Jojos
Bizarre Adventures iba a ser una trilogía. La historia intergeneracional
llegaría a su clímax en la tercera generación y lo haría por todo lo alto,
Araki se acomodó a las tendencias de entonces en la Jump para dar con una ingeniosa
estructura además de plantear un sistema extraño para la época y cada vez más
robusto con el paso del tiempo, sería más extensa y ambiciosa, el grupo
aumentaría, los villanos también; una enorme construcción para cerrar el ciclo
que estuvo forjando desde Phantom Blood.
Y
lo hizo, Stardust Crusaders es la parte más popular, introduce al que sería el
emblema de la saga, los Stands, durante un tiempo fue la única con una
adaptación animada (13 Ovas emitidas entre 1993-1994 y 2000-2002), hasta
impulso el desarrollo del videojuego de peleas de Capcom. Sin embargo, también
es la parte más polarizada de la saga (al menos del mundo original (junto a
Stone Ocean)), no son pocas las veces que la he visto incluida en los últimos
puestos en distintos tops, frecuentemente vilipendiada, especialmente por su
primera parte, mientras que en el otro extremo están quienes la aclaman encima
del resto, de los cuáles formo parte. Stardust Crusaders es mi parte favorita
(del mundo original, en general (como todos) prefiero la imponente SBR, pero
otro día será su momento).
¿Y
por qué? Por las mismas razones que les gusta a los fanáticos y el cómo estas
encajan concisamente en lo mencionado previamente, el cierre del ciclo, los
elementos más importantes convergiendo, Araki llegará al máximo refinamiento de
la idea que ha ido puliendo. Los cruzados que viajan bajo las estrellas para
derrotar aquello llamado destino.
Jotaro
Kujo, el tercer JOJO, hijo de Sadao Kujo y Holy Kujo, Holy es hija de Joseph y
Suzi Q, implicando que es tátara nieto de Jonathan Joestar. Araki vuelve a
desmarcar al protagonista de los anteriores, Jotaro es la extrema personificación del matón
silencioso y apático típico de esos tiempos, caracterizándolo hasta las últimas
implicaciones. Problemático, malhablado y sin aparente rastro del caballerismo
de sus antecesores, lograron otro protagonista único, aunque sin el carisma de
Joseph o la virtud de Jonathan. O así parece.
Suzy
Q cae enferma y en peligro de muerte por la existencia de Dio, una mera excusa
para confirmar aquello que esperaríamos, la típica actitud de un Joestar: No
dudar ni un segundo en partir y rescatar a su madre. En el camino le acompañan
Joseph, así es, regresa nuestro querido anterior Jojo con 60 años más, Avdol,
un amigo de este y experimentando en el manejo de Stands, a lo largo del camino
se irán sumando nuevos personajes hasta concretar al grupo.
Hace
casi dos meses Batracio publicó en su blog una crítica de la serie, tiene
un completo abordaje en los personajes, de sus actitudes y desarrollos, no
quiero repetir lo ya explicado sobresalientemente, por lo tanto, invito a
leerlo (y también recomiendo el blog). Lo utilizaré como base para los
propósitos de la reseña.
Los
torneos de poder son uno de los emblemas del Shonen y la Jump nunca ha estado
escasa de este tipo de estructuras, no obstante, Araki no quiso calcar este
esquema así que decidió utilizar uno más flexible, capaz de acomodarse a lo que
el primero implicaba, dando con un Road Trip. Una consecución de hechos para
hacer lo mismo un poco diferente, no sólo tiene los enfrentamientos en subida,
donde cada adversario será más complejo que el previo, también hay
desplazamiento a exóticas locaciones, la “larga” duración permite la
facilitación de momentos íntimos entre el grupo, de esparcimiento y cercanía.
A
partir de un cambio de enfoque permite y facilita decenas de formas sobre cómo
darle provecho a ese nuevo sistema de poder, los Stands. Tal como mencionaba en
Battle Tendency, Araki intentaba encontrar esa forma de exhibir una diversa
capacidad de poderes, el Hamon (por mucho que gustará) quedaba limitado, la
respuesta de extender ese poder como una capacidad que bordea entre lo
independiente/dependiente es un puntazo. De base, permite más variedad sobre
las cualidades que entran en competencia, extender el conflicto más allá del 1
vs 1 porque cómo mínimo hay dos entidades en cada bando y que los desconocidos
entornos permiten potenciar sus poderes. Cada batalla tiene las bases para ser
diametralmente distinta de las anteriores.
Que
es precisamente lo que ocurre a lo largo del viaje, en cada episodio (a veces 2
o 3) se enfrentan contra un enemigo con un poder diferente, el grupo no tiene
información sobre el contrario, valiéndose de su ingenio y deducción deben
idear una estrategia para derrotarlo y poder avanzar. El mismo planteamiento
mental que sería la base en las futuras partes. Por ello, no siempre está a la
altura de lo que cabría de esperar ya sea en presentación o resolución.
Apenas
era un testeo de ideas, los Stands se mantienen en acciones simples: El control
del fuego, puro poder o magnetismo, mientras más van avanza los Stand crecen en
abstracción y complejidad, apreciación que sirve como extrapolación de toda la
saga. No siempre cada adversario es más difícil que el anterior, las
resoluciones pueden ser ocasionalmente demasiado simples y el adjetivo de
bizarro del título cobra protagonismo a través de la naturaleza de algunos adversarios,
que no extrañe un mono almirante o un bebe con las capacidades del mismísimo
Morfeo.
Los
antagonistas son subordinados de Dio divididos en dos subgrupos: Los
adversarios de la primera parte, cuyo Stand es una representación de una carta
del Tarot, y los de segunda parte, los dioses egipcios. Ninguno está a la
altura de los principales, su actuar y caracterización es similar a Santana de
Battle Tendency, un poder único con algún par de reacciones que les pertenecen
y listo, el adversario.
Depende
mayormente de cada cuál, en general, pocos son los que decepcionan o dejan
indiferente, la variedad y extravagancia de sus actitudes, el reto para
derrotarles, hasta la narrativa presentando el capítulo desde su punto de vista;
Sería otro preludio de otra constante, la imaginación de Araki corriendo
constantemente para dar con tantos y recordables secundarios, uno tras otro. Como
aclaré previamente, conforme se acercan a Dio, son más poderosos y
amenazadores, ya fuera en términos de puro poder o por la conceptualización
alrededor de las condiciones específicas del enfrentamiento.
Una
exhibición, el adjetivo de los torneos, también válido para las peleas seriales
en Jojos. Todo lo previamente mencionado llevó a un nuevo nivel las peleas ya
destacables de las anteriores partes, sería el principio de lo que le
convertiría en referente. Eso sí, una parte mayor de lo que debería, se
desmarcan por el desempeño individual, conllevando que aquellas donde si hay
cooperación fueran memorables, por lo que iba suponiendo para el camino de cada
personaje.
El
tema del destino impregnado en el desarrollo de cada personaje, Jotaro le ha
sido impuesta la obligación familiar, es su momento; Joseph tiene una deuda
tanto con su hija como con la sangre que corre por sus venas, Kakyoin y
Polnareff están en una cruzada de venganza contra aquel que les aduló con un
falso futuro, a la vez, el primero encontrará esa vocación que le ha sido
esquiva, al contrario de Jean, el deberá escapar de ese fango que se ha
impuesto, darse cuenta que aquel no era su único destino.
El nivel
de vinculación temática es otra de las razones para que Avdol sea el menos
memorable o destacable del grupo, agravado con ser uno de los quienes menos
cuenta con tiempo de protagonismo, su importancia a nivel general sólo sirve
para tratarse de una guía en el camino de otros, concretamente para Polnareff,
lo cual no reniega de todos los sentimientos que incluía su sacrificio. Sólo
queda un escalón debajo de los demás.
Jonathan
y Joseph se enfrentaban contra seres que dejaron de ser humanos o directamente
se ubicaban sobre los mismos, en cambio, aunque los cruzados pelean contra una
cantidad mucho más basta, estos contrarios no tienen esa caracterización
temática, los de la primera parte le sirven a Dio en calidad de mercenarios o
peones, se debe esperar hasta la llegada en Egipto para que aparezca las
vinculaciones. Los dioses de Egipto, referente a los Stands que han de
enfrentar, sus usuarios siguen siendo humanos, nuevamente, la diferencia está en su fiereza
y lealtad hacia Dio.
De
todas formas, puede que parezca no tan compacto como las series anteriores, y
es así, era inevitable que no todos los elementos estuviesen atados cuando
directamente salto a una planificación más ambiciosa, de todas formas, le
encuentro valor porque aquello elementos que si eran cruciales llegan al punto
clave con solidez y constancia.
Conforme
avanza el grupo crecen como personas, Polnareff supera la obsesión con su
pasado, continua el viaje para encontrarse a sí mismo a través del enfrentamiento
de a aquel que lo engaño, Kakyoin encuentra el sentido de su existencia, los
arrepentimientos evidencian el entendimiento que tuvo como epifanía, sobre el
valor que cumplía en su entorno, Suzy no alega a Joseph porque comprende la
trascendencia y solemnidad implícita en la misión, cumplirla por el deber que
siente hacia aquellos que le apoyaron antes, al peso de las décadas.
Capto
porque a varios no les gusta Jotaro, tampoco es mi Jojo favorito (le tengo
tercero después de Johnny y Joseph), el carácter serio y cerrado no le brinda
tantos momentos que le pertenezcan y disfruten con él, contrario a lo otros
compañeros con su buen puñado de escenas. Además, la evolución que acarrea es considerablemente
discreta, el mayor cambio es cómo se compenetra mejor con su familia; y que
decir del desarrollo respecto al poder o habilidades, básicamente desde el
comienzo (una vez aprende a manejar su stand) la sobresaliente inteligencia y
fuerza están vigentes (contrario a los 2 anteriores Jojos).
Pero
considero que así está bien, el carácter a contrarreloj no facilitaba un
espacio de entrenamiento, debía desarrollarse sobre la marcha, algo que tampoco
ocurre explícitamente, la superioridad nunca fue puesta en duda y no le vemos
pensando sobre lo qué ha hecho mal y como debería mejorar. Lo entiendo como el
resultado de las acciones de sus antepasados, ya ellos pasaron por ese viaje,
como espectadores tenemos entendido que el entrenamiento y esfuerzo permiten la
superación de lo “imposible”, ahora debe comprobarse si superará el nuevo nivel
de la barra, y vaya que está alta.
DIO,
el villano y alma de la tercera parte, recuerdo cuando alguna vez leí en esas
opiniones impopulares que se vuelven tendencia semanalmente, a quien escribió “Araki
no debía haber repetido adversario” Me alegra saber que no fui el único que califico
tal afirmación como herejía. Sin DIO no hay Stardust, funciona a tantos niveles
que sólo puedo admirarlo. La mera existencia del mismo es un acierto. ¿Qué
mejor forma de cerrar una trilogía que con el principio?
Y
con un plus, los villanos habían sido humanos/animales con poderosos stands,
Dio no, es un vampiro, resurrecto, su edad ya no tiene sentido y el cuerpo ni
siquiera le pertenece. Pervierte a su adversario original, otra referencia a
cómo siempre ambos ejes se pertenecen uno al otro. Hasta el enfrentamiento
final sólo lo conocíamos por vistazos, rumores e historias, nos forjábamos una
imagen mental de quién era y qué representaba ese aterrador hombre, un ser
implacable, carismático, cruel, brutal; todos los adjetivos para describir a
los seres imparables, egocéntricos y peligrosos, muy peligrosos. Su leyenda no se basa en complejidad, es la conjunción de todos estos adjetivos en una sola arrolladora entidad, sin complicaciones, sólo la conquista del mundo.
Y
aún no dejábamos de querer conocerlo, lo seductor, misterioso, atractivamente
fatal de sus meros susurros en las anécdotas que escuchaban, daban por anhelo
ese momento, y su presentación correspondiendo a tales deseos. En una de las
escenas mejor dirigidas de la década, Polnareff sube una escalera sin fin, está
cegado por una sombra, el objetivo de su viaje no podía sentirse tan cerca y
tan lejos.
El
transcurso de la batalla no favorece a los cruzados, pese a los intentos, DIO
parece estar varios pasos más adelante, una vez descubierto el porqué de su
fuerza queda consolidado completamente el cómo Araki enaltece más lo que ya
parecía inalcanzable. The World, Stand que controla el tiempo. Los demás Stands
manejan aspectos de la naturaleza, pero DIO directamente afecta las reglas
universales, podrá ser por un plazo corto de tiempo y aun así sólo el lograrlo
lo ubica varias veces encima de cualquier otro. Superarlo ya no es cuestión de
esfuerzo ni tenacidad, sino de valerse de cada mínimo recurso a su disposición
para llegar a igualarlo.
En
el transcurso de la batalla, cada uno de los personajes involucrados da su
último gran esfuerzo en hacer mella a ese muro, es la acumulación de sus
esfuerzos, como el sacrificio de Kakyoin, quienes darán las bases para que Jotaro
pueda enfrentarse en más óptimas condiciones contra aquel huracán, más no deja
de tenerlo complicado, saber el truco no implica que sepas como tomarle
provecho, debe trascender las barreras de lo que parecía factible.
Uno
de los puntos más controversiales de la obra, a lo largo del viaje no era
extraño que alguno de los Stands protagónicos aprendieran una nueva habilidad,
más ninguno copiaba exactamente la del contrario, no sólo eso, la mismísima
habilidad máxima, pero sí debía de suceder, no podía ser otro que Jotaro. Ha
superado todas las pruebas que le han sido impuestas por su astucia, es el más
poderoso en el ámbito físico, el último heredero de la estrella Joestar, los
demás cruzados han arriesgado su vida o directamente la han bridando para que
descifre todo el rompecabezas, no es que sólo él ya este a la altura de superar
a lo no humano, es el resultado del proceso acumulado de todo el esfuerzo de la familia, la
humanidad vuelve a triunfar, está vez a su mayor reto a través de la ejecución
de un casi milagro.
¿Podría
haber existiendo una mejor razón? Puede, pero Araki es así, busca cualquier
lista compilatoria de “habilidades que Araki se le olvido”, se nota que no
contaba con su Wiki de Jojos. No me es forzado porque le veo como el resultado
de todo lo ocurrido hasta el momento, una trilogía que llegaba a su clímax a
través de lo infactible para superar lo imposible.
Los
amigos se separan y nunca vuelven a estar todos juntos al mismo tiempo, eran
6, se despiden 3 en el aeropuerto, todos a disfrutar del futuro por el que se
han esforzado, no miran hacia atrás más sonríen para sus adentros, más que una
aventura fue una cruzada.
Ya
no había nada nuevo que agregar o hilar sobre la temática, hubo presencia
constante de humanidad en las apreciaciones de aquellos lugares que fueron
visitando, en cómo los desconocidos se volvieron algo más vinculados que una amistad
a través de la convivencia por 50 días, al destino que han derrotado. Se viene
otra generación, otras ideas, gracias a quienes lucharon para garantizar ese
mañana.
Toda
la vinculación emocional mejora todavía más la segunda parte, agudizando la
diferencia de percepciones entre parte y parte, no quiero decir que la primera
este al nivel de la segunda, más lejos estoy de calificarla del lastre de cómo
es usualmente mencionada. De hecho, varias de mis escenas preferidas
transcurren durante esta, véanse la explosiva pelea cuando conocen a Polnareff,
el asesinato y todo el episodio de resurrección de Avdol, el surrealismo
onírico de Death 13 o el interminable desierto por The Sun.
Unos
cuántos ejemplos de todos los trucos cinematográficos que aprendieron y
aplicaron el dúo de Naokatsu y Suzuki, superaron completamente las bases que se
habían dispuesto, no todo el tiempo se encuentra la refinación al límite más si
nada hay debajo del resto, habilidad para su montaje entre imagen estática y de
acción, la primera no siendo de lamentar por el alto nivel de detalle, color y
encuadre que exhiben. La animación exponiéndose a través de una dirección más
arriesgada y espectacular.
Una
de mis batallas preferidas es el enfrentamiento contra Anubis, encapsula todas
mis alabanzas de esos momentos cumbres, acción-reacción perfectamente
equilibrado y a full secuencia cuenta con la fiereza necesaria. Los
enfrentamientos mentales también necesitaban del enfoque correcto, todavía más
pesado porque es captar la atención a través de insinuaciones y “podría ser”,
ambas peleas contra los hermanos D’Arby son dignas de los llamados animes
“psicologicos”.
La
evolución visual de JoJos corresponde al tratado del manga, nunca estará al
nivel de detalle del original pero se ve compensado con una conformación de
colores apropiados para su mundo tan “bizarro”, los diseños de personaje hacen
justicia, inspiran ese poder de las referencias y son los suficientemente
manejables para ser animados (créditos para Masahiko Komino), de hecho, podría
escribirse un muy buen artículo sobre el diseño de los cruzados, lo dejo a
disposición de otros, eso sí, comparto este vídeo de SuperEyePatchWolf donde le
dedico unos cuántos minutos a Jotaro.
Otro nuevo nivel para toda la caracterización tan expresiva de sus reacciones, golpes y hasta pensamientos, optimizados todavía más los cambios de paleta, hasta agregan nuevas capas de deformación visual para darle fuerza al momento y en la ausencia de algún particular sigue resaltando lo limpio de su imagen, el variado diseño de sus fondos durante todo el camino, la imponencia del ataque del Stand. ¿Recuerdas? Una exhibición.
El
sonido no queda ni mucho menos por debajo del nivel general, el Hamon ya contaba
con interesantes Foleys, un precursor de la mejorada caracterización que
tendrían los Stands, sonidos particulares de cada uno e inclusive de los
movimientos específicos como “THE WORLD” o “EMERALD SPLASH”. Todo lo anterior
fue crédito del único Yoshikazu Iwanami, a quién media industria le debe el
cómo suena.
Desde
esta parte la música va a crédito de Yuugo Kanno, aparte de Jojo su trabajo más
reconocido es Psycho Pass. La tercera parte está repleta de tracks
particulares, tanto los pertenecientes a los personajes, el tema del equipo y
los utilizados en instante cruciales de algunas batallas. Continua la estela de
las canciones en inglés para los EDs (esperemos siempre sea así, por los siglos
de los siglos, amén), Walk like an Egyptian, el clásico de The Bangles, que
irónicamente nunca suena en Egipto, y Last Train Home, pedazo de canción con
unas simples visuales, la nostalgia remanente de las experiencias del viaje, la
foto que se hunde en el desierto.
Ambos
OPs son del más alto nivel, Stand Proud enlaza todas las generaciones previas,
End of The World es uno de las exhibiciones más elegantes respecto al “spoiler
sin darlo”, sin olvidarnos de mencionar el épico momento de Dio interrumpiendo
al mismo OP, de verdad, un genio quien decidió implementar tal idea, se
volvería constante en las próximas partes (afortunadamente, ya quiero ver ese
Made in Heaven).
Antes
de comenzar esta reseña mi nota en mente era 9/10, demostrando su superioridad
como mi parte preferida, no obstante, mientras iba escribiendo sus contras me
fueron más evidentes, confirmando la presunción de que una nota nunca está
segura hasta que auténticamente se escribe el porqué de la misma. No quiero dar
malentendidos, sigue siendo mi parte preferida, el cómo se vuelve un magnífico
clímax de todas las ideas que Araki estuvo construyendo es algo único, pocos
autores llegan a tal refinamiento, y todavía menos siguen creando después de
llegar a la epifanía, pero no es lo suficientemente compacto como para
merecerle mi casi perfecto. Personalmente no soy de dividir aún más una escala ya
bastante amplia, meramente empatizo a quienes utilizan el 8-8.5-9 (especificar
tales puntajes si lo considera de más), y no voy a comenzar a aplicarlo porque
ello implicaría poner en tela de juicio a todas las otras reseñas del blog, así
que quiero ser claro. Las 3 primeras partes tendrán las mismas notas, pero en
escala: SC>BT>PB.
La próxima vez ya no serán peleas de hombres contra dioses, sino de hombres contra hombres, sin lugares exóticos, la amenaza será casera, pero seguirá presente el destino y el esfuerzo, los engranajes de la nueva generación empezarán a girar.
Una mano cortada nos dará la bienvenida a un pequeño pueblo.
8/10
4 Comentarios
Respecto al contenido, me ha gustado cómo te has explayado desde los conceptos argumentales y temáticos de la obra hasta lo relativo a las cuestiones audiovisuales. En particular, he quedado encantado sobre cómo has hablado de Dio, que sinceramente es uno de mis villanos preferidos por todo lo que implica. Igual que sus lacayos a mí me tiene seducido con su carisma divino jaja. También destaco la parte en que hablas del destino y cómo influye en los personajes. Todo está muy bien explicado.
Mis felicitaciones y espero que sigas escribiendo sobre las demás partes.
Me alegra saber que la reseña logró cohesión, valió la pena el tiempo invertido.
Y por supuesto seguirán las siguientes partes, a su tiempo, pero llegarán.
Como siempre, ¡Gracias por leer!
Un saludo ^^
Muchas gracias por leer!