Advertencia: Para sustentar diferentes argumentos de la reseña explicaré varios de los sucesos que pasaron durante la obra, por ende, tiene spoilers, además pido paciencia para quienes estén familiarizados con la historia.
El proyecto X de Gundam por Sunrise tiene una infame fama imposible de separar, desde F91 ninguna obra de la franquicia se enfrentó a tantos problemas y contratiempos. Con el tiempo se forma un pseudo estatus de culto, con seguidores que repudian el injusto trato que tuvo, mientras que otros la desprecian abiertamente, en especial porque la próxima serie Gundam, Turn A Gundam (el regreso de Tomino), alcanzaría un estatus de apreciación generalizado, dejando todavía más en el olvido a la serie final experimental de Sunrise.
Bueno, “Final” en el sentido de ser la letra que faltaba por emitir. Realizando un recordatorio, el decaimiento de la franquicia con Victory conllevo a que Sunrise decidiera producir 3 series que podían alejarse de la “fórmula” con directores en crecimiento del estudio, los proyectos P, W y X, los cuáles terminarían siendo, respectivamente, Fighter G Gundam, MSG Wing y After War Gundam X. Los dos primeros son considerados éxitos, especialmente en el público internacional, desgraciadamente Gundam X no alcanzaría a sus hermanos mayores, todo lo contrario, sería un fracaso.
Momento de la aclaración de casi cada artículo; mi intención original al reseñar Gundam aparte de brindarme contenido regularmente irregular, es dividir (por el bien de hacerlo) a la franquicia en fases (y he decidido cambiar el término, desde ahora se denominan “Etapas”). Releyendo mis artículos pasados, me he contradecido sobre la obra que debería ser considerada como el fin de la segunda etapa, y sigo sin tener una respuesta clara. En unas semanas habrá reseña de War in the Pocket (ahora sí, en serio) y además analizó sobre si previo a escribir la respectiva de Turn A Gundam, realizar un entrada donde se evalúe la franquicia bajo la premisa de Etapas.
After War Gundam X se emite entre abril y diciembre de 1996, su director es Shinji Takamatsu, a quien ya había mencionado durante la reseña de Gundam Wing donde pasó de asistente de director a director debido a la renuncia de Ikeda. Dado el relativo éxito de Wing, se comprende que Sunrise decidiera dejarle todo un proyecto a su cargo, un prometedor joven director que había estado involucrado por más de una década (director de episodio en Z) con la franquicia. Este era su Gundam, la oportunidad de realizar lo que quisiese.
Resultando todavía más triste el devenir del proyecto, el fracaso dejó la franquicia en suspensión por tres años y la total desvinculación de Takamatsu con proyectos mecha de ahí en adelante. Durante los 2000 volvería a tener reconocimiento, destacándose en la comedia gracias a School Rumble y Gintama (irónico que fuera Sunrise), pero hasta la fecha de escrita esta reseña, no ha regresado a Gundam.
After X se desarrolla en el año 15 A.W (After War). El año 0 es el final de la séptima guerra espacial, un conflicto entre las “Naciones Unidas de la Tierra” y la “Armada Revolucionaria Espacial”, con ningún ganador porque ambos quedaron al borde de la destrucción absoluta. Especialmente por la estrategia “final” de la Armada Revolucionaria, estrellar colonias espaciales sobre la superficie terrestre, ocasionando miles de millones de muertes al impacto y sequías en amplias zonas del planeta. Los supervivientes del conflicto serían casi 100 millones.
El detalle de “séptima guerra espacial” sólo es una referencia a After X como la séptima iteración principal de la franquicia, en ningún momento se realiza mención a cualquiera de las seis guerras anteriores. El planeta tierra posterior a la After War es un mundo fragmentado, menos naciones y menos numerosas, la mayoría está compuesto de pequeñas comunidades dedicadas a avanzar a su modo, enfrentándose a las duras condiciones de la naturaleza y al humano inescrupuloso en carroñeros, ladrones y oportunistas. En ese contexto ha crecido el protagonista, Garrod Ran.
Garrod tiene 15 años, es un hábil mecánico y piloto, es solitario, temerario y pragmático, se dedica a sobrevivir el día a día, hasta que es encargado de una misión que cambiaría su vida, el rescate de Tiffa Adill, una chica de su misma edad, secuestrada por unos buitres. No se imaginaba que no sólo se enamoraría perdidamente de Tiffa, también se integraría en esa banda de buitres, un grupo liderado por Jamil Neate.Garrod tiene una marcada personalidad, una que no habíamos tenido en Gundam. Con más seguridad e independencia que pilotos como Amuro, Kamille o Uso, sin llegar a ser especialmente vanidoso y orgulloso sea en los casos de Heero, Kashuu o Judau; siendo este último el más parecido, sin embargo, al contrario del protagonista de ZZ, Garrod es consciente de su vulnerabilidad, reflejándose en su carencia de grandes sueños o expectativas. Y especialmente, se diferencia de cualquier otro protagonista principal en su declaración de amor (eventualmente) directa y subrayada por Tiffa Adill.
Tiffa es el principal personaje femenino, en principio es una chica tímida y silenciosa, sólo se comunica en ciertos momentos para observaciones específicas, un arquetipo conocido en la franquicia, sobre todo en personajes secundarios. Parece tener cierta conexión con Garrod, un sentido de protección, no amor en principio más si el interés suficiente para que el ermitaño piloto decida integrarse a un grupo.
La relación entre Garrod y Tiffa es la columna vertebral de la obra, no es únicamente el proceso en que ambos aceptarán los sentimientos de uno hacia el otro, porque se da por entendido a los 20 episodios, sino el esfuerzo en conseguir un planeta tierra en la que puedan vivir juntos en tranquilidad (e inclusive, la separación de ambos en el episodio 30, es el suceso que da inicio a la etapa final).
Al comienzo veía con recelo la integración de Jamil Neate dada la “mitología Gundam”, esperando una especie de triángulo amoroso o por lo menos de intereses cruzados, pero ni mucho menos, es una relación directa de principio a fin entre Garrod y Tiffa. Y una relación significativa, los dos evolucionan porque se apoyan entre sí, cambian a mejor.
Garrod se integra al grupo, aprende a trabajar junto a otros en vez de asumir toda la carga, pasa a formar parte de una organización, en el transcurso de su viaje se propone sueños y metas, detener la guerra y vivir junto a Tiffa; para ella la relación con Garrod es motivación en adquirir más independencia y resolución, en principio aprendiendo a aceptarse, asumir su posición dentro de la tripulación, y luego en reconocer su atracción por Garrod y hacérselo saber. La mejor demostración de su cambio es cuando fueron separados, contrario a quedar inoperativa o reducida, ella obra por la paz a su modo, sin abrumarse, es decidida, inflexible y consciente de sus limitaciones, con la expectativa de seguirse superando. Cada quien es fuerte por sí mismo pero son imparables cuando están juntos, la mejor demostración de una pareja que se merecen el uno al otro.
Sus declaraciones abiertas de amor durante el tramo final hasta son un poco embarazosas en según que ocasiones, pero que importa, es un soplo fresco tener una relación protagónica tan consolidada. Así que, si he declarado a los protagonistas de sólidos a nivel individual y en pareja ¿Dónde está el problema de After War X? Volvamos al líder del grupo de buitres, Jamil Neate.
La razón para haber “secuestrado” a Tiffa se debe a lo que es, una “Newtype”, como se denomina a un ser humano con capacidades especiales debido a su “evolución” en el espacio exterior. Uno de los conceptos frecuentes de la franquicia que es el eje temático principal y motivo para la mayoría de personajes en After War. Jamil está incluido en ese grupo, a bordo del Freeden está en la búsqueda de Newtypes para responder a sus propias dudas, motivaciones y heridas reminiscentes a la guerra de hace 15 años.
Volviendo a trazar similitudes, si bien Jamil me recuerda a Char sea por su diseño y varias actitudes, especialmente las idealistas, en su rol de líder es más similar a Bright Noa, hasta el Freeden parece un homenaje a la White Base. De hecho, una opinión afirmaba (no encontré fuente para sustentarlo) que After X es un “Y si la guerra de un año hubiera sido mucho peor”, puedo entender el razonamiento , más como iré explicando, hay diferencias esenciales entre el Gundam original y el presente reseñado, fuera intencional o no, no inválida las observaciones realizadas sobre After X.
Alrededor de los “Newtype” parten diferentes temáticas como son la fijación por el pasado para justificar el futuro, racismo, clasismo o la necesidad humana de validar sus conflictos en casi magia con tal de cumplir sus ansias egoístas, siendo principalmente narrado a través de los dos protagonistas. Quedaría saber el “cómo”, qué ocurre para conseguir las reflexiones del primero dadas las experiencias de los segundos.
La White Base estaba en medio de un conflicto, participando activamente en un bando, en cambio, el Freeden no es miembro de ninguno, al contrario, quieren evitar el conflicto, pero esta resolución no sucede desde el comienzo sino hasta el episodio 28 dada su experiencia en Estard. Previamente la única motivación episodio tras episodio es seguir las pistas de Tiffa para la cruzada de Jamil, situaciones independientes más no conectadas a un panorama general.
Por si sola la carencia de objetivo no es un problema, de tener enfoque para el desarrollo de su guión y la apropiada dirección, sin embargo, desconociendo si fue decisión de Shinji al recibir presión de Sunrise o Bandai dada la carencia de audiencia, o si acaso lo tenía planeado desde un comienzo, o factiblemente una fusión de ambas, el Freeden toma la decisión de evitar el conflicto. Un desarrollo que en teoría funciona y no debería tener inconveniente, porque contaba con las bases para ser orgánico dados los propósitos presentados para los personajes, el problema estuvo en no trabajar en esas bases.
Las historias independientes constituyen la mayoría de mis episodios preferidos de la serie, son variados entre sí en locación y temática, sean unas tierras nevadas para explorar el deber de los gobernantes, en medio del mar donde se enfrentan los fantasmas del pasado, o un país desértico en el dilema entre independencia y sobrevivencia. Tienen sus personajes respectivos, algunos volviendo a reaparecer a futuro realizando retrospectiva sobre lo aprendido, da un panorama general del planeta y su estado, a la par que evolucionan las relaciones interpersonales de los miembros del Freeden; otra similitud con Mobile Suit Gundam (1979) en el buen sentido, pero aquella serie tenía a Char de antagonista recurrente atando al hilo principal, mientras que After X tiene los gemelos Frost.
Al principio los gemelos Frost son presentados como los enemigos del episodio, tienen una gimmick de telepatía, ambos son sociópatas, Garrod los derrota pero no completamente. De ahí que se suponga que serían villanos de la historia independiente, sus apariciones se vuelven a repetir siguiendo la secuencia de aparecer, quieren ganar, pierden, prometen volver, hasta que terminan teniendo una mayor importancia de la originalmente presentada, incluyendo una conspiración en curso, para posicionarles de antagonistas principales.
Ninguno de los dos hermanos es lo suficientemente interesante para verlo más de una vez, carecen de cualquier otra dimensión que no sea su actitud sociópata y autocompasiva, ni tienen relación con algún otro personaje. Podía haberse llevado el arquetipo al extremo para que fueran amenazantes en un completo despliegue de crueldad o similares, más tampoco podían abordarlo de ese modo porque la narrativa no les permitía, son soldados y no líderes, terminando en una aproximación segura y vacía.
Afectando a la narrativa porque tal la descripción de hace un par de párrafos, su existencia es anecdótica, nunca realizan un verdadero daño al Freeden, sólo prometen que a la próxima será la definitiva, siendo un mero recordatorio sobre cómo esa situación independiente pertenece a una “gran trama”, sólo debemos esperar hasta que lleguemos a ese punto. Y para empeorarlo, constituyen uno de los principales focos en la temática “Newtype”.
Pero antes de abordar a profundidad la temática, exploremos al resto de personajes. Durante la primera parte, el otro antagonista principal recurrente es Ennil Ei, una buitre cuyo arco consiste en la aceptación de su persona por medio de superar la obsesión que tuvo con Garrod, quien rechazó sus sentimientos y avances. Y puede parecer un personaje interesante en el planteamiento más se siente desconectada del resto de sucesos, caso contrario a los hermanos Frost demasiado involucrados con la temática. Ennil tiene menor importancia de la que necesitaba, notable en que su consagración de personaje es una nota a pie de página, dado a estar inconexa con alguna línea narrativa.
Sin embargo, es una consecuencia de la serie en general. El Freeden es un escenario ideal para la inclusión de historias sobre cómo la compañía de similares puede convertirse en tu familia, especialmente porque la mayoría son huérfanos o últimos sobrevivientes. Son construidas las bases en los escenarios independientes de la primera parte, más esas ideas no terminan de consolidarse dado a que el hilo principal pasa a ocupar toda la trama, relegando a los secundarios a meras apariciones.
Una lástima porque la tripulación es bastante variada, con potencial de ser memorable de haberles dedicarles un mejor desarrollo y cierre: Está el pragmático, estudiado y caritativo doctor Techs, el animado niño genio Kid con sus divertidos ayudantes Nine y Rococo, Sala la segunda al mando de actitud reservada y celosa, el decidido Mori quien cumple a la perfección su deber de piloto y navegador, la alegre Tonya encargada de las comunicaciones, y los otros pilotos de combate, Witz quien parece cerrado pero se preocupa por su familia, el casanova Roybea buscando una razón de ser y a posterior Pala, una valerosa superviviente del espacio.
Sólo necesitaban protagonismo de tanto en tanto para seguir construyendo las relaciones entre ellos, en vez de traerlos a coalición cada vez que “se acuerden”, rematados de una aparición final algo satisfactoria en algunos y en otros casi que un despropósito con lo que sabíamos del personaje (la inexplicable relación de Roybea y Ennil). De ahí que estoy plenamente en contra a las críticas sobre cómo su cancelación sirvió para enderezar la historia, meramente la aceleró hacia su peor aspecto.
Mencionando la cancelación, el promedio del rating de la serie era muy menor a cualquiera de las series anteriores, de ahí que la cadena TV Asahi, una de las principales cadenas de televisión, trasladó su horario de emisión de las 17:00 los viernes a las 06:00 los sábados para la región de Kanto que incluye ciudades como Tokyo, Saitama o Gunma, siendo la estocada final. Su promedio de espectadores pasó del 2.8% a 1.2%, el promedio más bajo que ha tenido una serie Gundam (registrado hasta 00).
Otra consecuencia de los gemelos Frost y Ennil es la aparición tardía (y en últimas, desaprovechada) de los dirigentes de “Las Nuevas Naciones Unidas de la Tierra” y la “Armada Revolucionaria Espacial”, respectivamente, Fixx Bloodman y Seidel Rasso. La obra muestra que son el mismo tipo de personalidad, hambrientos de poder y desconsiderados con las personas que dicen representar y los soldados que comandan. Una narrativa espejo que puntualiza como sin importar el bando, ambos dirigentes sólo están preocupados por sí mismos y no les importará construir las pruebas necesarias para justificar sus comportamientos belicistas.
De ahí que hubiese preferido a ambos siendo más decididos y recelosos, en vez de ser manipulables por otros, restando la importancia que tienen para la toma de decisiones. No es que las implicaciones existentes no sean interesantes, sólo que podrían haberlo sido más.
Hay una historia sin objetivo aparente, conformada de variadas situaciones independientes donde se desarrollan los personajes que está dirigida hacia la adquisición de un objetivo más cuando esté pasa a ocupar la historia, no es igual de atractivo o consistente dada la carencia de antagonistas relevantes, la omisión de la evolución de los personajes secundarios y una temática principal que mientras más se desarrolla menos se comprende.
La guerra entre las “Las Nuevas Naciones Unidas de la Tierra” y la “Armada Revolucionaria Espacial” son justificadas públicamente por la discrepancia de los Newtype, la Armada considera que están más evolucionados que aquellos nacidos en el planeta, en cambio los primeros consideran que son una amenaza para la estabilidad. Tal como se mencionó, únicamente son excusas para su ambición desmedida, sin embargo, cada dirigente cree en su discurso hasta cierto punto, y entonces llega alguien que reta la lógica de su accionar, Tiffa.
Tiffa es una terrícola Newtype, además de una de las más poderosa que se tenga registro, teniendo habilidades como estar “conectada” con la luna y una nítida clarividencia. Su existencia invalida las creencias de los spacenoids (habitantes del espacio) acerca de su evolución como especie, y origina incómodas preguntas para las Naciones Unidas. Por sí sola, al ser una niña quien sólo quiere vivir tranquilamente con quienes quiere, presenta un contrapunto acerca del poder, habilidades y corrupción, lo que podría guiar hacia un discurso acerca del cambio y la aceptación, que sí sucede pero, inexplicablemente, no a través de ella, sino por otros personajes.
Sucede es por el misticismo utilizado para el concepto, conforme avanza la serie lo que era entendible al comienzo, se transforma en intangible y “elevado”, demostrado en los términos cada vez más vagos con que es referido por los personajes sea en los monólogos de Jamil o los arrebatos violentos por los gemelos Frost. Pero el peor suceso viene precisamente del final, la introducción de D.O.M.E, el primer Newtype.
El principal afectado del apresurado desarrollo de los últimos episodios es el mismo D.O.M.E. Su inclusión en batalla final es anticlimática y tiene una resolución insatisfactoria, abordado de revelación que consiste en el mismo punto que ya demostraba la existencia de Tifa. Los Newtypes son sólo otros seres humanos, las habilidades especiales no les vuelve más ni menos, siguen siendo. Puede que la razón para el trato místico sea otro homenaje o exploración a profundidad de la serie original, más de ser el caso, es una lástima que desperdicie sus elementos básicos por complicar sin haber la necesidad.
Desde el comienzo hay diferentes situaciones y personajes que realizan una exploración del concepto en diferentes ángulos: Los gemelos Frost (con presencia y complejidad demás) para el reflejo de los humanos despreciados por no tener habilidades sobrenaturales, la organización dedicada al desarrollo de Newtypes despojandolos de su humanidad aunque dijeran que su investigación era a favor de la misma, Carris obsesionado en serlo para proteger su ciudad, Jamil quien no se desprende de los fantasmas del pasado para intentar labrarse un futuro o Liliant una víctima del progreso.
Y no es que sea innecesario tener apuntes de misticismo en el concepto, entre las mejores escenas está Tifa conectando mentalmente con los delfines en el episodio 16. Una situación que parece implicar una evolución de los animales a la par que algunos miembros de la humanidad, o sobre las habilidades especiales que tienen ciertas especies; si bien la situación es explicada, sólo es de manera general, aún puede guardar más de lo que aparenta. No vuelve a ser mencionada ni a suceder una situación similar, y es perfecto, es una anécdota que implica mayor profundidad de la que somos capaces de imaginar.
Un trazado de ideas y momentos sin orden o estructura que les sostengan, aún cuando se intentó forzosamente de implementar. Puede que la visión original de la serie hubiese conseguido una segunda mitad más correspondiente con las bases que habían sido presentadas, pero únicamente podemos referirnos a supuestos. Leía (aunque sin fuentes para confirmarlo) que en su momento de emisión, varios fanáticos le criticaban por diferenciarse tanto de la franquicia, apunte incomprensible para mí, de los tres proyectos mencionados al comienzo, es la más cercana a las ideas tradicionales de la saga, pero es la que termina siendo un fracaso.
No seré parte de quienes defienden que había una gran serie por ser contada, porque aún con los cimientos narrativos, desde el comienzo hay más de un vacío, pero si reconozco las semillas de ideas y reflexiones que merecían la oportunidad de ser desarrolladas a la plenitud de la intención del autor.
Las batallas han sido uno de mis aspectos preferidos de la serie, Garrod no es excesivamente moral como varios pilotos previos pero tampoco disfruta de la guerra ni mata de poder evitarlo, es un buen soldado, cumpliendo su deber cuando es requerido. El Gundam X es un poderoso Mecha con varias habilidades ya vistas en la franquicia, teniendo de marca característica su conexión lunar para producir enormes cantidades de poder.
En cuanto al resto de Mechas presentados, a comparación de iteraciones previas de la franquicia, no hay tanta variedad en sus características de batalla, diseño o usabilidad, irónicamente los gemelos Frost tienen los mechas más atractivos dados sus movimientos que permiten creatividad en el desarrollo de la batalla, Cerris utiliza un Gundam que me recuerda a los diseños mentales en ZZ, Pala con una versión refinada del G Figher o los enemigos de turno un poco más únicos pero ninguno particularmente memorable.
Puede que quienes sean exclusivamente fanáticos del Mecha se sientan algo defraudados, en especial considerando que After X cuenta con 2 hermanos mayores plagados de diseños únicos y exagerados. ¿Puede ser su sobriedad otra referencia a la serie original? En este punto podríamos achacar todo a tal inspiración, así que mejor dejar de afirmar o insinuar, en especial porque tampoco los diseños son un despropósito, para demostrarlo tenemos los diferentes enfrentamientos.
Hay una gran variedad en el terreno sean ambientes acuáticos, desérticos, selváticos; y en la estrategia de la batalla como 1 vs 1, misiones de infiltración, campos de batalla con decenas de participantes, espaciales y un pequeño escuadrón en una escala terrestre. Y tal cual se mencionó respecto a Garrod, el ritmo no se suele detener por un monólogo acerca de la vida o la renuencia a matar, permitiendo dedicar el desarrollo a la superación del piloto frente a su adversario con habilidades no vistas hasta el momento.
Mis favoritos, lo usual en la saga, son los enfrentamientos espaciales, porque en su amplitud subraya lo vistoso de los movimientos, la habilidad de los pilotos en evitar el golpe desde prácticamente cualquier dirección, teniendo de fondo un atractivo el espacio lleno de estrellas. Y directamente relacionado está mi preferencia por el sentido de la composición en los episodios de la primera mitad en las historias independientes, se utiliza el entorno exótico para componer atractivas postales acordes al tono que tuviera la narración presentada.
En la animación leí varias opiniones en la línea de “está bien para la época”, afirmación que me desconcierta, claro que los movimientos respecto a las personas es eficiente y cumplidor, no le hacía falta más, su atractivo reside es en los movimientos de los mecha en las batallas, un despliegue de efectos, explosiones y sentido del ritmo. No es un espectáculo igual de memorable que Wing o Figther G, más no me aburrió en ninguno de sus enfrentamientos y en varios repetía por interés en alguna toma o movimiento.
Respecto al sonido, carezco de entrenamiento para determinar que tantos han sido exclusivamente desarrollados para esta serie, sólo puedo confirmar la constancia del atractivo de los efectos en los diferentes mechas y sus respectivos movimientos, destacando, como no, el GX-9900 (Gundam X). Ambos de sus OP “Dreams” y “Resolution” no entran en mis favoritos de la franquicia, aunque cada uno tiene muy bonitas tomas, mientras que sus ED “Human Touch” y “Gin-Iro to Horizon” , constituyen un nuevo planteamiento en la serie, son imágenes estáticas de fondo acompañadas de un adelanto del próximo episodio, cuyo título será una de las frases mencionadas en ese adelanto. La OST es autoría de Yasuo Higuchi, su primera y única vez trabajando para Gundam, en una línea bastante clásica con sonidos orquestales y épicos, también destacar esta pista incluida en el disco aunque no recuerdo cuando sonó.
Es inevitable que After X siga despertando sentimientos encontrados cuando es una serie para siempre acotada, hay trazos de genialidad e interés en según que aspectos, más con un marco limitado, terminando en un vistazo a aquello que pudo ser aunque varios crean que eso sea. Tiene aspectos que no dudo mejoraran en mi recuerdo, sea la bonita sensación de aventura constante en la mayoría de episodios en su primera mitad o la agradable relación entre Garrod y Tifa, a la par de saber que olvidaré el resto de sus personajes y las lecciones que intentaron enseñar.
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