RESEÑA FAIRY TAIL

¿Y por qué estoy reseñando Fairy Tail? En vez de repetir lo que todo el mundo ya ha dicho, podría escribir sobre Dragon Ball, Bleach, Naruto, YuGiOh y si nos ponemos serios HunterXHunter, YuYuYakasho, JoJos o hasta Sailor Moon, bueno, empezando porque el resto nunca tuvieron una auténtica oportunidad.

Para este año quería implementar otra dinámica en el blog, una reseña arco tras arco de alguno de los famosos “Shonen Largos”, sería interesante analizar cómo y de qué manera evoluciona la obra saga tras saga. Le pregunte a mis compañeros sus preferencias, fui organizando una tablilla y eliminando opciones, finalmente quedaron dos finalistas: Naruto y Fairy Tail. Después de preguntarle a un amigo de confianza me recomendó Fairy Tail.

Queda claro que no soy fanático del Shonen largo (prefiero mil veces un Shoujo) pero sigue siendo un importante sector que debía explorar, con esta mentalidad decidí iniciar la reseña de arco tras arco de Fairy Tail… hasta que el mismo programa me desalentó de hacerlo.
Esta reseña cuenta con pequeños spoilers.

Cuando inicie Fairy Tail me enteré que es conocido por tener arcos cortos al inicio y extensos hacia el final, pensé en agruparlos más no lograba convencerme, finalmente decidí que lo mejor sería una reseña general. Las fallas de dividirlos en secciones estaban en los notables bajones de calidad entre uno y otro, las distintas interrelaciones, además que a la larga su nota sólo bajaba.
Fairy Tail es la historia de un grupo de magos en un gremio, juntos han de enfrentarse a múltiples enemigos mientras fortalecen sus lazos y cada quien se esfuerza por alcanzar sus metas. No es ningún misterio cuál será el desarrollo de la premisa o qué temas estarán involucrados, desde la primera parte (20 capítulos) se profesan las principales: el poder del amor, la amistad y la unidad.

Cada arco es usualmente desarrollado bajo estas mismas directrices, cada arco, C A D A   A R C O, desde aquí comienzan los problemas. Desconozco cuáles sagas son relleno (aunque tengo mis sospechas) y teniendo la cifra de 175 episodios, queda muy claro que cualquiera podría sentirse agotado de ver lo mismo una y otra vez.

Aparece amenaza, se relaciona de alguna forma con los protagonistas, presentan a los personajes necesarios, son derrotados, discurso de amistad, adquieren habilidades porque TRAMA, triunfan. Le siguen capítulos de relleno para cultivar las relaciones de personaje (o para el Fanservice (profundizaré más adelante)) hasta el nuevo arco y a repetir la misma estructura.
Desde el capítulo 10 queda claro cual será la dinámica.
Evidentemente estoy exagerando y sobre-simplificando, la mayoría de arcos tiene unos cuántos desapuntes individuales que le separan de cierta forma, sin tampoco lograr ser lo suficientemente atractivos o válidos para calificarlos de memorables. Igualmente hay otras temáticas como son la superación del pasado (mayormente con Gray) o la validez e importancia del perdón (notable en la figura de Gerard) que siguen sin ser la excepción porque recaen al discurso habitual.

Aunque llegados a este punto es necesario referirnos a sus personajes, que sorprendentemente, me gustan. Los principales son Lucy, Natsu, Erza, Gray y Wendy, hay una considerable cantidad de secundarios divididos entre aliados y pobladores, los que sólo están presentes en el respectivo arco (como los villanos de turno) y algún que otro antagonista recurrente.

Sin embargo, es necesario aclarar un aspecto, Hiro Mashima (creador, escritor y dibujante del manga) tiene la afición de realizar autoplagio constantemente. Los personajes de Natsu, Lucy y Plue son copias de Haru, Elie y Plue (este último tampoco es como si intentara ocultarlo) de su anterior trabajo, Raven. Es la misma situación con su nuevo manga (Edens Zero) donde resulta aún más evidente (Shiki, Rebecca, Happy AKA Gray, Lucy (ósea Elie por tercera vez), Happy).
Haru y Elie tampoco es que fueran ejemplos de originalidad, pertenecen al molde de protagonista pícaro, retador, optimista y perseverante acompañado por la chica divertida, valiente cada vez que debe serlo, que regaña, perdona y previene al protagonista lo necesario. Evidentemente hay cientos de obras capaces de ajustarse al detalle con esta descripción, las particularidades tienen que hacerlas sobresalir individualmente, pero no he terminado (ni planeo hacerlo) el anime de Raven como para concluir si lo logran, así que regresemos a Fairy Tail.

Por lo tanto Natsu y Lucy son Haru y Eli, con personalidades extremadamente parecidas (por no decir que las mismas), pero acaso ¿cuentan con una característica que les separe del molde? Bueno, absolutamente no ¿Eso los vuelve malos? Tampoco. He escrito que me gustan sus personajes y es verdad, los principales son compendios de clichés (a excepción de Erza) y precisamente por eso son funcionales para cada arco, debido a que cada saga es simple en desarrollo y planteamiento, lo plano de los protagonistas no afecta, antes logra que la narración sea fluida, sencilla de pillar y fácil de seguir.

Obviamente hay una desventaja con esta táctica, corres el riesgo de aburrir al espectador. Aparte del Natsu siendo Natsu que puede cansar (depende de la resistencia individual de cada persona frente a este arquetipo), el resto cuenta con los suficientes clichés y acciones características para no hastiar. Usualmente sabemos quién hará qué en según qué situaciones, más no arruina completamente al experiencia, porque la química entre ellos es conocida y agradable (lástima que se extienda mucho más de lo que debería y termine sofocando).
Hay cierto desarrollo en los personajes, sólo que denominarlo como un “arco individual o viaje” es un poco exagerado. Es cierto que cambian en ciertas formas, como la actitud más abierta de Gajeel, el fortalecimiento de Gray, la creciente valentía de Lucy o la adaptación de Wendy, no obstante, siguen siendo tímidos coqueteos con la práctica de “cambio”, una excusa para defender que no son los mismos, cimentada a punta de instantes en vez de planificación.

Mi personaje favorito es Erza porque es la más interesante del elenco. Diseñada sobre ciertos estereotipos como el personaje más OP porque TRAMA, un fuerte orgullo, el aprecio gradual con sus compañeros cumpliendo como una hermana mayor del grupo, es contrastada con comportamientos de inocencia, curiosidad y hasta picardía, sin olvidarnos que su historia sí merece ser llamada un arco individual.

Sus recuerdos son los flashbacks más recurrentes y mejor interrelacionados a la mayoría de sagas, sus cambios están relacionados a la superación del pasado a través de la confrontación y el perdón, logrando la apreciación de su presente. Hacia el final es la única que toma decisiones y acciones consideradas inviables o imposibles al principio.
De manera análoga, Gerard es el otro mejor personaje, empieza como lo más cercano a considerarse el antagonista principal y pese al giro sobre su personalidad (o gracias a este), cobra interés y valor una vez reflexiona sobre su propia naturaleza y de cuál debería ser su camino a seguir. En consecuencia, la relación Erza-Gerard es sobradamente la más atractiva, por sus numerosos encontronazos y separaciones, junto al mutuo cambio que uno ejerce sobre el otro.

Los secundarios se dividen entre aliados y enemigos, los primeros son mayormente compañeros del gremio y los segundos corresponden a los contrarios respectivos al arco. Los aliados es uno de los mejores aspectos del programa, son variados y simples permitiendo tomarlos superficialmente como un gremio. Con uno que otro capítulo enfocado en sus propias vidas, dándole cierto grado de veracidad al entorno. Igualmente se ve fortalecido por las interacciones con los protagónicos, como la amistad entre Levi y Lucy, la relación Juvia y Grey, la vieja rivalidad Mirajnee-Erza o las fricciones de Natsu con Laxus.

Del mismo modo, carecen de un desarrollo individual significativo o siquiera existente. Lo más cercano son los cambios de la personalidad y prioridades de Laxus o Gajeel, los constantes esfuerzos de Juvia o las dinámicas familiares de Cana, procesos que agregan sin haber estado particularmente encumbrados. Pero en últimas, mantienen su validez existencial debido al aporte individual en cada batalla o los esperables enfrentamientos entre ellos, y por supuesto, los momentos de celebración al derrotar al enemigo de turno.
Los enemigos son completamente lo contrario, o más bien casi, porque cuentan con la similitud de carecer de desarrollo individual. Entiéndase que por enemigos estoy englobando a cualquier tipo de antagonista a excepción de Gerard y Zeref, el resto son individuos o grupos con razones válidas para ellos a simple escala (fácilmente pueden derrumbarse una vez son cortamente analizadas) de personalidades tremendamente básicas, pero de verdad, BÁSICAS.

Cada uno suele estar asociado hacia sólo una idea o frase particular repetida tantísimas veces que logran el impresionante triunfo de ser completamente insoportables con 5 minutos de su presencia. Su alcance y participación como obstáculos depende enteramente de sus escalas de poder, nunca de su estrategia o astucia, siendo fácilmente desechables y olvidables una vez que son derrotados, y eso sin mencionar sus diseños (me extiendo más adelante).

Siendo los villanos uno de los apartados más flojos, la garantía de entretenimiento depende de las implicaciones del desarrollo, siendo las temáticas, contexto o consecuencias. Respecto al primero, ya me referí a que el tema gira una y otra vez sobre los mismos valores, sentimientos y lecciones. Usualmente cada arco está más relacionado con cierto personaje, que puede ser una vertiente o profundización acerca de su personalidad, sin embargo termina desembocando en la corriente cíclica que lleva al punto ya conocido y explorado.
El contexto es el mundo de la historia, cubriendo las locaciones participantes, la interacción entre este y los personajes, las entidades que lo gobiernan o las reglas que rigen sus poderes. Los lugares donde se desarrollan la mayoría de episodios deberían percibirse como espacios de interacción o familiaridad por la historia vinculante detrás de este, esto nunca se cumple. Consideremos a los dos entornos más perjudicados, la ciudad de Magnolia y el mismo gremio.

Magnolia es la ciudad donde está construido el gremio, ósea que es blanco constante de amenazas, ataques y daños. Como la culpa es de Fairy Tail, lógicamente tienen la responsabilidad de defender su ciudad, el problema está en que como espectadores nunca percibimos (o sentimos) más allá de esta leve conexión. Ciertamente los personajes caminan o pasean por las calles, compran en las tiendas, se reúnen en la plaza, pero ocurre en contadísimas ocasiones y ninguna es auténticamente importante.

No existen personajes secundarios memorables o siquiera recordables de la ciudad, con tan poca dedicación no se puede esperar que seamos capaces de sentirla como una verdadera localización. Lo más cercano es la dueña de la habitación de Lucy, de la cual sólo tenemos apariciones esporádicas en los capítulos de relleno entre arco y arco. Cada vez que la ciudad está bajo amenaza, los habitantes no son un compendio de rostros y recuerdos que están en peligro, sino una masa que puede ser víctima colateral de un enfrentamiento ajeno.
La perspectiva sobre el gremio es aún más desfavorable, refiriéndome al gremio como lugar y entorno físico. Si bien queda sobradamente entendido que una de las lecciones del programa es sobre como el gremio es más que un lugar, de cómo su animosidad y esencia radica en las personas que lo habitan, como entorno que es, debería tener prefijados o desarrollados recuerdos asociados a sectores de su estructura, si la sensación y atmósfera es calidez y familiaridad, el lugar debería inspirar tales.

Nunca se profundiza ni enfocan de esta manera (tan sólo en una Ova dedicada más al LucyService), la misma dirección sólo utiliza planos generales sobre una sala repleta de mesas y sillas que no dicen nada acerca del lugar o de quienes lo habitan, realizan mejor trabajo con la pieza de Lucy porque si se percibe como una habitación donde vive alguien. El gremio sólo es el lugar donde tomar (siendo cualquier bar un reemplazo válido) y donde les asignan la siguiente misión.

El mundo está muerto porque los personajes tampoco interactúan con este, lo único interesante está en el desplazamiento a largas distancias por la herramienta de prestación mágica a cambio del funcionamiento del vehículo, que cae en lo anecdótico una vez se normaliza el uso de trenes. Del resto, pocas veces los protagonistas tienen una auténtica interacción con el entorno, la ciudad en la que viven día a día no es más que un lugar extraño, ninguna zona de confort (la única excepción es Cana en, de nuevo, una LucyOva).
¿Y sobre el cómo funciona este mundo? Aparte de que a duras penas conocemos otras ciudades que no sean Magnolia durante breves períodos de tiempo (sí ni siquiera la ciudad principal es memorable, muchísimo menos las demás), tenemos las estructuras que gobiernan al continente. El consejo es un importante organismo con peso y vigencia cada vez que la trama considera que es momento de utilizarles, no son una figura regente en cada acción o decisión, son una entidad a destiempo, reaccionaria a la necesidad de que el siguiente punto importante ocurra.

No obstante, me es el aspecto más sólido respecto a construcción de mundo, tienen garantizada cierta participación en diversos arcos, al contrario de otras estructuras sociales que sólo existen para la puntual participación durante su respectivo arco (como la decepcionante dimensión religiosa). Y porque en teoría, es el principal organismo detrás del manejo y reglas acerca del uso sobre los poderes mágicos, en teoría.

El planteamiento mágico debería permitir, favorecer, premiar y recompensar la creatividad respecto al cómo cada individuo le da uso. Como cada persona puede estar englobada bajo cierto espectro mágico, son las especializaciones quienes lograrán su diferenciación, así que se facilitaría la concepción de batallas con poderes creativos, cada uno con aplicadas variaciones, donde el ganador es quien comprenda, descifre y se adelante al adversario. Previsiblemente lo anterior es aplicado en términos medios.
Pese a que el sistema de Fairy Tail es más cercano al de Naruto o HunterXHunter, desemboca en aplicaciones tipo Dragon Ball y Bleach, nuevamente, el problema de las escalas de poder. Natsu podrá tener distintos poderes, pero son mayormente iguales a nivel visual, ejecutados de la misma manera, calcas con pequeñas variaciones de uno respecto a otro y que provocan efectos similares en el contrincante. Eso sí, el problema está mayormente presente en Natsu.

Las peleas del Dragon Slayer son aburridas, constantes subidas de poder cada vez que la situación lo amerita, 5 tipos de movimientos de partes y parte, finales previsibles, aunque no ocurre lo mismo con sus compañeros. En las batallas individuales Gray tiene una comprensión por el entorno y cómo darle provecho, variada sección de movimientos y refinación de ataques especiales.

Lucy al ser una maga de espíritus astrales tiene variedad sobre cómo afrontar a sus adversarios, va aprendiendo acerca de sus habilidades, ensaya combinaciones, lee a los contrincantes y se las idea para aprovechar sus debilidades, el último arco es el reflejo de su entrenamiento (al menos un poco). Similares características y detalles son aplicables para Erza, magia de re-equipamiento y de la que más observamos sus deducciones acerca de la mejor elección para cada batalla, con ágiles variaciones y recuperaciones, constante observación y retroalimentación.
Sin embargo, si me he referido a que los villanos son decepcionantes, es lógico inferir que también lo es su uso de poderes. Natsu es el protagonista con mayor problema de escalada, pero este inconveniente está presente en casi todos los antagonistas. Pese a que los personajes del gremio tienen un poder con múltiples movimientos, los villanos sólo utilizan una o dos aplicaciones del propio, perdiendo cualquier rastro de curiosidad o interés en saber que harán.

Las batallas en grupo deberían ser la aplicación de nuevas estrategias motivadas por la cantidad y diversidad de poderes, otra vez, no ocurre en absoluto. Fairy Tail se suma a la lógica “mientras más, mejor” donde basta lanzar un rayo de energía acumulada que junto al rayo de los otros compañeros, lograrán no eliminarse o repelerse mutuamente sino que de alguna forma se volverá imparable (el poder de la amistad).

En definitiva, las batallas son mejores si son 1 vs 1, no involucran a Natsu y es entre compañeros del gremio o miembros de otros gremios, queda claro que las reglas (que permiten las posibilidades) están fuertemente desperdiciadas.

¿Y las consecuencias? Es normal que todo enfrentamiento provoque secuelas, entre ellas la más evidente y trascendental, la muerte. Podría decirse que cambian cosas, más no pasa de ser uno que otro toque a cierta actitud en tal personalidad, que sería válido de no ser que este cambio podría haberse logrado fuera de la batalla, o mejor, no es tan importante como lo que implicó la pelea en sí misma.
Digamos: Una batalla contra uno de los mayores traidores de la historia de Fiore, donde es destruido un portal que pretendía revivir al más peligroso y sanguinario ser que ha existido, muere un secundario (que sólo habíamos conocido durante el arco), los protagonistas son puestos al límite de sus condiciones físicas a la vez que mentales por la presión de sus recuerdos. Provoca: la renovación de un consejo que mantiene la misma actitud hacia Fairy Tail, dispersión de secundarios que veremos brevemente muchísimo tiempo después y el mantenimiento del status quo en las dinámicas grupales. Sólo por un corto avance en el arco de uno los protagonistas casi se podría considerar imperceptible.

No nos detengamos ahí, falta el abordaje sobre la ya mencionada más irreparable de las consecuencias, la muerte. El fallecimiento es la penalidad máxima en la mayoría de historias, el punto de no retorno y eterno castigo para los personajes, la lección sobre qué pasará si erran sus decisiones o no se esfuerzan los suficiente. Cuando una obra decide trastocar de una u otra forma estos valores intrínsecos, debe dejar muy claro de el cómo, porqué y para qué lo harán.

En Fairy Tail la muerte tiene las primeras connotaciones hasta que llega la saga de Edolas, de ahí en adelante ninguna defunción es definitiva, sólo son estados momentáneos de inactividad, por eso la resolución y avances sobre la próxima temporada no me provocan ninguna clase de expectativa. Misma situación con los villanos, la serie maneja el típico sentido de la moralidad del Shonen promedio donde matar a alguien (sea quien sea) está mal. Así que si temías por la seguridad de los personajes te tengo buenas noticias, aquí la muerte es sólo una norma aplicable a los secundarios que conociste hace 10 capítulos, es una mera anécdota para cualquier personaje que pueda ser calificado como principal
Para ejemplificar el argumento anterior utilizaré uno de los giros más importantes de la serie, si no la has visto puedes saltar el siguiente párrafo.

Desde el principio Natsu tiene dos sombras sobre su vida, el repentino abandono de su “padre” Igneel y la muerte de su amiga de la infancia, Lissana. El primero es el motor de la trama, la búsqueda de Natsu utilizando cualquier tipo de indicio, mientras que la muerte de Lissana era el recordatorio de que no es posible salvar a todo el mundo, una imborrable herida sobre su primera experiencia sentimental. O ASÍ ERA, después del arco de Edolas, se revela que Lissana no estuvo muerta porque TRAMA, así que supondríamos que el autor tendría motivos para resucitarla, un enfoque de exploración sobre la comparación entre los recuerdos y las realidades, adentrarnos en como los dos tenían hasta un futuro comprometidos, replantear su relación con Lucy. No ocurre nada, absolutamente nada, en ningún momento, nada de nada, pasa a ser un secundario más con un único momento destacable debido a la vestimenta (vamos, fanservice). Para eso destrozaron uno de los detalles más interesantes del contexto y planeación, para absolutamente nada. Luego se torna en costumbre estas vacías resurrecciones.

La anterior es sólo una falla de guión ¿Cuántas más hay? Pese a que tengo más conocimientos sobre guión y narrativa no me considero un “cerrado narrativo” (como denomino al sector que considera como lo más importante al guión), mi lema es que la ejecución es tan importante como la planeación. Por lo tanto, no soy propenso a despedazar a una obra por cada problema, hueco o falla de su desarrollo. Fairy Tail tiene el mérito de que me resulta imposible ignorarlos todos.

No es que tenga uno que otro inconveniente, cada arco está repleto de inconsistencias, de las más típicas y comunes como las subidas aleatorias de poder, falta de claridad en las razones de cada personaje, deus ex machinas, revelaciones a destiempo, conveniencias e inconveniencias, sin olvidarnos del mayor insulto del programa, el ya clásico salto de 7 años en el tiempo.
Debido a que no recuerdo haberlo escrito en alguna ocasión lo dejaré claro, detesto, aborrezco, desprecio a los saltos temporales. Son un recurso que me resulta telenovesco, la más barata excusa para hacer crecer al mundo sin nunca haber aportado como autor, una salida mediocre para capturar la atención cuando no sabes que decir. Fairy Tail es un excelente ejemplo.

Sólo se utiliza el salto en el tiempo para dar interés a una trama estancada, carece de cualquier desapunte de genialidad o interés, es un alargue que permite la existencia de más progreso a costillas de los personajes y la audiencia. Porque si, es un completo irrespeto con el espectador, están declarando que cualquier cosa bastará para entretenernos no importa cómo irrumpa a las estructuras, planteamiento o lo rebuscado que sea.

Bueno, bueno pero los Shonen se enfocan hacia otro tipo de público, uno que prefiere la emoción de lo visual, la dirección de las batallas, la estética de los personajes, música retumbante. Importantes aspectos en los que tampoco destaca Fairy Tail (vale, a excepción de una).
El ova nos ahorra tener que buscar material de comparación
El diseño de personajes es un logro a medias, recordemos que varios son copias de su anterior obra (Raven), no obstante si ignoramos ese detalle, puedo decir que me gustan los diseños de los personajes principales, y por principales me refiero a todos los que pertenecen al gremio junto a uno que otro secundario.

Son sencillos de identificar, un poco genéricos para su época aunque irónicamente sentaron las bases para futuros diseños, con vestidos característicos que tienen algunas variaciones a lo largo de la historia, permitiéndole cierta frescura y sentido del tiempo (especialmente en Lucy) con colores variados, ninguno siendo una calca del otro. Respecto a los otros gremios la situación suele ser parecida, puede sentirse un poco más de repetición y otros son directamente desagradables, pero entre los más importantes la sensación de variedad y atractivo es la misma.
En ciertos personajes los poderes influyen en la vestimenta, lógicamente Erza es el mejor ejemplo, y es otro de los factores para que la considerara como la mejor del elenco. Todas sus armaduras me resultan atractivas, cada modelo asociado al poder característico, eso sí, alguna más que coherente que la otra, pero todas distintas, muy únicas a su modo y perfectamente compatibles con Erza (vale, esto último sólo es válido como pura opinión (aunque muy cierta)).

Pese a que el arco de Edolas es al que considero como el punto de declive, tuvo el logro de interesarme por el contraste de los diseños de personajes entre ambos mundos, una práctica muy común en estos programas de larga duración y que siempre captura mi atención, tiene cierto encanto de Fanfic que soy incapaz de ignorar.
En varios de mis textos he dejado claro que yo de base no condeno ni menosprecio a una obra por tener Fanservice, incluso lo defiendo según como sea utilizado, así que ¿Fairy Tail tiene Fanservice? Evidentemente, como la mayoría de Shonen, ¿Tiene demasiado Fanservice? He ahí el quid de la cuestión, si existe sólo en las LucyOvas sería válido PERO es constante en la serie, no sólo en los capítulos de relleno, ni en el camino hacia el objetivo, se extiende hasta el mismo corazón del arco.

Me refiero a las batallas o momentos previos al enfrentamiento donde ocurre algún desnudo a las chicas protagonistas, de nuevo, no tendría problema si este tipo de Fanservice correspondiera al tono de la secuencia o coherencia de la escena, como una cruda batalla donde pueden desgarrarse los vestidos y que por la intensidad del enfrentamiento ningún personaje le presta excesivo valor. Sé que ambos casos no son comunes en los Shonen y hasta puede considerarse signos de obras más adultas pero me basta con que se cumpliera una que otra vez para no estar quejándome (por pequeño ejemplo Highschool DxD). En Fairy Tail durante cada una de estas escenas, sólo prima el objetivo de mostrar por mostrar, no sea que el espectador se aburra.

Estamos en medio de una persecución, es una ciudad desconocida, un mundo extraño, el villano les está a punto de alcanzar, parece no haber escapatoria… a quién se le podría ocurrir agregar un segmento sobre vestidos sugerentes para Lucy (y eso que me encanta su diseño(aun siendo una copia)). Mismo enfoque para 175 episodios y nadie te tomará en serio.
¿Fanservice antes de la prueba?¿Después de la prueba? O DURANTE.
Porque en factor de diseños nunca jamás me he quejado del tamaño de pechos ni de vestidos de poca ropa, siempre que me resulte medianamente creíble (y mi escala de credibilidad es bastante baja) no tengo inconvenientes, y que precisamente me queje porque abusaron de esto es algo que no me termino de creer.

Y aún queda otro enorme y oscuro lastre, un diseño de villanos tan estúpido como el relleno de Sailor Moon. No sólo su personalidad está vinculada a su ilimitado (limitado) poder, también su apariencia física y vestuario, ciertamente hay uno que otro mejor logrado pero en general son tan desechables que no superan lo anecdótico. Si tiene un poder de guitarra (por idiota que suene) su apariencia será una copia cutre de Kiss (así que, ¿por qué el poder en primer lugar?) que al menos tendrá poco tiempo en pantalla por ser meramente un secuaz del principal.

Gerard y Zeref son los dos antagonistas, el primero uno de los mejores personajes, el segundo una sombra que cubre cada arco sin nunca ser el factor principal. De hecho, Zeref es uno de los más sólidos alicientes para continuar la historia, su poco tiempo de aparición tuvo gran trascendencia e impacto, a punta de actitudes contradictorias aderezadas con apariencias sinceras brinda una genuidad por saber más acerca de su trasfondo, objetivos y poderes. 
Los Sakuga de FairyTail suelen sólo ser parte de los Openings, durante las batallas su enfoque es el clásico golpe, corte, reacción, una estructura a la que tampoco trastocan de alguna forma. El sentido del ritmo y de la emoción es el previsible, con las pausas donde introducir tema épico para acompasar con la frase importante del personaje, la caída de ritmo antes de retomar en una emocionante escala que concluye con la victoria del bueno.

Las secuencias largas de batalla no pasan del plano estático aligerando la falta de detalle de los personajes. No obstante, tampoco me parece mediocre, una media entre ser sobresaliente y regularmente malo, un punto medio que se puede considerar pasable (a excepciones de diversos planos que rozan lo irreconocible).

Si los enfrentamientos me cobraron algún tipo de interés es debido a las implicaciones narrativas, mi favorito (previsiblemente) es el Erza Vs 100 Monstruos, porque no baja de ritmo, siempre va a más, esta vez el acción-reacción tiene justificación y sin quedarse ahí, le agregan pequeñas secuencias sin cortos. Se comprende hasta qué punto llega el poder, dedicación y obstinación de Erza.
El trabajo de fondos es una extraña conjunción, si bien son variados, con un universo visual distintivo para cada arco de la serie, tampoco son medianamente detallados, sin embargo no le doy tanta importancia por el constante cambio de uno hacia otro, ninguno siendo una evidente copia del anterior. Los colores también le dotan de encanto, porque pese a carecer de valor cada escenario por sí mismo, la iluminación y por consiguiente, el cambio en la paleta de colores, le dan viveza y profundidad a sus entornos, una lástima que la narrativa no lo aproveche.

La dirección en las secciones de batalla no sólo utiliza el cásico y ya desgastado modelo, también introduce ángulos y silencio no correspondientes al caso, que entorpecen el ritmo. También lo notamos en las escenas sin enfrentamiento físico, los diálogos pueden antojarse extraños por el cómo están contando tales como enfoques empinados o bruscos cambios de eje, las celebraciones es montaje de imagen estática y las escenas de Fanservice van completamente a lo suyo (lo cuál sería bueno si la escena fuera la indicada).

Respecto a la música, coincido completamente con sus fanáticos, lo verdaderamente destacable de Fairy Tail es su OST. Desde el inicio me cautivo su estilo medieval repleto de flautas, violines o guitarras, acompasando debidamente a cada segmento, especialmente notable en sus batallas. Temas como Salamander, MahouHatsudou, Dragon Force son las necesarias para cada enfrentamiento por su aporte con guitarras eléctricas y fuertes baterías, así mismo hay piezas enfocadas a las escenas más melancólicas Sorrow Returns, Memories of Fairy Tail o Shukumei. Sin olvidarnos del gran tema principal (junto a todas sus variaciones) un épico contacto de violines, guitarras eléctricas, batería y efectos. Podré tener mil y un inconvenientes con lo demás pero tengo fijado como una fuerte opción el escuchar esta OST mientras resuelvo mis tareas. Todo mí respeto a una de las leyendas de esta industria, el inmenso Yasuharu Takanashi, a quien más se le debe la esencia del programa.
Muy curioso que con tan buena OST ningún Opening me sea sobresaliente, evidentemente los gustos musicales son la cumbre de la subjetividad así que en su mayoría esto sólo es mi consideración, sin embargo sí que tengo una observación válida. Sus montajes son horribles, feos y notablemente apurados, se suelen notar la repetición de enfoques como presentar una y otra vez los mismos personajes, la poca coordinación visual-sonora, introducir segmentos de batallas que no llegarán a pasar (y si lo hacen es decepcionante). Mis favoritos son Snow Fairy (el detalle de las hadas), The Rock City Boy (los sakugas y mi atuendo preferido de Lucy) y Breaktrough (promesa de buenas batallas).

No es la misma situación con los endings, desconozco quien tomó la decisión creativa pero me es completamente correcta y le declararía presidente de A1. Optar por un estilo Chibi le da capas de entrañabilidad imposibles de alcanzar de otra forma, son descansos que respetan a sus personajes y les siguen en sus recuerdos o previsiones, los que prescinden de este estilo si me resultan aburridos (a menos que sea una mezcla de ambos). Mi favorito es Boys be Ambitious, una agradable remembranza de sus aventuras.

Es claro como cada Seiyuu ha logrado plasmar una reconocible tonalidad a su personaje, Tetsuya Kakihara supo capturar esa esencia adolescente de no rendirse con una gran variedad de expresiones, lo mismo para Sayaka Ohara o Eri Kitamura (un excelente desempeño como coprotagonico masculino) y por supuesto, Aya Hirano (una de mis diosas) suma otro éxito. De hecho no tengo ningún inconveniente con algún personaje, a lo mucho una sentida lástima con los secundarios dedicados a repetir una y otra vez la misma oración.
No ha sido lo que esperaba, ni el programa ni la reseña. Al principio me era ameno, pero una vez llegada la mitad sólo iba en cuesta abajo, con un cliffhanger final que me indigna. No obstante, pese a lo negativo que podría haber sido en la mayoría de este texto, tampoco le odio ni detesto, nunca tuve ese sentimiento nacido de las entrañas más recónditas del dropeo, de hecho, tengo toda la intención de continuarlo. No será exactamente pronto pero su reseña de las próximas dos temporadas está asegurada.

Tiene bases que permitirían un sólido desarrollo, personajes principales atractivos y sólidos en su simpleza, una animación pasable, una música de primera, talento y presupuesto capaz de darle auténtica escala a sus batallas, sin mencionar a Lucy y Erza. Espero que en la segunda temporada aprovechen sus posibilidades (y me han comentado que así parece).

3/7
Por último, seguid en Twitter a Hiro (el autor), suele subir muy buen material.

0 Comentarios