RESEÑA FAIRY TAIL PELÍCULAS HOUOU NO MIKO, DRAGON CRY Y OVAS (2016)

Advertencia: Se considera que el lector vió el material que será reseñado, es decir, el artículo contiene Spoilers

En 2019 publiqué la reseña sobre la primera temporada Fairy Tail, durante el siguiente par de años aborde las consecutivas entregas, publicando la última en junio de 2021 (puedes visitarlas fácilmente en está página). Una serie a modo de experimento que no tenía la intención de “continuar” hasta que hace un par de meses, revisando un listado de futuros textos, tenía anotado “Películas Fairy Tail”. En algún momento la incluí en los pendientes a futuro y lo había olvidado; sin hallar auténticas razones para dejarla apartada o desechar la idea, la promoví a mi lista de textos prioritarios y aquí nos encontramos.

Aunque no sea fanático de la saga, quería reseñar al último par de entregas de la franquicia porque, de realizarlas, podría afirmar que he reseñado todo Fairy Tail (adaptado) y dar por finalizada (provisionalmente) mi relación con la obra de Mashima. El presente texto es sobre el par de películas y las OVAS (2016), debido a que ninguna tiene considerable complejidad he considerado innecesario brindarle un texto específico a cada una, por eso las he compilado.

El puntaje sobre 7 es en la consideración que ninguna es válida por sí misma, existen como complemento, agregado o extra de la franquicia. En ese caso, un 7 representa la obra que es esencial para la historia principal mientras que el 6 es un buen capítulo para los estándares de la serie, el cuál podría ser omitido sin que se perdiera información de importancia. Puntajes menores están determinados en el análisis de los elementos en la obra y la consistencia entre los mismos.

Y así me despido oficialmente de Fairy Tail, volveré a escribir de la franquicia si algún día me comprase una figura de alguna de las chicas, o de avanzar ese proyecto anunciado el 11 de septiembre de 2021, la adaptación de “Fairy Tail: 100 Years Quest”, un anime cuya única noticia fue el anuncio hace 2 años y medio. Desde entonces sólo ha habido leaks y falsas esperanzas, hasta un rumoreado cambio de estudio a JC Staff. Si un día lo emiten, si, le realizaré reseña con tal de retener esa medalla invisible “he reseñado todo Fairy Tail”.

Eso sí, lo anterior está referido a escribir de forma “particular” sobre la serie, porque tengo planeado mencionarla dentro de varios meses en un futuro artículo donde me será de especial utilidad. También coqueteo con la idea de reseñar las otras obras de Mashima (Rave y Edens Zero), ya dependerá de varios factores, por ahora, estas son las “últimas” reseñas de Fairy Tail.

FAIRY TAIL MOVIE 1: HOUOU NO MIKO

La primera película de Fairy Tail se estrena en agosto de 2012, el característico largometraje de un largo shonen, con personajes y situación que no volverán a ser mencionados, y realizada para ser un ingreso seguro, aunque me sorprende que en la larga vida de Fairy Tail sólo tuviera 2 películas, parece que no fueron un ingreso tan cuantioso como aparentaba ser.

Hay un prólogo de 12 minutos para la película publicado meses después del estreno, he de suponer que fue un agregado en el BD, en el cuál se presenta el trasfondo de Éclair y Momon aunque no resuelve los problemas de la película, sólo funciona como un inofensivo agregado, un típico extra de BD.

Y los problemas de la película se originan en el mismo inconveniente, el núcleo de su trama, Éclair. Por sí sola la evolución del personaje de alguien cerrada y desconfiada en feliz y agradecida parece justificar la película, sin embargo, la forma de conseguirlo atenta contra la misma historia, notándose el esfuerzo en conseguir que los elementos encajaran de algún modo.

Se nota en el ritmo, en los 86 minutos que dura el filme, el conflicto central sucede en el 40, el secuestro de Éclair, quien no volverá a aparecer hasta el 60, quedando los 20 minutos de la batalla final. Antes del secuestro fueron 25 minutos junto a la sacerdotisa que debieron ser utilizados para establecer alguna conexión emocional en el espectador, en vez de desperdiciar escenas en alivio cómico con personajes secundarios.

Siendo justos, debía estar claro que no se conseguiría esa conexión, de ahí que, desde el principio se utiliza a Lucy para establecer un lazo afectivo; sustentado en rectificar un error, similitud en situaciones familiares e instinto protector, sin importar que sea creíble o no, tampoco es de interés, el mencionado error es resuelto de una manera tan casual que se olvida inmediatamente y la comparación familiar tiene sentido sólo en el momento.

Provocando el efecto contrario, Éclair no es un personaje, es una excusa para llegar al conflicto de la película, irónicamente, tratándola igual que los villanos. Y ya que lo he mencionado, los antagonistas son el rey malvado y sus secuaces, el primero es sólo un cliché de trámite para ser traicionado por el secuaz principal, mientras que el resto… nuevamente, tampoco generan interés

No es una especialidad de Fairy Tail escribir villanos que sean carismáticos en su unidimensionalidad, la película no es la excepción así que paso de mencionarlos individualmente. En cuánto al intercambio de golpes tenemos a: Erza contra Coordinator, Gajeel contra Chase, Gray y Juvia contra Cannon y Nasu contra Dyst. Peleas en “dos rondas”, la primera es derrota para que la segunda sea una revancha, un típico y efectivo modelo de realizar una correcta distribución de las rondas en el ritmo de la película.

El espacio entre ambas rondas sucede en 10 minutos, imposible construir la tensión para el reencuentro, agravado en que la primera ronda ni siquiera dió el espacio para que estuviesen auténticamente abrumados a nivel individual, al contrario, es una batalla grupal donde poco o nulo espacio se dedicó a cada “rivalidad”. Y lo anterior es tangente al otro inconveniente en la película, discutiblemente la mayor decepción, no cumplir con su promesa no escrita de ser un espectáculo.

Es sabido que las historias en las “películas Shonen” es el envoltorio para batallas y secuencias con una animación superior a la serie. Son muy contados los casos donde ambas estén alineadas (y por eso son especialmente recordadas), Fairy Tail no tenía necesidad de aspirar a ello ni los espectadores de estar expectantes, bastaba con esas secuencias de fluidez superior a la serie principal, y se consiguen, pero no son muy diferentes o espectaculares a lo acostumbrado ni tampoco son numerosas.

El principal espectáculo está en la batalla final, del resto sólo la pelea de Erza contra Coordinator tiene ese atractivo Sakuga y un dinamismo facilitado en la habilidad de las armaduras de Titania, el resto de enfrentamientos individuales podrían pasar por batallas de la serie común y en esa misma categoría, aún siendo el mayor atractivo, es clasificable el enfrentamiento del último cuarto de hora.

Si, es la parte más emocionante y destacable de la película, más comparando con esos momentos cumbres de la primera temporada de Fairy Tail, tampoco es especialmente superior. En últimas, aparte de una animación más “limpia” para apelar el aspecto de una película y con un par de escenas sobresalientes, carece de esa “acción de película”.

A destacar la dirección artística para los flashbacks de Éclair, un sencillo enfoque que dota de más impacto esas cortas secuencias, contrario a la decisión en cuánto al fanservice, y no me refiero a Lucy, sino a la aparición por pocos segundos de otros miembros del gremio en la batalla final aunque no venían a ton ni son, están por estar y apelar a los fanáticos.

El director es Masaya Fujimori, su único trabajo en la franquicia, reafirmando mi percepción de ser está una obra experimental para A1 en probar cómo le iría a la franquicia en un proyecto de película. Para la música hay diferentes versiones de las melodías de la serie, por supuesto, en los Seiyus está el mismo elenco.

La primera película de Fairy Tail es otro ejemplo negativo del largometraje shonen, una historia que no termina de cuajar en un irregular ritmo, rematado por la falta de secuencias superiores a lo acostumbrado en la serie. No hay algún motivo para tenerle especial recuerdo, aunque a su vez, está irónicamente a la par de los mismos sentimientos que me generaron los arcos de la primera temporada.

3/7

FAIRY TAIL MOVIE 2: DRAGON CRY

Estrenada en mayo de 2017, un año después de finalizar la segunda temporada y un año anterior al estreno de la temporada final. De base contó con la promoción sobre que sería “canónica”, un enlace entre temporadas y para generar expectativa de su temporada final, una promesa que es cierta e insignificante, hasta es contraproducente haberlo promocionado de tal manera porque son anticipados hechos que terminan siendo irrelevantes y empañando la apreciación del resto de la obra.

En retrospectiva deja de importar pero quería mencionarlo porque en varios comentarios que leí acerca de la película, bastantes siendo realizados en su estreno hace casi 7 años, hay varias quejas de lo minúscula que resultó la promesa, empañando el resto de su percepción. Especialmente por el prejuicio en que si no es importante la conexión con Acnología entonces no queda nada más en la película, y sorprendentemente, se equivocan.

La historia es directa, la recuperación de un artefacto mágico en manos de un traidor al reino, y contrario a la primera película, no hay tiempo pérdido, cada escena avanza la trama. En esta ocasión es Nasu quien tiene la conexión emocional, vinculado al artefacto mágico por su relación con los dragones, consiguiendo que en cada aparición de algún flashback o enlace emocional no se sienta impuesto, tiene coherencia con el ritmo y el contexto.

Un ritmo estructurado en saber constantemente bajo que enfoque están dirigiendo la historia, empezando en la recuperación del artefacto, luego el rescate de Lucy y ahí al enfrentamiento final. Desde que la trama se enfoca en la planificación para obtención del báculo, no pierde su sentido de la secuencialidad.

Tampoco es perfecta, aún si ninguna escena sobra si pasa lo contrario, faltan escenas para clarificar ciertos momentos como la liberación de los otros miembros del equipo una vez son atrapados, en el que un repaso rápido de cada liberación podría haber bastado, o el extraño momento de Nasu controlado por el enemigo durante el primer round porque implica que volverá a ser relevante ese recurso, hecho que no resulta siendo. Más sólo son pequeños lunares en una historia sólida en su sencillez.

Otro aspecto que le beneficia a comparación de la anterior película es que los personajes con protagonismo son el grupo principal, de los secundarios Sonya tiene la cantidad de escenas necesarias para cumplir su función y que su giro hacia villano sea medianamente impactante, Zash es un contrario amenazante sin excentricismos y Animus en forma de dragón es una contraposición ideal con la temática dragónica de la película.

En Dragon Cry las rivalidades son Erza vs Swam, Gray/Juvia vs Doll y Wendy/Charlés vs Gapri, el primer round sucede a la media hora de la película y el segundo comienza 12 minutos después, una diferencia de 2 minutos a comparación de la primera película lo cuál es compensado en que el primer round si formaliza las bases de una rivalidad para cada llave, y que el montaje de la segunda ronda entre todas las batallas demora otros 12 minutos, para rematar, si tiene esa espectacularidad de película.

Es nuevamente la pelea de Erza la merecedora del primer puesto de intensidad, Swam con su juego de piernas contra Titania de alta resistencia física y numerosos trajes acentuado en un vistoso escenario, más no quedan atrás las otras también emocionantes batallas, el juego de pareja entre Gray/Juvia se ha pulido y es más natural (tal como en los mejores momentos de la serie) facilitado por la habilidad de Doll, o la batalla de velocidad de Wendy/Charlés contra Gapri que aún así tiene unos cortos altos y bajos para establecer un enfrentamiento dinámico.

Y cada una tiene esos apreciados Sakugas, están bien dirigidas y coreografiadas sin sentirse excesivamente serias, es el mejor estilo de Fairy Tail que ha tenido Fairy Tail. Pero no estaría completo este segmento de las mejores escenas animadas sin la mención a la más famosa del filme, Lucy en traje exótico bailando frente a Zash; si aceptamos la alta dosis de fanservice que tiene la serie era previsible la inclusión de esas escenas en la película, la diferencia está en la integración de la trama. Puede argumentarse lo apenas creíble de la escena en favor de exponer por hacerlo, más lo considero irrelevante, lo importante es que la escena sigue sirviendo al avance de la trama, es fanservice en el punto exacto, nuevamente, el mejor estilo de Fairy Tail que ha tenido Fairy Tail.

En todavía más ironía referente a Lucy, tiene un camino mejor delimitado que en la primera película, siendo Zash su rival indirecto, se venga al liberar a las otras chicas secuestradas, se enfrentan, lo deja en aprietos y tiene relevancia narrativa en la batalla final.

Esa colisión de fuerzas correspondientes al último enfrentamiento es muy parecida a similares en la serie, destacando porque es una correcta implementación del enfoque. La gran escala por el storyboard que incluye las consecuencias de lo sucedido en todo el continente, ser a momentos un triple enfrentamiento, el dinamismo de las secuencias para subrayar la fuerza de los contrincantes sea los lentos y feroces movimientos del dragón, la velocidad de Nasu o la insistencia de Zash, todo expresado con una bonita paleta de colores.

Puede que el final tenga una previsible resolución y hasta exagerada en la siquiera implicación de una muerte de Nasu sólo para tener una explicación del poder de la amistad a la mano, más la consecuente batalla con su forma de dragón la considero mejor enlace entre temporadas que los pocos segundos de aparición de Acnologia.

En está ocasión el director es Tatsuma Minamikawa, también ha sido su única participación en la franquicia, más entonces y desde entonces es un conocido director de episodio y en storyboard. La música son versiones revisadas de diferentes tracks de la segunda temporada, las que ya eran el perfeccionamiento de Yasuharu Takanashi.

Si notas un tono positivo en la reseña es porque así ha sido, Dragon Cry como película Shonen me parece un ejemplo de las decentes, el espectáculo que quería, sin impedimentos ni obstáculos; puede que esté fuertemente influenciado por Houou no Miko más considerando mi historial de general decepción con la franquicia, no me importa concederle esta victoria y nombrar Dragon Cry de mi preferido en todo Fairy Tail.

6/7

FAIRY TAIL OVAS (2016)

Tal como implica el título únicamente me refiero a las 3 OVAS publicadas en 2016, un par de meses posterior a la finalización de la segunda temporada. Las 3 tienen el mismo enfoque, OVAS de fanservice en exhibición y exposición aunque cada una tiene un hilo para dar algo de corazón sean Wendy y los huérfanos, el dibujo de Mavis o la celebración navideña de cada familia perteneciente al gremio.

Contrario a otras series donde permites ese fanservice más descarado en las OVAS bajo la razón de ser, precisamente, una OVAS, está el inconveniente del marcado fanservice de Fairy Tail desde su base. No destacan esas escenas de diferentes trajes o de baño, las humillaciones forzadas y el rebote de los espíritus de Lucy si estamos bastante familiarizados con las mismas. Es más de lo mismo.

De ahí que el mejor episodio sea el más diferente, el segundo, Natsu vs Mavis. Después del fanservice poco inspirado del principio, sucede la búsqueda, una situación absurda y divertida concluida en un agradable Flashback. Correspondiendo a lo que mencione en alguna de mis reseñas pasadas, mis escenas favoritas siguen siendo las pequeñas historias del gremio por fuera de los arcos narrativos, son cuando más reafirman la idea de ser una “familia”.

Tampoco considero de detrimento a los otros capítulos, sólo me parece una lástima que no dedicarán más esfuerzo en otro tipo de situaciones o en reforzar el hilo sentimental, o si van a realizar fanservice de mostrar por mostrar hubiesen sido más creativos, es decir, habían más y mejores enfoques para dar fanservice a los fanáticos.

4/7