fue la intención de acercarse al público femenino, para lograrlo debía tener personajes femeninos empáticos, más drama y (evidentemente) chicos guapos. Respecto a los 2 primeros, ya lo discutiremos llegado su momento, en cuánto a los pilotos, sin duda son más “Bishonen” que la mayoría de los pilotos anteriores, apelando con su mero aspecto a una gran variedad de sectores.

El comienzo sí que diferiría de los tópicos clásicos de Gundam afectando al cómo se realizaría el enfoque de la temática obsesión de la franquicia, guerra y paz, y entonces, Ikeda renuncia repentinamente en la mitad de la serie. Reemplazado inmediatamente con Shinji Takamatsu, director que seguramente reconozcan actualmente por comedia (Gintama o Danchi Koukousei), pero que en los 90s era reconocido por ser una de las figuras más destacables del Mecha, dirigiendo episodios previos de Gundam (War in the Pocket o Gundam ZZ), en otras famosas series (Patlabor) o como director a tiempo completo (Yuusha Saga).

El círculo de escritores e Ikeda planificaron el guión de los primeros 40 episodios en poco más de una semana, así que el aporte de Takamatsu parecería no ser completamente determinante, no obstante, se nota una marcada diferencia en el desarrollo de la serie, que ni siquiera está oculta detrás de algún detalle imperceptible. El recap parte simbólicamente por la mitad al desarrollo, le utilizaré como una referencia narrativa para la reseña.

Es el año 195 A.C, empieza la operación Meteoro, 5 Gundams pilotados por jóvenes soldados aterrizan en la tierra, el objetivo es oponerse a la Alianza Unida Terrestre, la organización que gobierna al planeta y a las colonias, con un poder capaz de diezmar cualquier país, especialmente válido para las colonias (estaciones espaciales habitadas (de las ambientaciones sobradamente típicas en la saga)). Para estas despiadas acciones cuentan con un brazo armado, una organización casi independiente llamada “OZ”, los cuáles han estado sometiendo cada vez más y más a las colonias. Si bien todos aterrizan casi al mismo tiempo, es una mera casualidad, ninguno sabía de la existencia del otro, los soldados son: Heero Yuy, Duo Maxwell, Trowa Barton, Quatre Raberba y Chung Wufei.

Los primeros episodios tienen una narración intercalada sobre la ejecución de las misiones asignadas a cada cual. El que se distancien unos con otros ya es una característica interesante del conflicto, no tenemos un escuadrón compacto liderado por un alguien, es más, ni siquiera los chicos se identifican como pertenecientes a una organización definida, cometen sus acciones en nombre de “Las Colonias”, siendo una especie de vengadores que se esfuerzan para forzar un cambio en el estado de las cosas.

Este comenzar de los chicos es una de las características similares a G y muy contraria a los anteriores Gundam. Saltamos completamente las introducciones sobre el cómo terminaron topándose con un mecha para convertirse en pilotos (al final sólo sabríamos este inicio para 2 pilotos), es decir, el típico discurso y evolución sobre “Estás volviéndote un monstruo”. Los jóvenes soldados son eso, soldados. No dudan en acabar con sus enemigos por el bien de la misión, el grado de compromiso sí que varía en cada cuál y estará relacionado con la intención de su evolución. Lo importante es el reconocimiento sobre que no tendremos el abordaje moralino sobre la caída en desgracia de los pilotos por los horrores de la guerra, o más específicamente, no lo tendremos como solía ser la costumbre.

Heero Yuy es a quien se le presenta como el “soldado perfecto”, exhibe las típicas características del “chico frío y callado” porque debe tener un bajo perfil y ser poco apegado a sus entornos para el éxito de sus misiones. Desgraciadamente los primeros compases de Wing con Heero son cuánto menos, incoherentes, y el gran inconveniente es de los puntos más discutidos de la obra, la “chica Gundam”, Relena Peaecraft. Tal conceptualización es sólo acorde a la mitología de la saga, no quiero dar a entender que únicamente su existencia va a disposición de Heero, de hecho, es más válido afirmar lo contrario, para argumentarlo debemos ir a puntos ligados a su desarrollo. Por ahora, ciñámonos al comienzo, al extraño comienzo.

Relena es la hija del viceministro de exteriores de la alianza, por mera casualidad se encuentra con Heero en su aterrizaje, le presta algo de ayuda y él sólo se aleja apresuradamente, podemos inferir que quiere realizar pocas conexiones. En el mismo episodio termina ingresando en la misma escuela que estudia Relena, y todavía más, en su misma clase, desde ahí es válido ponernos quisquillosos por la tremenda casualidad, y que se reafirmaría en un par episodios después al saber que Heero no sólo es un soldado capacitado en el pilotaje o lucha cuerpo a cuerpo, también es experto en informática ¿Tiene coherencia quedar en la misma clase donde aquella que lo reconoció, le puede volver a ver? Entonces puede que haya una intención detrás, supongamos que su interés radica en la misma Relena debido a su estatus político, es más, incluso le avisa al final del primer episodio mientras rompe una carta en público (quitando así cualquier posibilidad de estar en poco perfil) que la va a matar.

Por más que quisiera no encuentro ninguna lógica en este comienzo, como dije en alguna parte de la reseña de Victory, no soy de quienes se esfuerzan en ver un camino completamente pulido de inicio a final, sólo señalo los baches cuándo son evidentes, y el encuentro entre Heero – Relena, es uno de ellos. Sabiendo que será de los hilos constantes de la serie, no sólo a nivel narrativo sino por las involucraciones temáticas de cada cual, todo el interés que logre dependerá de hacía que sentidos quisieron evolucionar su relación.

De todas formas, se nota la intención de atar el destino de los 2 como uno solo, de continuos encuentros y desencuentros. En ese sentido difiere con el abordaje alrededor de Trowa Barton, un soldado muy parecido a Heero. También solitario, de pocas palabras, decidido con cumplir con la misión, calculando minuto a minuto cuál es el mejor enfoque a tomar y actuar. Así termina infiltrándose a un circo porque en un espectáculo asistirán altos ejecutivos de OZ, y allí conoce a Catherine, una chica que trabaja en la carpa y a quien le toma un poco de cariño. La diferencia entre Relena y Catherine es la importancia, mientras la primera tiene su propio camino dentro de la historia, la cirquera es la humanización de Trowa al ir construyendo la seguridad de que tiene un lugar al que regresar.

En cambio, Quatre sí que no exhibe esas características de soldado implacable, es considerado, bondadoso y calmado, varias de sus posturas son pacifistas, entonces el reconocer porqué está luchando, es una de las más importantes preguntas de la primera parte. Usualmente le vemos compartir junto con sus subordinados, varios soldados que son ayudantes o guardaespaldas, si he de usar una analogía sería ese típico planteamiento donde alguna organización Yakuza tiene especial cariño al hijo del jefe. Esa es la vida de Quatre.

Más solitario lo tiene Duo Maxwell, quien es bastante similar a Quatre en referente a lo calmado, incluso es gracioso, sarcástico, decidido u ocurrente… son pocos defectos los que podemos encontrarle. Y hay una buena razón para ello, originalmente estaba planificado que fuera el protagonista, en el desarrollo de la producción se decidió el cambio hacia Heero, decisión en la que Ikeda estaba un poco inseguro, porque sentía que a Yuy le faltaría impacto.

Lamentablemente el tiempo terminaría dándole la razón a sus inquietudes, en la recopilación de comentarios y lecturas de varias reseñas acerca de Wing, la gran mayoría toma cariño a Duo y poco crédito a Heero. Entiendo perfectamente tales observaciones, más prefiero como terminaron siendo las cosas. Duo es un personaje secundario decente, apuntando lo que debe ser dicho y haciendo lo necesario en el momento adecuado, como protagonista está demasiado idealizado para llevar sobre sus hombros una serie. Por supuesto, le hubiesen asignado alguna característica que le vuelva especial, pero ya es dejarnos llevar por la imaginación.

Chang Wufei es un soldado que busca el significado de la fuerza (incluso lo profesa incansablemente mientras asalta una base enemiga por la noche, asesinándolos dormidos). Testarudo, obsesionado y solitario como Trowa y Heero. Cree firmemente en las acciones que comete en favor de entender aquello que está buscando, de ahí a que no tema dirigirse a misiones suicidas con tal de encontrar alguna señal en aquellas cuestiones que le acosan.

El “escuadrón Gundam” tienen diferentes personalidades, intenciones y actuares. Sólo uno tiene definida una búsqueda (Chang), de otro he mencionado cuál será el camino de su desarrollo (Trowa) y los demás están atados a la evolución del conflicto, y es ahí donde los hechos se enredarán más de lo esperado.

El sector de OZ está liderado por el joven comandante Treize Khushrenada, un líder astuto, inteligente y ambicioso, fielmente le acompaña su “secretaría”, Lady Une, y su mayor seguidor, Zechs Marquise, a quien podemos tratarle como la nueva encarnación de Char Aznable (tampoco es como si lo disimularán), y a su vez le acompaña Lucrezia Noin, una sargenta/instructora de nuevos reclutas de OZ.

Las primeras batallas entre los Gundam y la Alianza tienen una participación implícita de OZ pero no evidente, es decir, se encuentran dispersos y actuando bajo el nombre de la organización, hasta el primer punto clave de la historia, el asesinato del líder Marshal Noventa, quién se desempeñaba como dirigente de OZ. El encuentro de los líderes de la Alianza estaba derivando en una resolución de pacifismo y desarme, lo cual iría contra la filosofía y planificación de Treize. Para evitarlo planifica una artimaña donde confundiendo a los pilotos, logra el asesinato de la cúpula directiva y la culpa a ojos del universo es únicamente de Heero.

De ahí se revelan las intenciones de Treize para tomar el poder, el enemigo ya no es vagamente “La Alianza” ahora son únicamente “OZ”. Por la ejecución de una “Orden 66”, arranca el plan de tomar el control de cada base para convertirse en la fuerza predominante, compuesto por soldados fieles a su comandante. Sin embargo, este no vive únicamente por él, todavía debe responderle a un orden superior…

El asesinato de Noventa también marca una diferencia para el comportamiento y significado de los Pilotos Gundam, antes servían como los vengadores de las Colonias, siendo apoyados en mayor o menor medida, pero ahora son los culpables de que empeore la guerra, así que les abandonan a su suerte, dependiendo únicamente de sí mismos para decidir cuáles son las resoluciones a tomar. Y la mejor representación de tal caída está en ese soldado perfecto, a quién le han cortado los hilos.

El haber sido directamente culpable de que empeorará la situación se convierte en la gran carga de Heero, previamente su cumplimiento del deber tenía una capa de arrogancia y convicción egoísta sobre cómo sólo él estaba logrando lo que debía ser necesario para alcanzar la victoria, después el cuestionamiento de sus objetivos le cierra, sólo podrá enmendar el error consagrándose a quienes quedaron afectados. Por respeto a la memoria de los fallecidos debe llevar a cabo hasta el último termino la misión. De ahí su poca vacilación para su casi suicidio, no en vano, no había recuperado completamente su paz mental pese a la hazaña de desactivar unos misiles en una batalla previa, o aún si la hubiera recuperado, el cumplir lo que se espera de él, es la acción quien le hacía ser lo que parecía ser.

Zechs no es sencillamente un soldado cualquiera a las órdenes de Treize, al fin y al cabo, es una encarnación Aznable. Su auténtico objetivo es la resurrección de su país natal, el Reino de Sanc; para ello apoya y obra en favor de la insurrección de OZ, así logrará obtener los recursos necesarios para liberar su patria y regresar a la gloria que alguna vez tuvo. Un objetivo que si noble en principio, pierde brillo al considerar a su linaje, donde su padre abogaba por la paz absoluta y el pacifismo entre naciones. La traición a esos ideales con tal de asegurar un futuro, es demostración del alcance de su resolución y el cómo está dispuesto a seguirse a sí mismo sin cadenas que le inhiban.

La primera batalla en Wing es justamente entre Zechs y Heero (nuestra mitología Gundam) terminado con el escape del segundo, que es un logro equiparable a una victoria, a partir de entonces ambos son muy conscientes del otro, no en vano, por poco logro escapar; ninguno se había encontrado con un soldado adversario igual de fuerte. Consternado con esa impresión busca un nuevo mecha al que pilotar, en ese punto aparece el Tallgese, el antecesor de los Gundam, una máquina ideal donde proyectar sus frustraciones, el medio para alcanzar sus objetivos.

La liberación del Reino de Sanc tampoco puede estar completa si no cuenta con un líder, alguien que la guíe hacia el camino necesario, y ahí completamos el triángulo con la inclusión de Relena, no por ser el otro interés amoroso, sino por ser la única familia viva de Zechs, su hermana.

La dinámica es Zelchs protegiendo a Relena brindándole el liderazgo del país natal (correspondiendo a su deber como hijo), su dimensión como guerrero le exige llevarse al límite con tal de lograr sus propios deseos, sólo Heero es capaz de corresponderle. Relena ha de encontrar quién quiere ser y qué hacer con ello, cómo rendir tributo a sus 2 padres y así misma. Mientras que Heero está en una búsqueda, encontrar de qué forma podrá cambiar el que parece ser el inevitable futuro de la humanidad.

Esos son los sentimientos que chocan unos y otros en la Antártida, convocados por la invitación de Zelchs para su duelo como caballeros, aunque de significado militar inútil, su valor radicará sólo para quienes participan, y ni eso, tendrá únicamente significado momentáneo, porque quedará inconcluso, la organización Rockefeller se acerca y con ello, la guerra volverá a cambiar.

Treize no es independiente, el apoyo que consiguió no sólo se le debe a su carisma como líder, fue patrocinado por el verdadero adversario: La Organización Rockefeller. En sí el concepto de un concilio moviendo los hilos detrás de los hechos históricos es un agregado interesante, da variedad al acostumbrado conflicto entre 2 superpotencias, sin embargo, tal planteamiento sería llevado al límite dados los devenires de la guerra. No están del todo definidos quienes son los integrantes de esa organización, sería lógico asumir una condición de riqueza y nobleza, sea en la Tierra o en las Colonias. Ese mismo grupo es quién decide que el comportamiento de Zelchs no puede seguir obviándose, debe ser “apartado” de la organización.

El duelo es interrumpido, Relena se entera de la verdad sobre quien su hermano y por ahora decide dejarlo estar, Heero y Zelchs no pueden finalizar su enfrentamiento, más en el momento es lo mejor, deben encontrarse a sí mismos para arremeterse con todavía mayor fuerza en su próxima escaramuza. El piloto escapa, el soldado defiende ese último punto hasta el último segundo, sólo así ya no le deberá nada a OZ ni a Treize, únicamente él se debe a sí mismo la oportunidad de saber quién es y que quiere llegar a ser, se rompe su máscara, atrás quedo Zelchs, queda Milliardo.

Y este es el primer clímax de la obra. Estructuralmente la divido en dos partes divididas por un recap y en la primera parte por un clímax, siendo el regreso a Heero al espacio que a su vez es la derrota de Zelchs, que de por sí implica la revelación de Rockefeller como los planificadores de la guerra y quienes va por todo el control. 

Durante el transcurso desde el asesinato de Noventa y el regreso al espacio, los otros pilotos también están buscando cuál debe ser su nueva meta y cómo han de lograrla. Trowa será de quién más conocemos porque acompaña a Heero desde su auto detonación, por ahora opta seguir con el mismo transcurso lógico que llevaba, derrotar al bando contrario, OZ. Decide viajar al espacio e infiltrarse dentro del ejército contrario, aparentando ser un soldado más.

Duo ha estado entre vaivenes casi desde el comienzo, primero rescatando a Heero de donde le tenían encerrado (en lo cual casi ni recibe las gracias), posteriormente en una misión suicida en Siberia por la que apenas escapa y ahora atrapado en una prisión en las colonias al ser descubierto por Oz en su escape de la tierra. Poco tiempo ha tenido para lucirse como debería.

Mientras que Quattre está escondido por un tiempo en el lugar originario de sus tropas, una tierra arábiga donde los horrores de la guerra tampoco son ajenos, el honrar a esas personas que le protegieron, al pueblo al que intentaron defender y rendir tributo al padre que le cubre desde el espacio, las motivaciones que le instan a seguir en la lucha.

Como no podía ser de otra forma, Cheng ha estado en una cruzada solitaria, o más bien, una penitencia, previamente, persigue a Treize para vengarse del engaño que cayeron los pilotos, con la intención de derrotarlo en un duelo, el único modo en cómo deberían luchar entre dos personas que han dedicado cuerpo y alma a la batalla y entonces… es aberrantemente derrotado. Desposeído de su motivación viaja a China para reencontrar lo que cree debe serle importante. Es viendo la dedicación de una comandante de la resistencia donde decide que, si va a dedicarse a hacer algo, por lo menos debería seguir luchando, sólo así encontrará la respuesta.

Relena no lo ha tenido sencillo desde que conoció a Heero, casi fue un preludio de cómo el mundo que conocía hasta ese momento estaba dirigiéndose a su fin. El asesinato de su padre seguido del enterarse de sus verdaderos orígenes, planificar una venganza y fallar en ejecutarla, y finalmente convertirse, de un día para otro, en la líder de una nación que siquiera conocía. Más todos estos fueron los arreglos necesarios para dejarle en el puesto donde sí tendrá una auténtica resolución y participación, sin embargo, tampoco quiero pasar de mencionar ese momento de la Antártida cuando entre unos minutos de diferencia ella va de “Está pelea es inútil, ambos deben sobrevivir” a “MATALO HEERO”.

Está primera parte es una sorpresa para los conocedores de la saga en el sentido en cómo está abordado el conflicto, porque Wing pertenece a las temáticas clásicas más su comienzo no era el típico, no tenemos ese conflicto inherente a la evolución del personaje, y apoyarnos únicamente en mostrar los horrores de la guerra es algo tan constante en la saga que la novedad sería nula. Por ahora tenemos pistas de que podría llegar a ser, ese pacifismo de la familia Peacraft, la caballerosidad que vocifera Treize o la fuerza que busca Cheng. Pero deberemos esperar, aún deben ser presentados más personajes y evolucionar los introducidos.

Un aspecto notable es la relación de adultos – jóvenes. En obras previas los dirigentes de ambos bandos solían tener varias veces más edad que los protagonistas pilotos, no en el particular, a partir del asesinato de Noventa y obviando a otro personaje que únicamente aparece en los episodios finales, Treize y Milliardo son jóvenes militares. Únicamente Dermail sí que encaja en la descripción de “adultos malos” siendo el líder de Rockefeller, sólo que carece de momentos significativos en relevancia o interés, su mayor aporte es morir (no en el sentido despreciativo, literalmente fue para avanzar la trama).

En cambio, la primera parte de Wing está centrada en la herencia de los antepasados sobre el presente, Milliardo y su cruzada por la liberación del Reino de Sanc va en contra de su padre, pero haber dejado en el cargo a su hermana es demostración que aún tiene consideración hacia quienes le precedieron. Quattre y su esfuerzo originado en el respeto a su familia, Cheng rindiendo tributo al entorno que le ha criado o por supuesto, Relena y su conflicto por conciliar la vida con el padre que tenía, con la vida que su verdadero padre le ha legado. Hasta el huérfano Heero Yuy debe su nombre de un famoso pacifista asesinado unas décadas atrás, el peso de los años tiene inferencia en el futuro.

Puede echarse de menos que tales conexiones sólo tienen relevancia durante la primera parte, sin embargo, es lógico considerando que dan apoyo al camino a tomar más no será la constante en toda su resolución, porque sigue el momento donde deberá ir su auténtico aporte. No en vano, la guerra está a punto de volver a cambiar.

Treize y Milliardo son similares a los pilotos Gundam respecto a la creencia de que la batalla puede encerrar caballerosidad y justicia (al menos en este punto de la historia), por eso Treize desprecia las acciones contra civiles o el aprovecharse contra debilidades impropias. Más esa línea no le interesa a Rockefeller, quienes van por la victoria absoluta, por ello emprenden una modernización de sus fuerzas a través de la implementación de los “Mobile Dolls”, Mobile Suit no tripulados, una aberración para quienes tienen el espíritu del guerrero.

Como dijo alguna vez Lelouch (bueno casi, la frase está modificada un poco) y como nunca dijo Zelchs pero seguramente lo hubiera dicho (al menos al comienzo): “Sólo aquellos dispuesto a matar deberían morir”. El soldado en la batalla se compromete a dar lo mejor y ese es el honor que le brindará a su adversario derrotado (por supuesto, estamos en un conflicto idealizado) ¿Máquinas peleando contra soldados? Una deshonra sobre el estado de las cosas, ha dejado de convertirse en asunto de honor, es sólo carnicería.

La ironía de la declaración anterior es casi paródica para un Gundam, una saga donde sólo el conflicto de una obra (Figther G) no clasificaba como “masacre indiscriminada”. Llegue a considerar que contrario a las demás, Wing sería una obra bélica y no antibélica. No fue así, Wing sigue siendo una obra antibélica, sólo que tuvo un modo muy particular de llegar al mensaje, porque la inclusión de los Mobiles Dolls sólo sería un preludio de temáticas que, en la búsqueda de complejidad y drama, sólo terminaron generando ruido y desconexión con lo que está pasando.

Porque la inclusión de las nuevas fuerzas también es el comienzo de la siguiente fase del conflicto, recapitulando: Al principio la batalla es entre la alianza y quienes pelean por la independencia de las colonias, luego son OZ, los remanentes de la alianza y el escuadrón Gundam (que de escuadrón no tiene nada), y entonces los Dolls vuelven a dividir las fuerzas. Treize no podía aceptar tal insulto al campo de batalla, se separa de los Rockefeller, se ordena su arresto y las tropas bajo su mando (es decir OZ) se sublevan. Ahora los entes del conflicto son: Remanentes de la alianza, OZ, Rockefeller y el escuadrón Gundam.

No tenemos punto de vista de quienes sobreviven de la alianza, es un sector utilizado a conveniencia y es que ni interesan, ¿Es decir por quién pelean o para qué? Ahora el conflicto es entre los Rockefeller y OZ, ambos por el control de la tierra y las colonias, la diferencia es quién gobernará. Los Gundam se dedican al sabotaje de cada bando, todo sea en favor de acabar con el conflicto ¿De qué forman lo están logrando?

Trowa está infiltrado en las tropas de OZ, ha captado la atención de Lady Une quién es la encargada de las relaciones con las colonias y jefa comandante de las fuerzas militares. Es utilizado como piloto de pruebas de unos nuevos modelos, por cierto, fueron creados por los diseñadores originales de los Gundam, ahora están capturados y forzados a modelar una nueva línea de Mechas. No estará por solo por mucho tiempo, Heero está en camino.

Yuy al regresar al espacio libera a Duo que recordemos estaba capturado (previamente Heero estuvo de infiltrado en una colonia, entre las cosas que hizo para pasar desapercibido tiene un monologo reflexionando sobre la guerra en frente de una clase escolar cualquiera), en el rescate se entera de la existencia de los ingenieros en la base lunar, consciente de la enorme amenaza que representan, debe encargarse de ellos. Y así termina como piloto de pruebas junto a Trowa, al enterarse que los doctores están trabajando en secreto en la nueva línea de Mobile Suits (a saber, cómo puedes mantener eso en secreto) decide seguir la corriente por al menos, un tiempo.

Duo disfruta de su libertad de incognito en una colonia, pero al ver la destrucción de su Gundam “Shinigami” decide no esperar más y volar la base lunar, en el camino se encuentra con Hilde, una soldado al servicio de OZ, a la cuál por medio de una conversación, le plantea dudas sobre si está apoyando al bando correcto, gracias a su rápida conversión e intercesión logra entrar exitosamente, lástima que Hilde no tenga tanta suerte… o así parecía, no lo leí en ninguna reseña así que tal vez fue mi poca capacidad retentiva pero juraría que su Mobile Suit exploto, entonces ¿Por qué aparece de la forma más casual del mundo unos cuántos episodios después? Duda que posiblemente, jamás me será respondida.

Nuevamente encerrado, se entera como la vida de los otros pilotos y es puesto al corriente sobre la nueva producción de Mobile Suits, por ahora, espera es la mejor táctica (aparte de la única viable). No está sólo en la celda, Cheng también le acompaña. Su historia no ha sido de tanta travesía, básicamente es capturado tras un intento fallido del asesinato de Tabarov (jefe ingeniero de OZ y Rockefeller), sólo aguarda por la oportunidad de escapar con su remodelado Gundam.

Y por último Quattre, el inesperado factor que se convierte en el momento que los demás estaban esperando (efecto que tuvo un poco de apoyo). Habiendo escapado de la tierra, la nave vaga por el espacio, terminando casualmente en el satélite que pertenece a la compañía de su padre. Ahí discuten, puesto que su padre si es un completo pacifista, claro que no está de acuerdo con la decisión de Raberba, ni con los demás colegas suyos, quienes esperan dedicar la producción del satélite hacia las armas de los Rockefeller.

Intentado lo inevitable, es asesinado por quienes eran sus hombres, y así Quattre pierde lo que quedaba de cordura. Hasta el momento su dilema sobre la justificación de la contradicción entre sus acciones y su actitud, se mantenían por el soporte que le brindaba la integridad de quienes quería, más el ver la voluntad de su padre y cómo fue pagado con ello, trastabillan las bases. Cae en la locura, permitiendo ser el medio para la aparición del otro factor que asienta más la diferencia entre hombre y creación.

Mobile Suit Gundam Wing, el Gundam al que la obra debe su título, un Mobile que utiliza un sistema llamado “Zero”, canaliza las habilidades neuronales del piloto y las mejora varias veces, al punto que sus sentidos son tan agudos que prácticamente es equiparable a “predecir el futuro”. Una máquina tan poderosa cuyo uso es cuestionado, es perpendicular al debate sobre los Mobile Dolls ¿Quién está peleando, Wing o el Piloto? De ser lo primero ¿Qué tan honorable y acorde a la vivencia del guerrero es utilizarla en el campo de batalla?

Por supuesto, tiene un precio. El Gundam tiene tanta potencia que confunde al piloto, resalta sus miedos y le lleva a cometer actos atroces, unos efectos poco sutiles en la conformación de está arma “simbólica”. La lección es no apoyarse en la tecnología sino tener la suficiente voluntad y dedicación para obrar según el piloto y no la máquina. Es el hilo mejor narrado de la obra, son numerosas las veces donde expresan está idea, aunque sea a través de la misma manera, la repetición del suceso con Quattre.

Por el contacto con uno de los ingenieros originales sube al Wing. De base tenía poca resistencia contra su arrollador sistema, perseguido por sus fantasmas, decide destrozar a todas las colonias como la retribución divina hacia quienes les traicionaron. Lo único capaz de despertarle de su letargo es mancharse las manos de sangre de un conocido. Trowa y Heero son asignados por OZ para detener a esa amenaza que destruía satélites, luego la sorpresa de encontrar al Wing, aún más, a Quattre como el culpable.

En medio de la pelea Trowa recibe un disparo directo y es dado por muerto, el shock despierta de la ilusión al piloto del Wing. Asustado de sí mismo acompaña a Heero de regreso a la base lunar. Ese desastre sólo sería el primero, Wing varias veces haría suyos a los pilotos que se atreviesen a usarlo, el próximo fue el mismo Yuy, usado como conejillo de indias por un soldado de la facción de OZ, confiado que Zero es la clave para la victoria, pero sólo logra que Wing en modo berserk destroce la estación desde su interior, dejándola exhibida a la puja por el control entre Lady Une y Tobarov. También permitiendo el escape de Duo y Wufei con sus renovados Gundam, la base lunar como tierra de nadie, y el regreso de Quattre y Heero a la tierra, porque deciden que deben ir hacia aquello que todavía les importa. Llegamos a la mitad de la obra.

Importante acotación sobre el rol de Lady Une durante el cierre de esa sección, uno de los personajes cruciales para el avance de la historia hacia su segunda mitad. Ejercía en la luna como comandante del ejército, teniendo que conciliar sus decisiones con los planes de Tobarov, una convivencia poco menos que conflictiva y tensa para ambas partes. Hasta que la rebelión de Treize les enfrenta directamente, dirigiendo a una decisión de Lady que concilia las 2 personalidades que luchan en su interior.

Porque así es, los deberes de Une literalmente la divide en 2, lo que podía haber sido sólo una dedicada actuación es un trastorno de personalidad originado en si dedicarse a Treize o creer en el pacifismo en tanto la tierra como el espacio. Su extremismo llega al punto donde el mismo Treize sospecha que posiblemente se pueda convertir en una amenaza, evitado por la ayuda de Zelchs, que desvió el resquebrajamiento. La liberación de los pilotos Gundam es el primer y último acto en consciencia y correspondencia de sus 2 dimensiones. Puesto que confía en que tendrán la fuerza y dedicación para llevar a la guerra hacia su final, a la vez que respeta esa voluntad de luchar, digna de los guerreros, es decir, corresponder a la admiración de Treize. De todas formas, cabe preguntarse ¿Era necesario?

Recordemos que una de las pretensiones de Ikeda fue acercarse al público femenino, Une es la segunda mujer más relevante de la obra pese a que desaparece durante media serie, y durante la que estuvo presente, su personalidad cambiante parece corresponder únicamente al generarle interés a su figura, como una mártir trágica, porque ese momento de validación de ambas dimensiones sólo llega hacia ese último momento. Sin necesidad de literalmente dividirla en 2 podía haberse llegado a esa misma conclusión, un camino donde aprendiera como sus métodos brutales sólo se alejaban del caballerismo que profesaba en quién creía.

La representación temática podría encajarse como la división entre quienes creen en la paz pero viven en la guerra por otras razones, más queda a deber. Su representación pacifista aún si es genuina parece actuada porque sólo son frases de cajón y manipulación. En realidad, nunca vemos esas 2 partes, sólo nos enteramos porque así lo explican y abordan, aparte de ese conflicto no tiene otro elemento memorable, su aspecto de servicio a Treize es similar a lo más típicos papeles femeninos de los primeros Gundam. Después de “su momento” sólo volvería una vez más para una escena ridícula.

Continúan los 2 capítulos de Recap que se deben a la transición en la dirección por Ikeda a Takamatsu. De todas formas, de haberse seguido el plan original estos capítulos hubiesen sido un inciso, debido a que abordaban el pasado de los personajes. Tiene lógica considerando que la siguiente fase aún si dura 25 episodios la considero como una sola, contrario a las anteriores. El abordar el pasado daría un poco más de peso y perspectiva a sus acciones, de todas formas, una parte de esas ideas serán utilizadas en los siguientes capítulos y otra parte para la película, eso sí, otra parte sólo vería la luz en las precuelas mangas, de las que he leído la información y he decidido dejarles completamente fuera de consideración, sólo recalcaré que expanden el “lore” de inesperadas maneras.

Pese a que considero a la segunda fase como una sola, bien podría dividirse a través de un hecho crucial del personaje principal, Relena Peacraft, así es, quien estuvo completamente ausente en la segunda parte justamente es quién da la antesala al recap, sirviendo de señal sutil sobre el nuevo estado de las cosas. Más no lo haré, porque la consecución de hilos narrativos y el cómo terminaron no necesita de otra segmentación, el desarrollo durante la “recta final” es suficiente para seguir el camino de las ideas hacia el qué concluyeron.

Comencemos por los Mobile Dolls, quienes fueron los desencadenantes del recrudecimiento de la guerra. Siguen apareciendo con regularidad hasta el final, podrán ser del desprecio de Zelchs pero termina usándolos. Su poder destructivo es a conveniencia, a veces son máquinas infalibles capaces de asesinar a millares sin siquiera ralentizarse, y en otras fácilmente estallan en pantalla cuál decoración en favor de la emoción. Por si solos, la reflexión acerca del valor del guerrero fue apartado, o mejor, se recuesta completamente en el Gundam Wing. Treize y Zelchs están enfrascados en una nueva dialéctica, así que los Dolls casi podrían ser sencillamente anécdota, o entrada hacia temas más interesantes, desgraciadamente esas vertientes de inferencia tampoco llegan a ese grado de pulido que hubiésemos esperado.

Claro que la línea de Wing (como he mencionado) es el mejor resultado de la obra, más la reflexión es entendible desde la segunda iteración de su accionar. Y si bien la reflexión es muy válida sigue siendo particular al Wing ¿Qué pasa con las máquinas no tripuladas? ¿Es ético evitar la muerte de vidas aún si sus reemplazantes, cobran millares de vidas? Cuestiones que sino olvidadas, fueron ignoradas en pro del mayor dilema, la paz y el precio para conseguirla. El cuál abordaremos posteriormente, porque para adentrarse en el mismo, primero necesita saberse que fueron de los destinos de las vertientes que le dieron forma, la evolución de sus personajes.

Comencemos por el favorito del público, el popular Duo. Que como recordaremos, no tenía una meta en su desarrollo, ni en el comienzo o en el transcurso, por supuesto, viéndolo desde la observación como escritor. Su papel no representa nada porque es el mismo de inicio a final, haciendo lo que esperamos de él en los momentos apropiados: Cae en el sistema Zero del Wing pero logra mantener la cordura, decide actuar solitario para proteger a Hilde, la rescata llegado el momento, ayuda a los ingenieros a detener la tragedia que se avecinaba. Es decir, fue crucial para el conflicto, más nada le identifica a él sobre los demás, es intercambiable ya sea con cualquiera de los otros pilotos Gundam o algún misterioso desconocido.

Sin embargo, es su personalidad quién le ha granjeado fanáticos, desgraciadamente no puedo caer presa de sus encantos, ciertamente el que sea un poco más animado alegra lo que serían unas reuniones de entes autistas, pero lejos queda de ser única, recordable o especial. Nuevamente, decir lo apropiado en el momento correcto. Únicamente tiene una escena interesante, y es de un flashback, una lástima que el Shinigami tenga una hoz tan blanda.

Casi al comienzo de esta reseña describía al desarrollo de Trowa como guiado por un camino donde la victoria sería para regresar a un lugar al que llamar “Hogar”, el circo donde estaría junto a Catherine. Su personalidad fría empezaría a abrirse poco a poco, reconoce como hay cosas por las que vale la pena defender un ideal. Y entonces, queda amnésico.

La amnesia debida al shock después de haber sido disparado por Quattre me es un cambio incomprensible. ¿Por qué? Porque claramente no quedará así, su nuevo desarrollo será superar el trauma post shock en favor de defender aquello que aprendió a apreciar… ¿Acaso no era la evolución que ya tenía desde antes? Es un proceso paralelo, donde se olvidaron sus avances hasta la mitad, en favor de volver a repetirlos, evidentemente el transcurso no volverá ser el mismo, más si el objetivo, “vale la pena luchar por las cosas que quieres”.

Previsiblemente recupera la memoria en el proceso, que traduce en recordar su habilidad militar, justo a tiempo para no ser un peso muerto en la batalla final, y eso es todo. Más memorable es su vistoso mecha de carga pesada, potente contra oleadas de enemigos, con munición casi inacabable… pero ya llegaremos al momento de fangirlear sobre lo robots.

Desde el principio Cheng es un foco de incongruencia, su primera aparición derrotando soldados dormidos mientras aclama cómo está buscando lo que es la fuerza, sólo sería aviso de una constante. Y eso qué si podría contar con un camino definido, tan efectivo como considerar el haber sido derrotado por Treize conllevando a la necesidad de entenderse mejor consigo mismo guiando hacia acontecimientos que le darían la fuerza para superar ese obstáculo. Más la técnica aplicada para lograrlo sería la misma de ese encuentro inicial.

Tenía a su disposición otras formas más sutiles de desarrollo y que hasta fueron presentadas, sean la mencionada escapada a China para reflexionar sobre su actitud, el viaje a su tierra natal buscando sus raíces o la misma elección de un camino como lobo solitario, y no fue así. La narración se volcó en enaltecer y obviar su hipocresía, dónde su trabajo de independiente tradujo en derrotar escuadrones de bando y bando: En un capítulo dice perdonar a los débiles, respetando la vida del soldado raso, en el otro no duda en acabar con cualquiera que pase a su vista. Un vaivén de convicciones utilizadas a capricho, o peor, disfrazadas de honor y gloria. Incluso el encuentro final con Treize le sería robado, el mérito recaería en el comandante quién no evita la muerte, pero mantiene la frente en alto, correspondiendo a quienes dieron la vida en búsqueda por su objetivo.

Durante su tiempo en la tierra Quattre estuvo muy involucrado con Relena, sirviendo como uno de sus caballeros directos, es después de la derrota de la nación que termina regresando al espacio, no como soldado (a tiempo completo por lo menos) sino en la dirección de la compañía de su padre, sólo que la guerra no es tan comprensiva. Volviendo al escuadrón y participando en las batallas, su dimensión como líder crece, despejando poco a poco de sus dudas, asentando su voluntad.

La demostración final es el duelo con Dorothy Catalonia, una chica que mayormente es únicamente espectadora y que por eso no la he mencionado ni volveré a hacerlo. Su rol podría resumirse en fascinación de la guerra porque la ha lastimado, y aún si aceptamos quién es, no llega a otra parte que el enfrentar a Quatre consigo mismo. El reconocer que pese a ser un hipócrita debe asumirlo en búsqueda de que a otros no les corresponda lo mismo. Aparte de Heero es el otro piloto al que mejor recuerdo le guardaré, especialmente en la serie porque durante la película es inexistente.

El camino de Heero se encuentra muy involucrados con la situación en la tierra, que sólo puede ser comprendida a través del desarrollo de Relena. Al conflicto de 3 cabezas, la guerra de los pacifistas, dónde se repite una pregunta: ¿Cuál es el precio de la paz?

Los bandos en la mitad de la historia son: Facción Treize, Institución Rockefeller, Reino de Sanc, White Fang y Escuadrón Gundam. Nótese la aparición de dos nuevos bandos, Sanc y White Fang, el Reino de Sanc está liderado por Relena, por su potestad acoge a los remanentes de la alianza, es decir, se ha convertido en la otra fuerza terrestre de mayor consideración, abogan por la paz absoluta. White Fang es la alianza entre las colonias que buscan su independencia de la tierra. OZ como entidad deja de tener sentido, puesto que sus soldados se reparten entre quienes aún creen en Treize, White Fang o los Rockefeller.

La batalla por el control de la tierra es entre Rockefeller y Sanc (al menos en términos de intenciones), por el espacio se enfrentan Rockefeller y Fang, los Treize sobreviven y el escuadrón Gundam hace… algo. La última vez que vimos a Relena era una chica aprendiendo los deberes de su rol, del contexto donde se encontraba y que sería capaz de hacer en este, es cuándo regresa al protagonismo que la reconocemos como una incipiente líder que domina el dialogo con entes pares, la diplomacia entre naciones y tiene definidos cuáles son los objetivos que quiere lograr, junto al asentamiento de una voluntad para alcanzarlos.

No voy a criticar al pequeño salto temporal, debido a que el proceso hasta ese momento no es significativo para el rol del personaje ¿Sobrevivirán sus ideales en un entorno hostil que nos los acepta? La posición del Reino de Sanc es el pacifismo absoluto, las naciones conforme se unen a su filosofía, aceptan la postura de no armisticio, eliminando ejércitos e intenciones de conquista, en términos militares es un suicidio, al contrario de la popularidad y empatía donde si conecta. Su proyecto es cada vez más grande, transformándose en una amenaza ideológica para Rockefeller.

Sin embargo, la ingenuidad de Relena (o fortaleza para algunos) ocasiona la caída. En la aceptación de los soldados de Treize, Rockefeller tiene la excusa para la invasión del Reino, conllevando a la rendición con el objetivo de evitar la batalla directa entre ambos bandos. Ni siquiera la protección de sus ciudadanos pudieron cambiar la defensa de su ideal, ahora despojada del poder de su soberanía queda el poder de su figura.

Y de ahí al hecho que podría dividir en 2 la sección, la coronación de Relena como Reina de la nación unidad de la tierra (Rockefeller). La mención de “Unidad” no es sólo decir, la rendición de Sanc significa que los rebeldes restantes son poco menos que escuadrones esperando a ser eliminados, la tierra se ha transformado en un solo gobierno, dirigido por la última Peaceraft. Ciertamente las implicaciones que significarán este nombramiento en varias escalas podrían ser suficientes para considerarle digno de una fase final, es decir, quién parecía ser la esperanza se convirtió en el escudo de la organización a derrotar, el poder que ahora tiene puede acercarla a ese ideal que tanto le costaba, o claro, poco a poco rendirse a los devenires del conflicto… en realidad no pasa nada.

Su reinado es un par de episodios hasta que muere Dermail, a quién se le pretendía ubicar como el “controlador de Relena”, más no implica el traspaso generalizado de poder, por el contrario, es depuesta porque su filosofía que empezaba a hacer mella, sería inútil en el enfrentamiento que se avecina. Sin nación ni poder, regresa Relena al espacio, porque aún confía en su filosofía, la paz es posible.

¿Y la nación de la tierra? No teman, Treize nunca estuvo fuera del juego, tan sólo esperaba. Su retoma como líder sucede sin ninguna resistencia, depende del espectador considerar que tan factible es o no es la situación, porque bien podríamos considerar como era inútil replegarse en sí mismos considerando que el anterior comandante de OZ todavía contaba con hombres, recursos y voluntad, o al contrario, Rockefeller, esa orgullosa organización que alguna vez conocimos, se convierte en una mera etiqueta, sencillamente debían conformar algún bando para que exista otro bando y así haya una guerra sobre la que reflexionar.

¿Tiene finalidad el papel de Relena? Irónicamente es de los factores más débiles de la primera parte y de las más destacables de la segunda, porque si parece un “alguien” testaruda e ingenua, pero un “alguien” capaz de inspirar esperanza a la gente. Y no, al final su ideología no triunfa, porque la tragedia sólo se evita gracias a un Gundam, el arma que ella misma renegaba y no quería dentro de sus fronteras, más tampoco tenía oportunidades de lo contrario.

Su objetivo no era alcanzar esa paz absoluta por mera predicación y esperar que en alguna manera se calmarán millares de soldados, sino el mantenerse en esa posición, todo lo que sea necesario, para que luego se convierta en el faro del futuro. El camino que debe seguir la población de la tierra y las colonias. Por eso, y considerando sobre todo a la segunda parte, puedo defender al personaje. Desgraciadamente y no contentos los guionistas con haber dado con algo al menos interesante en el barullo de exageraciones, debían publicar una película secuela que daría un giro de 360° al camino de Relena.

Heero es el piloto menos “protagonista” de la franquicia hasta ese punto, y no me es reprochable, de hecho, es agradecible a las narrativas de eje a las que estamos acostumbrados. Entre las razones enlistamos al equipo de 5, su accionar poco predecible sea que sea el bando o la búsqueda por encontrar aquello que quiere hacer. Finalmente predomina la mitología Gundam declarada desde el primer episodio, el antagonismo con Zelchs.

“El triangulo eje” no está interconectado por el amor, es ideología, un Relena Vs Zelchs y Zelchs Vs Heero, con el piloto Gundam siendo un caballero simbólico de Relena, porque si bien no práctica su pacifismo, cree en ella y está dispuesto a defenderla. Es decir, contrario a las anteriores iteraciones, el protagonista no es encarnación de la temática, sino otro prisma. Además, el enfrentamiento directo con Milliardo también involucra el orgullo como pilotos de cada cual, respeto de sus habilidades y llevar hasta al último término la decisión que cada quien ha tomado de los futuros que han visto en sus poderosas máquinas.

Heero y Zelchs tienen un desarrollo paralelo, la diferencia es la posición. Yuy es un soldado de principio a fin, donde sus etapas se distinguen según en nombre de quién este luchando, Zelchs se deshace de su rol como soldado, asume un papel de mensajero y finalmente, al ser contactado por White Fang, se convierte en líder. Una postura que permitirá la conciliación de sus 2 personalidades, el pacifismo familiar y su creencia como combatiente, aunque fue llevado hasta el extremo del acoplamiento.

La solución de Zelchs es cometer una tragedia de una magnitud tan descomunal que inste a la humanidad de nunca volver a combatir, esa fue la solución presentada por el Epyon (un Gundam igual de poderoso que el Wing, con un sistema similar a Zero) y considerando la visión de Milliardo que venía demostrando una obsesión por llevar hasta el último término una acción mientras encerrará honor o algún objetivo noble si puede tratarse de “coherente” con su figura. Todavía más determinante es ser otra encarnación de Char Aznable, de hecho, su plan consiste en volar una zona del planeta utilizando un rayo espacial excesivamente poderoso, recordando a la última epopeya del Char original (Chars Counterattack; 1988).

El conflicto para cerrar todos los conflictos consiste en Zelchs contra Treize, sintetizado en que el precio de la paz será la vida de quienes viven en el presente con tal de asegurar a los incontables seres que vendrán en el futuro. Parece ser una batalla de independencias y conquistas, pero tan sólo es una envoltura de una lucha de personalidades entre quienes antes eran compañeros de armas. De comprobar como su idea y métodos son los correctos, llevado hasta las últimas consecuencias.

Y aquí es dónde retoman la declaración antibélica que parecía pérdida, en medio de un enfrentamiento proliferante de cuestiones extremistas confiando en la guerra como la forma de alcanzar la paz, la declaración de Relena de la diplomacia, el diálogo y el encuentro son cada vez más vigentes. Una vía que no parece locura y que aún así parece inalcanzable. Ese es el mejor estado de Wing.

Porque está vez es la demostración de como pese a existir una solución que, aunque tenga un camino difícil, sería capaz de llevar a una conciliación entre diferentes partes, no puede alcanzarse por la ceguera de los hombres y la obsesión con sus ideales, y todavía más, no hay ganadores. Treize muere en combate, el plan de White Fang se desploma, ningún bando ha triunfado, o más bien, la esperanza es la única reminiscente, tal vez pueda todo volver a comenzar, está vez de una mejor manera.

Hasta que sigue la película.

Antes de centrarnos en ese colofón, concluyamos únicamente a la serie. Desde su comienzo hay un contexto e incipiente sombra de una catástrofe bélica, que parece inevitable, sólo se complica y enreda más y más entre cada bando y hasta en los indiferentes, a partir de la mitad comenzaría a haber una luz donde la creencia en el dialogo se convertiría en la única esperanza. Aunque no termine de atrapar a cada uno, no implica que no crecerá, lo suficiente hasta que, en algún futuro, sea posible.

El mensaje y desarrollo central me gusta, no los medios para conseguirlos, el conflicto fue exagerado en sus complicaciones perdiendo lo que le volvía único: Los Rockefeller se transformaron en otro enemigo cualquiera, la guerra termina siendo entre dos bandos, la reflexión de los largos discursos sobre el espíritu del guerrero sólo tiene una vertiente relacionada al Gundam Wing y los demás son ignorados. Todavía peor fueron los resultados con los personajes, ni siquiera los mejores que son Quattre, Heero y Relena tienen un camino coherente, deberemos aceptar sus altibajos si queremos aceptar las fortalezas.

Milliardo puede que sea el caso más particular de los secundarios, porque tiene carisma sin duda, como buena copia de Char, y de todas formas no atrae lo suficiente, el accionar podrá estar justificado dentro de lo coherente con su personaje y seguirá pareciendo errático en según qué momentos. Pero, encima de todo, tiene un final vacío para el que fue su camino. Treize también genera interés dentro de sus escenas, más no perdura fuera de estas.

Los pilotos son otro conjunto de despropósitos, dedicados a dar vueltas en sí mismos o cuestiones vacías, no sirviendo a la temática para dar otra visión prismática, sencillamente están ahí. ¿Y recuerdan los personajes femeninos? Hemos mencionado a Relena y Une, sencillamente porque son las únicas que interesan, hay otro par de soldadas sirviendo en diferentes puestos que no quedarán a memoria de nadie. Ciertamente con Relena (y obviando/perdonando/olvidando) pueden haber conseguido a ese personaje, más lejos está de la pretensión de Ikeda.

No lo he mencionado porque no lo nombraron ni una sola vez pese a que están ahí, no tenemos mitología “NewType” y que importa, los pilotos Gundam son NewType sangre pura, el haberlos entrenados desde niños (presumiblemente) dio bases para que sean máquinas de guerra donde nunca fallan a menos que la trama quiera que lo hagan. En grupo sólo tienen una batalla como unidad y llega en los últimos episodios (además de ni siquiera estar “completos”), su invencibilidad les asegura que no importa el aspecto tan precario del campo, saldrán victoriosos.

Y es una lástima que Wing carezca de más tácticas grupales porque cada Gundam tiene habilidades diferentes: El HeavyArms de Trowa es como sugiere el nombre, un mecha pesado de combate a larga distancia e inacabable cobertura (aunque es sólo un decir, más de una vez termina sin munición), el Sandrock de Quattre tiene más armadura que cualquiera de los otros Gundam, mejor sistema de comunicación y análisis, es decir, es diseñado con el enfoque de ser un líder de escuadrón, el Deathscythe utiliza una larga hoz como infiere el título y no sólo eso, también tiene una velocidad incomparable, capaz de eludir radares o escapar rápidamente, el Shenlong de Wufei es ágil y potente en el mano a mano, es decir, está diseñado para la lucha cuerpo a cuerpo. Ni siquiera es necesaria la explicación del Wing, la máquina difícil de dominar, pero imparable cuando se doma.

Si vemos las habilidades particulares de cada Gundam en varios de sus momentos individuales, inclusive cuándo van en parejas actúan como una unidad de forma casi inconsciente, complementándose en el campo de batalla a través de coberturas, ataques rápidos o “cubrirse las espaldas”, que son momento muy contados y nuevamente, tenemos una única batalla con el escuadrón “completamente” unido. Las escaramuzas siguen siendo tan poderosamente vistosas como lo usual en la franquicia, sobre todo porque regresamos al espacio, ese lugar prodigo a legendarios encuentros, pero se notan las marcas características de una estructura y ritmo que hemos visto cuantiosas veces, y de todas formas si fuésemos recién llegados ¿No sería mejor el impacto en la variedad?

“La paz no es algo que se pueda conseguir a través de la guerra”

Este es el mensaje de Wing. Con aciertos y errores, concesiones y fallas, aportes y vacíos, que tanto este dispuesto a aceptar el espectador en favor de lo positivo es decisión de cada quién, de mi parte pese a que admiro más de un punto, el peso de lo que pudo haber sido es tanto mayor, más aún faltaba el clavo final, el epílogo.

Similar a como ocurrió con Figther G Gundam, la popularidad de la serie vino en su recta final, lo suficiente para que Bandai y Sunrise la consideraran un éxito y dado el desempeño del “proyecto X” (ya hablaremos en 2 entrega sobre él) veían con buenos ojos una secuela en formato de OVAS. La idea no interesaba a los miembros de la dirección pero si a Sumisawa, el guionista, siendo apoyo suficiente para que fueran aprobados los 3 capítulos que luego serían juntados en una sola película (y la que vi): Mobile Suit Gundam Wing Endless Waltz (1998).

Primero lo evidente, las OVAS cuentan con el mismo nivel de producción que las iteraciones Gundam del mismo formato (por ahora remitirse a la reseña de Stardust Memories), y que mejor demostración que los modelos Gundam. Todos tienen un rediseño de los originales, “los mismos pero diferentes” y vaya que diferencia, los originales ya me gustaban, son vistosos, visualmente acordes a las habilidades especiales de cada cual, más estas nuevas versiones son tan “nítidas”, con sus nuevos detalles y definiciones, arremedando más a esas figuras mitológicas que algunos representan (dragón de Shenlog o el Shinigami de Deathscyte) que se terminan prefiriendo y quedando en la memoria de los espectadores.

Los modelos originales son crédito de Junya Ishagaki, quien ya había trabajado en Gundam Victory,  y Kunio Okawara, un absoluto constante en la franquicia en ese entonces y hasta ahora. Sin embargo, los rediseños son autoría de Hajime Katoki, previamente diseño a algunos Suits enemigos en Figther G, Wing Waltz fue su oportunidad y la aprovecho, siendo sus rediseños contados entre los Gundam preferidos de los fanáticos.

De los demás Suits presentes, pensaba que dada la existencia de los Suits “Cáncer” (parecidos a un cangrejo (por cierto, OZ significa “Organización del Zodiaco”, de ahí toda la terminología Astral)) seguirían ese trazo demostrado en Victory de diseños zoomórficos, más termino siendo una mera excepción, la exhibición normal estuvo compuesta de Gundams deslumbrantes de poder en el sentido y estructura clásicos.

La película no vale la pena desenredarla completamente, sabemos que su razón más que cerrar la historia, fue exprimir un poco más esa entrega que salió rentable, y si vale, el guionista quería un final donde poder desenvolverse sin estar apresurado ¿Y valió la pena? En un principio pensé que si (incluso les anexo mi tweet) porque el final de la serie fue anticlimático como pocos, y lo reconozco, la película tiene ese típico montaje, cierre con los personajes y la vida que les sucedió después de los eventos, que cualquiera esperaría, sólo que para llegar a esa satisfacción se pasa por derroteros muy cuestionables.

Cuéntense: Un bando que no había aparecido ni se insinúa su existencia hasta ese momento, Wufei el chico vociferante sobre el egoísmo de los hombres pelea contra el estado pacífico porque “quiere comprobar si es paz verdadera”, flashbacks de personajes para hilar un ciclo de “inicio/final”, sólo que este no es el final, es un “Post Final”, Zelchs regresando de su desaparición para un momento y volver a desvanecerse, Quattre dando vueltas, el plan malvado es uno que siempre estuvo planeado por un villano que era el planificador original, entre otros.

No obstante, entre todas las decepciones, lo más lamentable y que peor duele es Relena, el personaje que pese a su inicio aún así lograba recuperarse en la recta final y ser hasta el punto de orgullo de la serie, ahora de nada sirvió esa filosofía ¿Recuerdan ese pacifismo absoluto? Pues Relena no, y aclama triunfante qué si es por la paz, vale la pena luchar por protegerla. Por cierto, la trama ocurre un año después de la original, tampoco es demasiado tiempo para considerar un cambio radical de su filosofía, más aún así ese no es el punto, su personaje giraba alrededor de ese rol del dialogo, ahora apoya la toma de armas si es para proteger aquello que han logrado.

Y no crean, me es muchísimo mejor que su terquedad acerca de proteger sus ideales pese al dolor de su pueblo, más precisamente es eso ¿De qué sirvió cuándo rindió al Reino de Sanc? ¿A dónde fue la síntesis de Wing? Si la paz se consiguió ¿Está bien acabar con cualquiera que interrumpa esa paz? ¿La paz es la misma para todos? ¿Qué pasa cuando la paz es opresión para algunos? La película ni de cerca infiere tangencialmente todas estas cuestiones, sólo que la existencia de este nuevo mensaje y medio es suficiente para considerarlas y ver resquebrajarse esa declaración.

Si, es una película vistosa, sus batallas y Gundam renovados son todo un espectáculo, ver a Heero con Relena puede calmar las ansías románticas de algunos, y esa mencionada secuencia final es todo lo satisfactoria que puede llegar a ser. El precio fue el agarre de lo que podía exhibir la serie. Considerar como una sola historia ambas partes puede cambiar la percepción, para bien y mal.

Takamatsu sería seleccionado para dirigir After War Gundam X, teniendo por fin su proyecto soñado como el reconocido director de Mecha que fue, nadie esperaba que a la vez sería su despedida del género… anécdota para después. Y como mencione al comienzo, Wing se retransmite en Estados Unidos y Latinoamérica, logrando un impresionante éxito, permitiendo licencias a diestra y siniestra, útiles escolares, figuras de acción, alianzas comerciales, lo que se te ocurra. Así nacería a comienzos del milenio una buena parte del fandom Gundam, aderezando así la consideración de Wing como el primer éxito nacional e internacional de la franquicia.

No quiero cerrar está larga reseña sin mencionar sus 2 Opening y Ending, el primer OP “Just Communication” es un absoluto clásico, y de mis favoritos de la franquicia, especialmente me gusta a Relena en medio de la nieve, debe ser por ese encanto de los copos cayendo. Rhytm Emotions es de los inesperados que aparecen en únicamente los últimos episodios de la serie, hasta con una versión con “Beeps”. Con el mismo aura místico y climático (que la obra lo fuera es otra cuestión). El ED es Its Just Love, un safari con Relena mientras la letra habla de ese amor no correspondido (acorde en varios capítulos) es simpático, hay un rinoceronte, sin quejas.

La OST es otra genialidad de la saga, las únicas quejas que no puedo entender sobre la franquicia son quienes señalan como fallas a la música o animación, a excepción del primero que tuvo sus “momentos” de producción ¿Los demás? Que genialidad. La música a cargo de Kow Otani es su único aporte a la franquicia y no necesito de otros, una variedad de instrumentos, tonos, todo metálico a la par de ominoso, compendio completo como pocos.

Se cuenta que la elección de Seiyus fue especialmente complicada dadas las características tan específicas de los protagonistas a la par que debían cumplir el objetivo de su diseño. La voz de Heero es de Hikaru Midorikawa, reconocido por Tamahome en Fushigi Yuugi (1995) o Kaede en Slam Dunk (1993), Trowa es Shigeru Nakara el mismo Kurama en Yuu Yuu Yakusho (1992), Ryuuzou Ishino es la voz de Cheng, y de hecho, es su primer papel protagónico, una oportunidad de oro y el que terminaría siendo su rol más reconocido, la voz de Zechs es de Koyasu Takehito quien en ese entonces seguía haciendo reconocer en la industria, su papel más importante hasta ese entonces era Hotohori en Fushigi Yuugi (1995) ¿A posterior? Incontables, y sólo por mencionar algo, el mísmisimo Dio. También fue la gran oportunidad de Toshihiko Seki, quién participaba únicamente en OVAS, Duo Maxwell fue su gran aparición como protagónico, le volveremos a ver en otros próximos Gundam. Ai Orikasa (Quattre) tenía experiencia en varios Gundam en papeles secundarios, y previamente podemos considerar a Romeo de Romeo no Aoi Sora (1995) como el otro más reconocido. Por último, Relena es Akiko Yajima, de los papeles más identificables de la Seiyu.

En este extenso camino de escribir una reseña apropiada para Wing he leído una gran variedad de opiniones, nostalgias y recuerdos, otros odios pronunciados y desagrados, la exposición en cada cuál respecto a su pasado como es lo normal. Mi visión es desde aquel nuevo y que sigue viendo la saga paso a paso, y he de aceptar, está reseña ha sido la más complicada hasta la fecha de la franquicia, por eso me encantaría saber tu opinión como lector, no dudes en brindármela. Personalmente recordaré a Wing al nivel de ese casi ser pero no terminar siendo, el gran pecado de quienes dedican su vida a alcanzar ese brillo de las estrellas.

4/10



4 Comentarios

  1. Buenas noches, tengo que admitir que ya apenas recuerdo muchos aspectos de la serie por lo que leer tu reseña me ayudó a recordar un poco. Se nota que has peleado mucho con la serie a la hora de realizar una valoración lo más exhaustiva posible, centrándote como bien haces siempre en las cuestiones temáticas a tratar y cómo se abordan a través del quinteto de personajes de Wing. La verdad me sorprende cómo has podido extraer tanto de Wing, aunque tal vez no es de extrañar teniendo en cuenta que en sus cincuenta episodios (y las OVAs que mencionas) hay mucha tela que cortar.

    Saludos y felicidades por tu esfuerzo

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    1. Si, está reseña ha sido especialmente complicada, Wing pertenece a esas obras de "quien mucho aprieta, poco abarca" más el decir porqué de cada una fue quién me mantuvo tanto tiempo hilando, pero igual ya ha quedado y eso es lo importante.

      Gracias por leer Jubei
      Saludos

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  2. Una reseña extensa y de las mejores que he visto acerca de esta serie tan polémica entre el fandom.
    Unos amigos que ya habían visto mucho de la franquicia se rieron bastante al verla, supongo que es una bendición al saber con que se iban a enfrentar. Uno creía que se iban a enojar pero se terminaron echando unas buenas risas...

    Sueño que con lo de las pelis de Hathaway podamos tener más doblajes de Gundam al Español tanto de LATAM como de España.

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    1. Efectivamente fue un poco extensa y desgastante de escribir, pero ha válido la pena si las has leído :)
      Muchas Gracias por leer

      Efectivamente, la entrada a Netflix distribuyendo Gundam posiblemente conlleve al día en que tengamos más doblajes, además de que parece ser que Sunrise por fin puede que tome propiedad de la franquicia. A lo mejor vienen buenos años.

      Un Saludo

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